domingo, 2 de junio de 2013

LOS CORREDORES ESCLAVOS

 Bernal Díaz del Castillo,  autor de la Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, cuenta que entre los lujos más exquisitos de Moctezuma  destacaba el consumo de pescado fresco, traído a diario desde el Golfo de Veracruz por corredores esclavos que se relevaban para hacer el trayecto más deprisa.

Siempre los poderosos se han distinguido de la peña o plebe. El pescado fresco de entonces, transportado a la carrera, equivale a los coches de lujo que el concesionario facilita a los nuevos ricos saltándose el turno de espera, customizados para el ministro, el concejal, el monarca, el sindicalista... 

O el barco que te regalan, la donación de un cáliz de brillantes, los restaurantes estrella Michelín, o los relojes epatantes que obsequia el patrocinador de un evento por ser vos quien sois, el balonmanista que vive en un palacio, el sindicalista que duerme en un colchón con plumas de 500 euros, o a las chicas para todo que les llevan a las fiestas, sin que se tengan que ocupar de nada, como si bastara ser elegido concejal para ir de putas gratis. 

Y sobre todos ellos, o debajo, los que dicen “nosotros somos los que les traemos el pescado fresco a los chicos de la política, de la banca, de la iglesia, de los sindicatos». 

Los que facilitamos en la barra del bar del Congreso y del Senado, de todas las Autonomías, los cubatas y gin tonics a precio de grifo. 

O sea, los aduladores que consiguen sus caprichos, los que halagan sus vanidades, los asesores que les hacen creer en ese espejismo por el que se creen más guapos, más listos, más elegantes y más exquisitos que los demás, o hacerles sentirse seres de otra galaxia, alimentando su ego, poniéndoles en órbita con chutes de esa autoestima del pijo de mierda, de nuevo rico, siempre ligada a la posesión de presuntos objetos exclusivos. Los que la tienen más grande.

 La boda de la hija de Aznar, ¡Dios, qué ridiculez!

Lo de Bácenas y esos viajes a ver renos a Finlandia por la cara...¡por favor!... Ana Mato que no sabe nada de los coches de su marido y cumpleaños de los niños, ¡flipa!...lo de la familia Pujol en México...¡joder!...el crucero de Toxo,¡ustié!,.. las putas de los ERES de Andalucía,¡coño!...la juerga de melopeas de Pajín en avión exclusivo, ¡leches!...el rey cazando elefantes con la carabina Corina,¡su puta madre!...Urdanga y su mujer en un palacete en Pedralbes,¡toma del frasco,Carrasco!...el alcalde de Valladolid y el casoplón- ático hortera de Caja Duero, del que es consejero , ¡caramba! 

En la Turquía del 1600 existían  unos esclavos  que servían como correos del Imperio. Iban  descalzos  cruzando el Imperio Otomano. John Smith fue hecho  prisionero  y cuenta como esos hombres se herraban  los talones como señal de distinción.

Sonaban los cascos  en  las losas de las calles, en los empedrados y rocas  de los caminos ,y saltaban chispas al trotar  en la oscuridad.

8 comentarios:

  1. Es cierto. Pero hacen estas cosas porque nosotros se lo permitimos. Siempre he creído que la base del privilegio depende en realidad de la plebe y no del privilegiado. Parece que les permitimos estas cosas a determinadas personas porque de alguna forma creemos que son mejores que los demás. Es algo que se ve hasta en las sociedades más pequeñas: te encuentras a un señor en el autobús tratando de tú al conductor y exigiéndole con malos modales como si fuera un corredor esclavo. Te lo encuentras más tarde en el dispensario médico con la gorra en la mano y tartamudeando respetuosamente sobre su artrosis ante el chamán de la tribu. ¿Por qué esa diferencia de trato si ambos están prestándole un sevicio? Y aquí nos damos cuenta (me pongo estupenda) de lo poco que se ha entendido el Evangelio en el cristiano occidente: ¿Cuándo nos daremos cuenta que no hay mas poder que el de servir ni más privilegio que el de tratar al prójimo con la mayor cortesía de la que seamos capaces? O lo entendemos nosotros o no podemos esperar que ellos dejen de beneficiarse de esas prebendas que tan absurdamente les concedemos.

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  2. No podemos...¿cómo conseguir que estos tíos saquen a concurso unos servicios de cafetería/restaurante del Congreso y Senado e impedir que en los pliegos sean ellos quienes impongan los precios, las bebidas alcohólicas, etc?

    Y ellos mismos, votan leyes donde se prohíbe hacer a los demás lo que ellos hacen (por ejemplo, tomar alcohol en el lugar de trabajo).

    No es tan fácil. Sólo se me ocurre la insumisión,o quemar un poco el Congreso, darle un tortazo a algún diputado...no sé, algo que ellos sepan que estamos muyyyyyyyyy cabreados.

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  3. Poco a poco: una vez vino a una obra el la que estaba un tío de protocolo de la casa real para explicarnos cómo debíamos comportarnos con una visita regia que quería ver cómo iba la obra. Empezó a darnos instrucciones de cómo debíamos saludar, cómo debíamos dirigirnos a la tal visita, etc. Le contestamos que no se apurara: que le trataríamos exactamente igual que a la señora de la limpieza: con la más exquisita cortesía. Se rió y le valió. A lo mejor por donde hay que empezar es por tratar igual de bien a tu asistenta o a tu pescadero: Igualdad de trato a los de arriba y a los de abajo: siempre a todos el mejor que podamos. Es un poco más lento, pero yo creo que más eficaz. (¿Qué tal ir en masa de copas al congreso?)

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  4. Procrustes, un personaje de la mitología griega, vivía a la vera de un camino. Invitaba a los viajeros a cenar, y después de una opípara cena de cafetería del Congreso, los invitaba a acostarse en una cama que tenía preparada. A los más grandes, los que sobresalían de la cama, les cortaba la cabeza. A los más bajitos los torturaba, estirándoles por piernas y brazos, hasta que se rompían.
    Con esta metáfora creo que los sabios griegos nos invitan a pensar en lo importante que es acertar en la variable: en este caso la cama, no la persona.
    Estos señores piensan que serán felices haciendo lo que hacen. No me extraña que sirvan gin-tonics. Es que si no vas colocado hay cosas que no las soportas, y una de ellas es ser diputado. Simplemente: su trabajo no tiene sentido. El único riesgo es apretar el botón equivocado al votar. Ahora entiendo porque incluso algunos se equivocan votando y rompen la "disciplina de partido".
    Al Betis le pasa lo mismo: por eso todos van chutados y te encuentras a su fundador o otros señores "con tic de sádico", que como decía Garcilaso: "De tan hermoso fuego consumido, nunca fue corazón"

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  5. ¡De copas con las señoras de la limpieza del Congreso!

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  7. Y encma solo tributan el 15%. ¡Se lo "autoaprobaron" ellos mismos!

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  8. muy bien dicho egg!!!

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