sábado, 29 de junio de 2013

¡QUE SABEMOS!


Hoy la mayoría de nosotros está más que preparado para hacer viajes afectivos que duran lo que duran. Unos porque el barco fue a las piedras, otros por decisión propia, aquellas porque se les acabó el amor... en la vida que llevamos, por lo menos en esta sociedad, un alto porcentaje tienen dos, tres, cuatro relaciones de vida más o menos en pareja.

Y a pesar de tanto fracaso, seguimos buscando el amor, y nos entregamos.

Yo tuve un fracaso de vida. Y dentro de esa vida fracasada, hubo muchas pequeñas travesías que fueron mal: Barcelona, Lérida,Tarragona, Valladolid...salí decidido a no entregarme nunca a una mujer, y ya veis.

Es un ejercicio de la libertad maravilloso, pero al mismo tiempo se paga un precio emocional muy alto. Porque vincularse a alguien es sufrir, y desvincularse es sufrir, y volver a otra nueva, y otra...¡sufres!. Son cambios emocionales que necesitan tiempo para escucharse en el dolor, la pena, la culpa, la vergüenza, el enojo, el alivio, la alegría...en esos días de crisis uno es visitado por un torrente de emociones que ni él mismo puede controlar.

Y que no siempre se superan. Conozco uno que después de una vida entregada a Dios durante décadas, de una manera ejemplar, hoy no puede asistir a una misa, o entrar en una iglesia, porque somatiza su angustia: suda, se siente muy mal... no se encuentra en un estado de acogida precisamente.

Sin embargo, una vez pasada esa crisis hay quien  vuelve a arriesgarse y hacerse candidato al dolor, porque entra en  ese nuevo amor sin ninguna garantía. Y ves que uno con cuatro hijos decide una vida nueva con otra que aporta dos, y están sin un duro.

Pero así es el amor, y puede que sea una vida de expansión, de alegría, de crecimiento.

¡Qué sabemos!

9 comentarios:

  1. OJOS DE SERPIENTE30 de junio de 2013, 9:31

    Sí hombre sí; sigue escribiendo sobre el amor, las anécdotas del pasado, el mundo que te rodea.
    Te aconsejo que lo sigas haciendo mientras puedas, que disfrutes con ello, que te relajes y te diviertas.
    Porque te queda muy poco, chico.

    Te pienso dar las de Caín; mentiroso, asesino, falsete.

    Para quien no me conozca le remito al comentario 19 de "¡ Hoy es jueves!", donde desenmascaro la verdadera naturaleza de este ser abyecto que se hace llamar Susto.

    Empezaré dando las gracias a cuantos bienintencionados han intentado, por el bien de Susto, abrirle los ojos al gran error en el que se ha convertido su vida. Vosotros sois los que me habéis mostrado el camino final donde debe desembocar su trágica existencia.

    No me duelen prendas a la hora de mostrar mi juego, pues lo tengo tan minucuosamente planificado, que su exposición no hará sino aumentar el nivel de ansiedad del mentiroso mayor que nunca existió. El Sr. Susto.

    Unas simples pinceladas le harán comprender la gravedad de su situación moral, jurídica y humana.

    Por una parte dos fiscales jefes de Audiencias Provinciales, íntimos míos, han diseñado las líneas maestras de actuación. ¿Acojona, eh?

    Por otra, un conocido y respetado gabinete jurídico con sede en Sevilla y Barcelona, con más de 300 letrados en nómina, afila sus colmillos para darte el mayor bocado que nunca nadie te dio. Piernas para qué os quiero.

    Y luego estoy yo, el que te quiere ver entre rejas para siempre, el que es capaz de hacerte la vida imposible incluso en el interior del presidio de Ocaña, el que no se va a conformar con tu más completa destrucción, sino que además dispuesto está a llevarla a efecto de la forma más humillante posible.

    ¿Qué puede ser más lamentable que tu propio amigo que fue, al que diste cobijo en nuestros tiempos juveniles, aquel al que confiaste cuantos secretos y pecados cometiste, ése que un día no tan lejano capaz era de dar la vida por tí; qué puede ser más lamentable que ese querido amigo sea el que proyecte, ejecute y se jacte de haberte encarcelado?

    No te perdono que robaras los dos bolígrafos bic en el Corte Inglés de la Diagonal. Ladronzuelo.

    Que tú, con veinticinco años, engañaras y te zumbaras a mi prima Mari Lo de cuarenta y cinco; siendo incapaz en aquel tórrido y asfixiante verano de vencer la tentación, dominarte y aguantar impertérrito que mi prima te acariciara en sálvese tus partes y te susurrarar al oído: "¿Echamos uno rápido?". ¡Qué fácil para tí poner la escusa de tu bisoñez, maldito truhán!

    Y luego está lo de la risa y las canciones. Yo, que puse en tus manos la responsabilidad de que fueras el profesor de mi propio hijo, y me lo convertiste en una especie de terrorista social, capaz no sólo de pensar por él mismo, sino de aficionarlo a tocar la armónica, instrumento diabólico donde los haya.

    Pero Susto, todo esto quedaría en agua de borrajas, si no fuera por lo que hiciste al final.

    ¡Empezar de nuevo con un Renol Clío y mil quinientos pavos!

    ¿Tú sabes lo que significa eso para mí? ¿Te das cuenta lo irresponsable y sádico de tu comportamiento? ¿eres consciente de la carga de destrucción masiva que encierra tu actitud?

    No, ya veo que no. Pero la ignorancia no te exime de tu propia responsabilidad.

    Por eso, un día de estos, cuando vuelvas de tu paseo sabático, tras zamparte tu bocata de chorizo, fumando tus pestilentes Ducados y tatareando alegremente una canción, me verás.

    Te esperaré en un discreto Renault Megane de la Fiscalía General del Estado, aparcado frente a tu adosado.
    Al verte, me dirigiré a la cancela de tu casa, donde te esperaré sin prisas.

    Tú me reconoceras, y sabedor de tu destino, empezarás a sudar tinta china. Negra y espesa.

    Y entonces, tu amigo del alma, aquel que siempre te quiso, el que hubiera vendido su alma al diablo por tí, se levantará las gafas de sol y mirándote a los ojos directamente, te dirá:

    "¡ Quedas detenido por confabulación social !"
    ...
    Y podrás observar en mi mirada, el brillo de satisfacción de un reptil vengativo.

    Los ojos de una serpiente.

    ResponderEliminar
  2. OJOS DE SERPIENTE30 de junio de 2013, 9:33

    Y sí, soy Driver, voy por tí y voy a cara descubierta.
    O tú o yo. Así de simple.

    ResponderEliminar
  3. Sufres...y también disfrutas. La cuestión es que siempre estamos de paso. Si tienes suerte, encuentras un compañero de viaje con el que el camino es muchísimo mejor. Si no, mas vale pensar: "Voy a pasar una vez por esta vida. Si puedo mostrar alguna amabilidad o proporcionar algo bueno a quien está a mi lado, quiero hacerlo ahora, no quiero dejarlo para más tarde o descuidarlo, porque no volveré a pasar por este camino otra vez"

    ResponderEliminar
  4. Yo conozco a muchos que después de años de entrega a Dios han abandonado la Iglesia. Es una prueba muy grande el engaño sufrido, y no creo que tengan culpa de nada. La profunda fatiga de unos años entregados que consideran estériles tiene estas consecuencias.
    Por eso no creo que debamos considerarlos un fracaso: no es un fracaso. Es parte de la vida. Después de una depresión -un año- en la que aproveché para leer y beber litros de cerveza, ahora todos me miran mal por alcohólico (esto es lo único que ha quedado de mi biografía, así somos las personas). Ya nadie se acuerda del adolescente que se entregó a Dios engañado por el Betis, pero el acto de entrega (muchas cosas que han quedado escondidas) y las décadas de entrega están allí. Y mi fe más fuerte que nunca.

    ResponderEliminar
  5. Escribí "fracaso" en la entrada para proteger la idea que otros sí piensan que lo fue.

    No creo tampoco que fuese así,un fracaso.

    Yo, como tú, me entregué por amor, y decidí cambiar de rumbo porque ya no era amor lo que me sostenía, era otra cosa.

    Como tú, salvé la Fe.

    ResponderEliminar
  6. Sí, así es. La gente que me quiere tampoco piensa que soy un depresivo alcohólico, solo porque lo fui un año: estas cosas se pasan. Lo piensa quien le conviene que así sea.
    Esto, que para mi fue un accidente, impresiona mucho. Nadie te mira mal por no pagar impuestos, no dar el salario justo y escatimar en la seguridad social a tus empleados o engañar a tus clientes (en esto último son especialistas los abogados). Algunos vicios impresionan mucho a los pusilánimes.

    ResponderEliminar
  7. Driver, cuenta conmigo para darle matarile al tipo este si lo de los fiscales se demorara mucho o resultara gravoso.

    ResponderEliminar
  8. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  9. Luxindex, a mi me pasó tres cuartos de lo mismo. Y esos años son cruciales para el desarrollo de la personalidad. Yo no llegué a estar diez años pero quedó la marca para siempre. Todavía a mis cuarenta y siete recién cumplidos, casado y con cuatro hijos, me despierto sudando algunas noches acojonado por no haber cumplido el plan de vida convenientemente, o se me aparecen personajes de la época que me recriminan el que no siga con ellos cuando fueron ellos los que decidieron que no era apto para hacer la fidelidad eterna de por siempre jamás. Otras veces me despierto creyendo imposible lo que acaba de pasar en mis sueños, después de haber dejado a mi familia y haber vuelto al centro de estudios donde las caras de los que abusaron de mi espiritualmente ni siquiera han cambiado con el pasar de los años. Algunos me dicen hoy que cómo es que sigo obsesionado con el tema y yo no sé que contestarles, de verdad que no lo sé, pero mi subconsciente sigue enganchado a ese tiempo pasado después de tantos años...

    ResponderEliminar