Estos días me han escrito que Enrique se nos ha ido.
Y , es lo que más me ha llamado la atención, me lo comunicaron tres amigos de él , en correos muy distintos ( estoy convencido que cada uno lo hizo por libre, y sin conexión entre ellos).
Enrique : " Tenía 46 años...¡supongo que lo recuerdas! un tío rubio muy extrovertido,
popular y abanderado en la fiesta deportiva de la promoción Qualitas".
Otro me dice que le hable a Manuela de él.
Y lo hice.
Recuerdo muy bien a Enrique: inolvidable.
Lo recuerdo de chaval: un corazón con patas, de una alegría y bondad MA RA VI LLO SA. También era muy pijo: pero de cuna. Al pijo de cuna se le perdona todo. Lo lleva en la sangre. Es el pijo que no sabe que lo es, porque es algo natural, consustancial.
Después he visto pijos y, oye, nada que ver con estos de Viaró.
Con Enrique - Quique- he cantado, he reído, he hecho el gilipollas, y él conmigo, y Dios lo pasó muy bien con nosotros.
Se nos fue joven - ¡hoy caigo en la cuenta de la edad que teníamos los dos cuando nos conocimos en Viaró y en Hz!,
Se fue como se fue: estaba muy enfermo. No era la enfermedad de Manuela. Era lo que lo que llaman "El gran mal". Pero hay algo que he aprendido estos años, y estos días, de manera palmaria: la muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda y
nos los inmortaliza en el recuerdo. La vida sí que nos los roba muchas
veces y definitivamente.
No conozco a su viuda. A veces, cuando se entierra un corazón, se entierran dos. Espero que no: tienes tres que amar y mucho que hacer.
Sí, le hablé a Manu de Enrique. Le dije que le conocí en Viaró.
Manu conoció a varios amigos de Viaró , a los que más quise , los que di de mamar de mi teta peluda ( no diré nombres), y , en su sencillez, alucinó con ellos: ¡¡¡joder, qué guapos son!!! ( y, encima, se lo decía).
A su viuda, si la viera, le diría, "habla con él". No que reze, ni que dirija sus pensamientos a su recuerdo: habla. En voz alta, susurrando, pero que te oiga.
Te sorprenderá.
Enrique era muy bueno.
Como todas las entradas, ésta se escribió de un tirón, "intro" y palante: si hay algo que chirria, es por las prisas.
DESCANSE EN PAZ, EL ALMA DE QUIQUE Y DE MANUELA Y DE TODOS LOS FIELES DIFUNTOS, DESCANSEN EN PAZ, EN LA GLORIA DEL SEÑOR
ResponderEliminarQ descansen en paz los fieles y todos, somos hijos de DIOS
EliminarPues q descansen en paz tu gran mujer y tu amigo.......MANU TAMBIEN TE AYUDA DESDE ALLI,,,, DIOS SABE MUY BIEN DONDE NOS PONE A CADA UNO.
ResponderEliminarbuenos dias
Buenos días: siento su péridda, y aunque muy manido, tan joven parece que duele más, tenía tanto por hacer.... esto me recuerda que todos debemos estar preparados, con la maleta hecha dice mi marido.
ResponderEliminar"El gran mal".... pues ni idea.... ¿no dices la enfermedad por algo concreto? Imagino que cáncer, pero no se....Tampoco es importante
Un fuerte abrazo Suso
Glups! Yo fui un Qualitas! Le tuve cerca.
ResponderEliminarNos vamos yendo. Nos morimos. Al fin y al cabo, este es sólo el primer estadio de la vida. Después el "absoluto"? Pienso que no, otro estadio más, y luego otro. En realidad el "absoluto" ya se encuentra aquí; a veces, y algunos, sin mérito.
Siempre todo es más fácil. Más fácil de como nos lo explican, más simple. Nadie puede hacer que amanezca con su esfuerzo; pero quizá con su esfuerzo pueda ver salir el sol si es capaz de levantarse temprano. Hay quien no sabe o no puede realizar ese esfuerzo. Hay quien consigue realizarlo un día, y al siguiente vuelve a fallar. Sea como sea, que grandes son las conciencias, que grandes los seres que piensan. Todos son amados. Sólo hay una dirección. Nadie eligió ser miserable. Vamos todos hacia el siguiente estadio queramos o no, como el Sol, que sale, queramos o no. No somos paja que se lanza al fuego, no somos ganado. Somos pensamiento, y el pensamiento no muere, y el pensamiento siempre es amado y seducido por el amor.
Espero que la familia de Enrique entienda y sienta lo cerca que siempre lo tendrán.
Vinu
Por cierto, Era yo.
ResponderEliminarOtro abrazote