domingo, 30 de marzo de 2014

MITOS.


Necesitamos creer en los mitos. Un mito no es necesariamente una historia falsa. Un mito es una historia verdadera, más o menos verdadera, pero idealizada por un grupo que busca esa referencia que le dé consistencia e identidad al presente. Se mitifica sobre todo los orígenes del grupo.

Los nacionalismos se alimentan muchísimo de sus mitos, les chifla presentar una visión romántica, mítica y plácida de su pueblo. Situación que se rompió por la agresión de culturas externas. En este sentido leer a Sabino Arana es para ponerse un balón de Nivea en la cabeza y decir que eres cabeza del pelotón.

Los jesuitas, los franciscanos, los Kikos, los del Betis, las Esclavas Flageladoras del Espíritu Santo, idealizan a sus fundadores y a “sus primeros” porque encuentran en ellos un modelo de su propia identidad. La visión idílica del pasado es una representación utópica de lo que ellos desearían en el futuro.

A uno, que cada vez más le cuesta creer en la santidad y que prefiere vidas ejemplares, le parece que detrás de muchos santos hay mucho mito...cuando no patraña.

El mito se alimenta de la ingenuidad. Ingenuos que están seguros de todo y que no tienen ninguna duda. Cuantos más mitos nos creamos menos dudas tendremos. Pero esta moneda tiene su otra cara: cuanto más mitos nos creamos más influenciables y manipulados seremos.

jueves, 27 de marzo de 2014

ENGAÑARSE A SÍ MISMO.

Con el tiempo uno aprende que engañarse a sí mismo es la base del amor.

Yo tardé en conocer esas cosas de la sexualidad, nací en tiempos donde no había fotogramas, ni revistas en los quioscos, ni clases de Natus donde te explicaban el aparato reproductor.

Los únicos aparatos que conocía eran el potro, el plinton y los que nos hacían saltar en unas absurdas clases de gimnasia que dirigía un tío que se llamaba Don Serafín, también profesor de Formación del Espíritu Nacional. Ya conté como presencié, en directo, dejar a un compañero de clase, el típico  gordito mofletudo y torpón,  sus tres tículos en la punta del Plinton previo sprint sofocante y jadeante hasta el minitramp.

Allí sí que hubo algo de aparato reproductor, pero en esos momentos no lo asocié a la asignatura de Natus. Era más a la de Música, porque los alaridos del chaval todavía resuenan en las noches de luna llena en el Colegio de El Salvador.

Don Serafín no es que fuera facha, era la FACHEZ: bigotito, pelo engominado y que cuando se enfadaba nos gritaba cosas como “¡maleante!”, “miembro de la ETA”, “comunista”. Y era buena gente.

Así que, a falta de información explícita, uno aprendió a engañarse a sí mismo. Mi generación es una generación de niños, después chavales, después hombres, que se enamoraban con una fantasía desmedida. Nos creíamos nuestros sueños. Las chicas eran algo sagrado, misterioso, como angelicos. Nuestras hermanas eran puras y delicadas como las alas de una mariposa. Las madres eran gente asexuada, señoras que nadie podía imaginarse dándose un magreo con papá.

- Vamos, hombre, ¿mi madre y mi padre...?...¡por favor!

En aquellos años cuando me hablaban de una mujer liberada lo que entendía era que había salido de prisión.

Respirábamos el amor a base de sueños, de imaginaciones, de guiones imposibles, maravillosos, de una ingenuidad de caballero andante. Dicho de otro modo, si uno se enamoraba no lo hacía porque su chica estuviera muy buena, o porque se la quisiera ventilar. Eso se guardaba para las putas y las descaradas. Pero si estaba enamorado...¡ELLA ME HA MIRADO...HOY CREO EN DIOS!

Se nos enseñaba que la mujer que quisieras debía de ser la futura madre de tus hijos. Había que respetarla como tu madre fue respetada, como tu padre la supo considerar y honrar.

Supongo que si alguien de 20 años lee esto debe de estar ahora mismo pellizcándose. Ayer en un pub que hay cerca de casa que se llama David`s había a las ocho de la tarde una fiesta de cumpleaños contratada por un grupo de adolescentes. Unos crí@s de quince y dieciséis años dándose el lote, con la misma naturalidad que monos en el zoo. El que ha visitado un zoo sabe de qué hablo.

No sé yo éstos a los veinte, veinticinco años, qué sorpresa les dará una mujer. Porque, por lo que vi allí, tocarse se tocaban hasta en el tendón de Aquiles, que ya son ganas de tocar.

Una de las primeras veces que me mentí a mi mismo fue de bien pequeño. En el portal enfrente al mío, en la calle Francisco Vitoria. Andaría por los once años. Alli vi una pareja besándose a bocados. Me quedé espiando aquello. Me preguntaba qué estarían buscando con las lengua uno en la boca de otra. Me parecía algo insólito. Y bastante cochino. ¡Si las bocas se hicieran para besarse de esa manera Dios  hubiese hecho las narices en otro sitio!, ¿qué es lo que encontraban tan divertido en eso de andar a mordiscos?...

Pero, simultáneamente, seguía mirando aquello como si yo mismo formara parte de un aula de la Naturaleza patrocinada por el National Geographic. ¿Qué buscaba la lengua de esa chica en la boca de ese muchacho?. ¿Comida?. No lograba comprenderlo , así que decidí que aquello era una guarrada.

“¿Puaj!”, pensé, “¡esto es la repera!, ¡las chicas son de lo peor!...para días salgo yo con una. ¡La lengua está para los helados!...

Pero seguía hipnotizado por la escena.

Allí fue una de las primeras veces que me mentí a mi mismo, porque allá dentro de mi mismidad, en lo más profundo de mi ser , intuía que en ese portal se lo estaban pasando muyyyy bien.

martes, 25 de marzo de 2014

MARTES

Sin cobertura en la estación de Atocha...camino de Sevilla: ¡que tengáis un día maravilloso

lunes, 24 de marzo de 2014

PARA TI, ¡COÑAZO DE TÍO!


Me escribes pidiendo una explicación a entradas del Barullo, y me preguntas que “qué ha pasado contigo”, o sea, conmigo.

Pasar, lo que se dice pasar , no ha pasado nada. Y cambiar, lo que se dice cambiar, no he cambiado nada. Tal vez ahora respondo de mi como nunca antes lo había hecho. Como sé por dónde vas, te diré que no rezo nada, si a eso te refieres. No rezo nada en el sentido de que no rezo como rezaba antes, que era lo mismo que no rezar.

Al menos en mi caso. Me parece que en el tuyo también, pero sé que no lo vas a reconocer porque estás convencido de la eficacia de tu oración. Tú, lo mismo que yo antes, mueves mucho los labios, paseas rosarios, pides por unos y por otros, pero estás muy lejos de Dios.

He aprendido algo estos años. La verdad es que todo está en los evangelios, no es nada nuevo, pero,¡ay!, ¡la ceguera!.

Está en la oración del publicano. Está en el leproso que vuelve agradecido , sin pedir nada. Está en María, que guardaba sus cosas en el corazón. Está en el pobre Lázaro.

Es decir, está en el silencio. Hay que ir muy al principio de cada biografía para volver a empezar de verdad. Un consejo: deja de rezar, cállate, y siéntete en ese silencio mirado por Dios, y escuchado por Él. Ya sabe lo que te pasa y lo que necesitas.

De eso va el Barullo desde hace años.

Y no hagas más. Ya verás como , poco a poco, la vida interior, la tuya, que tanto te preocupa en los demás, crece humilde. Y dejarás de dar lecciones, y dar la murga. Pesao.

Estoy convencido que piensas como yo que la profunda crisis que estamos atravesando está, en buena parte, producida por un exceso de verborrea. Los políticos hablan demasiado, los bancos nos han engañado, los medios han generado falsas expectativas y nosotros mismos llevamos muchos años subiendo el volumen de la televisión para no escuchar la fertilidad creadora del silencio.

Pero, ¿y tú?. Haces media hora de oración por la mañana y por la tarde, y sabes que eso no es oración, es un rollo que llevas allá dentro donde hay de todo menos silencio. Reconócelo, tú no sabes rezar. ¿Cómo explicas que después de tantos años de oración sigas ambicionando un buen puesto profesional, trepando para ascender a toda costa?,¿cómo explicas la pobreza que vives tenga nombres de marcas de moda, pijadas mil, modos de burgués, y tonterías que un hombre de oración, si así fuera, iría poco a poco desprendiéndose de ellas, y despreciándolas?.

Yo creo que casi nadie sabe rezar.

Yo tampoco. Lo que sí sé de mi es que cada vez me importa menos lo que veo allá fuera, y sigo buscando en el silencio. Allí está el camino si quieres llegar a alguna parte.

domingo, 23 de marzo de 2014

EN LOS ADENTROS DE UNO.


“No he nacido con un carácter afortunado, salvo la inteligencia. Hay en mi un carácter de solterona, estúpidamente sentimental, asustadizo y blando. Esas tendencias tienden a reaparecer a cada instante y al suprimirlas mantengo una actitud artificial. Nunca soy auténtico, pues siempre busco modificar , recrear. Nunca tendré la dicha de actuar con espontaneidad”.

La cita es de una carta de un joven Sartre a una muchacha.

Me pareció profunda, conmovedora y patética. También sincera, de alguien que se conoce muy bien. Un hombre que defendía la libertad, que es espontaneidad, y que se ve obligado a actuar sin esa espontaneidad.

Hay gente así...”fuera de mi sólo hay trampas peligrosas...no podía contar con nadie ni con nada. Tuve que ser mi propia causa...no quiero que me hagan favores. Me resulta insoportable la idea de que me ayuden. No he pedido ayuda en mi vida”.

Gracias a gente que es capaz de llegar a los adentros de ellos mismos, nos conocemos un poco mejor.

Yo no soy Sartre, pero conozco unos cuántos Sartres...y me producen compasión.

sábado, 22 de marzo de 2014

¡PASA CADA COSA!


Voy de visita comercial a un colegio, pregunto por el director...¡sorpresa infinita!: es un viejo conocido, buen amigo que hace doce años no nos vemos. Nos abrazamos efusiva y sinceramente.

Hablamos de lo que hay que hablar, y me invita a comer para pegarle a la hebra y contarnos la vida.

Vamos a un restaurante cercano al colegio.

- ¿Prefieren comer dentro, o fuera?- pregunta el propietario del mesón, un vascorro con cara de eso, de patrón del “Txupamelagorri”.

- Mejor fuera- propongo.

- Pues si van fuera, vayan a una de las mesas de la derecha que hay dos tías que están muy buenas...es un buen paisaje.

Mi amigo es hombre piadoso , pone cara de que no ha oído nada. Yo, menos piadoso, le contesto:

- Perdone, pero creo que se ha pasado un poco. Nosotros jugamos en otra liga, ¿qué le hace pensar que no preferimos que nos dijera “hay fuera hay dos tíos que están muy buenos”?.

Palidece el mesonero...

- No sé...disculpen...yo creí que...

- Creí que...pensé qué...es qué...¡ la excusas de la homofobia!

Mi amigo me mira aguantando la risa...”¡ veo que no has cambiado nada!”.

Nos sentamos fuera y, derrepenete, de subitamenete, cae en la cuenta:

- ¡Joder, Suso, que yo vengo mucho por aquí a tomar café con profesores, o algún alumno de bachiller!. Se va a pensar el tío , ¡qué se yo!, que voy metiendo la vara a todas horas

- Además, el colegio es masculino.

- Tranquilo, luego le aclaramos la broma.

Comemos y nos contamos la vida. Es una conversación a fondo, más de lo que yo quisiera. Creo que es la primera vez que hablo de una manera tan sincera sobre la enfermedad de Manuela con alguien. Necesitaba una persona así, en esa situación, lejos de mi gente habitual, y solté las riendas de lo que llevo dentro tascando el freno tanto tiempo... me implé de emoción contando algunos recuerdos de ella y rompí a llorar.

Mi amigo, también emocionado, me puso la mano en el hombro, respetando mis lágrimas, y me dijo “no te preocupes, Dios te sorprenderá”.

En ese momento, miro a la puerta del Asador, y veo que el lirondo tabernero nos está mirando mientras se fuma un cigarro..."¡joder!!- parece pensar- , "¡uno llorando, y el otro poniéndole la manita en el hombro!".

“¡Vaya par de palomos cojos!”, debió pensar Arguiñano.

Mi amigo no lo vio, así que recompuse la escena como buenamente pude.

Fuimos a pagar la cuenta...”oye, aclara lo de la liga”, me susurra el director del colegio.

- Oiga, supongo que no habrá creído lo de que jugamos en otra liga , ¿hein?- le dije con los ojos aún enrojecidos

- No, hombre, no...¡qué vaaaaa!

Me parece que no le coló...en fin, lo siento por mi amigo...

 

viernes, 21 de marzo de 2014

LO QUE NOS SALVA.


Es un tipo inteligente, y lo tiene  todo.

Dinero, ambición, una vanidad elegante y estúpida, una planta distinguida - ¿qué tienen los ricos que siempre son guapos?- una simpatía arrolladora, don de gentes.

Pero, ¡ay!, una inteligencia sin bondad es como una féretro calafateado de terciopelo y acolchado  con satén tisú.

Lo que nos redime  no nos protege de nada y, sin embargo, nos salva.
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¡Que tengáis un viernes "Mafaldoso" !


jueves, 20 de marzo de 2014

RUIDOS.


Ha venido un alguien a pasar unos días en Valladolid y se alojó en casa. Nuestra chabolilla es abierta , hospitalaria y acogedora. Sólo hay una condición para hospedarse en ella: no hay cumplidos que valgan , estás como en tu casa, cada uno lleva su vida, sin protocolos.

Yo, por ejemplo, gozo de siestas con el placer de un gestante, así que nada de quedarme a acompañar el café al invitado. Y si él disfruta del mismo deporte, pues se levanta y a planchar la oreja.

Eso sí, en su cama.

Éste se ha levantado cabreado y con el sueño enturbiado por el follón que han armado los gatos en celo. También por el perro del vecino, que , envidioso de ver la orgía que se estaba preparando a escasos metros de él, se ha puesto a ladrar reprobando la inmoralidad de “Tía Carmen”, mi gata.

- Vivimos en una urbanización en medio del campo, y es normal que gatos, perros, pedos de vecinos, lloros de niños, pájaros en los canalones, nos acompañen...¡es parte del paisaje!

- ¡Pues no sé como lo soportáis!

- Bueno, ya nos hemos acostumbrado...yo , hoy, no podría soportar el ruido de un coche, una bocina en la noche, o una sirena... y, probablemente, tú ni te enterarías...hay ruidos, sin embargo, que por muy débiles que sean, los escucharías como estridentes.

- ¿Por ejemplo?

- Un campesino iba paseando por el paseo de Zorrilla, entre ruidos de coches, gente conversando, bocinas, la ciudad en su ambiente...de repente se para, se acerca a un hueco en una pared y observa un grillo...¡lo había escuchado cantar en medio del alboroto urbano!...¿por qué?, porque es sonido que reconoce del campo, mientras los demás seguían sordos,a lo suyo.

- ¡Normal!- concluyó el huésped intolerante al ruido de los gatos en celo.

- No terminé...cuando el campesino dejó el grillo, se le cayó del bolsillo una moneda de un euro, y en el mismo momento que ésta tocó el suelo, todo el mundo se giró a mirar qué ruido era ese, tan amable, tan maravilloso, tan atractivo, que hacen las monedas al caer en el suelo. ¡Bastante menos estridente que el de un grillo en el paseo de Zorrilla!.¡ Esa moneda retumbó en los oídos urbanos  como las campanas de una Catedral.

Nos reclaman muchos ruidos...pero sólo reconoces el que te interesa. 

Al final, ¡todo está en la Naturaleza!.


 

miércoles, 19 de marzo de 2014

CONMOVEDOR


Una de las cosas más conmovedoras de la humanidad es saber que don Emilio Botín se come los mocos cuando está haciendo de cuerpo en el wáter. 

O que Obama se tira pedos a la rebolé cuando está solo.

Que Alfredo Pérez Rubalcaba tiene las uñas de los pies como espolones.

Que el Archimandrita de Constantinopla eructa como un gorila en medio de la noche.

O que a don Javier Echevarría aún se le queda la última gotica de pis en el calzoncillo.

A mi me conmueve saber esas cosas. 

martes, 18 de marzo de 2014

CONFIANZA


Sin confianza no puede haber amor.

Si has tenido un desengaño muy fuerte de tu padre, de tu madre, de tu pareja, y concluyes que jamás en la vida podrás rehacer una relación afectiva o ser feliz, esa profecía se cumplirá.

¿Quién dijo eso de que los cobardes son los que muestran amor?. El amor es de los valientes. Cuando tu amas, tocas, brillan tus ojos, acaricias, estás exponiéndote. Ten cuidado de esos que se ríen de las manifestaciones del amor y las toman como debilidades: la inteligencia sin amor es especulación.

Es el mejor camino para perderse. Es cosa de banqueros que se anuncian humanos para que firmes unas preferencias...y gentuza así.

Hablando de Bancos...y me estoy acordando de algún hijo de la gran Puta.


domingo, 16 de marzo de 2014

AIRPLANE!: EL GRAN OTTO.


La primera vez que vi “Aterriza como puedas” , creí morir de risa.

Y la segunda...y la tercera.

De toda la película me quedo con dos personajes que me parecen fantásticos.: el Capitán Clarence Oveur ( Peter Graves), y el inimitable y divertidísimo Otto, el piloto inflable.

El Capitán es un tipo elegante , exquisito en sus modales, educado, un petronio, un gentleman... que hace preguntas un tanto extrañas....

Así, cuando entra un niño en la cabina ,se marca el siguiente diálogo:

Oveur : "¿Habías estado antes en una cabina?.

Rossie Harris: No señor, en mi vida había estado antes en un avión.

Oveur: ¿Ni has visto nunca a un hombre adulto desnudo?."

Oveur cuestiona asuntos , digamos, algo sospechosos...

"Joey, ¿no has ido nunca a un gimnasio?."

[...] 

"Joey, ¿te gustan las películas de gladiadores?"

[...]

"Joey, ¿Has estado alguna vez en una prisión turca?"

Pero, por encima de todos, brilla Otto, el piloto inflable, la estrella de la película, con una de las escenas más increíbles y desopilantes de la historia del cine.

Otto merecía mucho más, como el Coyote: una serie para él.




sábado, 15 de marzo de 2014

ESPARTACO.


No se abolió la esclavitud. 

Veo gente que se presenta a entrevistas de trabajo . Con la fotocopia de su currículum , y con la misma actitud que el esclavo era llevado a la plaza dispuesto a ser comprado.

Te miran los dientes, hurgan las encías , te palpan los músculos, observan el color de tu piel.

Algunos vienen con la edad camuflada, y simulando una madura juventud que niegan sus arrugas, su forma de vestir, y de andar, y un sospechoso color azulado de venillas en la nariz.

El entrevistador te ausculta por dentro y por fuera con la insolencia impúdica del tratante de esclavos. El muy hijo de puta trabaja para el sistema y sabe que es parte muy importante del mismo. Pero un día será él que sentirá el dedo de otro manoseando y escarbando sus dientes.

Espartaco, te has hecho mayor, desengáñate, eres carne de cruz.

jueves, 13 de marzo de 2014

PIJOS.


Educar a pijos es una labor ardua y difícil porque el pijo  acostumbra a tener mucho corazón  y pocas virtudes.

El pijo, si el entrenador no le pone en el equipo un partido, no vuelve. O si hace mucho frío, mamá escribe una tarjeta excusando que haga educación física "porque está resfriado"...

Aunque hay pijos en todos los barrios (hay gitanos pijos, hijos de la clase trabajadora pijos, alumnos de jesuítas de pijolandia, fomentos fresas, y pijaro's ...) todos tienen  el mismo común denominador.

«La educación debe hacer capaz al hombre de librarse de la sensación del momento, capaz de hacer lo que quiera. Debe aprender a conducir su vida, más que a dejarse llevar».

Esa es la razón, señala Robert Spaemann, de que Rousseau recomendara a las madres que, "cuando el niño que tienen en brazos tienda la mano a una manzana, no deben buscarle la manzana, sino que deben llevar el niño a la manzana. Así aprende el niño que las cosas no se dejan dar órdenes (...)".

A los pijos les  buscan la manzana, se la pelan, en el mejor sentido de la expresión, la trocean, y se la dan en un tenedor.

Solamente ante una realidad que nos ofrece resistencia podemos desarrollar nuestras fuerzas. Y las alegrías más profundas de la vida se relacionan con el desarrollo de nuestras fuerzas y capacidades. 

El pijo no sabe qué es eso. Un antiguo alumno me echaba en cara la cantidad de buena gente que hay entre  sus compañeros de promoción que no la hincan en la vida. Y nos echaba la culpa a los que les formamos.

Y tenía razón.

El educador tiene ante sí la tarea de introducir al niño en la realidad que está frente a él y es independiente de él. La madre es, en general, la primera realidad independiente con la que el niño se encuentra. 

En la madre comienza todo, para bien, y para mal. 

"Quien puede recurrir al recuerdo de un mundo sano, está más preparado para el contacto con el que está viciado». Spaemann

miércoles, 12 de marzo de 2014

UN ALMENDRO.


En Can Vilumara, una masía, ¿o qué era eso exactamente?...un algo de una decadencia hortera , remilgada, anacrónica, vetusta, entre lo pretencioso y lo snob, en medio de un hartazgo de cuadros, de una colección de coches antiguos, perros de raza, caballos , habitaciones “del obispo”, futbolines, masovers, y mayordomos con librea, había un cuadro que siempre me llamó la atención. 

Era un almendro florido, y debajo se leía una leyenda: “Como el almendro florido has de ser en los rigores, si un duro golpe recibes suelta una lluvia de flores”.

Hoy vi un almendro en flor. ¡Qué maravilla!. Allí estaba, solo, dándole una pincelada de menta rosa a la mañana poligonera, que es de las cosas menos poéticas que se puedan ver.

Es lo que tienen los almendros, su incertidumbre. Nacen como al descuido. Vas a ninguna parte y, ¡hala!, te sorprende, alado y audaz, un florecimiento de una blancura inocente.

Impresiona esta sencillez de un almendro en flor sobre la estúpida idiotez gigantesca de un polígono en crisis. ¡Vaya contraste! , llega a calidades y delicadezas indescriptibles, como un Van Gogh usado para tapar la ventana rota de Rachel, la prostituta que se ganó su oreja, y su amor.

¿Qué pinta ese almendro allí?

Nadie lo sabe, es un descuido de la naturaleza.

martes, 11 de marzo de 2014

EL AMOR Y LA MUERTE.


Ha bastado un día de sol de una fastuosidad imprevisible, después de tanto tiempo de mordida invernal, para que todo el mundo haya salido a la calle de una manera ávida y destemplada.

Yo, de entrada, he pillado un trancazo muy principal. Por andar en camisa a dar un paseo.

La naturaleza acentúa nuestros impulsos, ¡qué ganas de salir! Pronto todos, hombres, mujeres, animales, plantas, despertarán a la luz, al sol, y a echar polvos al aire.

Muchos animales presentarán ahora sus mejores lecciones de canto. Pla sospechaba que hasta los peces van nadando y silbando.

Todos estos cantos son efusiones nacidas del amor , y del amor en su forma más pura, que es la que nos lleva a conservar la especie a prueba de bombas y pase lo que pase. Para conservar la especie hay que cantar y luego hacer lo que se presente en cada caso. Y si , encima, bailas, entonces eres irresistible. 

Esta presencia de la música y del canto en estos actos esenciales de la vida es un curioso misterio, hasta el punto que no se sabe si cantamos porque estamos enamorados o nos enamoramos porque cantamos.

Uno, que es un romántico incorregible, siempre ha cantado a las mujeres que amó o, al menos, que me gustaron. Lo que está claro es que parece evidente que las hembras se van con el que canta.

Se van cantando a conservar la especie; así, pues, los taciturnos no deben de conservar nada. Se reproducen poco, y por obligación.

Y algunos moriremos cantando, o eso quisiera.

Ya lo escribió el poeta “Cantando me he de morir, cantando me han de enterrar, Y cantando he de llegar, al pie del eterno padre: Desde el vientre de mi madre, vine a este mundo a cantar" . 

 Y yo os digo que el amor que canta y la muerte son cosas tan acercadas, que parecen una misma cosa.


lunes, 10 de marzo de 2014

BLUE JASMINE


Blue Jasmine es un buena película, con dos interpretaciones sobresalientes- Cate Blanchet y Sally Hawkings.

La protagonista, como el jazmín de su nombre, abre su corola al atardecer, su intensidad es más fuerte en la oscuridad de su drama: la actriz Cate Blanchett pasa por todos los registros y consigue un personaje muy complejo y lleno de sutilezas.

Allen se ha hecho viejo, y nos ofrece un plato de la vida condimentado con contrates fortísimos: todo es muy...muy amargo, muy salado, muy dulce, muy ácido. Woody no quiere hacer gracia. Parece decir “así somos”...probablemente , porque él sea así también.

La vida como una mierda. La familia, la del rico y la del pobre, devastada . Un egoísmo atroz lo permea todo en esta película. La mentira en la raíz de todas las relaciones. Los “interiores” de sus personajes resultan naúfragos desesperanzados.

Se deja ver muy bien esta Blue Jasmine.

Ni uno solo de sus personajes (principales y secundarios) se salva de un retrato despiadado:
Jasmine, que sólo denunció las estafas de su marido cuando se entera de sus infidelidades , y que él decid abandonarla (incluso había permitido que estafara a su hermana y cuñado). No le importa las consecuencias de su delación en su hijo. 

Jasmine parece, en cierto sentido, alma gemela, en cuando a “chutes y alcohol”, con el Di Caprio de Manhatan

Ginger, su hermana, (¿qué tiene Woody con las gemelas?)  una pobre mujer que tiene la autoestima por los suelos (a pesar de que su novio es un maltratador potencial, vuelve con él). Con la inteligencia emocional de un mosquito. Una mujer que reconoces , desgraciadamente, en otros retratos que vemos hoy en día.

Hal (Alec Baldwin), el marido de Jasmine, un ser despreciable que vive en una permanente huida hacia adelante estafando a todo el mundo y engañando a su mujer. También lo reconocemos : frío, incapaz de expresar sentimientos, de una cortesía aterradoramente vacía.

El ex-marido de Ginger, un pobre hombre que se dejó estafar por Hal la única vez que consiguió algo de dinero y que, resentido, destruyó su familia y desde entonces no para de dar tumbos. Otro que identificas en estos años de crisis, con su pequeña empresa , su aire hortera, que hubiese sido el perfecto nuevo rico que estamos hartos de ver caer.

Chilly (Bobby Cannavale), el novio de Ginger: un bocazas y un maltratador. Machista hasta el tuétano.

El amante ocasional de Ginger, aparentemente un hombre sensible y cariñoso... que olvidó comentarle que estaba casado. Se cansa de ella, otra pobre idiota engañada.

El dentista: un acosador y violador potencial. También reconocemos ese modelo de tipo pulcro con manchas en la bragueta.

El novio pijo de Jasmine, que sólo quiere un florero para acompañarle en su brillante carrera política.

El hijo de Jasmine: abandona a su madre sin dejar rastro cuando ésta más lo necesita y, cuando se reencuentran años después, la rechaza de nuevo --no sin antes reprocharle la muerte de su padre.

No se salva ni uno: son todos unos seres perdidos, tristes y, frecuentemente, dañinos. Y están tremendamente solos.

La imagen final de Jasmine hablando sola en un banco- mientras una señora sentada junto a ella hace mutis por el foro- es la metáfora de esta sociedad de solitarios que hablan consigo mismos, ausentes, anclados en el desvarío, lejanos...

Todo muy triste. En el otoño de su vida, a Woody ya no le hace gracia la gente y sus pequeñas mezquindades.


sábado, 8 de marzo de 2014

TURISTAS Y NATIVOS.


Un buen profesor es un nativo, y un mal profesor es un turista.

Los profes malos están de visita a un país extranjero llamado alumno, o clase . Entran en el paisaje del aula , pero sólo para darse una vuelta, o por temas comerciales, importación y exportación. No se quedan, ni quieren saber nada de costumbres, de problemas. Son como turistas , indiferentes.

El nativo quizás no tenga una guía tan maravillosa como la del turista, pero conoce el terreno que pisa porque forma parte del paisaje, es uno de ellos. No se pasea, distante y lejano, lo verás mirando a los ojos de hito en hito al pequeño, y se agachará para ponerse a su altura.

El turista no se agacha nunca para hablar a un canijo.

jueves, 6 de marzo de 2014

COMO EL AGUA.



Claro,completo,conciso, breve.

No les votes:son todos iguales.

Pásalo, la gente tiene mala memoria.

(Gracias,Jeckyl)

EN EL OTRO LADO DEL MURO.


El que lo ha visto no lo olvida nunca: el brillo en los ojos de un niño cuando ha entendido algo.

Es algo conmovedor escuchar ese “¡haí vá!” ante un descubrimiento tan sencillo, y tan complejo, como entender que dos más dos son cuatro.

Aprender es sufrir, y un gozo. Si tú, que te dedicas a la enseñanza, no percibes esa maravilla, y no la disfrutas, ¿qué coño haces?

¿Y la lectura?.

La lectura es un misterio. No tenemos ni idea de cómo se llega a ella. He conocido muchas formas de llegar a descifrar las letras, ¡qué esfuerzo!. El niño , con el dedo apretando en la vocal, o en la consonante, quieto parado, mirando fijamente, y principiando con torpezasupronunciación”...p......p...pa...l...l...la...la...br...br...¡palabra!”.

El empeño es arduo, fatigoso, se necesita ahínco y mucha energía para terminar juntando las sílabas, después las palabras, luego el sentido...y la mayoría terminan en el aburrimiento.

Para muchos leer es eso: saber leer. No hay más. Aprenden a leer, poco más que juntar letras que tienen sentido en unas frases, y allí lo dejan. Más tarde leerán por obligación, jamás por placer...para estudiar, rellenar formularios, pasar un test...la mayoría, como Rajoy, para leer el Marca.

Otros, gracias siempre a alguien (¡podría nombrar a los míos!) comienzan un hermoso camino en la lectura, una senda sin final, donde después de un libro viene otro, y otro. Es un placer, una alegría, una vida que se vive muchas veces, y de un modo intensísimo. Leerás hasta el final de tus días, descubrirás que nunca estás solo cuando lees.

Descubrirás, ¡qué te voy a contar si estás leyendo el Barullo!, que los que leemos, y escribimos, estamos en el otro lado del muro.

Una gracieta para este martes, que te deseo fantástico.

miércoles, 5 de marzo de 2014

SAN COYOTE DE LOS BARRANCOS.


Wile E. Coyote and the Road Runner /El Coyote y Correcaminos son parte de mi infancia y adolescencia.

Al Correcaminos no lo soporto, así que pasopalabra.

El Coyote tiene todas mis simpatías. Es el ejemplo a seguir por los perdedores del mundo. Su creador Chuuck Jones afirmó que “El Coyote es mi realidad”. ¡Y la de muchos!.

El Coyote es infatigable en su lucha por cazar a ese pájaro que, digámoslo ya, es para comérselo, por gilipollas. A pesar de sus numerosas e ingeniosas tentativas, el Coyote no consigue nunca capturar o matar al Correcaminos. Muy al contrario, todas sus elaboradas tácticas terminan por perjudicarlo a él, convertido en la víctima de la exageradísima (e inocua) violencia , comprando armamentos, trampas y herramientas de la marca (ACME) para llevar a la boca al “bip bip!”.

Se gasta una pasta en material, que le envían los de Acme en transportes carísimos...¿por qué no se va aun buen restaurante y se pide un menú a base de esos pajarracos?.

Muchas de sus trampas se vuelven contra el pobre Coyote.

Sus caídas en cañones infinitos, o sobre acantilados rocosos; viéndolo caer desde las alturas antes de ver la clásica nube de polvo que aparece cuando finalmente se estampa.

 

Normalmente el problema es que está en el sitio equivocado...es atropellado por un autobús, camión o tren, confundiendo su bocina con el "bip-bip" del Correcaminos. O El coyote "entra" en un precipicio, pero no cae al vacío hasta que mira hacia abajo y se da cuenta de que no hay suelo que le sostenga. A mi esas escenas me encantaban por la cara de pena y angustia que ponía, mirando al espectador suspendido en el aire unos segundos...para precipitarse al inacabable Cañón, empequeñeciéndose en la caída...hasta ver sólo una nube de polvo al caer.



O esa que el Coyote pinta una escena (un túnel en una pared, o un dibujo de una carretera en frente de un buzón), que el Correcaminos entonces utiliza como si de un túnel o carretera ya existiera. El Coyote corre hacia el dibujo (viendo que el Correcaminos lo ha hecho) y choca contra la pared.

En fin, al pobre le pasa de todo, pero no se rinde.

Me gusta esa sonrisa cuando pierde, ese cartel que saca no se sabe de dónde y escribe “¡Help!”.



Los que tenemos una biografía plagada de errores, de finales sin terminar, de pilladas “in fraganti”, de mentiras con patitas cortas, de desánimos por no alcanzar la meta, de vueltas a empezar , de “¡joder, vaya pifia!, de confundir el nombre de la novia por otra, de falsificar una firma de un modo ridículo, de salir de casa con la bragueta abierta...¡qué bien conocemos esa sonrisa de pena de nuestro Coyote!


San Coyote de los Barrancos, ¡ruega por nosotros!

martes, 4 de marzo de 2014

SIN ALMA.


Él la dejó abandonada como un pañuelo viejo cuando llegaron los problemas. Un hijo fue la causa. Uno de esos hijos que te hipotecan de por vida porque está enfermo y no se vale por sí mismo. Podría ser una flor, un árbol, o un animal. 

Sí, no recibirás mucho a cambio de esa dedicación amorosa.

Con este tipo de hijos las pequeñas recompensas que te puedan ofrecer saben a gloria, tan pocas y escasas se presentan.

No siempre la vida fue así. Los dos pertenecían a esas familias preocupadas por la formación de sus hijos, esas que sueñan con formar familias numerosas llenas de amor en sus lugares luminosos y alegres.

Pero en los sueños de él no cabían las pesadillas...

Se enamoró de una antigua amiga de la adolescencia, o fue pillado juguetando (si hay que escribir la verdad) . Obtuvo la anulación de los buenos, y ella quedó herida como una paloma perdigoneada, aleteando en el suelo.

Ella ,desde entonces, sus manos acarician, sus labios besan, sus ojos lloran pero, no os dejéis engañar, su alma está medio muerta. Vive la vida doméstica y cotidiana todavía sin alma. Es todo mecánica.

Aparentemente, no se ve, pero está sin alma.

Ella sí está preparada para dejar a un lado sus sentimientos, la humillación, el qué dirán, y tirar palante. Él no le pasará dinero, y Marta tendrá que trabajar duro para sostener los hijos, en especial a “ése”, el más querido, el más necesitado.

Sin alma se puede vivir, es algo muy habitual. Se trata de andar en tus labores, con una tozudez titánica en la rutina diaria, ausente de todos , y engañando al mundo sobre esa ausencia .


El amor, y eso que llaman “vocación”, que creíste a pie juntillas, te ha pasado por encima como un tsunami devastador...¿cómo reunirse con lo que has huido?, ¿cómo juntar las piezas descacharradas en este corazón roto?, ¿cómo soplar sobre las cenizas si casi no guardan rescoldos de brasas?

Necesitarás años antes de que crezca la flor injertada, antes de que un nuevo amor te pinte la sonrisa, y te vista de mujer enamorada, esa que le gustan esos zapatos, y ese bolso, o esa falda que ya no miras en otras.

Reconstruirte toda, enterita: con tus pensamientos prohibidos, tu ir al cine, o comiendo de vez en cuando esas hamburguesas que tanto te gustan en ese bar, o esos rollos que sueltas sobre lo que te gusta el otoño.

¿Qué harás?. Tú verás, Martita, hija, que te estás quedando en nada. Empieza por lo más urgente. Lo más inaplazable no son tus hijos, eres tú. No puedes ir saliendo así a la calle, al trabajo, sin alma que ponerte, sin pintar el rabillo del ojo- ¡Dios, ¿no te acuerdas de cómo son tus ojos?- sin sonreír, sin esos detalles que tanto te gustaban,...y , hala, a la calle.

Ya verás qué bien se anda con el alma puesta.

Y no busques consuelo, busca la verdad, o sea, el amor.

Llegará.