viernes, 13 de junio de 2025

VIAJE FÁTIMA.

Hoy viajo a Fátima. Estaré  dos días allí. 


Ya os conté que cuando decidí dejar la opus pedí pasar unos días solo allí. Para mi fue un cruce de caminos que suponía un antes y un después en mi vida: dejaba la obra, me dejaba Manuela, y no sabía qué hacer conmigo. No tenía ningún horizonte abierto.


Así que me fui allí y le pedí a la Señora que me sacara de aquel lío. No pedí más. 


Vistas las cosas con perspectiva, la Virgen me sacó de aquel lío. Una vez más. 


Voy con la misma intención. No voy a pedir mi sanación- sería de verdad un milagro que me curara de un enfisema, de una fibrosis pulmonar, y una mancha muy fea en el pulmón  que aún no se sabe qué es. Sé que Dios es un padre y de un padre no pueden venir más que cosas buenas. ¡ No digamos de su Madre!


Y, aunque sé- me lo habéis escrito much@s- que estáis como los amigos del paralítico , rompiendo el techo  con vuestras oraciones para colocarme delante de Él. Y sé que en ocasiones tengo miedo, que me veo frágil y débil, y que no soy lo que parezco- nunca lo he sido- pero, aún así, o precisamente por eso, le entrego el timón de esta pobre barca a María. No quiero tener todo bajo control. Ella sabe más.


Ellos saben más. 


Muchas veces suceden en nuestra vida hechos cuyo significado se nos escapan. Este es uno de ellos. La enfermedad, el fracaso, la ruina, la injusticia. Y a menudo nuestra reacción es la decepción, la depresión, la rebelión. 


Soy de los que piensan que hay que reconciliarse con nuestra biografía. Por más misterioso  que parezca nuestro destino no podemos cerrar los puños y exigir, y enfrentarnos y pedir explicaciones. Hay que aceptar y acoger. 


No es hora de pedir explicaciones, es hora de  decir " muy bien, esto es lo que hay. Vamos allá". 


Recuerdo a san Juan Pablo II y su grito al mundo " ¡ no tengáis miedo!" ¿Cómo tener miedo? ¿Cómo poner condiciones a un Corazón que sólo quiere amarnos?


Esta noche tuve un sueño y desperté con él - me refiero a hoy, 13 de junio. A  los cinco años de estar  en Barcelona,  me escapé de la obra. Estuve un mes yendo a la deriva, viviendo en el  desvarío - Madrid, Cádiz, Torremolinos, Granada...allí me descubrieron, perdido y muy  desorientado moralmente. Y  regresé a casa. El que me dejó en la puerta me dio una oportunidad: " mañana regreso a Barcelona, si estás en el Pilar a las ocho , puedes volver".


Mis padres no sabían nada de mi. Les habían dicho que me había escapado. Al verme entrar en casa mi padre me abrazó, me cubrió de besos, y repitió literalmente la escena del regreso del hijo pródigo. Yo me dejaba querer. Moqueaba. No supe reaccionar. Ese hombre era así.


Y  hoy acabo de despertar con este maravilloso sueño.

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15 comentarios:

  1. Una vez más, bonita e inspiradora entrada. Da por seguro que también estás en mis oraciones.
    Un abrazo.

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  2. Hace unos días alguien comentó, a propósito de la carta del Papa, que eras un suertudo (o algo similar).
    Eres un suertudo. Somos unos suertudos al tener una Madre que siempre sabe ayudarnos, al tener un Padre que es el padre del hijo pródigo.
    Basta ser el hijo pródigo.
    (Tener complementariamente un padre que es el padre del hijo pródigo, es una suerte propia tuya.)

    "Soy de los que piensan que hay que reconciliarse con nuestra biografía. Por más misterioso que parezca nuestro destino no podemos cerrar los puños y exigir, y enfrentarnos y pedir explicaciones. Hay que aceptar y acoger."
    No está mal luchar. Hay que luchar cuando es tiempo de luchar. También hay un tiempo de decir: con estos bueyes tengo que arar.

    Suerte en Fátima, aunque con semejante Madre, no la necesitas.
    McC

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    1. ¡Muchísimas gracias!

      Eres un solete.

      Muy bueno eso de "Hay que luchar cuando es tiempo de luchar. También hay un tiempo de decir: con estos bueyes tengo que arar".

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  3. Suso, que vaya super bien por Fátima. Un abrazo.

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  4. En la vida no hay nada peor que ir a la deriva. Como esa canción que quedó última en Eurovisión de 1984, si no recuerdo mal el año: "Ay quién maneja mi barcaaa, que a la deriva me llevaaaa".
    Yo también estuve a la deriva salvaje, así que lo viví en propia piel.
    Dios sabe más, mejor dejarle el timón. Y si no puedo enmendar lo pasado, es mejor dejarlo en manos de Dios. Él pondrá el "plus" que yo no puedo dar. Me comprende y me quiere.
    Confianza en el timonel.

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  5. Me uno a los sentimientos de Sanyi y a los suyos, lo pasado está pasado y tratar de arreglarlo va a ser más traumático que como empezó. En Fátima uno llega a casa de madre. Ahí se deja todo porque no hay inhibición ni malos modos, todos somos recibidos. Emociona ver peregrinos de todos lados mococaigan, así sencillamente, llegar y sentarse en un banco de la capelinha a cualquier hora del día y de la noche. Porque ella está allí, nunca cierra. Siempre recibe.
    Suso, estas entradas entrañables nos acercan un poco más al Padre del hijo pródigo. Gracias y a por ello.

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  6. Se le puede pedir a Jesús con el cariño de un niño ...y acabar la petición diciendo ...y Si, no ¡Se lo dié a tu Madre! Seguro que les gusta.

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    1. Eso para un niñ@ de parvulitos tiene un pase. Pero pará alguien que se hace coletas en los cojones no pega.

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  7. Vamos por aquí más por los caminos de la oración que se atribuye a Camilo José Cela en Sigüenza. Cuentan que al visitar el altar de Santa Librada, patrona de las parturientas, musitó la oración de las embarazadas a la santa: “Santa Librada, santa Librada, que sea tan buena la salida como lo fue la entrada”.

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    1. En Sigüenza todos los veranos de mi vida y es la primera vez que (oigo) leo esto. Por cierto que el retablo de Sta Librada es digno de verse.

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  8. Nos lo contó el guia. Un argentino.

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    1. Pues a saber entonces si es cierto o no, que los argentinos son muy zalameros

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  9. Ojo con las generalizaciones. Gallegos, absténganse de comentarios boludos y recen a santa Librada.

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