Vaya por delante que no sé nadar. Mi estilo es "perro" y aguanto poco. Por una mala experiencia que tuve en mi juventud no he vuelto a sumergirme en el mar. La ducha, algún chapuzón, y nada más.
Pero me encanta ver nadar . La natación tiene algo misterioso . Un cuerpo flotando y trasladándose en el agua parece una idea abriéndose paso. Es como que el sentido no está en la meta. Es una línea dibujada entre la superficie y la profundidad , un equilibrio maravilloso. Para muchos nadar es como estar en su ambiente. Ver a mi padre nadando me maravillaba.
Era un buen nadador, y un gran pescador furtivo.
Me gusta la idea que leí no sé dónde: un pez no sabe que el agua moja. Dice san Pablo que en Dios nos movemos, existimos , y somos. Eso es vivir en un estado de gracia. La gracia es como el agua, para los peces. La gracia nos empapa, pero no lo advertimos.
Para sostenerse sobre la superficie lo esencial es no detenerse. Phelps declaró que no recordaba el último día que no había entrenado. Y bromeaba "Sabes si eres un nadador de verdad cuando al picarte un mosquito muere envenenado por cloro".
En la vida hay también nadadores de tierra adentro. Nuestras vidas no sólo son los ríos que van a dar al mar, es el agua de ese río que lleva nuestro nombre. Será fuente, arroyo, río, pantano, charca, lo que sea, pero hay que nadarlo. Hay quien lo hace como yo, estilo perro, y es un desastre. Poco elegante. Otros hacen de su vida un estilo, sin aspavientos, acompasados, como si bailasen en el agua.
En unas Olimpiadas vi la final de 200 metros mariposas entre De Chad y Phelps. De Chad había ganado en los olímpicos anteriores a Phelps. Destrozó el récord del mundo.
Pero venció Phelps. La foto de la entrada dio la vuelta al mundo. De Chad no da crédito a lo que está viendo. Phelps , la mirada fija en la meta, rebasa a su oponente y machaca el récord del mundo.
"Cuando te duelan las piernas, dale más deprisa. Cuando te duelan los brazos, nada más deprisa. Cuando te ardan los pulmones, no respires (Phelps).
Soy nadador y buceador. Debí ser anfibio en otra vida. La experiencia de estar a 50 m de profundidad rodeado de peces y sintiendo la propia respiración es lo mas parecido a estar en otro planeta.
ResponderEliminarEl agua tiene para mi un algo que atrae. Estimula.
Le envidio.
EliminarLalo, a 20 mts es lo mismo, de hecho mejor,..... y lo sabes
EliminarYa que sale el tema de nadar en el mar, ¿por qué era un anatema lo de ir a bañarse en el Mediterráneo (o en el Cantábrico) en los meses de verano? En corto y en derecho: ¿por qué no nos dejábais?
ResponderEliminarNo sea usted hipócrita. Pregunta cosas que conoce perfectamente su contestación. Pichatriste
EliminarYo sí sé nadar. Pero me molesta toda la parafernalia que rodea a la natación: hay que ir pertrechada de muchas cosas, una pedazo de bolsa, sales con el pelo mojado, todo huele a cloro... Como dicen ahora los chavales, no me renta.
ResponderEliminarNo conocía la historia que cuentas ni había visto la foto. Me gustó.
Ayer no tuve tiempo de decírtelo: tú no mataste a Dalí. Fue un trabajo de equipo.
McC
Muy bueno lo de trabajo en equipo
EliminarMe encanta nadar. Saberse sostenido por la presión del agua, pacíficamente, sin violencia, sentir el océano o el agua de la la piscina alrededor, tocando, acariciando, sin fuerza, sin oprimir… y el silencio cuando estás bajo el agua, lo mismo, paz, soledad, el tiempo se para … hasta que necesitas tomar aire y vuelves a la vida. Maravilloso.
ResponderEliminarA la vista de lo acontecido en el día de hoy, estoy casi seguro del tema que se tocará en la entrada de mañana. Es que lo estoy viendo.
ResponderEliminar¿Se refiere usted a que llegó el cuarenta de mayo y nos quitamos el sayo?
EliminarSería tan amable de compartirnos el tema que, según su leal y saber entender, se tratará mañana en la entrada del blog? Lo pregunto nada más que para estar preparado.
EliminarA la vista de lo acontecido en el día de hoy, estoy casi seguro del tema que se tocará en la entrada de mañana. Es que lo estoy viendo.
EliminarÉl es el origen de todas las fuentes. Él y el agua tienen algo bonito en común; no sé qué es, pero lo tienen. Ocurre lo mismo entre Él y la luz, y entre Él y la música. Quien alguna vez ha probado su agua jamás se obsesionará con ninguna otra bebida.
ResponderEliminarPara mi el agua es como estar en sus brazos; especialmente en la del mar o la de los ríos y lagos. La de la piscina también, pero no es lo mismo. Yo el agua la abrazo sólo con mi piel, y para mi es tan nuclear que recuerdo cuanto me preocupaba de adolescente leer en el Apocalipsis que cuando llegaría de nuevo Jesús el mar ya no existiría nunca más. Puesto que entonces yo me lo creía todo literalmente, esa idea, que daba por cierta, me ponía de mal humor.
De hecho, la mayor parte de nuestro peso es agua. Y algunos científicos estudian la posibilidad de diferentes formas de vida en el universo que no tengan como base el agua, pero intuyo que no tendrán éxito. Puramente por intuición me atrevo a afirmar que toda forma de vida que aparezca en cualquier punto del universo se fundamentará en el agua. Debemos tener en cuenta que la base del vino, de la sangre, y de todos los zumos bebibles es el agua.
PRISCILIANO
Solo conocemos esta clase de vida, pero no significa que no haya otras distintas.
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