Y NO SUPE DARME CUENTA.

jueves, 19 de junio de 2025

La memoria. Últimamente recuerdo mucho: personas, paisajes, lugares, conversaciones. La inteligencia se inventó para salir de casa y la memoria para volver a casa. Alguien dijo que todos tenemos el pasado encerrado en el corazón como las hojas de un libro que sabe de memoria. Pero si no lo abrimos  los amigos sólo pueden leer el título.


Estoy volviendo a casa.


Y de lo que más agradecido estoy es de haber conocido personas que han pasado por mi vida dejando un poso de ejemplaridad- algunos de santidad. Y avergonzado de no haber sabido catar ese licor que, como el de los Cartujos, que dicen que  se necesitan 130 flores diferentes para elaborar su elixir . Esas personas que tenían el elixir destilado  de su sencillez, de su amistad, de su generosidad, de  su amor desinteresado y gratuito, de muchas actitudes   que se  podían oler y paladear.


Recuerdo y es como pasear por un jardín botánico y descubrir muchas y muy distintas manifestaciones de bondad, de inteligencia, de alegría, de desprendimiento, de cariño. Y  ahora me doy cuenta- ¡ ay, que no siempre estuve a la altura!


No sé si eran santos- algun@s estoy convencido de que sí- pero sí ejemplares.  Pero no abrumaban. No era esa santidad que da pol culo. ¡Qué va! Era esa forma de ser tan diversa , de naturalezas muy distintas, de  caracteres  diferentes- extrovertidos, tímidos, sanguíneos, nerviosos, sentimentales, fríos...¡en fin, naturaleza humana!: pero con un común denominador. Para mi ese común denominador tiene dos características que siempre se repetían: buen humor, y mucho amor. Te sentías querido, respetado. 


No escribiré nombres, para qué. Ninguno está en los altares. No les importa. Y, además, yo tengo los míos , y supongo tú tendrás los tuyos.


Duele no haber sabido estar a la altura de esa grandeza. Corazones grandes con recursos grandes, con tenacidad de titanes, esperando contra toda esperanza. 


Qué diferencia de personas y mentalidades, y que unidad de valores. No sé qué mueve el amor- insisto que cada uno era de  mundos muy diferentes, algunos sin fe- pero no eran figuras vaciadas en el mismo molde , todas igualitas, sino biografías muy extrañas entre sí y que parecía que Dios actuaba de modos muy diversos. Como el viento actúa por los campos, a veces como una caricia,  a veces como un azote.


Algunos aparecieron en mi vida cuando uno estaba ya sin rescoldos, como una piedra fría aún tiznada, que daba testimonio de quien fui, y supieron volver a encender este corazón.


Y no supe darme cuenta.


Esta mañana desperté y encontré este comentario del día de Fátima. Imagino lo que le debió de costar al amigo Scuff escribir esa nota . Aunque me pide que no lo publique, creo que se merece que recemos por él. Y estoy convencido de la Comunión de los Santos y  hay que activarla. Hay que echar abajo el techo de esa habitación y poner a este hombre delante de Jesús. Rezo y lloro contigo. No estás solo.


También te pediría me dejases alguna manera de contactar contigo. No sólo por ti, también  por mi. Y  este vez sí, prometo discreción.


Gracias Suso, no publiques esto. No me conoces.... estuve en el colegio Romano cuando aquellas inolvidables tertulias en el Cortile de San Dámaso, con Juan Pablo II, no me conoces, pero yo si. Ya tengo 72, no se si tratarte de tu o usted, tu me tratas de usted y yo no se bien que hacer porque claro, pienso que probablemente sea una falta de respeto. Nunca me ordené. Vivo solo y hace unos años empecé a quedarme casi paralitico por un problema neurologico degenerativo, muy doloroso e invalidante. A veces, cada vez con mas frecuencia, un poco de morfina es lo único que me ayuda a sobrellevar el dia. Digo un poco, porque no quiero perder el sentido, quiero, mientras pueda, darme cuenta. No puedo ir a la Iglesia porque no puedo andar y no tengo quien me lleve. Envidio de algún modo tus conversaciones con el cura del pueblo. No puedo confesarme y lo deseo tanto y lo necesito tanto. No logro conseguir un cura que venga a casa. La Virgen me acompaña y el Señor en la Cruz. Te escribo solo para que sepas que cuentas con mis dolores y con mi invalidez. Los pongo a tu disposición. Gracias por tus oraciones en Fátima, mil gracias. Cuenta conmigo.





-------------------------------

14 comentarios

  1. Scuff no estás solo. Un fortísimo abrazo

    ResponderEliminar
  2. En el corredor de la muerte hasta el hijo de puta de susto se vuelve tierno y cariñoso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajaja. Si espera usted que me enfade lo tiene claro. Malote.

      Eliminar
    2. Todos estamos en el "corredor de la muerte".
      Nos morimos cuando Dios quiera.
      El sentimiento de inmortalidad es una ficción inmadura.
      Igual Poyales o Sanyi mueren hoy, eso nunca se sabe. Estar preparado lo es todo.

      Eliminar
  3. A scuff un fuerte abrazo virtual desde mi rincón hasta el suyo. Ahora cada vez que me confiese pensaré en usted. Y le pediré a Dios que le absuelva de sus penas y pecados que Él ya sabe que usted se arrepiente. Viva usted en la memoria que es buena cosa y vuelva al Cortile a reírse y a cantar con el papa. Que tiempos….
    Y a ti, Suso, otro abrazo gordo, qué pedazo de corazón tienes.

    ResponderEliminar
  4. Scuff, siéntete muy acompañado por todos nosotros a través de nuestras oraciones. Si le escribes por privado a Suso, como él te ha dicho, le dices dónde vives, etc, estoy seguro que consigue un sacerdote que pueda ir a atenderte. Somos muchos dispuestos a ayudarte.
    Un muy fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Me has hecho pensar en las veces en que yo tampoco supe estar a la altura, que las hubo, aunque la mayor parte hayan sido de naturaleza distinta a las tuyas.
    Una vez alguien me comentó que todos hemos hecho daño a alguien deliberadamente. Me revolví contra esa afirmación, pero es cierta.
    Entonces me vuelvo a fijar en la entrada del otro día, la de acudir al padre del hijo pródigo.
    Y si así era el padre... ¡Cómo sería la madre!
    Scuff, un abrazo de 5000 kilómetros de largo.
    McC

    ResponderEliminar
  6. Querido Scuff,

    No nos conocemos, pero al encontrarme con tus palabras no he podido seguir leyendo sin detenerme a llorar contigo y rezar por ti.

    Tu testimonio me ha conmovido profundamente. Has escrito desde el abismo, pero con una luz que no es tuya ni mía, sino del Señor. Una luz que se cuela incluso en la habitación donde ya no puedes andar, ni salir, ni encontrar un sacerdote. Una luz que brota del dolor ofrecido, del deseo de no perder el sentido, del anhelo de confesión, del amor a la Virgen y de esa cruz que, aunque parezca que te aplasta, te está elevando.

    Te lo digo desde lo más hondo: no estás solo. Lo que estás viviendo, aunque escondido, es fecundo. En tu invalidez y en tu silencio, estás sosteniendo a muchos. También a mí, que no te conocía.

    Dices que ofreces tus dolores y tu invalidez. Yo los recibo con gratitud. Los tomo como un regalo y me uno a ellos con mis pequeñas cruces. Gracias por entregarte así.

    Y sí: activemos la Comunión de los Santos. Rompamos juntos ese techo, como aquellos amigos del Evangelio, y pongamos tu corazón delante de Jesús. Él ya está ahí, contigo, pero nosotros queremos acompañarte en esa súplica. Que llegue un sacerdote. Que llegue el consuelo. Que llegue la paz.

    Rezo por ti. Rezo contigo. Y si alguna vez quieres hablar, escuchar, compartir... aquí estamos. No sólo por ti. También por nosotros.

    Gracias, amigo.

    ResponderEliminar
  7. Muchas gracias por tus artículos recientes, por los colabores que convocas y por los pasados -antológico el de Macario el del Poblado-.
    Mis oraciones por ti, desde una situación que comparto (enfisema, neumonía intersticial).
    Un abrazo de un veterano del Betis.

    ResponderEliminar
  8. Gracias a todos los que estáis interesados _ sois muchos _ por Stuff. ¡ Ya me gustaría saber más de él!
    Ojalá se manifieste en privado. Y espero no se haya enfadado. conmigo.

    ResponderEliminar
  9. Suso y Stuff: con todo mi cariño a los dos, rezo por vosotros con toda la intensidad que puedo. Un abrazo muy grande

    ResponderEliminar