Ya se reseñó aquí un día la novela " El señor del mundo", de Robert Hugh Benson. Una historia que trata del Anticristo. Hoy , del mismo autor, traigo "Los espiritistas".
Benson era sacerdote católico que en sólo cuarenta y tres años escribió cerca de treinta libros –entre novelas, ensayo y testimonio, teatro y poesía lírica- que pudo concluir en un camino vital que afrontó con la audacia admirable. Se convirtió al catolicismo siendo hijo del arzobispo de Canterbury, cabeza de la iglesia de Inglaterra, sin temor al notable descrédito a su reputación.
El hombre estaba muy obsesionado por el ocultismo y los fenómenos paranormales. Fueron muchos famosos en aquella época los que estaban imantados por este tipo de fenómenos- Arthur Conan Doyle fue uno de ellos.
Vargas LLosa en su libro "La tentación de lo imposible" refiere el caso de Víctor Hugo.
"Su comerció con el más allá tuvo una etapa entre truculenta y cómica, todavía mal estudiada: por dos años y medio practicó el espiritismo, en su casa de Marine Terrace, en Jersey, donde pasó parte de sus diecinueve años de exilio. Al parecer, lo inició en estas prácticas una médium parisina, Delphine de Girardin, que vino a pasar unos días con la familia Hugo en esa isla del Canal. La señora Girardin compró una mesa apropiada –redonda y de tres patas- en Saint-Hélier, y la primera sesión tuvo lugar la noche del 11 de septiembre de 1853. Luego de una espera de unos tres cuartos de hora, compareció Leopoldine, la hija de Victor Hugo fallecida en un naufragio. Desde entonces y hasta diciembre de 1854 se celebraron en Marine Terrace innumerables sesiones –asistían a ellas, además del poeta, su esposa Adéle, sus hijos Charles y Adéle y amigos o vecinos– en las que Victor Hugo tuvo ocasión de conversar con Jesucristo, Mahoma, Josué, Lutero, Shakespeare, Moliére, Dante, Aristóteles, Platón, Galileo, Luis XVI, Isaías, Napoleón (el grande) y otras celebridades. También con animales míticos y bíblicos como el león de Androcles, la Burra de Balam y la Paloma del Arca de Noé. Y entes abstractos como la Crítica y la Idea".
Con esto quiero decir que había mucho "jamao", y muy listos, con este asunto.
Benson tenía una posición más fina: pensaba que la mayoría de los nigromantes eran unos impostores, pero también que algunos de ellos no. Hay quien se adentra en el mundo sobrenatural y que no son estafadores .
En la Biblia se habla de Saúl. Cuando Samuel murió, tuvo miedo ante la supremacía de los filisteos, por lo que trató de hallar una respuesta de Dios con respecto al modo de actuar frente a ellos; pero como no obtuvo respuesta alguna ni por sueños, ni por los oráculos, ni por los profetas, decidió consultar a una nigromante, la pitonisa de Endor. Cuando Saúl se disfrazó y visitó a la médium, le pidió que invocara el espíritu de Samuel. Inicialmente, la médium fue reacia, temiendo represalias, pero Saúl juró protegerla. Cuando la médium invocó al espíritu aparece un anciano envuelto en un manto, a quien Saúl identificó como Samuel.
Benson sabía que hay personas que no se conforman con respuestas materialistas cuando el dolor por la pérdida de un ser querido desgarra y perturba. ¿ A quién no le ha sucedido?
Y si desde la fe no se da una respuesta potente, es fácil caer en las garras de estas fuerzas preternaturales.
El protagonista de "Los Espiritistas" es Laurie Baxter, un joven que se ha convertido al catolicismo. Al fallecer su novia , Amy, incapaz de superar el dolor de su pérdida anhela intentar un tipo de conexión con ella.
Contacta- estoy resumiendo la trama- con un medium que consigue atrapar en la red de falacias a Laurie, que está arrasado por el dolor.
Observamos un proceso de marchitamiento y pérdida de la fe en este hombre y la posesión de su alma por el mal. Y la lucha con la que se enfrentan para salvarlo de las garras del medium por vía del amor una serie de personajes.
Para no alargarme os recomiendo esta novela. Es un adentrarse en el corazón de las tinieblas. Es una historia de búsqueda y tentación, de mirar o no mirar al otro lado, una meditación sobre los caminos menos transitados de la fe… y también una hermosísima lectura acerca del amor que triunfa sobre las tribulaciones no por invisibles menos palpables.