miércoles, 30 de diciembre de 2020

EL ANTÍDOTO.

Muchísima gente vive día a día chutándose en vena su dosis de veneno: el trabajo, la política, la religión ( sí, la religión también puede ser un mal rollo adictivo) , el móvil, o la mierda de cadenas que encarcelan.


Hay que tener  antídotos a mano. Cada uno los suyos y,  ¡ay del que no los tenga o disfrute!


Estos son algunos de los míos: andar , escribir, cantar, echar una mano en alguna asociación, dedicar tiempo a un hoby , leer a quien no piensa como tú, ir al cine,  tomar un destornillador de vodka con ginebra en A Ponte, el cine, escapar con esa mujer a contemplar una puesta de sol en Xiabre...


 Hay que compensar las esclavitudes del trabajo.




martes, 29 de diciembre de 2020

LA RECTORAL DE ESTACAS.

 No sé de quién es la frase " ¿hay algo más hermoso que una catedral?: sí, las ruinas de una Catedral".


Siempre  me han gustado las ruinas. Incluso las humanas. En mi  adolescencia  sentía una pasión morbosa por las mujeres maduras...¡qué cosas!.

Tengo la impresión  de que las ruinas guardan el espíritu de quienes anduvieron por allí. 

La rectoral de Estacas está abandonada desde hace décadas. La ocuparon los párrocos de Teaño, donde vivo . La rectoral es del siglo XVI.

Tenía muchas ganas de visitar ese caserón que  uno tiene la sensación de que algo siempre queda flotando entre los restos de un edificio derruido. Su hórreo es maravilloso.

Creo en los espíritus si se entienden como el recuerdo de un tiempo lejano que impregna los lugares en los que las personas amaron y murieron.

Un día mi padre me llevó , de regreso de cazar perdices donde yo iba de perro, a las ruinas de Belchite , un pueblo de Zaragoza que fue escenario de una batalla feroz.  Aquel mundo, brutalmente destruido por hermanos  causó una viva y fuerte impresión en mi sensibilidad adolescente. 

También cuando tenía 14 años me quedé fascinado por el antiguo colegio del Salvador, en Zaragoza. Los jesuitas lo vendieron y durante años escapaba a pasear por sus enormes pasillos abandonados , sus aulas, las habitaciones de los internos, camas desvencijadas ,la Iglesia llena  de mugre y polvo.

¿Qué fue de aquellos curas, algunos murieron allí, de esos profesores que atendían el internado, de las oscuras  historias  que allí, con toda  seguridad, se dieron ? 

Los que  seguís  el Barullo veréis  que   siento debilidad al hacer fotos de atardeceres,  fábricas abandonadas,   solares de las casas derruidas, las fuentes de piedra que han dejado de dar agua, las puertas  de madera , que ya no se no abren.

La rectoral tiene  una historia reciente algo morbosa. Al parecer el sacerdote que la atendió vino de Uruguay con su hermana y otro hermano sacerdote. Y la madre.

La madre muerta. La trajeron en el interior de una maleta. Nadie sabe como consiguieron pasar la aduana, pero lo cierto es que el buen párroco se quedó con los restos de su madre en la rectoral. La tenía en el interior de la maleta. Conocí un  señor, que de crío recibió la catequesis de ese sacerdote y  cuenta que un día les enseñó a su madre. Abrió la maleta, y allí estaba. Incorrupta y putrefacta. 

En fin, putrefacta.

Cuando pregunté a un fiel que lo conoció bien me dijo " bueno, él estaba convencido de que era una santa".

Allí se amó, se  lloró, se soñó, se fracasó.

Rodeado de ruinas vagabundeo  en un silencio  casi absoluto. Es un lugar  solitario y no carente  de melancolía. Los años  felices  se  han ido. Hay  vacas  paciendo en el abandonado jardín arbolado  de la casa.

Atardece. Los  últimos  grises  de plata de este día de diciembre  se van apagando. Las  roderas de barro   de un carro dibujan  la caligrafía de una  curva  que desaparece  en la hierba crecida.












lunes, 28 de diciembre de 2020

COMO LA LUZ DE UNA CERILLA EN LAS OSCURIDAD.

Añoro los domingos en família cuando salíamos al campo


Aquellos días parecían eternos, los instantes se anudaban unos a otros como las cuentas de un rosario, el tiempo se paralizaba después de comer y la tarde parecía que nunca se iba a acabar.


Los nimios acontecimientos que perturbaban aquella quietud cobraban una naturaleza mágica, como una tarde tirando piedras saltando encima de superficie del río,  en Castejón. 


La paradoja es que aquellos domingos en el campo se han grabado en mi memoria como las hojas de un libro cuyas letras se van borrando. Pugno por aferrarme a esos recuerdos, pero se esfuman lentamente. 


Lo que entonces parecía la eternidad es ahora un instante lejano del tiempo. Como si  todo fuese un sueño.


El  pasado sólo es posible compararlo con el presente y éste siempre sale perdiendo porque el tiempo es un enemigo que nos devora.


Aquellos esplendorosos días de verano se han ido para siempre, como las vidas de algunas de las personas que pasaban los domingos en aquellos pinares , que ni siquiera pude reconocer cuando volví allí hace unos meses. 


El pasado se apaga, como la luz de una cerilla en la oscuridad. Por eso, escribo estas líneas.






domingo, 27 de diciembre de 2020

EL BOSQUE DIALOGANDO.

Los mensaje, los rumores y los diálogos de los árboles han quedado plasmados también en adagios, sonatas, sinfonías, pasacalles, romanzas, y otras canciones folklóricas de lo más variadas, que replican su ritmo y su sonido con violines, chelos, oboes, pianos, clarinetes, o simplemente con la voz humana


" Yo me arrimé a un pino verde/ por ver si me consolaba,/ por ver si me consolaba./ Y el pino, como era verde,/ al verme llorar, lloraba,/ al verme llorar, lloraba»


Los pinos lloran, y ríen, y sueltan campanadas en Navidad o hacen sonar amores silenciosos bajo la nieve. Se puede bailar el volumen y la energía de los castaños ,la inocencia y la seguridad en sí mismos de los pinos, el sufrimiento y la angustia de los olivos y cipreses y la esbelta elegancia de los chopos. Porque las figuras en reposo pueden acompañar al hombre y dialogar con él según infinitas modalidades del gesto y del movimiento, y hay coreógrafos que lo hacen.


Ayer por la mañana...






sábado, 26 de diciembre de 2020

LA CADENA DEL DOLOR.

Visitando gente con cáncer  he aprendido que en la cadena trófica del dolor uno ocupa uno de los últimos lugares en el escalafón..


Está la víctima, muchas veces asustadas, intentando digerir ese palo. Están los familiares. Están los amigos. Están los médicos. Están las enfermeras...y al final está uno, que va a acompañar unas horas a la semana.


Uno de esos enfermos me dijo hace unos días que hasta que le diagnosticaron la enfermedad lo peor que le había sucedido en su vida había sido cuando un amigo de muchos años, un amigo del alma,  había utilizado esa confianza para engañarle. O un familiar.


Ahora, con un cáncer , con metástasis, no parece que vaya a salir. 


"Ahora me preocupa como luchar contra esto, y como despedirme".


Antes de esa visita estaba muy contrariado con una pariente al que le presté un dinero y sé que no voy a recuperar. La palabra no es contrariado. La palabra es cabreado. Y también con un amigo que me miente cada fin de mes y tampoco cumple con la palabra dada.


Y al salir de charlar con este hombre pensé " ¡ joder, qué lección !. Estas cosas suceden en la vida. Hay que asumirlas y ya está. Porque hay que seguir".


No eres la ustié que te pegas , eres lo que haces después de la iustié.  Y, en fin, esa deuda que no cobraré, o ese tío que me miente cada fin de mes y me retrasa un dinero, son temas menores. Muy menores.


Eso hace años lo debí aprender , pues viví y estuve muy cerca de esa cadena del dolor...pero, ¡ ay, se te olvida!




viernes, 25 de diciembre de 2020

¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!

Llevo muchos años felicitando la Navidad con esta imagen. Me chifla.  Me chifla ese Niño, pobre,  feliz . Me chifla ese perro juguetón.  Me chifla ese pajarito en esa mano. Imagino la calidez de esa piel, y la caricia del puñito de esa criatura.

Sé  que  muchos que leéis no tenéis fe, que os sentís muy lejos de estas gilipolleces,  que a estas alturas de la vida ya os habréis llevado unas buena ración  de usties  ,  que no le veis sentido a la Navidad.

En fin   ojalá alcances la dicha de encontrar ese/ esa alguien te abra la jaula en la que vives y juegue contigo el único juego que vale la pena vivir...¡amar!

Feliz Navidad   seas quien seas  estés donde estés. También estés como estés.

Los pájaros no tienen dientes
Con el pico se apañan.
Los pájaros pescan peces
Sin red ni caña.
Los pájaros, como los ángeles,
Tienen alas.
Los pájaros son artistas
Cuando cantan.

Los pájaros colorean el aire
Por la mañana.
Por la noche
Son músicos dormidos
En las ramas.
Da pena ver a un pájaro en la jaula.
¡Qué alegría en la mano de un Niño!








miércoles, 23 de diciembre de 2020

LAS RAÍCES DE TU PASADO.

Asume las raíces de tu pasado.  Eres el árbol que eres gracias a todo ese pasado que te enriqueció con ese humus.


Tu familia,  tu colegio  tus profesores   esa expulsión de los Jesuítas.


Entregar tu vida a un ideal que fracasó.  Esas aventuras patéticas,  esas mujeres .


Viaró,  Terraferma,  Turó,  Peñalba .


Manuela , su muerte.  Otros amores que eran soledades compartidas   


Alessa, Serunión   Penwin.


 Todo eso , y mucho más, alimentó tu alma. Y está bien que siga oculto en tus raíces: no pongas esa mierda encima de la mesa.  


No trates como   te trataron algunos de ellos; pero no los culpes, porque nadie puede enseñar lo que no sabe, perdónalos y te liberarás de esas cadenas.


Bastantes de ellos no sabían lo que hacían.




martes, 22 de diciembre de 2020

EL TAPIZ TRENZADO.

La olla podrida  es  un guiso  donde  se mezclan ingredientes   muy variados, cocinado en olla de barro durante varias horas hasta que quedan blandas. A la olla se le añaden alubias , carnes fuertes,  morcilla de arroz, chorizo, adobados, curados y ahumados (costilla, panceta oreja y morro del cerdo o pezuñas). En fin, un futimén.


Dice la Biblia  que somos  como  barro en manos del alfarero. Y  en esa olla de barro que somos,  la olla podrida.

Conocí un sacerdote   que el  mismo día  de su ordenación  sacerdotal informejugó un partido de fútbol con unos amigos   En  un  momento determinado, por una nadería  del fragor del encuentro,  se lió a guantazos  con uno de   sus amigos El contraste entre  lo señalado de aquel día con la violencia mostrada horas después  hoy me parece maravilloso.

Esa noche  el nuevo sacerdote   durmió en la cama con las manos consagradas    en todos  los sentidos.

A veces  pienso  que el alma humana  es  un guiso,  una olla podrida, un plato muy suculento. Cuando esta olla es sometida a mucha presión su usuario pasa directamente de la emoción del llanto a la carcajada, de la oración agradecida  a la blasfemia, del  acto de misericordia   más conmovedor y generoso, a liarse a  tortazos  con un amigo en medio de insultos  gravísimos.

Parecemos   personajes de Dostoyeuski, atormentados,  llenos de contradicciones, miserables y, a la vez, buscando redimirnos.

Rezar blasfemando, llorar riendo ,  partirle la cara a un prójimo mientras le pides perdón son trances del espíritu que forman los nudos de un único tapiz, el tuyo. Y  el  mío.  O,  si lo prefieres, los condimentos de una olla podrida que no siempre apetece comer.

Todos somos así. Lo importante es  saberlo, aceptarlo,  reconocerlo, y pedir  perdón.  No existe la perfección. La suma de actos  prefectos produce  monstruos.

Llevamos superpuestos en el cayo  cerebral muchos ángeles y diablos, que a veces asoman desnudos en público:  llevas  a la víctima y al verdugo, al héroe y al cobarde .

En el juicio por unos crímenes de   ETA testificaba uno en contra de  dos asesinos  . En mitad  de  su declaración  murió de infarto.  Varios de  los acusados  por ese  hombre de asesinato se levantaron del banquillo para auxiliarle impulsados por un instinto que ni ellos  lograron explicarse.

Este reflejo condicionado  es un fluido que une a todos los humanos. Y, atiende bien, amig@,  no hay un átomo de tu cuerpo que no  pertenezca a esa  raza  a  la  que perteneces: el tapiz trenzado con lo peor  y  lo mejor de ti .



lunes, 21 de diciembre de 2020

¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!

 En una  de  las películas sobre  Simbad, el Marino su prometida ha sido transformada en una criatura diminuta y Simbad tiene que correr todo tipo de peligros en busca de una flor cuyo elixir posee el poder de devolverle su tamaño original. 


Simbad lleva a la princesita consigo y de vez en cuando la saca de su cofrecillo y la deja correr por la mesa, lo que ella aprovecha para provocarle con sus palabras y sus movimientos. Es una hermosa metáfora:  para amarme tienes que hacerte tan pequeño como yo. El amor,  como el juego de los niños, es el reino de lo pequeño. Es justo eso lo que significa el anillo que se entregan los amantes. : tienes que caber por este hueco, se dicen el uno al otro cuando se lo ponen.


El reino de lo pequeño es el reino del amor y del juego. Cuando estás enamorado te gusta  hablar con la persona que amas  con diminutivos, " amorcito", cariñito". Te tratas como si fueras  dos niños que nunca abandonan del todo el territorio del  juego y de  la infancia.  Te haces pequeño para poder entrar en un reino escondido.


Lo pequeño es el símbolo de lo que está en el umbral. Desde  ese  punto de vista hay  que interpretar   ese "si no os hacéis como niños no  entraréis en el Reino de los Cielos".


Estos días  celebramos la Navidad. Parece un cuento. 


Creer en el Misterio de la Navidad es creer mucho. Demasiado. 


Una  persona que crea eso  puede creer en cualquier cosa.

La  mula es un animal híbrido y estéril. El buey , un toro castrado. Sobre san José  recae, al menos humanamente hablando, la peor de las sospechas . La madre del Niño es Virgen, y concibió de su vientre  al Hijo de Dios, por obra y gracia del Espíritu Santo.

Un ángeles cantan en la noche "¡Hosana en el cielo y paz a  los  hombres  de buena voluntad!"·

Unos pastores  van allí  y se  les ve  tan felices y tan campantes.

Reyes de Oriente llegan siguiendo una estrella...

Desde cualquier punto de vista que contemplemos este Misterio es de maravillar.Y lo que más sorprende: todo esa gente  dice "sí"  a algo  que no entiende: la Virgen, san José, los pastores, los Reyes...

Sin embargo, o lo crees, o no lo crees. La única simplicidad que vale la pena conservar es la del corazón:  la simplicidad que acepta y goza. 

Sólo  así  se puede entender  este Misterio. Si alguien ha sido feliz en la tierra  alguna vez ha sido esta gente.

A esas  horas del Nacimiento lo que llamamos realidad estaba en  Roma,su Imperio y sus fronteras,  en el palacio del rey , en la gran  ciudad de Jerusalem, y no a lo que sucedía en  un  pesebre. Estaban  allí porque no encontraron lugar en las posadas de la zona. 

¡Es maravilloso!

Parece  un sueño, un hermoso  cuento  y, sin embargo, es verdad. No quiero renunciar al espacio del amor, ése, ¡tan misterioso!. No quiero  hacerlo porque es allí donde  nace  mi Fe.



domingo, 20 de diciembre de 2020

EN LA MESA DEL BARULLO

Terminé de leer la biografía de Sarah Bernhardt. 


Salí a andar y oí cantar a los pájaros. También me que do " quieto parado" que decía mi padre, para atender   las voces de los animales, los cantos de las aves, los insectos, los anfibios que, aunque es invierno, por allí están, agazapados.… 

En esos parones repaso también el sonido del viento, del agua. El campo es una sala de conciertos y cada espacio tiene su acústica.

¡Ay, escuchar el sonido de la naturaleza. Y a mí eso me da mucho que pensar, porque estos sonidos de la naturaleza han sido la banda sonora que ha acompañado a la humanidad desde siempre.

He paseado a mi antojo y apelmazando mis pasos en el camino . En el campo, nada pasa a la primera. Uno es un intruso allí,  y cuando  andas por allí los animales, con muy buen criterio, casi siempre salen huyendo y solo al cabo de un buen rato de espera, de paciente espera, de aguardar, es cuando las cosas vuelven a su cauce y empiezan a suceder cosas, o no.

De regreso a casa en la fachada de la iglesia de Estacas , estaba cerrada,  recé  por un amigo, sabiendo que no iba a ser escuchado.  

Debajo de un árbol escuché un fascinante  coro de cornejas. Era el momento en el que las sombras empiezan a crecerse, las formas se diluyen, se confunden en formas y se produce el cambio, el relevo, de los últimos del día con los primeros de la noche.

Hoy he recibido mi ración de amistad, de amor, de libertad, de poesía y de belleza. 

Si no soy feliz  del  todo  es porque pienso  que tal vez tú no has tenido la misma suerte en el reparto. 

Para que no te acuestes en ayunas, me gustaría que me dejaras compartir contigo mi parte. En la mesa  del Barullo  siempre  hay una silla vacía  por si apareces  tú.




sábado, 19 de diciembre de 2020

UNA MANERA DE SALVAR TU ALMA.

 En Casa Sueiro llueve de una manera furiosa , potente, desordenada y torrencial. Un viento racheado isopa  las ramas del bosque como un cura loco. Todo silba entre los resquicios de puertas y ventanas.  A veces parece restallar un látigo como un trallazo en el anca de la finca. 


Toda la vida se desordena y se abre  en surcos de agua y barro que abren en canal la tierra. La bulla es escandalosa. Es de noche. Desde la cama, arrebujado , con los ojos cerrados y la nariz asomada al oscuro de la habitación,  se escucha la rabia de la naturaleza que cuando se empeña es de una insoportable impertinencia.

Estos días grises y panzudos de flechas grises de timbales y canalones son tiempo perdido y lluvia sucia. 

Me siento viejo, como desarmado bajo este deshacerse del mundo sin estrellas. La noche se vuelve inhóspita y  a esa hora todo está cerrado,  y ni siquiera  los últimos devotos del alcohol pueden ser barridos a la calle.

No hay un alma.

Con los ojos cerrados y  toda es algarabía allá afuera pienso en las sopas de ajo que ella hacía.

Me gusta ir a refugio cuando la tristeza me empapa. Y una forma es recordar esa gente que me amó de verdad. Esa que sí lo hizo, y que yo no. Mi madre, mi padre, Manuela, Carlota, Ana, María José...

Hoy recordé esa sopa de ajo . Y parece que al calor de esas imágenes el verdadero Dios aún  habita todavía en el interior de aquel potaje que hacía Manuela cuando estaba enamorada. Porque ese caldo estaba hecho de amor, y Dios es amor. Su sabor me perseguirá toda la vida donde quiera que esté, y con el tiempo he llegado a confundirlo  a confundirlo con la salvación de mi alma. 

Dentro de aquel caldo también humeaban  las primeras caricias que recibí, las luces de un paisaje que me cegaron, los sonidos que la memoria ha amasado luego en forma de música. Sobre todo su risa. ¡ Música!

 Mientras sorbía esa sopa sonaban canciones que no he olvidado, me sentía libre cogiendo moras en la acequia, de noche oías su respiración y siempre estaba cobijado. Dios consistía tal vez en una trozos de pan, un chorro de aceite , o se revelaba a través de otros ingredientes, pero el misterio del caldo lo descifraba el amor. 

Sigo con los ojos cerrados mientras  Dana azota con brusquedad y como a intermitencias. 

Esos recuerdos de mi vida buena, porque me hacen querer ser mejor persona,  sellaron como un sacramento la memoria de esa gente  para siempre en los días de la infancia, de la adolescencia, de la juventud, de la madurez, de ahora,  y su perfume me atraviesa y llega hasta la almohada  en la oscuridad. Dios es un condimento más.

Cuando se vive muchos años y has ido de acá para allá  uno pierde el idioma, olvida a los amigos, adopta nuevas costumbres, pero nunca abandona los sabores  que sazonaron sus amores, ya que el Dios verdadero estaba espolvoreado  sobre ellos. 

No digas que has perdido la fe mientras no te haya abandonado la memoria de esos amores. Dios puede volver a visitarte en cualquier momento de tu vida por medio de un a sopa de ajo, de una tortilla de patatas o un gazpacho.. Cuando seas mayor, un día en que estés desprevenido, después de tanto tiempo, tomarás un potaje y por un instante todo volverá a comenzar. 

O, como ahora a mi , en esta noche de locos,  a la  primera cucharada  de ese recuerdo de ella verás entrar al Dios de la niñez por la puerta  de tu alma, y  en  el fondo de tu memoria se iluminará con la sonrisa de esa mujer que amaste una caricia en tu frente.

Otra cucharada, y tu alma ya estará salvada.


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viernes, 18 de diciembre de 2020

MI PARTICULAR MANERA DE VER LA FELICIDAD

 A veces  pienso  que   ser feliz consiste en no darse cuenta de que uno está viviendo. O, al revés, estar viviendo sin darte  cuenta  y , derepenete, depronoto, observar la magia   de ese rostro, de aquel  paisaje, de una palabra  descubierta al azar, o de ese  aroma.


Es  como cuando  uno vivía  y  sólo tenía un rabito. Antes de  que me dijeran "esto es pecado, se llama  "pensamiento impuro", o esa cosita no se toca, o cualquiera de las normas  que me tatuaron en la nuca de  la  conciencia para siempre  .

Cuando era  un Adán antes  de  la caída  ,  un chimpancé inmortal que iba de rama en rama comiendo  bajo la complacida mirada de Dios. No le sucedía nada, de modo que en esa etapa de inocencia ese hombre era muy feliz, e  iba tan pancho   ante un paisaje de escaparate de  Viajes Halcón.

Cuando  mi memoria se confundía con la sonrisa de mi madre , o la voz de mi padre llorando al cantar "La Paloma", y Dios era un padre bueno , buenísimo , y María me quería  sin echarme  en cara  mis trastadas.

¿Cuándo he sido  realmente feliz? Sin duda durante esos años, en que no me  pasó nada. Ni bueno, ni malo. Esos paréntesis  cerebrales sin historia constituyen la   felicidad. 

Tal vez  el vago recuerdo  de aquellos días  en primaria, una esfumada imagen de un chaval besando  su imagen en el espejo de la adolescencia,  un cierto perfume en el cine Venecia , la canción de moda de un verano , probablemente sería Mami blue , que sonaba en las  fiestas de Bielsa , el roce de la goma del sostén de una muchacha cuyo  nombre olvidé. 

O la silueta anfibia  que tirita en el río de mi  memoria y que se ha ido con el viento. Esa  lluvia   de la tormenta de verano , que desaguaban los canelones del  del Hotel Vidaller,  mientras leía en un trastero números retrasados  del Reader Digest .

La felicidad suele involucrarse con la nostalgia, pero no es la nostalgia, sino el lado oculto de la conciencia, esa  zorra que alguien prostituyó cuando era un crío.

Si me preguntas qué  busco , te diré que quiero morir  y estar contigo para siempre.



Lo demás, bueno, importa  más o  menos.



jueves, 17 de diciembre de 2020

PARTIRSE DE RISA.

La carcajada tiene mala fama.


Hay mucho tiste cultureta que no le gusta que la gente ría , y se ría partiéndose la caja. Y uno quiere que la gente se ría, porque en 50 años vamos a estar muertos tú y yo, así que prefiero que la gente se lo pase muy bien.


Durante un tiempo, inexplicablemente, estuvo muy de moda decir que el humor más elevado no provocaba carcajadas; que lo que hacía era generar sonrisas. Era como con la pornografía. Quedaba más guay manifestarse en contra de ella, prefiriendo el erotismo, lanzando frases como: "Lo mejor es insinuar, no enseñar", y otros tópicos similares.


En lo relativo al humor esas sutilezas me cabrean bastante. Afirmar que la sonrisa es superior a la risa implica un odio velado al humor, y eso es algo que no es verdad. Incluso algunos humoristas profesionales apoyan esa idea. Sospecho que es un modo un modo de justificar el hecho de que ellos no eran capaces de provocar jamás una carcajada. 


Ante esa evidencia, lo mejor era afirmar que partirse el pecho era algo relacionado con humoristas menores.


Y no. ¡ Qué a gusto me recuerdo partiéndome el pecho de risa con los grandes: Louis de Funes, Jerry Lewis, Cantinflas, los Marx, Lina Morgan, los Toneti...




miércoles, 16 de diciembre de 2020

"A PARTIR DE AHORA" Y TYSSON

Para mí hay dos maneras distintas de afrontar los cambios. Hay cambios paulatinos , esos que apenas percibimos. Pero se dan, y se observan, sobre todo los que nos ven desde fuera.


En realidad, no son cambios: se mejora o se empeora. ¡ Es imposible cambiar!


Claro que pueden ser para mejor o para peor.


Y hay cambios que requieren hacer borrón y cuenta nueva, depende de la situación. Es como si la vida te golpea como   Tysson,  que te "rompe  la voluntad , toma tu virilidad, te arranca el corazón y te lo enseña...porque todo el mundo tiene un plan hasta que llego y le  meto una ustie".


Y entonces sí que estás jodido de verdad.


Eso sucede en nuestra vida cuando nos diagnostican una enfermedad terminal, nuestra pareja nos abandona, o sobreviene una catástrofe personal de aúpa.  en fin, una crisis que nos obliga a hacer un cambio radical,  de los que hay que hacer borrón y cuenta nueva, donde ya nada de lo que teníamos nos sirve y donde no hay donde agarrarse. 


Eso es una mala noticia y es una buena noticia en el sentido de que te libera de todo lo que has sido. Y pensar «bueno, si yo no hubiera sido todo lo que soy y no hubiera vivido todo lo que he vivido, ¿ qué es lo que querría ser a partir de ahora?». 


Y en ese «a partir de ahora» y en decidir lo que vas a hacer en el resto de tu vida, pues ahí está toda tu libertad.







martes, 15 de diciembre de 2020

ENTRAR EN LA CÁMARA DE GAS CON UNA ORACIÓN EN LOS LABIOS

 En  Búsqueda de Dios y sentido de la vida. Diálogo entre un teólogo y un psicólogo, le pregunta su interlocutor a Viktor Frankl si rezaba en el campo de concentración y cuando le responde que sí, le repregunta si eso le daba fuerza. Esta es su respuesta:


«No me atrevo a afirmarlo, y no es que con ello quiera indicar que no me ha dado fuerza. Casi diría que me sentía contento de tener fuerza para orar. Pero lo que considero oración en mi vida y para mi vida es hasta tal punto no-utilitario, que no podría decir si eso me ha dado fuerza...

" Orar significa para mí ver realmente las cosas con absoluta independencia de mí mismo". 

Cabría decir que el hombre es el ser que ha inventado las cámaras de gas, pero también el ser que ha entrado en esas mismas cámaras de gas con una oración en los labios; por ello me veo obligado a preguntar: ¿qué habrían podido pedir para sí estos hombres, qué habrían podido implorar, suplicar? 

Nada en absoluto, pues sabían muy bien que no hay noticia de que una muerte en la cámara de gas se haya suspendido alguna vez en el último momento. Pero esa era la verdadera oración, ese fiat, ese amen, la incondicionalidad que ahí se expresa».

Dicho de otro modo: no pidas nada. Déjate querer por Dios. Acepta. Fíate.Abandónate. Entra en la cámara de gas  rezando por tus enemigos.

Todo  lo demás es una mentira.

(Arañazos  en una  cámara  de gas)





lunes, 14 de diciembre de 2020

DÁNDOLE VUELTAS AL PERRO AL VIENTO IMPERIO.

 Viví unos meses  con una mujer  que practicaba yoga   y disfrutaba de lo  Zen. 


No creo que sirva demasiado para tíos como yo. Pero, en fin, al que le   sirva, pues vale.

De mi diré que por más que lo he intentado  no he encontrado forma de  alcanzar una cierta paz espiritual a  través de la meditación, el silencio  y mantras varios. Mi cabeza , imaginación, corazón, es un bulle bulle burbujeante como el caldero de una bruja chiflada. Me  ponga  como  me ponga. Y no será porque no lo intenté.

La  gente piensa    que la espiritualidad solo puede encontrarse en medio del campo, en una masía aislada frente al mar, en una casa de retiros espirituales,  o entre los muros de un monasterio. Yo he practicado en todos esos sitios y, la verdad, salía de allí  con ganas de irme a un bar y tomarme varios  Jack Daniels on the rocks  . Soy
muy superficial. 

La inmensa mayoría vivimos y trabajamos en medio del bullicio, por lo que si aspiramos a la armonía tendremos que aprender a hallar la serenidad en medio del caos. Y allí sí que he conseguido avanzar.

Hoy vivo en un retiro obligado por la vida. Aquí somos dos y el campo, o sea,  los pájaros,  la luz, el viento, la lluvia, el azar de la vida campesina. Y puedo decir que sí, que se vive muy bien

Alguien dijo, y muy sabiamente: "No puedes vivir en el reino de Dios por mucho tiempo. No hay restaurantes ni lavabos" . Pues, lo siento, pero sí se puede.

Hay una  pequeña fábula  que  dibuja muy bien nuestra situación ( al menos la mía) : un hombre cada mañana antes de desayunar saca a su perro al patio delantero, lo coge por el rabo y le da unas cuantas vueltas en volandas. Un vecino le pregunta por qué trata a su perro con tanta crueldad, a lo que el dueño responde: "No tiene ni idea de lo contento que se pone el perro cuando lo dejo en el suelo".

¡Ese es mi  camino!: a este perro que lleva mi nombre la vida le ha dado muchas vueltas al viento imperio

La mayor parte de las dificultades de la vida, excepto la enfermedad, son causadas  por nuestras relaciones con la gente. Digámoslo ya:  la gente es un coñazo. Y nosotros somos un coñazo para la gente. Hay días que uno  entra en el vagón de ferrocarriles , y al verlo lleno, sin un asiento vacío, se liaría  a  tortazos con toda la peña. Incluso las ancianitas. Esas las primeras.

Pero, ¡ojo!, primera lección de "Una vida retirada ": El sufrimiento no lo generan las personas que nos rodean ni el lugar en el que nos encontramos, sino tú. Tu yo idiota. Tu yo gilipollas. Tu yo   capullo, que  es que eres un capullo.

Paciencia. Sonríe. Si en ese instante te  sobreviene un infarto  te aseguro vas a necesitar a esa gente que tanto detestas,  borra las fronteras entre los demás y uno mismo. En medio del atasco, en lugar de maldecir el tráfico, puedes convertir  ese  auto en una capilla  donde escuchar tu música favorita, que espero que no sea la gallina turuleta.

Hay más truquillos, pero deberás buscar  los tuyos.

Tú no eres yo. 



domingo, 13 de diciembre de 2020

¡ESCAPA POR ARRIBA!

Vivimos en el tiempo, y nosotros estamos dentro de él en una condición bastante débil, no deja de ser una prisión, un ciclo fatal y monótono del que sólo podemos escapar por el amor.


Si no aceptamos eso parecemos esos presos enloquecidos que corren a las paredes de su celda para verse rechazados una y otra vez al mismo sitio en un movimiento sin fin.


La causa del reflujo y retroceso de todos nuestros deseos – buenos y malos - de todas nuestras pasiones, de todas nuestras debilidades, y el aborto final de todos nuestros esfuerzos temporales, confirman esta ley.


Y esa manera de estar aboca  a la desesperación respecto a uno mismo, al miedo a salir de la caverna, a la tristeza del que reconoce sus choques cíclicos con las cuatro paredes que le constriñen… ¡pero se está tan bien allá dentro!. 


Fuera hace mucho frío 


El tiempo, y las cosas que hay en él  siguen siendo el que es: un círculo y una prisión… pero nosotros, los  macarras  seguimos siendo lo que somos: capaces de romper ese círculo y evadirnos de esa prisión. ¿Cómo?: por el techo. 


La vida temporal tiene muros en los que la parte inferior de nosotros mismos queda siempre cautiva, pero como no hay techo, podemos escapar “por arriba”. Eso sólo lo consigue eso que llamamos amor.


Difícil asunto amar. 


Como escribió Leonard Cohen, abogado de los vencidos: "¿Por qué tengo que estar solo si cuanto digo es cierto? Pero aún hay tiempo. Puedo inventar un camino, falsificar un pasaporte, hablar un nuevo idioma: "Ámame, puesto que nada ocurre".


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sábado, 12 de diciembre de 2020

NO TE OLVIDES DE AQUELLOS DÍAS.

El día que dejé el opus dei  fui a Zaragoza. No tenía donde caerme muerto, debía ir sagrado, a casa de mis padres.


La entrada no trata de saldar asuntos con el pasado, con gente que se portó así o asá. Trata de no olvidar.


Entré en casa, un hogar humilde, con dos personas muy buenas, muy sencillas. Mis padres. Perplejos, preocupados. Tristes. Mucho. Su hijo regresaba a casa sin un duro- apenas 1200 euros- con una apuesta de media vida perdida, y con un divieso de pus que debía reventar  allí, a esa pobre gente: decirles la verdad de por qué estaba allí.


Y así lo hice.


No tenía trabajo. Estaba en el paro. Mi currículum era una cadena de colegios donde había trabajado más por mi condición  de pertenencia que a méritos propios, sin ninguna experiencia en otro sector. Y en septiembre.


La entrada va de eso, del paro. Era muy duro. Fueron tres meses yendo a Madrid, a Barcelona, paseando por Zaragoza. Llamadas telefónicas, citas , plantones, horas de espera,  esperanzas sin  sentido. 


Y con Manuela esperando en Valladolid , animada, animando. 


Y recuerdas aquellos que sí estuvieron. Y no quieres olvidar.  La que te dio dinero que dolía. El que  vino a ti cuando estabas apestado. Tus padres, que no entendían nada, y allí estaban.


Aquello lo recuerdo muy duro. Y me decía " cuando salgas de esta no te olvides".


Era un péndulo sin fin. En un minuto concreto podía estar pensando Dios mío, mi vida es un desastre, estoy en una situación desesperada, no tengo familia, no tengo ni un amigo, la soledad se me amontona,, si esto no sale me voy a la mierda , Manuela no aguantará...¿ en qué trabajaré si no sé hacer nada?  


Y dos horas después ponerme a pensar alegre y hacia arriba por exactamente los mismos motivos, Dios mío, qué afortunado soy, no tengo familia, no tengo amigos, soy imparable, la soledad es mi  maestra etc. 


Y un día, no sabes cómo, tres meses después, un día de luz, todo se encauza, y la vida encaja sin golpes ni empujones. Suavecito. 


Pero me dije " no olvides estos meses, ni esa gente que vas a encontrar tirada en la calle del mismo modo que tú estuviste".



viernes, 11 de diciembre de 2020

¿ TE ACUERDAS?.

Muchas veces pensé en dedicar  varias entradas del Barullo a esos días , temporadas, donde uno fracasó - ¡ y de qué manera! 


Esos días que el barco se fue a las piedras, que te viniste abajo con todo el equipo. Y hacerlo para no olvidar. Después la vida, ¡tan cambiante !, nos lleva a otros puertos, otras historias, otros  caminos que se tomaron porque , hay que decir la verdad, no podías hacer otra cosa.


Todo lo que me da la vida  y todo lo que te quita cuando se marcha. 


Los años de Lérida...llegué tocado y hundido de Barcelona. Un destierro. Fueron años muy contradictorios. De mucha soledad.  No importaba a nadie. Y paseaba por esa ciudad que me parecía una cárcel fría, extraña, indiferente. Iba de aquí para allá repostando en bares , bebiendo Voll Dams con ginebra con manguera, y llegando a casa dando  tumbos. 


Probablemente llevaba larvada una depresión debida a no saber aceptar que toda mi imagen se había venido abajo.  Esa misma soledad y esa rebeldía me hacía  sentir una necesidad física de salir a la calle y perderme en la niebla como si fuese  un iglú, defender como sea mi soledad y no dejar que se acerquen que me toquen que me hablen que me miren.


Fueron cinco años los que estuve en Lérida. Los dos primeros no solucionaron nada. No es buena medicina dejar en tierra de nadie a alguien como yo : no hablarle, no reconocerle, dar la callada por respuesta.   Si solo hubiera fracasado con una persona, con dos personas, con algún grupo que otro... Pero no. Me quedé sin la coartada de que los malos son los otros. Tuve la sensación de que fracasé con todos. No quedó ni un solo renacuajo en mi charca. Lo mío con la soledad es como acertar dos mil veces seguidas al número 54.


¿Dónde vive Suso? En la soledad. ¿Con quién sale? Con la soledad. ¿En qué trabaja? En la soledad. 


Después, poco apoco, comencé a salir del pozo pero, ¡ ay!, otra vez con muchas historias que no podía contar. Sin embargo, nunca olvidé esos años. Y gracias a eso he sabido reconocer después, en otros lugares, en otros Susos , otros fracasados, otros barcos desfondados, rotos.


Sí, de eso va la entrada. De no olvidar tus años de fracasos, de miedos, de lágrimas., de rezar sin creer...porque de ese tesoro , un día , verás alguien a la vera del camino y reconocerás esa mirada.


Te tocará a ti. 





jueves, 10 de diciembre de 2020

¿ QUÉ HIJOS DE PUTA SOMOS!

Hace unos años empecé a dar catequesis  en unas parroquias del barrio chino , en Montealegre  y la Merced.  La mayoría eran niños en riesgo de exclusión social.


Hay mucho que contar , pero voy a lo que voy.  Cuando uno de ellos  se fijó en los dientes de un catequista  empezó a decir:


–¡Mirad, tiene brackets! ¡Tiene brackets!


–¡Es verdad! –le secundó otro–. Jajajaja, ¡tienes brackets!


–¡Es como Tiburón! –gritaba un tercero.


Y entonces me dije: joder, con las criaturas! 


Esto son los niños. La crueldad mamífera de los niños. Yo también fui uno de ellos y también me mofaba de los compañeros que estaban gordos, o eran cojos, o llevaban gafas, o hablaban tartamudo, o eran torpes en general. 


En Viaró me sucedió lo mismo. Allí los niños eran pijos pata negra, pero la crueldad similar. Les hacía gracia que llevaba a las excursiones unas "maripís", y entonces me llamaban " traper", de traperillo.


Lo mismo me sucedió en lugares muy diferentes, daba lo mismo ricos, pobres, o pringaos. En todas los barrios hay clases sociales. En unos se lleva con más o menos gracia, y en otros la cosa es más descarada. Por ejemplo, los muy muy no les gusta marcar y fardar de marca que se vea el logo. Son tan tan que saben que sabes.


En otros lugares lo petan llevando un logo que les estampe todo el cuerpo, en plan " La Martinica".


Pero uno va cumpliendo años y ganando capas de civismo, muchas veces sin querer, y empieza a olvidarse de los átomos fundadores. Y sí...somos muy , pero que muy  hijos de puta.





miércoles, 9 de diciembre de 2020

NO SIEMPRE HAY UN TERCERO

Muchos achacan a una tercera persona la razón de su ruptura. 


Eso es una mala excusa y un recurso psicológico barato para no pensar en los motivos reales de la separación. 


Son parejas que viven en un continuo mal humor,  de bronca  permanente y mal rollo.  Discusiones,  ni un minuto de paz. No tienen relaciones sexuales, ni un mal beso que llevarse a la boca.


No existe nada que les una. Quizàs los hijos. Y algunos bienes materiales. 


Vistas así las cosas , ¿ a alguien le puede extrañar que aparezca un tercero?


El tercero no tiene por qué ser una persona...el tercero que hace que tu pareja vuele lejos  puede ser el alcohol,  la masturbación, las pastillas,  adicciones   incluso la religión,  o cualquiera de los sucedáneos en que caemos para poder soportar tanta desdicha. 


Y sí, a veces aparece un tercer@ con nombres y apellidos.




martes, 8 de diciembre de 2020

EL GRAN RELOJERO

Hay quién piensa que el Gran Relojero  creó la materia, las leyes de la física y el orden natural de las cosas, y toda es maquinaria genética  que somos. 


Incluso que a ese Relojero le temblase el pulso y  surgiese gente con taras: relojes que atrasan  , o están parados de por vida.


También cabría preguntarse por qué somos como somos y por qué existe el mal en el mundo si todo es el producto de una creación divina.


Leibniz admitía que Dios tenía la posibilidad de haber creado mundos infinitamente distintos, pero concluía que tiene que haber una «razón suficiente» para que hubiera optado por crear la realidad en la que vivimos.


Al final,  todos nos enfrentamos a la misma pregunta : ¿Si Dios es racional y bondadoso, cómo es posible que haya creado un mundo en el que existe la maldad y la injusticia?


Hay siempre un abismo infranqueable entre ese Dios de Santo Tomás, Leibniz o Descartes, y la pura  existencia humana, sometida al azar y a la incertidumbre. 


Creo que estamos condenados a no entender lo fundamental y eso  produce una gran frustración porque significa que no podemos comprender el sentido de nuestra propia existencia, la peor de las maldiciones. 


Al final uno se agarra a una sola idea,  o Dios bajó a la tierra y nos redimió, o esto es una historia contada por un idiota que no significa nada.


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lunes, 7 de diciembre de 2020

LAS RUINAS

Siempre me han gustado las ruinas. No por un sentimiento morboso sino porque tengo la sensación de que las ruinas guardan el espíritu de quienes las habitaron, de que algo siempre queda flotando entre los restos de un edificio derruido.


Mi padre tuvo su rollo ruinas,  y durante una temporada íbamos a pueblos abandonados en busca de antigüedades y cosas raras. 


Después esa semilla creció en mi y muchas veces fui a visitar pueblos dejados de la mano de Dios. 


De alguna manera creo  en los fantasmas si se entienden como el producto del poder evocador de la memoria, como la materialización de un tiempo lejano que impregna los lugares en los que las personas amaron y murieron.


Cuando tenía 14 años estaba fascinado por el antiguo colegio del Salvador.  Estaba en estado de abandono , aunque quedaban las paredes, las camas desvencijadas de los 

Internos   , de la comunidad de jesuítas, las  aulas,  pasillos inmensos,  escaleras de ecos inquietantes  , capillas  y algunos objetos llenos de polvo y mugre.


Me gustaba aventurarme  solo y soñar historias.   Una tarde observé una sombra lejana y , de miedo   eché a correr de tal manera que años después entendí qué es eso de " darse taconazos en el culo de tanto correr "


Me gustan las fábricas abandonadas, las estaciones de ferrocarril por las que ya no pasan los trenes, los cines antiguos, los solares de las casas derruidas, las fuentes de piedra que han dejado de dar agua.


Tal vez sea una forma de mirarme en espejo.