miércoles, 30 de marzo de 2022

TOCAR FONDO.

Hubo una época en mi vida que toqué fondo. Fue en Lérida. Allí fui destinado a galeras. Castigado. En Barcelona era director de un centro de bachilleres, trabajaba en Viaró, y me movía con desenvoltura pisando moqueta.


Por razones que no vienen a cuento , pero que tiene que ver con la doble vida,  me trasladaron a Lérida. Y allí estuve cinco años. El primero fue de arresto total: nada de charlas, ni darlas, ni recibirlas, nada de impartir medios de formación.  Profesor de Terraferma, de primaria, y vas que chutas. 


Cuesta asumir que no eres nadie. Y, sobre todo, el vacío, la falta de sintonía con la gente de mi casa. Y te rebelas. Me abandoné. Daba larguísimos paseos por la ciudad, que me conozco muy bien. Y regresaba con unas moñas de alcohol muy importantes porque, además, me dio por la Voll Damm con ginebra.  


Un día en un pub que abría a las siete de la tarde conocí a una chica. Sus ojos eran del color de las hierba de abril.  Las luces del pub le daban un brillo especial como de diamantes. Hablamos. Nos reímos. Era muy pija. Se llamaba Roser . Eran otros tiempos. Sin móviles. Le pedí un bolígrafo  al baranda de la barra un bolígrafo y un papel, pero no tenía. «No te preocupes. Dime tu teléfono y lo memorizaré», le dije. Me lo dijo tres veces. Me lo hizo repetir. Nos despedimos con un beso en la mejilla y el deseo de vernos. A la mañana siguiente, no recordaba ningún número. Nunca más la vi.


Debía de ser de Dios, que diría mi madre. De éstas me han sucedido unas cuántas.  Bastantes.


Una vez , hace años, tuve que hacer una confidencia espiritual con un tío muy importante.  Se llamaba Fernando Valenciano. Don Fernando. Era el que mandaba en el Opus Dei en todos los numerarios. O  sea, el One. Yo tenía a ese hombre por un santo, y probablemente lo fuera. Y me dije " habla con él a calzón quitao, cuéntale todo, ábrete, porn sobre el tapete de la sinceridad  quién eres.


Don Fernando era pequeñito, Una persona de mirada clara, muy atildado. Muy tieso.  Se  sentó como un indio navajo escuchando al cowboy que le vende un rifle. Sin pestañear, sin dejar de sonreír. Y hablé. ¡ Vaya si hablé!.


El hombre no dijo ni mú en toda la charla. Y al terminar me dijo " la verdad es que no te entiendo, pero supongo que si te han dado esta responsabiliad será porque te conocen". 


¿ Qué le había contado?. Pues que me gustaban las mujeres, que a veces uno haría cosas que avergonzarían a una vaca, que bebía, que me gustaba escaparme con el coche a perderme por carreteras con la música a todo trapo, en fin, "susadas".


Don Fernando era ingeniero , y después supe que un ingeniero es alguien que lo que no cabe en un excel, no existe. Y yo, ¡ay!, no quepo en un excel.


Al final uno entiende mejor a los ingenieros, y paga peaje de los cuadriculados.  Quizá la nostalgia, la mía, la de todos, es solo nuestro derecho a habitar el infinito. Otra cosa es el magma que llevamos dentro. Las decepciones, el dolor, las charcas, ese júbilo infantil, la envidia de lo que comen los cerdos. 


Siempre amé de oído y desafinado . Ella me dijo «me gustas mucho» y yo miré hacia otro lado. «¿Entonces hasta aquí?», me preguntó. Y le mentí.  Cosas que no se olvidan porque se han arañado dentro. Aquel bar  cerró poco después . Los carteles de «Se traspasa»,  como se traspasó nuestra cortísima relación . 


A veces en una curva en la carretera encuentras un ramo de flores. Alguien que murió allí. Esos años de Lérida pasaba por ese pub y hubiese   dejado  a los pies de la persiana metálica de mi particular ramo . 


No hace falta irse al Himalaya para descubrir lo idiota que fui. Basta con tumbarse y cerrar los ojos para ver. 


Incluso la sinceridad me resulta un castigo. «Allí donde la toques, la memoria duele», escribió alguien ¿Perdí aquella noche al amor de mi vida?


Pero sin don Fernando no me entendió, ¿ quién lo hará?




martes, 29 de marzo de 2022

EL CUBO DE RUBIK

Hay un momento en la vida que descubres que el amor es como el Braille, que se no se ve, pero lo tocas. Si tuviera una hija le aconsejaría " cando te enamores no entregues primero tu cuerpo como primera manifestación del amor". Ni siquiera si no estás enamorada. Todo eso de que si amas a alguien , entrégate, es una trampa. 


He visto este mes dos series donde ancianos hacen el amor. En el cine, en las series, en muchas películas, todo es desvelo, realidad sin cortinajes. Cuerpos que se besan. Carne ondeando como las banderas. Las estrías son ríos que bañan la vejez. Las cicatrices son los garabatos pueriles que nos trazó la vida. La gravedad. Las panzas con pliegues cuaternarios. Las calvas rosadas. Varices. 


¿ De verdad alguien puede creerse esas historias? Tratan de que los veamos caducos, hermosos y humanos, asimétricos, desvergonzados. Musculaturas viejas. Muslos de naranja, pezones apuntando al suelo.  Allí el deseo tiene más amor que el amor mismo. «Siempre hay un roto para un descosido», dice mi madre. Descripción perfecta de los afectos.


Duran lo mismo los amores que los chuches. Veo en el parque, al salir del gimnasio, dos personas mayores , se hacen compañía sin mirarse, como estatuas . Su nieta juega. Cava un hoyo. Después va una fuente cercana e intenta llevar en sus palmas agua para llenar el agujero.  Siempre pasa igual, siempre trata la vida de llenar lo que está vacío. Imagino que esas dos personas atienden la nieta de la hija separada, o del hijo separado. ¿ Por qué se me ocurren esas cosas? El pecho de esas gente, esa cuna donde latía el corazón de su hij@.  De estas familias rotas nacerán familias nuevas. 


Esa niña olvidará este hoyo. Olvidará el afán por hacerlo aún más profundo. Olvidará esas horas con sus yayos. Pero siempre quedará en ella esta preciosa inocencia, esta vida de primavera, esta pluma de tarde sola , cuando no tenía que entregar su cuerpecito para demostrar su amor. 


¡Qué pena me da esta vida que veo, tan distinta a la mía! Cuando uno de niño miraba a sus padres y decía " ¡mira, papá, mira!"  . Y sonreían, y esa sonrisa ordenaba el mundo, como un Cubo de Rubik que llevaras en al alma.




lunes, 28 de marzo de 2022

A RAÍZ DEL GUARDIÁN EN EL CENTENO Y DEL HIJO PRÓDIGO.

La novela de Salinger, " El guardián en el centeno" me dejó muy tocado.  Trata sobre la incertidumbre que rodea la existencia humana y la incapacidad para protegernos del destino. Nadie -ni siquiera el guardián en el centeno- puede evitar nuestra caída en el precipicio. 


Ayer leí una conferencia de una persona que padece ELA. Me acordé de Manu. Y, como siempre que recuerdo esos días de su enfermedad, pienso que dejé mucho que desear, que no estuve a la altura. No quise enterarme de lo que sucedía a mi alrededor.


Uno también , como Holden Caulfield, está a punto de caer en el precipicio. 


Hay un episodio en la novela que me sigue conmoviendo: cuando Holden pide al ascensorista del hotel que le lleve a una prostituta. No la toca, pero acaba pagando y sufriendo una paliza.


Ayer en misa leyeron el evangelio. Era la parábola del hijo pródigo. Me acordé de mi padre. 


Hubo una época en mi vida que me escapé de donde vivía, en el club Herzegovino. Estaba en terceo de carrera y había cometido algo que me pareció entonces la mayor bajeza que se podía hacer. Llevaba una doble vida espantosa y decidí escaparme sin decir nada.


Estuve dos meses y medio de aquí para allá: Madrid, Cádiz, Torremolinos, Marbella, Granada...al final alguien  dijo donde encontrarme. Hablé con el que vino a buscarme y me dejó en casa de mis padres en Zaragoza. En la puerta , antes de marchar, el del coche me dijo  si quieres volver, puedes. Mañana me dices, o te vienes, o te quedas".


Subí a casa. Mis padres sabían que me había escapado, que nadie conocía mi paradero. Podéis imaginar su estado, su angustia. Entonces mi padre me llevó a solas al salón de casa y allí, llorando , repitió , palabra por palabra , la escena del hijo pródigo. Me abrazó, me besó. Ya digo, las mismas palabras y gestos.


Me abracé a él y lloramos.


Al día siguiente regresé a Barcelona. Nunca entendí por qué.





domingo, 27 de marzo de 2022

UNA JAULA CON ASAS.

Creo que al exceso no hay que llegar a deshoras. Es el consejo de los pasteleros con los aprendices de repostería " déjales que revienten a crema y nata y lo que quiera".


Cada tiempo debe tener sus propias miserias. Hay que llegar a la virtud por el hartazgo. Al menos los que no somos virtuosos.


Las peores adicciones son las tardías. Muchas veces van unidas a fracasos. 


Pasa con el amor a menudo que, de acumular tanta dulzura absurda y cursi , uno corre el riesgo de morir de empalago. «Tú te quieres a ti , queriéndome a mi" , me dijo un ligue cuando me quedé.  Todo lo comenzó ella con un " me enamorado de ti. Cuando te vi por primera me pareciste un ser muy especial, como un misionero en tierra extraña". Y termina la historia con lo de " te quieres a ti queriéndome a mi".


Muy complicado. Muy peliculero. 



Me arrepiento de casi todo, menos de los besos. Bastante tengo con esta existencia vulgar a la que un día sucederá la muerte, como para martirizarme por este aterrizaje de labios o tener que ir por ahí llorando por las esquinas por haber metido la pata. 


He tenido muchos amigos, o eso creí. Todos son mentira. Mentira de la peor. Mentiras  que te quieres creer, como  fuegos futuros de cadáveres. Todo lo que sé del amor lo aprendí en la derrota: cuando me escapé de casa y me pillaron, cuando abandone mi vocación primera, cuando se me murió el amor,  en esa despedida. Al irme a Guatemala y no terminar esa historia. Al engañarme Serunión. Al confiar en Penwin . Derrotas donde agitas  la mano y dices adiós a los vivos y damos la bienvenida a los fantasmas. 


Me persiguen amores adolescentes, ancianos ya de tanto recordarlos, mendicantes. Es un poco cómico. Las ciudades me acompañan también sobre los remordimientos.  Soy una barrio nocturno, con sus luces de callejón  y su olor a gato.  Cada amor tiene su puerto. Cada barco, su culpa. Ella ya no existe. Ana, esa mujer que me abandonó , ya no existe porque ya no existe el hombre que yo fui. Mi corazón  es como un armario en el que un Dios providente  almacena con insistencia una ropa que ya nadie jamás se pondrá.


Sesenta y cinco años llevo entre las manos, como pesadas bolsas del Mercadona que duelen  y marcan mis dedos. Como el hámster en su noria. Con su divertido quebranto, con su circense melancolía. Una jaula con asas: así ando.




sábado, 26 de marzo de 2022

METÁFORAS DE LA PÉRDIDA.

Hay muchas metáforas de la pérdida. 


Algunas especies tienen la capacidad de volver a crecer un nuevo disco central a partir de un solo brazo. La regeneración puede tomar varios meses o años. 


Una extremidad separada vive de nutrientes almacenados hasta que vuelve a crecer un disco central y una boca y es capaz de alimentarse de nuevo. Una metáfora  de  esa    gente  que vive retroalimentándose  en la soledad  de  su propio dolor  por  la  pérdida  de  una parte que  le daba vida.


El  amor  separado de un  modo   imprevisto , por  un accidente , una enfermedad, o  por efecto de  un depredador , nos  parte en dos. Pero  el sujeto de tanto  dolor   no quiere  más amores  compartidos, y es en su interior , por  gemación,  por fragmentación, por esporación , o  por bipartición, que se  reproducen.


Pero  siempre  de modo  asexual.


En  el Océano     son las estrellas de mar, algunas  esponjas, los  anélidos, y los  corales los  que  viven  así.


En el reino  hominal , algunos  personas.




viernes, 25 de marzo de 2022

¿QUÉ ESPERABAS?

Cuando subo a un avión, sé que se puede caer, porque según la ley de la gravedad las cosas que pesan se caen. A veces se caen. 


Y cada Titanic tiene su iceberg. Porque no hay que olvidar lo que la historia nos enseñó : saber que cada Titanic tiene su iceberg o que cada avión se puede caer.


Un día , en una excursión a los  Infiernos empezaron a caer rayos y truenos  sobre el grupo .  Decidimos cuatro  de nosotros seguir hasta la cima. Unos metros antes  de coronar vi al que iba delante con los pelos de punta , erizados por la  carga eléctrica.  


Cayeron a nuestro lado varios rayos  que reventaban los tímpanos  . Varios de nosotros, aterrorizados, comenzaron a rezar a gritos el  avemaria.  Yo  pensaba : « estos  gritando avemarias , y  no sé de qué se sorprenden, si los rayos caen y matan gente.   Me voy a morir entre gente rezando a gritos; en una granizada salvaje  , vaya forma de morir». 


No recé.  Sabía que los rayos fulminan , y esos pobres creían de verdad que la Virgen iba a coger un rayo y desviarlo con su mano. 


La peña sube  al Titanic pensando que no se va a hundir. Lo creen de verdad. Cree que el coche en el que viajan no se va a estrellar contra el árbol, creen que son inmortales. 


Y la vida  te permite saber que no lo eres. Que nos morimos. 


Y hay que aceptar eso. 


La parte positiva de  esta visión es que, cuando lleguen los bárbaros, tú estarás  en casa   oyendo  una balada  de Van Morrison  apoyado en la ventana, viendo cómo gritan los niños , cómo violan a nuestras mujeres , cómo arde Roma, y todo el mundo gritando, y tú dices: 


«Pero , ¿qué esperabais? Los bárbaros hacen estas cosas. Si hubierais aprendido de lo que nos contaron sabríais que tarde o temprano pasan estas cosas».



jueves, 24 de marzo de 2022

PARA ENTENDER...

Si quieres entender el misterio del mundo debes ser capaz de no buscar a cada momento una explicación a lo que nos suceda en él. 


Es lo que suelen hacer los personajes de los cuentos infantiles y por eso pueden vivir sus aventuras. 


Por ejemplo, en " El jardín secreto" , la  pequeña Mary viaja a casa de un tío suyo, al quedarse huérfana, y se ve obligada a pasar largas horas de soledad, pues su tío siempre está de viaje. Y en ese deambular sin tiempo, Mary descubre un día un jardín en el que no puede entrar. Ve sus tapias y los árboles, cuyas copas asoman por encima, pero no encuentra su puerta. Y aprende a amar ese jardín, antes de saber nada de él.


Todas las cosas que nos han sucedido se gestaron así: antes de saber nada.


Porque lo llevamos en nuestros genes: somos curiosos por nuestra naturaleza, está en nuestro código genético. La curiosidad es la fuente del conocimiento y nuestro progreso , en cierta forma, se basa en la curiosidad como necesidad del saber o, sencillamente, meternos en líos. 


Es cierto que ese meterse en líos a veces nos hace desgraciados y conscientes de nuestra fragilidad, pero eso no lo podemos evitar. 


A veces pienso  que estamos perdidos en la playa infinita del tiempo, que somos un breve destello en la historia del universo. El tiempo es increíble. El universo existe hace trece mil quinientos millones de años y nosotros ocupamos un remoto lugar en él; nuestra vida es un nada insignificante .


Por esa razón hay que vivir, hoy, ahora. Y amar tanto como puedas.



miércoles, 23 de marzo de 2022

JOAN. ENTRE LAS OLAS DEL TIEMPO.

Hoy hace un año que falleció Joan. 


Unos días antes de morir me envió un watsap de voz donde se despedía. Me decía que había descubierto durante su enfermedad que " todo es muy sencillo". Y se reía, con esa risa franca, sincera, animosa, muy suya.


Me recordó esa despedida a la que siglos antes Otro dijo en circunstancias muy, pero que muy jodidas. Lo estaban matando, se estaban burlando de Él, cachodeando, y va el Tío y suelta " perdónales, porque no saben lo que hacen".   


Sí, una y otra frase van muy unidas: "no sabemos lo que hacemos", y "todo es muy sencillo".


Todos los días desde que se fue me acuerdo de él. Está en una lista muy mía de gente que quise. Y , aunque hay días que creo y pienso que estamos en buenas manos, otros navego en la incertidumbre, cuando no en la oscuridad total. Y me cuesta creer en nada. En Nadie. Pero aquí estoy,  en medio de ese oleaje braceando como un naufrago. 


Y elevo la mano hacia Joan y esa gente de la lista , con el nombre de mis amores escrito en un papel, porque son algo más precioso que mi propia vida, para salvarlos de esta historia...


Para , desesperadamente, pedirles que acojan esta ofrenda y les salven...mientras sigo luchando , extenuado , entre las olas del tiempo.




martes, 22 de marzo de 2022

COES.

La Iglesia no es un Cuerpo de Operaciones Especiales.  Unos COES dispuestos a todo. Un grupo de señores puros, cumplidores , maquillados y paniaguados.


Es un hospital de pecadores, de gente que pide perdón una y otra vez. Personas muy sencillas, humildes. 


Ronald Knox , pastor anglicano, decide convertirse al catolicismo  cuando asiste a una ceremonia católica  y observa que  , a la hora de comulgar, nadie dejaba el sombrero, o el bolso, en el banco 


Preguntó la razón.


- Nosotros sabemos que somos una Iglesia de pecadores, y no nos fiamos de que el mismo que está a nuestro lado nos lo robe.  Es así. 


Y Knox escribió " en ese instante me sentí  pecador, y tuve la necesidad de pertenecer a esa gente".




lunes, 21 de marzo de 2022

MILAGRITOS. SU DÍA.

Hoy es el día internacional del Síndrome de Down. 


Se eligió este día porque se trata del día 21 del mes número 3, lo cual se usa para simbolizar la ya mencionada trisomía del cromosoma 21, que da origen al Síndrome de Down.


Y  para dar visibilidad al día en algunos sitios se acordó llevar un calcetín de cada color. 


Y aquí me tenéis, todo chulo


Esta foto es de la familia de mi madre. Una familia muy sencilla y dignísima que la recuerdo con una alegría, un buen humor, un amor planetario, maravilloso.


La última, está en brazos de mi abuela, la Yaya Micaela ( ¡ de rodillas para hablar de ella! ), es un ángel que se llama  Milagritos. Nació con Síndrome de Down. 


Sin ella ninguno seríamos como somos, incluso los que compartimos menos tiempo con esa caricia de Dios .  Mis tíos , cuando falleció Micaela, compartieron vida con ella, cada trimestre vivía en casa de uno de ellos.  


Hoy las " Milagritos " del mundo  viven  muy malos tiempos: un auténtico exterminio, un holocausto silencioso , una persecución  fría, despiadada, de una sociedad enferma y  sin alma.


Todos los días desde hace años me pongo un calcetín de cada color por  ella, por ti, Milagritos, por todas las  Milagritos del mundo y, aunque no saldré de casa,  les haré mi particular homenaje.







domingo, 20 de marzo de 2022

OTRAS DIETAS

Conozco gente  que  está con  serios problemas de  obesidad. Me  llama la atención que en el día a día, nadie de  su familia le  haga ver  que va mal.  Esa papada  que le abotargada los ojos, esa gordura. En fin, nadie somos  el que fuimos, pero algunos  su deterioro es terrible.

Uno de esos me dice, parece un mantra: : mañana sin falta me pongo a dieta. Eso lo dice antes de meterse entre pecho y espalda un entrante de ibéricos, un lechazo, un postre casero  de queso, un café, y un puro.

"Mañana sin falta a dieta". Eso sí, el café con sacarina.

Hay tantas dietas  como personas : la china, la del astronauta, la de un tío medio druida que te sana con las manos y te quita el ansia...

Está bien tener  esos deseos  de salud. Pero  hay  otra dieta de la que se habla poco, y también es mucho  más perniciosa: la grasa acumulada en nuestro cerebro por las creencias e ideologías. Muchas de  ellas  pudren  la la médula, se vive en ambientes irrespirables , como la vela encendida en el interior de un vaso  que , sí, tiene luz pero, ¡ay!, le falta oxígeno. 

"Mañana sin falta me pongo a dieta" deberíamos decir cuando nos damos cuenta que nos falta el antídoto de nuestro propio veneno . Dicen que al morir Sócrates encontraron en su casa ejemplares de Aristófanes, autor  de obras menores , y enemigo acérrimo de Sócrates. Para mi es señal de inteligencia leer tu propio antídoto. 

La anécdota que me gusta escribir del que se queda encerrado toda la noche en el laboratorio de perfumes y al salir  iba gritando "¡¡¡dadme a oler mierda, dadme a oler  mierda!!!" habla de  esa actitud.

Esta necesidad de higiene mental se produce por hartazgo de la sobrecarga libros de la misma editorial, cursos impartidos por las mismas personas, miedo a salirse de  lo oficial .  

Para limpiar el cerebro de esa basura también existen dietas muy variadas. Por  ejemplo pasar al menos un día a la semana sin periódicos, la radio y televisión apagadas, con la idea de que eres tú el único dueño de tu vida y elegir la dieta más conveniente, por ejemplo, unos versos de Gloria Fuertes, , una sonata de Mozart , una novela de  Pérez Galdós , el silencio en un bosque , el aire  puro que significa para ti la mirada de la mujer  que amas...

Ese día descubrirás que el futuro no es tan negro, que todo es muy relativo . Se trata  de salir a la caza de cualquier belleza   que pase por delante de casa.





sábado, 19 de marzo de 2022

EN EL LADO PELIGROSO DE LAS COSAS.

No me gusta esa gente que dice creer en el karma. Parece más unas ganas de que a los demás les vayan mal las cosas. Que se jodan, vamos. O mejor, que te devuelva la vida lo mucho malo que me hiciste.


Yo he vivido con personas que todo lo que hacía uno estaba mal. Cuando, según ellos, yo era un desordenado, un caos, un caradura, un desastre. Y un vago . Me faltaba educación, la buena, y politesse. Incluso uno llego a decirme que necesitaba "charme", 


Esa gente no se daba cuenta que no puede haber pasión sin alegría, motivación sin apoyo. No pueden sobrevivir las ganas que llevan tiempo con la soga al cuello y casi les falta el aire pero aguantan hasta el final, hasta que ya no puedes más y pides que te den a puntilla. O tiras por la calle del medio.


Eso me sucedió en Tarragona, y en algún otro lugar, y sus habitantes , donde conviví con gente que no hubo forma de entendernos. Un choque de trenes. 


Conmigo es difícil llegar a chocar. Soy buen perdedor , y me tiro al cesto de los papeles con mucha facilidad.


Recordarás cuando, para ti, lo que yo pensaba eran tonterías, mi modo de entender la vida filosofía barata y mi modo de sentir flojo , inmaduro, infantil y ridículo. Llegó un momento en el que dejé de contarte lo que pensaba, dejé pasar la vida y empecé a sentir menos, sentía que mi corazón se endurecía pero, a la vez me hacía sentir más vulnerable. No me entendías…dejé pasar la vida y a mi.


A esa gente no le parecía bien mi modo de ser. Y tampoco en el amor... Cómo iba a hacerlo cuando no me sentía querido, ni deseado, ni deseable, cuando la piel de uno ya no recordaba su tacto, cuando la suya ya no me llamaba…


Entonces uno se siente pequeño, poco importante, extraño y triste. Fuera de todo, en un mundo que no era mío, en una jaula que no quería,


Pero el tiempo pasa, amig@. Y la vida actúa. 


Y siempre hay alguien que antes de despedirse te habla del karma. 


"No serás feliz. La vida pone a cada uno en su sitio, y te dará tu merecido y hará que un día sufras lo que diste y ya verás".


El puñetero karma. Mala leche le llamaría yo.


Porque el karma no existe. Ése no.


Mi  interés está en el lado peligroso de las cosas :  el ladrón honesto, el asesino sensible, el ateo supersticioso, la oveja negra orgullosa de su pobre condición, la puta de buen corazón.




viernes, 18 de marzo de 2022

OBELIX. LA PÓCIMA.

Ayer  escribí sobre el qué dirán. Hoy creo que me voy a mater en un jardín. En fin, allá voy.


Hay unas personas que me han llamado mucho la atención por su condición de seres humanos sin complejos. Cero de respetos humanos. Son como un huevo de gallina, les pasas la cuchilla de afeitar y no hay un pelo de eso que llaman " respetos humanos".


Dentro de ese perfil  encuentro fascinantes a los del Camino de Emaús. 


Bertold Brecht escribió “Herr Puntila y su criado”.


El señor Puntila es un desgraciado cuando    no bebe y eso ocurre rara vez. El resto del tiempo siempre está  ebrio  y, como explica su criado, «se vuelve bueno y ve ratoncitos blancos».


Puntila es una metáfora de esas personas que cogen curdas religiosas, políticas,  vaya usted a saber de qué espiritualidad,  que les llevan a esas fases de constante exaltación anímica y subidón personal en torno a un proyecto o empeño que lo ocupa todo. 


Van chutados de emoción: son cogorzas y tajadas de campeonato, pedales obsesivos planetarios. 


A mi  este  tipo de  gente  me  da  mucho  miedo. De esos, en el Emaús , hay unos cuántos. Yo mismo he sido así.


Son como  Obelix esperando en la cola que alguien le dé la pócima que no necesita. Y, claro, el error es darle la ración a alguien que ya está chutado de cuna. Y luego pasa lo que pasa, que van en el autobús y el baranda grita " ¡ Jesús ha resucitado, aleluya!....la peña da  un respingo, y el chófer va y suelta "¡¡¡ ALELUYA!!!  ( y no por ser del Camino de Emaús, qué va, es evangelista).


Esta gente tampoco toma la pócima normalmente, pero , como dice el señor Puntila, cuando bebe la pócima se llenan del Espíritu Santo y también  «se vuelve bueno y ve ratoncitos blancos».


Son como  Obelix esperando en la cola que alguien le dé la pócima que no necesita.


Puntila y estos chutaos son prototipos…seguramente mientras lees la entrada te vendrán a la memoria algunos.


Puntila , metáfora de un señor de Emaús, en realidad, como a todos, lo que él quiere es que le quieran. Pero el señor Puntila tiene un secreto inconfesable que sólo comparte con su criado: «Matti, soy un hombre enfermo . Una vez cada tres meses me despierto y, de repente, estoy completamente sobrio». Eso también les sucede nuestros hombres. A veces están sobrios.


Su criado   se alarma e indaga sobre los detalles: «¿Tiene regularmente esos ataques de sobriedad?». El señor Puntila asiente: «Regularmente. El resto del tiempo soy completamente normal, como me ves ahora, mamao  perdido es cuando estoy en plena posesión de mis facultades mentales y soy dueño de mis sentidos". Porque está gente piensa ser normal cuando están chutados. 


Los Puntilas de Emaús  son normales cuando están con la melopea, amerluzados y enmoñados hasta las trancas…Se reconoce bien cuando está  en versión   chutada   profética.


El personaje más singular es el criado Matti. No es ni bobo, ni un granuja, sino un tipo que reconoce la superioridad de su señor, admira su «verdadero fuego interior cuando está borracho» y ha renunciado a reformarlo desde que su amo le ha hecho una advertencia muy precisa: «Aprecio tu sinceridad y sé que siempre defiendes mis intereses, pero Puntila puede actuar contra sus propios intereses, eso tienes que aprenderlo».


Eso, me temo, también lo saben los que acompañan algunos Emaús en forma de mujer, esposo, hijos, o parientes


Supongo habréis conocido algún así en vuestra vida. Son fáciles de identificar. Ándate con ojo, o terminarás siendo un criado, creyéndole bueno y que, encima, ve “ratoncitos blancos”, o cosas peores.




jueves, 17 de marzo de 2022

EL QUÉ DIRÁN.

Siempre me han parecido fascinantes las personas sin miedo al qué dirán. Algunas parecen que son  un genotipo, como que lo llevan en los genes. Incluso se parecen físicamente. No sé si es cosa mía, pero tengo observado que las personas obesas son muy de no tener respetos humanos.


Hace unos días vi, zapeando, unas comensales en First Dates. Las dos obesas, las dos muy histriónicas. Las dos me recordaron a otras que he conocido , y con la misma avería.


Una vez, en una reunión de padres en un colegio , llegó tarde una madre recién incorporada aquel curso. Quiero decir que no conocía ni el ambiente, ni las costumbres, ni los usos. En los colegios de Fomento, hay que decirlo, hay muchos respetos humanos y miedo pavoroso al qué dirán. La señora, ya digo, llega tarde, y se planta en primera fila. Era obesa. Con un canalillo muy principal, escotado. Un altura de 1, 85. Melena leonada de  color azul, y lucía un abrigo de algo parecido a piel de leopardo, aunque bien podía ser picha de indio.


Las miraditas del personal...en fin.


Dirigía unas palabras el típico charlista , muy del corral. Desde la última fila yo veía a la "pelona",   llegamos a ser muy buenos amigos,  que miraba a izquierda y derecha, derecha a izquierda y, de repente, levanta la mano, sin cortarse, interrumpe al orador, y pregunta:


- Oiga...es que le estoy oyendo decir " que si ser piadosos", que " los niños deben cuidar la piedad"...y veo que nadie dice nada, pero... perdone " ¿qué es la piedad?".


Me recordó la canción de los Luthiers , esa de "candor, cuanto candor...¿pero quién hizo el candoooorrr?".


El tío no sabía que contestar a esa urca de la primera fila, hipermástica , feliz y sonriente, que le miraba expectante. Contesta lo que buenamente puede, y la señora va y suelta:


- ¿Y eso es tan importante?....¡pues vaya!


Aunque hoy me estoy yendo de vareta termino con una anécdota de esta buena mujer sin complejos. 


Tuvimos en el colegio un profesor que padeció un cáncer, que no superó. Vivía en un club juvenil. Era un tipo de quilates. Se llamaba Andreu. Esta mujer llevaba a sus hijos a ese club. No era especialmente creyente,  en el sentido que se entiende la fe en ciertos ambientes, ni piadosa, pero tenía un corazón gigantesco. 


Un día esta señora me pidió si podía acompañarla al club a visitar a Andreu. Fuimos juntos. Le llevó un pastel hecho por ella.  Andreu, que era un santazo, por no contrariarla, tomó un poco. Ella lo miraba de una manera...no sé cómo decirlo...como en alerta, con una atención contenida, como una niña que está esperando que aparezca la paloma de la chistera.  


- ¿No notas nada, Andreu? - preguntó.


- ¿Qué tengo que notar?


- Es que me dijeron que el agua de Lourdes era milagrosa y fui ayer en coche hasta allí y traje  una botella de agua. El pastel lo he hecho con esa agua.


No se me olvida la cara de Andreu. 


-  Mujer, si hay milagro, suele tardar un poco- dijo por decir.


A la salida, ya en la calle, rompió a llorar. 


- ¡ Qué tonta he sido!, ¡ yo que creía que...!....


No sabía cómo consolar a esa mujer que, para mi vergüenza, sí creía. 


Y ya que estamos en una entrada sobre el qué dirán, no tuve la delicadeza de abrazarla entre tantas lágrimas, porque me daba vergüenza que me vieran en la calle dando calor a una mujer, no por ser mujer, sino por llevar el pelo azul, botas vaqueras, y un escote de vértigo. 


Y eso no me lo he perdonado nunca.





miércoles, 16 de marzo de 2022

EL LOBO TATUADO

En el gimnasio al que voy cada día suceden cosas divertidas. Y , al observarlas a diario, puedes hacer teorías de la vida. Otra cosa es que aciertes.


¿Por qué voy a un sitio del que  hasta hace muy poco me parecía como apuntarme a "First dates", algo para gente rara? Una frikada.  No tengo respuesta.  La Providencia nos guía sin que nos demos cuenta. A lo mejor está escrito en algún lugar que  , al no haber hecho el servicio militar , y estar a punto de estallar la tercera guerra Mundial , coja forma física de reservista esperando destino porque nunca sabes cuando te van a llamar.


Sea como fuese, la verdad es que lo estoy notando. Soy otro, ando por la vida más mejor, como con airbags, que no hace falta estrellarse para saber qué son,  pero vas más confiado.  No diré que me veo más guapo porque, para qué mentir, siempre me he visto con un puntito.


Al gimnasio va gente de todo tipo. O vamos. Desde tíos cachas con equipos ceñidísimos, marcando músculos que no sabes que existen ( no me refiero a  sexo). Señoras obesas. Chicas Cañón del Colorado. Jóvenes que quieren presentarse a oposiciones. Cantantes y bailarines de orquestas de aquí, que en Galicia es todo un mundo. Algunos hay que parecen que están haciendo un curso de desintoxicación. 


Todos vienen uniformados con lo último, y se cambian a diario de equipo...¿todos?. No. Hoy me he dado cuenta que soy el único que lleva un chándal Domyos. Y , no sé por qué, me parece que doy el cante. Lo lavo una vez a la semana. Porque me huelo y no creo apestar.


El qué dirán también se da en los gimnasios . Es un terror atávico esto de no cantar - en Castilla y León hay una frase paralizante en esa sociedad " que no te saquen cantares".   Y aquí hay un modo de presentarse que iguala.


Hasta que llega el del Domyos.


Hoy tuve al lado un tipo de unos cuarenta tacos . Es policía. Es de Podemos. Lo sé porque lo ha dicho.  El tío resopla mientras hace unas series con unas mancuernas de decenas de kilos. Marca unos bíceps Premium piñón de queso . Y el funcionario lleva tatuado una serie de dibujos chinos, también rollo élfico y , un lobo en el cuello. ¡ Un lobo! 


Le he preguntado por el lobo y el baranda se baja la  camiseta y veo , alucinado, que debajo del lobo  está escrita la leyenda "la astucia es mi colmillo".


El señor policía se identifica con el lobo. Estoy viendo su casa : cuadros de lobos, cojines de lobos, poster de un lobo en la nieve en su habitación .


Es de esos tíos que ve el lobo como algo espiritual.


Lo tengo a mi lado, y lo miro por el espejo que nos refleja. El tío lleva   los pelos de punta , engominado, con los laterales rasurados en plan restregar la sardina ,  y el lobo tatuado en el cuellaco...Me dan ganas de preguntarle " pero, tío, ¿qué te ha dado a ti el lobo?, ¿por qué flipas con el lobo?, ¿ por qué te has escrito " la astucia en mi colmillo".


Y ese  mismo tío por la mañana está en un paso de peatones dirigiendo el tráfico cerca de un colegio. Ayudando a pasar a una anciana, acompañando a unas niñitas mientras con la mano para un autobús, cogiendo las caquitas de la mierda de perro de un ciudadano incívico  con sus propias manos y una bolsita , para ir después al Gadis y llevarse una caja de cerveza Steinburg . Eso el señor policía que le encanta identificarse con el lobo tomando un Aquarius , o  lavando un Dacia Duster azul marino de segunda mano.


¡ Joder!..,y yo con mi Domyos , intentando una serie imposible en posición de cúbito , apoyado a una columna como si estuviese sentado  , con la misma  cara del Coyote cuando se agarraba a la rama en el precipicio. 








martes, 15 de marzo de 2022

UNA CODA A LA ENTRADA DE AYER.

Me escribe uno diciendo que " cómo puedo estar tan seguro de las razones del perdón de la señora a la que me referí en la entrada de ayer" 


Pienso que esa mujer se dejó atiborrar de dinero y de regalos por el hombre que ella amaba : “ bueno – debió de pensar - lo acepto porque le amo y, además…¡¡¡ él me quiere tanto !!!, ¡¡¡ qué generoso es!!!”.

Pero, si esa  buena fortuna se tuerce, el tipo se arruina , entonces la cosa cambia. Mil defectos hasta entonces en sordina por la comodidad , el placer y la vanidad de tiempos pasados en la abundancia, se hacen ahora insoportables en medio de la pobreza y la escasez.

Entonces viene la decepción, la impaciencia, la ruptura, los malos modos, la crueldad y el despecho. Los malos rollos.... que de eso también había antes. 

Se puede pensar que esa señora en realidad sólo amaba el dinero y una posición social (  la verdad es que sí, no es barata la señora). Pero no es tan sencillo. Con toda seguridad esa misma madre no hubiera aceptado los agasajos y la pasta de cualquier hombre, y él tampoco se hubiese casado con una experta en el arte del Kamasutra.

Probablemente, durante su vida juntos, hubo momentos maravillosos de auténtica ternura, de intimidades compartidas: admiraron paisajes, contemplaron juntos obras de arte, lloraron las mismas defunciones familiares, y pasearon cogidos de la mano... y nada nos autoriza a decir que todo eso fue mentira, puro engaño.

Lo cierto es que en el principio algo había en ella de Ratita presumida, y algo hubo en él de un espléndido don Gato Y ese tipo de vidas son de una fragilidad extrema.







lunes, 14 de marzo de 2022

CON LA CAMISA BIEN PLANCHADITA.

Una vez, hace años, un  señor  me comentó de un cliente:


- Creo que está separado. ¿Te has fijado lo arrugada que tiene la camisa?. 


- ¿Qué tiene que ver que lleva arrugada la camisa con estar separado?- le dije. Más que nada porque muchas de mis camisas estaban arrugadas después de ir sentado horas y horas en el coche. 


- ¡ Hombre!...una mujer no deja ir a su marido, y más éste, que es tan importante, de cualquier modo!


Conocía mucho y bien al sujeto y no estaba separado ( sigue sin estarlo), y a ella le importa nada como lleve las camisas.


Tiempo después coincidí de nuevo con ese hombre en Granada. Estaba con su esposa, una pedorra muy principal. Llegué con la camisa más que arrugada después de seis horas de viaje. Parecía un folio sacado del bolsillo. Y, para mi asombro ( aunque allí entendí muchas cosas) ella me hizo la observación:


-  ¡Con esa camisa no puedes ir  a una entrevista!


Y saca del bolso una pequeña plancha , me hace ir al lavabo de la habitación del  hotel, y me devuelve la camisa guapa  y perfumada.


Y entendí que aquel hombre era un calzonazos, un badana. Mucho juzgar a los demás y él era un sumiso. ¡Valiente pájaro!....la mujer, que era, es muy paleta, tenía y disponía  de ese hombre como un niño,  era un reflejo de ella. 


Aunque después el tipo se las traía. Era de esos cabroncetes expertos en aparentar santidad. Tenía un hijo fuera del matrimonio, un clásico de cierta burguesía. Un día llamó a la puerta de su casa la engañada con el niño en brazos y la frase " ¿ está el señor?".


Parece que su mujer le perdonó. La de la plancha. El que me lo contó añadió " eso tiene mucho mérito".


Yo creo que no tiene ningún mérito. Habría que ver esa mujer ante un hombre infiel del montón, que fuera, por ejemplo, pinche de cocina.  ¿Soportaría esa humillación?. Bien se cobraba su perdón la señora fundiendo la Visa en el Corte Inglés.


Y lo más grotesco es que ese desdichado piensa que es objeto de ese amor y se cree escogido, especialmente preferido y querido  por sí mismos


¡Ja!


Algunos significados empresarios, auténticos hijos de la gran puta,  han sido unos magníficos padres y amantísimos maridos. Podían manejar sin el menor remordimiento la picadora de carne humana durante el día y emocionarse hasta la lágrima por la noche contemplando los esfuerzos gastrointestinales de su bebé sentado sobre un orinal. Se trataba de personajes temibles, capaces de aplastar con la mirada a sus subordinados y de fulminar a sus adversarios con una ferocidad inaudita. 


En su casa, en cambio, se comportaban como mansos corderitos, dispuestos a complacer hasta extremos caricaturescos los caprichos y exigencias de su familia genética. Dicho en lenguaje coloquial, estos formidables depredadores se transformaban en inofensivos calzonazos cuando atravesaban el dintel de su domicilio. 


Y, eso sí, con la camisa bien planchadita.






domingo, 13 de marzo de 2022

AMAR EN TIEMPOS DE GUERRA.

La velocidad se mide por metros por segundo, la fuerza se mide en newtons y la felicidad se mide en desengaños. Nada más humano que ese sinsabor que queda  tras el júbilo excesivo. Ese desengaño después de la fantasía.  También pasa con el amor, ya no digamos con el sexo. 


Hay mujeres  que cuando estás de rollo con ellas te dicen, casi suplican, " ¡dime que me quieres!". Pero uno no está allí por amor, está por deseo.


-  Le he querido demasiado - me decía una madre  dolida tras su separación. Justificaba así su dolor. Y mentía, a sabiendas, porque nunca el amor es suficiente y, mucho menos, gobernable. Ni siquiera tu amor se puede igualar al del otro. 


 Uno  cuando ha  bebido no ha contado  los tragos, cuando ha cantado se ha quedado afónico ,  cuando amó lo hice enloquecido.  La normalidad para mi era no medir. No andar contando quién asiste o no a la fiesta, mirando el reloj. La normalidad era llegar pronto e irse tarde.  Enamorarse como solo se enamoran los críos, con esa fugacidad y ese temblor.


De mis años en el opus dei aprendí que había que hacer la actividad aunque sólo asistiese uno. Eso es algo que siempre tuve muy claro. Había días que recorría cien kilómetros para dar una charla a un tío. No había medida. Daba igual si compensaba i no el gasto. O la persona. La idea era que si distinguías, si hacías acepción de personas , una maldición se apoderaría de ese mal espíritu.


Después esa manera de actuar me la llevé a mi vida profesional.


La normalidad era esos bolos con la tuna donde terminabas  brindando y desfalleciendo , apoyado en los semáforos, meando debajo de una farola y potando en un portal. La normalidad era una forma de libertad, y cuando hablo de libertad, no quiero decir desmesura y desfase . Es algo tan profundo, tan natural,  ese gusto por llegar a las fronteras   de uno mismo, de la sociedad que nos cobija, tan pichatriste. Mear un poco fuera del tiesto. De manejar y chupar este tierno melocotón  de entraña y hueso.  Caer a peso sobre la cama. 


Una vez , en Valladolid, en una tertulia, una señora dijo " ¡ay qué envidia tengo de algunas mujeres satisfechas!"  Lo dijo como una gracia. Su marido puso cara de pena, de niño fastidiado. Pensé " este tío la manda a la mierda un  día". Era supernumerario. Y así fue. Años después lo vi con una pibona. Latina. A la mierda cinco hijos, a la mierda la mujer, a la mierda la opus. 


Mujeres idiotas, hombres estúpidos,  qué lección entre todos, qué seriedad asumiendo el caos. Surfeado la incertidumbre.


 «Como hermosos cuerpos que murieron jóvenes y fueron sepultados, con lágrimas... así son los deseos que pasaron sin realización», escribió Cavafis. 


Amaros ahora, en tiempos de guerra. Llora los adioses, goza de las bienvenida.




sábado, 12 de marzo de 2022

UNA VISITA QUE VALE LA PENA.

Una vez visité la colegiata de San Pedro de Cervatos en Cantabria donde pueden verse en sus muros un buen repertorio de escenas eróticas, que podría ser consideradas pornográficas.


Hombres exhibiendo sus falos, mujeres menstruantes que muestran sus órganos genitales, parejas copulando, desnudos con máscaras animales y otras representaciones sexuales proliferan en los bajorrelieves, los canecillos y los motivos ornamentales de este templo, edificado en el siglo XII sobre una antigua ermita románica. Está enclavado en Cervatos, a unos pocos kilómetros de Reinosa, en la comarca de Campoo.


Pero lo que hace insólito este lugar e incita al viajero a desplazarse al aislado paraje son el centenar de canecillos que ilustran sus muros. Aunque algunos fueron destruidos, todos los que se conservan datan del siglo XII, lo que aumenta el misterio sobre su significado.


Hay también figuras de monstruos malignos que devoran a los hombres, bestias cornudas, saltimbanquis, músicos, artesanos de pócimas mágicas, personajes enmascarados.


En los capiteles de los arcos de dos ventanas, se pueden apreciar motivos que aluden al camino hacia la salvación o, mejor dicho, a la morada celestial que aguarda a los cristianos. Esto contrasta con esa visión descarnada del sexo, que podría ser interpretada como un aviso de las consecuencias de los pecados carnales.


Se le ha dado muchas vueltas a estas representaciones. En fin, la cosa más vieja del mundo. Ya en la Edad Media, ya antes, y muchos antes, sabían  que nos  han  dotado a las personas, incluso a las más exquisitas y poderosas , del mismo impulso. El folleteo. Por eso en esas representaciones no se salva nadie.


Hasta ahora no ha podido ser controlado por la cultura , el Código Penal , ni por la religión con el pecado y la amenaza del infierno. Dicen que esas esculturas eran catequesis  sobre el pecado y la salvación. Puede ser. Y de paso se le iba la mano a escultor y su fantasía.


El sexo , que  produce placer y desolación, neurosis y felicidad, atracción y repulsa, violencia y ternura, amor y perversión. 


Ese instinto básico rompe todas las barreras del honor y del prestigio social; asoma por debajo de los ornamentos sagrados, de las togas de los jueces, de los uniformes más entorchados. No se salva nadie.


El albañal del sexo lo comparten papas y cardenales, artistas consagrados de Hollywood y académicos del Premio Nobel con las manadas de los lobos violadores. 


A cualquier personaje lo puede convertir en un salvaje o sumirlo en el ridículo. El sexo hace débiles a los poderosos, puesto que los deja desguarnecidos a merced de espías, conspiradores y chantajistas.


De eso trata esta joya del románico, en mi opinión. Os animo , si os pilla cerca, a visitarla. Una muy buena excusa para ver esa zona. Maravillosa.