Lo peor de ser Suso son los consejitos que me dan los que no son Susos para ser buen Suso.
Hace un día me desperté de noche y fui a reiniciar el Windows, a echar una meadica , cosas de la edad. Al regresar a dormir le eché un vistazo al blog y vi un comentario bien intencionado y con bastante miga. Lo agradecí, aunque me da que tocaba de oído y desafinada la balada del Suso. Pero tenía miga.
"Buenas Suso. Llama mucho la atención de tu blog que no paras de juzgar a los demás y de juzgarte a ti mismo. Constantemente. Me temo que es un defecto de fábrica del Betis. De los que más tarda uno en quitarse. Pasa cuando hay que clasificar, ordenar y catalogar a las personas en orden a un determinado fin con tediosa y aburrida periodicidad diaria, semanal, quincenal, mensual, trimestral y anual. Todo el día juzgando y dictando sentencia. No eres consciente pero cuando paras en un paso de peatones y pasa una persona gruesa, te dices vaya p* gordo, o vaya fea, que mal viste esa, mira que brasas, o el pastao ese, o el pringado de más allá, por no hablar del que llama mamá a su mujer, etc. El problema de juzgar a los demás es que inevitablemente uno acaba juzgándose a uno mismo y como nadie es perfecto te acabas haciendo a ti mismo la convivencia insoportable. Cuando te ves gordo, feo, viejo, vacío o fracasado lo haces bajo el mismo prisma y actitud con la que te regodeas al juzgar a los demás. Y uno está lleno de defectos. Más o menos como los demás. No eres john mclane, el mundo no te necesita y nadie te ha pedido que lo salves. Como mucho alguien te lo ha hecho creer durante un tiempo para hacerte perder el tiempo haciendo recados por la jeta. Deja de de juzgar a los demás, y dejaras de juzgarte a ti mismo. Algo así venía a enseñar Epicteto. Lo mejor es en cualquier caso lo que queda siempre por delante, así que a disfrutar!".
Hasta aquí el comentario Hay cosas que sí, y cosas que no. Es verdad que alguien que me lea todos los días me conoce más que mi madre. Pero , como decía al comenzar esta entrada lo peor de ser Suso son los consejitos que me dan los que no son Susos para ser buen Suso.
Nada de lo que soy - y tiene razón que juzgo muchísimo a los demás, y a mi mismo- tiene que ver con mis años en la opus. Yo ya era así al entrar en la Institución . Es más, yo soy así. De bien pequeño imitaba a mi gente, a profesores, a compañeros de clase. Los imitaba andando, hablando, gesticulando. Imitaba voces ( con ocho años clavaba a Tom Jones) . He juzgado porque me he fijado mucho, y luego eso lo he desarrollado. Cuando imitas, también juzgas actitudes , caricaturizas vicios y virtudes.
¿ Que después en la obra eso se acortezó? , puede ser. Pero yo vengo así de cuna.
Lo mismo que me resultaba muy fácil caricaturizar al cura gordo, al gangoso, al mariquita, al responsable, al mandón, o al chulo. No digo que eso esté bien, lo que trato de explicar es que soy así, y que me sale solo.
Es como decirle a un discapacitado que no sea discapacitado.
- ¡ Suso!, ¡ deja de ser Suso!
- Es que, es que...
- ¡ Que te calles!, ¡ que dejes de ser Suso!
Y no siempre se puede dejar de ser Suso, sobre todo cuando eres Suso.
Respecto a lo que escribe sobre " inevitablemente uno acaba juzgándose a uno mismo y como nadie es perfecto te acabas haciendo a ti mismo la convivencia insoportable". Pues , la verdad, no me juzgo a mi mismo de ese modo. Quiero decir "haciéndome la convivencia insoportable" . Me llevo muy bien conmigo mismo insultándome, y recomiendo esa terapia. A lo mejor estoy loco y no lo sé. Despreciarse es algo muy terapéutico, al menos para mi. Sobre todo cuando has hecho cosas que están muy mal.
No sé qué quiere decir eso de hacerme una convivencia insoportable".
Tampoco me he creído nunca John Mclane- fuera de mis fantasías - no he pretendido salvar el mundo ni cuando era muy muy entregado en el opus dei . Yo sólo he sido un tío que le ha gustado hacer feliz a lo demás con mis chistes, mis canciones, mis gansadas. Ni de coña se me ha ocurrido salvar este mundo.
Es cierto que habita en mi un demonio de morbo, de sidrales que se mezclan cosas muy raras. Un alma atormentada y con muchos conflictos interiores. He tenido que convivir con ella . Hoy nos llevamos bien, porque es imposible de desterrar ese demonio. Morirá conmigo.
Siempre que abro el armario de mis yoes nunca sé cuál ponerme. Soy un narcisista incorregible.
Y sí, querido amigo, le doy las gracias por su comentario porque me ayudó mucho.