martes, 30 de junio de 2020

SOBRE LA BELLEZA


Hay quien tiene la teoría de que la belleza dificulta la evolución de otras cualidades: quien es bella, no tiene incentivos para ser graciosa o inteligente. Esa es una de las razones por las que muchos no quieren ser alabados por la belleza.

Yo creo que la gente guapa es, en general, tímida. ¡ No se puede tener todo!

Esa teoría no es más que propaganda que han puesto en circulación los feos por envidia. 

Lo contrario es más verdadero: una persona guapa nota desde el principio de su vida que va ganando y como ganadora se muestra expansiva, generosa, agradecida con la existencia. Los  guapos se abren a todas las direcciones, también en la simpatía y en la inteligencia, y cuando hablo de inteligencia me refiero a la real, la de verdad: inteligente no es el ingeniero, o la directora de banca, me refiero a  la inteligencia que sirve para vivir es la social, la emocional, que se desarrolla mejor entre personas sanas y joviales, que no han sido heridas y no tienen motivos para devolver el golpe, y uno de los rasgos que más ayuda al alegrismo y la celebración de la vida es haber nacido guapo.

Algun@ pensará " pero, bueno, ¿ tú te crees guapo?. 

Pues sí. Y aquí lo de menos es si lo soy o no. A lo mejor soy un feto malayo, o un porro de uralita, y qué. A mi madre le parecí de lo más guapo. Y presumía de uno. Y en el colegio mis amigos me reían las gracias. Y no era eso que decían un chico "mono", pero sí muy divertido. Y a mi me gustaba ser así.

Así que, y cierro la entrada con este consejo, a la gente hay que quererla. Da igual si es fea, incluso fea y cortita. ¡ Miéntele!. Dile que es la cosa más guapa y más lista que ha parido madre.

Y ya verás.



lunes, 29 de junio de 2020

CARLOS MENDIVE.

Mi padre era un hombre tímido , introvertido y sentimental. 

Tenía el corazón de un loco. De esos que hacen las cosas de un modo encendido y febril. Esa fue la razón de su matrimonio. Lo deshederaron , nadie de su familia asistió a la boda, que hubo de celebrarse a las ocho de la mañana en una misa de diario con los pocos testigos de la familia de mi madre y los que cazaron a lazo en la iglesia aquel día.

Después hizo cosas difíciles de entender arrastrado por un ardor interior que le consumía. Era hombre de convicciones y creencias muy profundas. Se entusiasmaba y entusiasmaba. 

A Carlos volverse loco no le asustaba. Poco a poco fue madurando y formando una segunda capa de vida interior, lejos de todo, de todos: el campo, la naturaleza, la huerta, Dios, la Virgen, sus cosas.

Muchas veces me reconozco en él. 



No tengo miedo de volverme loco. También estoy yendo a sagrado casi a la misma edad que él. 


Mi padre no perdió la razón nunca- no conocí nadie más sensato que él. Pero podía pasar perfectamente por un hombre muy zumbado : lo que le ocurrió es que se creó una razón propia que le fue alejando cada vez más del resto, a los que despreciaba sin ningún disimulo. Al final de sus días ese hombre se reía de todo,y su mundo eran cuatro cosas, muy pocas, muy profundas, que él cribaba en su particular batea en el río de su vida para sacar pepitas de oro.

¡ Cuántas veces me identifico con él!, ¡ cuántas veces miro fotografías mías y reconozco su mirada en mi!

Sucede que los seres sociales se turban tanto ante los solitarios que enseguida les lanzan la acusación de locura, pero no es así: para nosotros los solitarios, los chiflados sois vosotros.

Y algunos, además de chiflados, me parecen unos perfectos gilipollas.

domingo, 28 de junio de 2020

UN CONSEJO QUE NO ME PIDES.

Nuestro Dios, Señor de los Ejercitos y de los Espacios Infinitos, Supremo Hacedor, Amor de los Amores, hay que reconocer que algunas veces nos hace regalos envenenados.

Porque resulta que el precio de la Vida es la Muerte, el de la Libertad es el Error y el precio del Amor es el Dolor.

Te escribo esto porque,  salvo que te pegues una buena piña en coche y mueras a la vez con tu mujer, el dulce amor de tu vida, sufrirás insoportablemente el día penoso y triste en que el otro se marche.

Eso es algo que yo, que soy  un pobre hombre, sé muy bien. El dolor como precio a pagar a tantísimo amor.

Cuando se fue Manuela todo se fue a la mierda.

Se me derrumbaron muchos esquemas inamovibles.

Pero, y te lo digo ahora a ti, que estás muy jodido, había que seguir. Y hacerlo como si no pasase nada. Como si uno siguiese creyendo en lo que siempre creyó  y amó. Simular una fe que no tenía, y guardarme mis blasfemias . Sí. ¿Era un hipócrita?. Pues quizás sí. O no. ¡ Qué cojones me importaba lo que era o dejaba de ser!

Entonces  me di cuenta de que se pasaba la última página de un capítulo de mi vida. Atrás quedaban, irremisiblemente atrás y sin vuelta de hoja, su risa, sus ganas de sorprender, sus abrazos y besos,su alegría, las cervezas , Matilla , y ese presumir de uno y de su gente, y los perdones y olvidos...

No soy quién para darte ningún consejo, pero allá va: no llores en público. Sigue simulando, sigue haciendo como que crees, aunque por dentro  estés roto y perdido. No mires tu  brújula porque está loca y no señala nada que sea referencia ni norte. Tira.

Espera. No te preocupes. Todo llegará. Ella está muy cerca y te llevará a buen puerto.


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Colaboro en varias páginas de amigos de asociaciones del cáncer y E.L.A.  Abrí un nuevo blog con idea de transmitir las lecciones que aprendí con Manuela durante su enfermedad. Estamos AQUÍ.

sábado, 27 de junio de 2020

MI PADRE

Mi padre me inoculo, ¡de qué manera !, un amor muy grande por la libertad.  Vibraba hablando de rebelarse ante las injusticias. «Hay que levantarse, señalar al poderoso con el dedo, y gritarle " ¡no señor, eso no está bien!"

Le gustaba mucho jugar a pelota mano . Y hablaba de "volear".

Volear  es  darle a la pelota antes de que toque en el suelo.

Y él  decía: «Tienes que ser voleador de vida. Cuando veas una injusticia, no te quedes quieto. No pienses en ti. Tienes que aprovechar esa energía que te da el mundo para para volear».

Y muy poca gente volea. La gente no quiere meterse en  líos.

En la empresa última que trabajé sus  propietarios jugaban a poli bueno y poli malo.  Uno de ellos era un hombre ciclotímico, inestable , le saltaba la pinza con frecuencia. La gente le tenía miedo.  Pagaban mal, en negro.

La  gente  de dentro actuaba  como los monos de Gibraltar.

Y voleé, ¡vaya si lo hice!

 Yo creo que, al final, no es ser más bueno sino  creer o no creer en este mundo.

Porque todo depende en si crees o no crees en este mundo, no hay más.

Yo creo en este mundo. Creo que la gente es buena. Confío en las personas, confío en los desconocidos.

Pero  hay gente que parece que algo les ha sucedido que se han vuelto egoístas y, sobretodo, se han vuelto oscuros.

Y, esa oscuridad, estoy convencido , hace que esta gente  intenten conseguir que no seas libre.



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Nueva entrada en la Recomposición de la Crisma, AQUÍ.

viernes, 26 de junio de 2020

QUEDE CLARO.

Tenemos móviles y tablets que son el no va a más. 

Hablamos, vemos, compramos, aprendemos, leemos y hasta hay quien se enamora  a través de ellos. 

Hasta  hace nada tenía una pobre mujer, lectora de esta página, que pensaba que lo que yo escribía aquí era pensando en ella. ¡ Como una cabra!

Tras una pantalla  todo es posible y detrás se esconde lo que nunca habíamos imaginado y lo que nunca habríamos querido imaginar. Te acosa una doña que no te conoce y no conoces de nada y  cree que  estás enamorado , hasta tal punto, que está convencida de su apuesta: romperás con tu familia, con tu pareja, y te irás con ella, que tiene su pareja y su familia.

¡Dios, qué cabeza!

Estamos a un click del mundo, pero la realidad es que estamos más cerca aún  de quien tenemos al lado. Sí, que tiene nombre, y que nos quiere. ¡Como para que venga un ser  virtual a decirte...¿qué?

Conectamos a diario con ese mundo cada vez más grande mientras el nuestro se va haciendo cada vez más pequeño. Controlamos perfectamente ese mundo exterior mientras abandonamos el nuestro interior. Tenemos miles de amigos y seguidores de cualquier parte del globo y sabemos la vida y milagros de personas que están al otro lado de la pantalla, pero la verdad es que nunca hemos estado más solos. 

Y yo , que te quede claro , tía, no pienso estar más solo. 

El individualismo, la frustración, la falsedad, la apariencia, campan a sus anchas escondidas tras likes, emoticonos y palabras de admiración y amistad que son una puta mentira.

Hemos cambiado los amores de barra por los de pantalla, leemos en vez de escuchar una voz y creemos conocer a quien no sabemos si existe. Nos sentimos especiales en ese mundo virtual por tener muchos amigos a los que no podemos tocar, pero cuando apagamos el móvil nos quedamos a oscuras.

Quede claro: este blog, el Facebook donde me paseo, o el Instagram , para mi son sólo una manera de pasarlo bien.  El ser hacia afuera no me hace  olvidar lo que soy,  lo virtual no es mi realidad , y  que a un click sé que tengo el mundo tras una pantalla, pero el cristal no toca ni sonríe, ni me escucha ni  ama.


jueves, 25 de junio de 2020

QUE SE PUEDE.

Se puede estar cerca sin estar tocando, que un pecho es un refugio, un amigo un milagro  y quien te hace feliz, un regalo inesperado.

Que puede no haber charla más sincera que un silencio compartido, que no hay respuesta para todo y sí preguntas que sobran, que muchos grandes recuerdos caben en un suspiro.

Que se apoya sin juzgar. Que no se espera eternamente, algo roto no se arregla, lo no demostrado no cuenta y no siempre hay que ser valiente.

Que las palabras no dichas son como el tren que has perdido,  dejan de tener sentido, el tiempo corre aunque nos parezca infinito, que no todo es posible y que lo grande de la vida son los pequeños sueños cumplidos.

Vivir es decidir a cada paso, apostar todo a ti, quererte cada vez más, distinguir error de fracaso; apartarse de lo que daña, de lo políticamente correcto, aprender a soltar lastre y enfrentarse al espejo.

Que lo que no se vive se muere, que la felicidad son momentos, que vivir es una gran historia y todo lo demás son cuentos.



Y SI NO, PUES VALE

Desde pequeños vivimos rodeados de prejuicios  y de unos caminos marcados que nos indican por dónde debemos ir para ser lo que se espera de nosotros.

Lo que otros esperan, claro.

 “Fulanito no es buena compañía”, “estudia esto, que te irá mejor”, " tú serás el hereu " “llevas el pelo muy largo, peínate”, “eso es una locura”…

Son  consejos tan llenos de prejuicios que vienen de personas que, aunque nos quieren, muchas veces no saben de lo que están hablando y nos conocen menos de lo que creen.

Es como si te hubiesen sacado de una cadena de montaje , como a la mayoría, encajándote  el  parachoques, los faros y las luces, la chapa y la pintura. 

En el caso de aceptar esos consejos para agradar a los demás y quedar bien , es cuestión de tiempo que los mandes a la porra y reniegues de todo. Petarás.

Y  cuando vas por  libre empiezas a vivir de verdad tropezando, cayendo y levantándote,  cometiendo locuras inolvidables y errores que no lo son tanto, tomando decisiones, celebrando aciertos, atesorando secretos, llorando decepciones y fabricando recuerdos.

Sin prejuicios es como vives tu propia vida y vas conociendo eso que te hubieras perdido de seguir ciegamente los caminos marcados por papi, mami , o quien sea.

 El  “porque sí” y “porque no” ya son razones de peso, en el que si te hace feliz te vale y en el que las ganas ganan a los miedos.

Y si sale bien, pues vale.  Y si no, pues vale.


miércoles, 24 de junio de 2020

BAILAR : UNA METÁFORA.

El baile  es un arte y una metáfora muy potente sobre nosotros.

Lo que es maravilloso  del baile es la capacidad que tiene el bailarín de transfigurar el esfuerzo en gracia. Es decir, de hacer esos dibujos físicos como sin darse un pijo de importancia.

Cuándo veis a un bailarín haciendo barra, es un espectáculo penoso y patético. Están sudando, están llenos de tiritas, les duelen los pies…

Cuando  un bailarín de ballet levanta y lleva al vuelo a su paternaire por el escenerio en un "pas de deux" nos parece tan fuerte como Atlas , pero cualquier bailarina podría explicarte que mucho de ello está en saber como dejarte llevar.

Ah, amigo, pero lo importante es que lo que están haciendo ahí les permite que, al  salir  a danzar , parezca que no tienen cuerpo, es decir. Que su cuerpo está  transfigurado por la música.

Y entonces,  es una  caligrafía de soltura, un dibujo a mano alzada
de ligereza… que no se nota el esfuerzo.

Esa es una experiencia que no solo se da en el baile, sino que se puede dar en muchas cosas. Se puede dar en tu manera de trabajar como comercial,  por ejemplo , que no se nota el esfuerzo de horas y horas de gastar suelas de zapatos...¡ en todas las profesiones se puede hacer arte !

 Claro que has tenido que trabajártelo. Es algo que puede hacerse en la relación amorosa. Por supuesto  que toda relación amorosa exige esfuerzo, pero que no se note. Hay una especie como de gracia , como de señorío , que es la belleza en movimiento.

Lo estoy haciendo de una manera en la que parece que tu cuerpo no pesa, que pensar no cuesta, que me he entrenado mucho, y entonces las cosas se hacen con ligereza.

Desde este punto de vista, el siguiente paso es que después de la muerte , liberada el alma del cuerpo, parece lógico que bailemos en otro lugar que llaman cielo.


martes, 23 de junio de 2020

BRINDIS.

Uno poco a poco  se ha ido  conociendo  a sí mismo. Y ahora toca brindar por este martes más martes que ninguno.

Brindo por ti , para que aflojes la rienda del corazón y se desboque, que ya le sangra el bocado. 

Brindo por ti que tienes ganas de y no te atreves, para que hagas como de niño, que saltaste desde ese trampolín  gritando  " ¡mira, papa!

Brindo  por esa mujer que sigue  creciendo  esquivando las rutinas y que cuando su hija le dice " papá es raro, verdad mamá?"  contesta " sí hija, papá es muy raro ".

Brindo por ese cura  que a pesar de todo , de él, de su Iglesia y  esos beat@s que les corroen los escrúpulos sigue  creyendo que hay un Dios que  le empuja el columpio de su  vocación.

Brindo por ti, que siempre vas  detrás de lo que sientes. Que palmas  cada dos por tres  y aqui estás.

Brindo por tus tormentas, tus desiertos, tus huracanes. Tus naufragios , los atajos que te llevaron a ninguna parte.

Brindo por tus cornadas, tus cicatrices  y tus blasfemias. Por tus fracasos y tus mentiras.

Brindo porque  no te explicas como cantas  aún.

Uno  sabe lo vulnerable que es, lo  fácil que  resulta caer  , sobre todo si uno pone todo lo que hay que poner, sin medida .

A uno le gusta bailar  de verdad y muchas mañanas lo hago . A uno le gusta  beber a morro y sin respirar . Besar  hasta desgastar.  Hablar  sin desmayo y contar historias.   A uno le pasa enamorarse a lo bestia y decir tonterías si a una farola le ponen una falda...

 Y cuando pones tanto en todas esas cosas lo más normal es que salgas corneado , vapuleado, y volteado .

No pasa nada.  La vida es así, ¡chin chin!







lunes, 22 de junio de 2020

OTRA VEZ, OTRA CERILLA.

Ayer por la noche sonó una balada de Van Morrison. La abracé y  bailamos.

Recordé otra noche. Llovía. Veníamos de un pub en San Cristobal de Entreviñas.  Regresando nos perdimos y fuimos a parar a orillas del río Esla.  Salimos fuera del coche a mirar lo oscuro, escuchar el sonido de las aguas, el viento. Del auto se oía  esta misma canción. También bailamos.

Aquella noche, lo mismo que ayer, pensaba que la mayoría de las personas tienen una vocación . Una llamada para el amor, y para  la vida:  esa  mujer, esas inclinaciones que aparecen no se sabe cómo . El amor anda  dentro de nosotros como las astillas a la espera de una cerilla. Aquella noche , bailando, era tan feliz, tan completo, que estaba convencido que el destino venía con cerilla encendida.

Y  daba gracias a Dios de que los trillones de posibilidades  del Universo nos hubieran reunido en la misma ciudad, en ese bar, en Matilla de Arzón,  y en el mismo tiempo.

Bailábamos. Y al recordar esa otra noche  tuve miedo. Pensaba que, otra vez, otra cerilla. Y que también podía irse a la mierda todo...ella, yo...los dos.

Pensaba, y lo deseo con toda mi alma, que lo que más quería estaba allí, en mis brazos: ella, los bosques de Teaño, libros, música, paz, y pasear, leer, escribir, ayudar a gente..y el miedo a que todo saltase por los aires, otra vez. 

- ¿ Te pasa algo?

- No es nada. Cosas mías.

domingo, 21 de junio de 2020

SE ACABÓ LO DE INVITAR GENTE A MI CASA.

En las fiestas rondaba por las esquinas de las habitaciónes como un maitre de alto nivel, actuando con cortesía pero sin participar en absoluto.

La mayoría de los seres humanos le aburrían mortalmente.Tenía una espantosa falta de interés en ellos y sus cosas. La hospitalidad era sólo un instrumento, una aburrida conveniencia para seguirle la corriente a su mujer, que sólo pensaba en estrategias para ayudarlo a él a ascender.


Esa  mujer que ha sabido elevar con su marido en la nueva vida social, y sabe estar, sabe sonreír, se cuida, elige sus nuevas amistades, incluso sabe dejarse besar la mano con naturalidad por ridículos seres humanos que se llaman Seabastián.  

Se dio cuenta que su esposa le había llevado, ¿ manipulado?,  de dos maneras. Teniéndolo de forma que todo el mundo lo sepa, y teniéndolo   sin que nadie lo sepa. Un marido se tiene de esas dos formas, y de muchas otras.

Lo había tenido como un chal de armiño que acaricia cálidamente los hombros, que se lleva unas veces a la derecha, otras a la izquierda, y que presiona un poco más o menos  en forma de mohín, de mirada suplicante o sonrisa picaruela.

Lo había tenido de tal manera que una está convencida que sólo gracias a ella él está donde está. ¡Si es un adefesio, y un despistado!...¡ay, si no fuera por mi!

Lo había tenido controlado, sabiendo dónde está mañana, tarde y noche; qué hace los fines de semana, los sábados, los domingos. Incluso qué sueña y cómo lo sueña.

Se puede saber cuánta gente le conoce y cómo. Si le conoce mucha gente, tiene dinero y buena fama. Entonces, al tener al marido, se tiene el dinero y la fama. Eso, la verdad, cubre más que un chal, y da más calor, pero en órbitas más amplias en un solo eje de rotación : ella.

Lo había tenido  como una tarjeta de crédito, como una póliza de seguros, como una cubertería de plata o un juego de recursos financieros. Como una agencia de viajes, como un mayordomo, como una lanzadera espacial, como vehículo y acompañante para dar paseos por ambientes salvajes, científicos, desérticos, populares, para describir órbitas más amplias, innumerables, excéntricas.

Cuando se tiene un marido así, se tiene algo de qué presumir, de marcarse folio, de pisar moqueta, y se puede presumir de tenerlo más de lo que lo tienen otras mujeres: de poseer un dominio completo de sus gustos, habilidades, pánicos, fijaciones obsesivas, vicios ocultos, costumbres alimenticias, modos de bostezar, faltas de educación habituales tipo pedorretas, regüeldos y cochinadas domésticas de distinto sentido.

Que los ricos también tienen, no te pienses.

Tenerlo es también la posibilidad de vestirlo, enseñarlo, tranquilizarlo, asustarlo, confortarlo, hundirlo, encargarle que recoja a los niños y que vea qué le pasa al coche.

Lo tenía de tal manera que también podía meterle el dedo en la nariz, hurgarle y decirle “ tienes un moquín , cariño”. Es ponerle una fragancia de diseño, distinta y distinguida. Tenerlo puede ser tenerlo como un niño con una bata y un imperdible enorme con el nombre de él en una cartela .

Poco tiempo después de la muerte de su mujer dijo a sus hijos " ¡ se acabó lo de invitar gente a mi casa para siempre!

Un año después se casó con la chica de servicio. Se fueron lejos y nunca más asistió a reunión alguna.



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Se acualizó el blog de La Recomposición de la Crisma, AQUÍ.



sábado, 20 de junio de 2020

INMORTALES A PESAR DE TODO.

Se ha dicho de muchas maneras. Eso de que no mueres mientras permanece en la memoria de otros y, en cierto modo es así. 

Por eso hay tantas personas en nuestras vidas que son  inmortales porque siguen estando presentes en la memoria y en el corazón.

A mi me ha sucedido con mi padre , con el que me costó entenderme. Ese  proceso de atravesar el silencio que dejó , de desenredar las tramas que tejieron su personalidad, que es la mía, es una manera de traer su vida de nuevo a la vida, eso nos ofrece más claridad sobre y conocimiento de uno.

Ellos ya no están pero dejaron aquí sus actos. Incluso los que no entendimos.

Me considero creyente, aunque he de reconocer que a veces tengo mis dudas, y que mi fe se ha ido desprendiendo de muchas tonterías. Ya no me cabe el traje de de primera comunión y sus verdades . Todo es mucho más sencillo.

La única vida que tenemos es esta. Un viaje de ida que desconocemos la stazione termini , y pienso que no es mala idea ir creando nuestra propia parcela de inmortalidad al igual que otras personas se han hecho de alguna forma inmortales en nosotros. 

No me refiero a esas que parece  que debemos querer o admirar, padres , hermanos,  esposa o hijos, que sí, pero no. 

Para muchos  esos vínculos no son tan fuertes ni ese amor tan real sino una mera costumbre y hasta que no logran salir de ese convencionalismo andan en tierra de nadie.

¿Por qué nos sentimos tan mal cuando no queremos a quien se supone debemos querer? ¿Por qué nos juzgamos y buscamos el fallo en nosotros y no pensamos que, sencillamente, una cosa es la costumbre y el cariño y otra el amor real? Nos sentimos malos hijos, malos hermanos o malos familiares por no sentir como parece que siente el resto. 

Lo que no sabemos es si realmente el resto siente ese afecto profundo de verdad o está representando el papel que le asignaron en un principio.  Conozco familias que dan un poco de cosa nadar en la ciénaga de sus intereses.

Tenemos personalidad propia. Las potencias del alma son tres, memoria, entendimiento y voluntad, y con las de los demás se convive, se malvive, se ama o se odia, se juega o se pelea, , se escribe la historia. 

Y esa personalidad también se ha ido formando y completando con lo que otros han ido dejando en nuestra vida. Son esas personas importantes, sean quienes sean y lleguen a nuestra vida en el momento en que lleguen, que han sido capaces de dejarnos una huella imborrable que quedará en nosotros hasta el final de nuestros días; esa será su parte inmortal. 

Y siguen viviendo una parte de los que ya no están, forman parte de lo que somos y, probablemente, nosotros seguiremos manteniendo esa inmortalidad al transmitírselo a otros.

Me gusta pensar que esas personas que tan importantes fueron para mí, que tanto lloré cuando fallecieron y a las que tanto echo de menos, nunca se han ido del todo por lo que han dejado en mí. Ahí se hicieron inmortales aunque ellos nunca fueran conscientes.

No basta con plantar un árbol, escribir un libro y tener un hijo porque puede que el árbol se seque, que nadie lea el libro y que el hijo se  entregue en celibato apostólico y no quiera saber nada de nosotros. Se trata de dejar huella sin pisar, recuerdos imborrables, principios que no acaben y promesas cumplidas; que tengamos siempre una habitación con vistas en el recuerdo de quien nos quiso sin obligaciones ni ataduras sino con los vínculos más reales y fuertes que son los que forja la libertad. 


viernes, 19 de junio de 2020

PEGANDO LOS TROCITOS QUE AQUÍ VES.

Pobrecito. 

¿ Te crees que es fácil recomponer los trozos de tu Suso roto, uno a uno, a la misma velocidad de esos puzles que se venden en los chinos, con sus piezas exactas y el modelo original a la vista?

No. Un ser humano como tú, con sus doscientos huesitos y seiscientos musculitos y los kilómetros de nervios, y la sangre, y las cicatrices, y el cerebro de chorlito   balanceándose dentro de tu cuerpo, cuando se cae y se rompe, y se desparrama todo, nunca encuentra todas las piezas en el suelo.

Te pongas como te pongas  por más que busques y por más que mires aquí y allá. Y las que encuentras ya no encajan por culpa del golpe. 

¿Y además cuál es el modelo que quieres recuperar, a ver, acaso puedes recordar bien el adulto que eras antes de romperte? ¡ Si vivías a una velocidad que no eras capaz de saber qué llevabas contigo!

Te diré más: ¿acaso fuiste alguna vez un adulto entero, sin ningún golpe siquiera, acaso existió ese adulto completo? ¡ Pero si estabas a medio cocer !

Recomponer un adulto roto con un cerebro tan chutao y tan cambiante como el tuyo puede ser muy divertido.

¿Y estás seguro de que vale la pena pegar y recomponer todo ese tú de mierda? ¡Si sabrás tú ni medio centímetro sobre ti mismo!

¿Y si lo dejas estar y vuelves a empezar con lo que puedas recoger de esa parte que hay en el suelo?


jueves, 18 de junio de 2020

HOY ME DOY CUENTA.

Hoy me doy cuenta.

Cuántas veces he pensado, ahora, cuando está la vela acercándose al pábilo y ya es demasiado tarde para intentar nada, que si yo fuera un verdadero tigre del Example ( así nos llamábamos en el club Bauprés, en Barcelona) , un hombre de verdad, que supiera dirigirse directamente hacia su presa con la garra directa al cuello de la vida ,  y no este hombre de broma que soy.

Si yo hubiera sabido sopesar las situaciones o pararme más de un minuto seguido en el mismo tema, si hubiese dedicado años a especializarme en algo que de verdad me gustase, o me hubiese hecho ganar dinero  en lugar de paladear todos los manjares y visitar frívolamente todas las mesas,  picando de aquí y de allá,  yendo de flor en flor, perezoso, soñador, divertido de lo que de verdad importaba, ¡entonces qué  tío hubiese sido! ¡entonces sí que deberíais compraros unos ojos y unos oídos  nuevos para leer mis libros, o escuchar mis canciones, o envidiaríais mi posición y prestigio , ahora transformados en estrellas de nueve puntas! 

Pero después pienso justamente lo contrario: en realidad, si yo hubiera sido esa persona solvente, ese tío que va como diciendo " yo y mi pecho somos uno!",  ¡apartaos!,  seguro que habría dedicado mi vida a algún objetivo y no a hacer lo que he hecho, que es preciosamente eso, divertirme, ir de aquí para allá, componer y cantar  mierdas de canciones , escribir tonterías, que es  la ocupación de los que odiamos los objetivos. 

Quién que sirva para la vida se iba a esconder en un proyecto de hombre hecho a sí mismo, exitoso y pagado  de sí mismo.

Yo no.



miércoles, 17 de junio de 2020

COMO UN PRINGAO.

Pienso como un pringao, visto como un pringao y hasta camino como un pringao, con andares cheposos,  pero no soy un pringao. 

No lo soy porque conservo la necesidad de que me miren, de dar el cante, de contar con un auditorio que me aplauda o me riña o me tire cacahuetes. 

Y así ha sido desde bien pequeño. Que le voy a hacer. Es de cuna.

Hasta un punto , porque hay un "hasta aquí llegó la riada", ojo: no vale todo, ni me sirve cualquier cacahué, ni palmaditas en la espalda, o hacer reír a gilipollas ...por un quítame allá unas pajas, lo que se dice por nada,  he mandado a tomal pol saco presentes que me han llevado a volver a empezar por gilipollas. Esta vez sí, por gilipollas yo.

Una vez fui llamado al despacho de  una alta directora de Fomento.La señora  estaba mosca conmigo por el cachondeo que le había liado en una reunión de subdirectores de todos los colegios de Primaria del grupo. Ella dirigía todos los proyectos educativos. Unos proyectos ideados por una ameba. Y no sigo que me enciendo. Me llama a su despacho, digo, y me hace sentar. Sonríe. Es de esas mujeres que al sonreír se le araña la cara avinagrada y se le forman una arrugas cuarteadas , como la tierra de los Monegros. Me mira de hito en hito. Como si me encomendase. Yo espero sentado, como un vaquero en medio de la calle,  con las manos en las culatas de mi revolver, " ¡saca, saca!" , pienso. Y dispara:

- ¿ Tú crees en el  Proyecto, Suso?

Silencio. Esa pregunta no tenía más que dos posibles respuestas: sí, o no. La miro. Me mira. Espera como la que acaba de decir " ¿renunciáis a Satanás?". Me juego el puesto. 

- No.

- ¿ Así, sólo no? - pregunta.

-  No, coño.

¿Por qué contesté que no? Muy fácil. Me estaba viendo en una película. Esa misma escena la veía sentado en un cine y  yo , desde la oscuridad de la sala, decía " ¡di que no, joder, mándale a la mierda!

Me pierde la vanidad. 

Mi padre me advertía " hijo, ten miedo al ridículo". 

De santo no tengo nada. Sin duda uno de mis peores defectos, es ese afán de ser mirado lo que impide que me descuelgue de la sociedad, lo que me mantiene a flote. Todo el Barullo, el facebook,  el Instagram, las canciones, los chistes,  lo que pienso, lo que hago, lo que imagino, todo es vanidad.

Y así me va.




martes, 16 de junio de 2020

LO QUE SEA.

En su diario, Mircea Eliade refiere la historia que le contó un joven francés escapado del campo de concentración de Buchenwald.

Ese joven le dijo que los nazis metían en la estufa de desinfección a los prisioneros que tenían piojos, por lo que los piojosos no trabajaban en todo el día.

O sea, que un día sin trabajar era una bendición,. ¡Un día más de vida!

Pronto surgió un mercado negro de piojos que los prisioneros compraban a un marco cada uno. Los compradores, luego, hacían todo lo posible por que se notara que tenían piojos, claro, para que los nazis les dieran ese “día libre” en la estufa de desinfección.

Así somos.

Esa actitud conmueve cuando es la excusa para arrancar una día al amor. Sé de qué hablo.

En este momento hay seis mil cuatrocientos setenta millones, ochocientos dieciocho mil, seiscientos setenta y un habitantes en el mundo. Algunos huyen asustados. Otros vuelven a casa. Algunos cuentan mentiras para poder sobrevivir. Otros se enfrentan a la verdad. Algunos son hombres malos en guerra contra el bien. Y algunos son buenos, y luchan contra el mal. Seis mil millones de personas en el mundo. Seis mil millones de almas.

Y a veces solo necesitas a una. Y por esa una haces lo que sea. Lo que sea.


domingo, 14 de junio de 2020

TWITER ON FIRE: MIEDO.

Sobre el adoquinado  de Twiter corre el lagarto de la aventura personal, o el sapo de la delación, el ave tiñosa de la calumnia, la víbora de la envidia , la tortuga estúpida del fanatismo, la mierda de las ideologías. 

Todo muy confuso, también apasionante y anestesiante. Cuando se levanta la veda del prójimo todo el mundo pierde el norte y se desorienta, unos más que otros pero no más el cazado que el cazador, y la montería comienza con el olvido y el desprecio de las normas.

No se respeta ni  el dolor ni el valor. Se dispara a todo lo que se mueve, se rinde culto al odio, a veces recién estrenado, se establece un atroz pugilato de crueles bajezas y se adormecen las conciencias con solemnes demagogias.

Noto en la gente, me refiero a la que conozco y hablo en Cruz Roja cada lunes, miedo. Mucho miedo.

El miedo crece dentro de las cabezas sin que nadie le empuje, y se nutre de miedo, se receba de miedo, se anega en miedo. El primer síntoma de la derrota es sentirse desbordado por el miedo, atenazado por el miedo y cocido en su propia y amarga salsa.

¿Miedo a qué?, al miedo, o sea, a la incertidumbre.

Esto se está poniendo muy feo.  ¡ Qué ganas de desparecer!
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AYER SE ACTUALIZÓ AQUÍ

sábado, 13 de junio de 2020

RECUERDOS DE LOS JESUÍTAS DE ZARAGOZA.

La memoria no es plana como el culo de una sartén sino que va haciendo vueltas y revueltas ,  vientres y nodos, altos y bajos, cumbres altaneras, e incluso simas y lodazales espantosos. 

Lo escribo porque hoy se me han amontonado en la mente, sin previo aviso, también sin orden ni concierto, recuerdos que no sabía siquiera donde andaban, ni en que limbo dormnían.

Me acordé del hermano Urdániz,  del colegio del Salvador de Zaragoza. Un navarro de pinta cuartelera, peinado a cepillo, alto, enjuto, seco y lembreño, que gustaba de sobarnos  la nalga metiendo mano por la p ernera del pantalón. Tenía voz atiplada , mirada de euskaldún, los ojos muy parecidos a los de  Arnaldo Otegui.

Nos llamaba a leer junto a él en la mesa del profesor. Allí pescaba trucha culete mientras uno  recitaba. Uno se dejaba hacer. Porque  Urdániz tendría voz de esposa del Córdero, pero manos de pelotari, deporte que jugaba en el frontón del colegio, y soltaba unas bofetadas a mano abierta que te dejaban viendo a Napoleón en minifalda. 

Otro cura muy especial que recuerdo es el padre Pérez. Era el prefecto de Disciplina. Con ese título podéis imaginar como las gastaba. Era bajito y malintencionado, como casi todos los bajitos que he conocido, que son raza muy susceptible. Éste Pérez perdía los estribos con frecuencia  y una vez fuera de sí podía pasar cualquier cosa. Una vez  entró en clase y preguntó quién había sido el que había sacado la leona disecada de la vitrina al pasillo  ( en el colegio había una especie de zoo con piezas disecadas que habían enviado antiguos alumnos y misioneros al colegio). Nadie respondió. 

Pérez no se andaba con chiquitas, dicho esto sin ánimo de señalar. Se quitó la sotana y se paseó dando usties a mano abierta alumno por alumno, fila por fila.  Así era Pérez.

Otro cura inolvidable era el padre Cavero. 

De éste sé por un sacerdote numerario que le convenció de que se hiciese del opus dei. Se fueron los dos al director del colegio Mayor Miraflores  con la idea de pedir la admisión a la obra. Al parecer Cavero iba vestidos de laico.

- Muy bien - dijo el ditrector....¿ y qué te lleva a ti a descubrir la vocación al opus dei?

- Pues , verá, soy jesuíta, y al conocer su carisma me he dado cuenta que  mi vocación se complementa muy bien con la de usredes y....

- ¿ Cómo?...¿ jesuíta ha dicho?....

Podéis imaginar como terminó la entrevista...

Este Cavero me dio clase en sexto de bachiller. Impartía Historia del Arte. Disfrutaba usando un puntero de madera para señalar  obras de arte, normalmente  mostraba  cuadros e imagenes de desnudos que aliñaba con explicaciones muy subidas de tono..." miren qué teticas tenía  la Venus Caliopígica"...

Cuando se enfadaba era tremendo " maleantes,  cafres, gente hirsuta !, ¡¡¡ mecaguén su madre cuando era cría!!!". Entonces no respiraba nadie.

Un día me sacó al encerado - él le llamaba así a la pizarra-  y me dice " a ver , Mendive,  identifique  estas diapositiva.

Mientras voy hablando de las fliminas que van discurriendo  en la pantalla,  Cavero pasaba  el  puntero por mi culete, acariciándolo y dando unos golpecitos de vez en cuando en las nalgas. Como muy cariñoso. Imposible seguir hablando. Así que paro, lo miro y me quedo callado.
Él sigue acariciando con la puntita del puntero. Nos miramos en silencio. La clase, expectante, se ríe

- Siga , Mendive, siga.

- ¡ Ay, maricón, maricón! - le digo divertido

Oír eso , levantarse, y ponerse como Moisés al ver al pueblo elegido adorando al Becerro de oro fue lo mismo. Me vareó de lo lindo. Gritaba, " ¡ cómo que maricón!...¡¡¡maricón su padree cuando era críoooooo!!!...¡¡¡no corra, Mendive, no corra!!!...

No penséis que estaba enfadado...¡qué va!, estaba como una cabra.

Yo creo, lo descubrí después, que eso lo hace un celibato mal llevado. Que  le vuelve raro al casto sin convicción, raro al raro. 

Yo sé lo que me digo.






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Hay nueva entrada en la Recomposición de la Crisma....AQUÍ.

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viernes, 12 de junio de 2020

ANTES DE QUE LLEGARAS.

Para sanarte de cualquier enfermedad, ya sea física o moral, necesitas querer ser curado. Tienes que soñarla con todas tus fuerzas. El “tu fe te ha salvado” sigue siendo la razón que explica nuestros logros.

Nadie triunfa más allá de sus sueños más fantásticos, a menos que comience teniendo sueños fantásticos,

Probablemente, la razón de haberte conocido fue que hace mucho tiempo te había imaginado tal y como eras...luego llegaste tú.

Uno, en el rincón de pensar, imaginaba.




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jueves, 11 de junio de 2020

AHORA SÍ PUEDES.

He conocido niños heridos, y han crecido así, con unas carencias profundísimas. 

No fueron bienvenidos al mundo porque nadie les esperaba. 

Nadie les festejó ni mucho ni poco  que estuvieran allí. 

No les prepararon un lugar especial donde vivir. 

Ni se alegraban que fueran como eran. 

No escucharon la frase “no te abandonaré, pase lo que pase”. 

Ni oyeron unos labios que dijeran “me alegra mucho que seas un niño (o una niña). 

O “me gusta alimentarte, bañarte, cambiarte los pañales y pasar el tiempo contigo”. 

Hoy, en la enfermedad, cuando han pasado muchos años desde aquellos días de la infancia, podemos aliviar y sanar esas carencias, porque el niñ@ sigue allí, paciente en su dolor y su miedo. 

Hoy podemos pasar a positivas esas frases que no escucharon: me gusta alimentarte, estar a tu lado,  pasar el tiempo contigo...



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Pienso que es la mejor forma de que , el que quiera, o la que quiera, o el que quiera limpiarse los mocos ( que también hay...sigue el odiador insistente). 

Así , cada uno personaliza su  particular documento, y nos sale más barato.

Gracias.

miércoles, 10 de junio de 2020

ESA MARAVILLOSA MANERA DE AMAR SIN PREJUICIOS.

Lo que me admira de una obra bien hecha no es su perfección, quizás esa es la razón de mi rechazo a ciertas personalidades ridículas en su absurda excelencia.

Lo que admiro es el poder del amor que vibra en una labor humana. No se trata de un amor sensiblero, cursi, dulzón. El amor - ¡bien lo sé!- es de una dureza y solidez de acero.

Como esa paciente de E.L.A. que me decía el viernes que iba a bailar al casal con su marido en silla de ruedas. Una vez en la pista (“damos pena, la verdad...¡no sé qué pensará la gente!”) , se incorporaba y bailaba con la torpeza de sus últimos pasos.

Alguien pensó que nunca se debería escribir ni una sola frase que no se pudiera susurrar al oído de un agonizante. Pues bien, a eso me refiero: nunca se debería , no sólo escribir...cantar, bailar, pintar, fotografiar, esculpir, trabajar, rezar, sin poderlo susurrar al oído de un agonizante.

Y, en el fondo, todos estamos agonizando. 

Ayer...bueno, la verdad es que es algo que me sucede todos los días, ,  sentí que soy de todos esos momentos que echo de menos.Y siempre en esos momentos hay personas.





martes, 9 de junio de 2020

COSAS MÍAS.

Estos días le he dado vueltas a la amistad.

Hay que entender que muchas veces el amigo no es tal.  Es un conocido.

Nos aterroriza perder a quien no tenías, que terminen historias que no empezaron, salir de una zona de confort que nos da alergia y que deje de ocurrir eso que hemos inventado.

Pero de amistad nada de nada.  Una apariencia.

Tenemos una imaginación a prueba de bombas alentada por la inseguridad  y el no saber estar con uno mismo.

Esa imaginación que inventa mil excusas para seguir creyendo cuando ya no hay fe,  y nos hace creer que el eco es una respuesta de otro.

Los seres humanos somos expertos en engañarnos a nosotros mismos para no sufrir.

 Interpretamos como un sí lo que ni siquiera es un quizás y dibujamos un trampantojo sobre una realidad que en muchas ocasiones se cae a trozos.

¡Cuánta gente sin darnos cuenta sufre  en diferido, centrífuga la yogurtera de su tristeza y usa anteojeras para no ver lo que ocurre alrededor.

Algunos tratando de mantener cerca lo que se aleja o ya no está.