domingo, 31 de julio de 2022

EL PAPA.

Este Papa , la verdad, no tiene mis simpatías, pero qué se le va a hacer, es el que nos ha tocado.


El Papa Francisco, con esa finezza con la que dicen las cosas en el Vaticano que te obliga leer entre líneas a ver qué coño quiere decir,   asegura que, por parte de la Santa Sede y de las comunidades católicas locales, hay «un deseo concreto de promover las culturas indígenas, con caminos espirituales especiales», en el respeto de las tradiciones culturales, costumbres, lenguas y procesos educativos propios y en el «espíritu de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas». 


Entendiendo demasiado bien lo que trata de decirnos,  todo este indigenismo, tan condenado en otros tiempos por los antecesores del Papa Francisco, dando a entender que el evangelio, y su predicación, es una forma de intromisión en otras culturas. 


En este viaje papal a Canadá no han faltado las continuas referencias a la agenda 2030 que se ha convertido en el centro de la predicación del Papa Francisco:  los «grandes desafíos de hoy», la paz, el cambio climático, los efectos de la pandemia y la migración internacional, que «son globales, afectan a todos». 


Esto no es intromisión cultural. Masónico, se mire por donde se mire.


Crítica a los mismos que parece querer contentar y obedecer: «no a las conveniencias inmediatas, a los plazos electorales, al apoyo de los lobbies». Y siempre acompañado de agotador y vomitivo buenismo de «potenciar los deseos de fraternidad, justicia y paz» de los jóvenes.


Insisto, masónico mensaje , pata negra.


Puede que no seas totalmente culpable si comes comida envenenada, pero el veneno tendrá su efecto.  


La Iglesia Católica tiene el mandato fundacional:  «Id por todo el mundo, predicad el Evangelio a toda criatura» . Gracias a este mandato, la Iglesia también ha civilizado a los pueblos de las dos Américas, inmersos en el paganismo y la barbarie. Los hechiceros convencieron a los indios de que la presencia de los padres provocaba sequías, epidemias y toda otra desgracia. Reconocían que estaban ante hombres excepcionales y por eso arrancaban sus corazones,  bebiendo la sangre, para asimilar su fuerza y ​​coraje. En este viaje no tenemos ni palabra de todo esto cayendo en los tópicos de ‘indio bueno’ , ‘hombre blanco malo’.


Y lo que a uno le ha dejado acojonado, pero así, a co jo na do, es la aceptación infundada, y plenamente aceptada por el Papa Francisco, de acusar a la Iglesia Católica de haber participado en un plan de exterminio cultural de los pueblos originarios, cuyos jóvenes eran secuestrados de sus familias, adoctrinados y en ocasiones sometidos a abusos, para ser «asimilados» por los dominantes. 


Los investigadores,  a pesar de los 71 millones de dólares recibidos, trabajaron siete años, sin encontrar hueso que roer.


La acusación de «genocidio cultural» ha pasado a la de «genocidio físico» con la hipótesis de  fosas comunes, incluso sin haber realizado una sola excavación, y afirman que «cientos de niños» fueron «asesinados» y «enterrados en secreto» en «fosas comunes» o en lugares irregulares,  en los terrenos de las «escuelas católicas» en todo «Canadá» y todo esto sin  exhumar un solo  cadáver. 


El historiador Jacques Rouillard, de la Universidad de Montreal, niega categóricamente el genocidio cultural y físico de los indígenas canadienses, negando la existencia de fosas comunes en las escuelas residenciales. Está convencido de que, detrás de todo, solo hay un intento de compensación millonaria.  


Detrás de los colegios solo hay cementerios sencillos, donde fueron enterrados los estudiantes de la escuela, pero también miembros de la comunidad local y los mismos misioneros. “Es increíble que una investigación preliminar sobre una supuesta fosa común en un huerto pudiera haber llevado a tal espiral de afirmaciones avaladas por el gobierno canadiense y retomadas por los medios de comunicación de todo el mundo».


En fin, rezo para que este hombre Dios se lo lleve con Él, por los siglos de los siglos.




sábado, 30 de julio de 2022

PLEGARIA

No sé a dónde ir, no hablo con nadie. No tengo nada que decir.


No tengo la menor idea de lo que busco
ni de lo que quiero encontrar, pero te quiero.



viernes, 29 de julio de 2022

LLENO DE RUIDOS.

Ayer supe quién es el que pensaba que era el odiador. ¡ Tantos años y ahora resulta que lo conozco!


La verdad es que estoy perplejo con este hombre, y más ahora, que le pongo cara. ¡Cómo cambian las cosas cuando ves el rostro del anónimo que se parapeta detrás de un sin nombre!


Resulta que lo conozco, y mucho. Y, no salgo de mi asombro, pues siempre conmigo se presentaba como buen amigo. He estado en su casa unas cuantas veces , conozco a sus hijas, una me adora, En fin...¿qué puedo hacer?.. ¿ Vale la pena denunciar a este hombre y hacer daño gente que no entenderían lo que esta gusanera lleva dentro. Porque me extrañaría mucho que en su familia supiesen de su...¿odio? No, no es odio, que es lo que más me ha sorprendido de saber quién su autor. Es envidia. Resulta que todo es por...¡envidia! 


Había un rey que quería saber qué era peor, si ser codicioso o ser envidioso; entonces tomó a dos personas y les dijo: "A uno le daré todo lo que me pida pero al otro le daré el doble."


Entonces el envidioso dijo: "A ver si entendí bien rey, ¿todo lo que te pida me lo darás pero al otro le darás el doble?".


“Correcto!” , dijo el rey.


Entonces le dijo el envidioso al avaro: "Pida usted primero". El avaro, se resistía , “¡por favor,! "primero están los caballeros." Que sí tú, que yo...Y el envidioso, harto, dijo: "Ok, yo pido primero, que me saquen un ojo.".


Siento, a veces, la envidia muy cerca en el Barullo, y da miedo.


¿Quién dijo eso de que el silencio de los envidiosos está lleno de ruidos?.


Y con esto damos a este hombre por muerto y enterrado en el Barullo.




jueves, 28 de julio de 2022

EN TABLAS.

Un buen amigo con el que comparto gimnasio , antes de ir a trabajar unos meses a un barco a  las   Seychelles, me aconsejó " pase lo que pase, no dejes que "el viejazo "  se te meta dentro.


Los argentinos dicen que el "viejazo" te agarra cuando por fin sucumbes a la ansiedad de la edad , a la conciencia de tu finitud.


Cuando presentía cercano su final Pedro Lombardía , devastado por un cáncer de pulmón, le preguntaron cómo se sentía".


- Como un toro. En tablas.


Parece que el toro al morir tiende a irse a tablas. Son  querencias naturales. A veces esas tablas  se encuentran situadas en la zona de los toriles, porque por ahí ha salido el toro de los corrales, que es donde ha pasado el tiempo antes de saltar al ruedo.


Otras querencias podrían  ser la puerta de arrastre, por donde llega el olor a sangre que despide algún  lugar del ruedo donde el toro recuerde probablemente, que ha descansado.


Sea como fuese , Pedro quería estarse en lugar solitario. Y tranquilo. 


Para el argentino el "viejazo"  es un modo de saber que ya no eres imprescindible. No me toquéis los cojones, no me interesa para nada los que os lleváis entre manos, no quiero más que aprovechar el tiempo que me quede en hacer lo que a mi gente le pueda hacer feliz. 


Poco a poco , uno también se irá a tablas, a recordar mi infancia, cuando era bueno y era guapo. A rezarme mis cosas. A cantar. 


Y mandar a la mierda a algún pesado que no va a parar hasta que me vea cerrar los ojos.




miércoles, 27 de julio de 2022

LUGARES SANOS, LUGARES ENFERMOS

Misterio del ser humano es el lugar donde has nacido.


Parece que es uno , pero resulta que son muchos y de diferentes influencias e identidades. 


Uno, por ejemplo, nació en la Clínica San Antonio,  cerca del barrio de Lasierra Purroy, en Torrero, en Zaragoza. Y en Aragón. Y en España. Y en Europa. Y en  el planeta Tierra.


Pero , además, soy de Barcelona, donde pasé diecisiete años. Y de Lérida. Y de Tarragona. Y de Valladolid, Y de Matilla de Arzón. Y de Tamahú, en Guatemala. Y ahora soy de Cuntis. Galicia. 


Con los distintos lugares donde has nacido hay que tener mucho cuidado, porque algunos son sanos, no tienen especial conciencia de sí mismos y te permiten vivir en todas las direcciones, en libertad y respetando tu forma de pensar.


Oros son tóxicos. Exigen que te comportes con ellos como el muñeco del ventrílocuo y hasta pueden pedirte que les entregues tu vida. 


Para distinguir tus lugares sanos de los tóxicos yo tengo un sistema que no falla: la bandera. Tus lugares tóxicos, aquellos donde existe una presión asfixiante , no para que vivas, sino para que pertenezcas y estés orgulloso de esa manera de hablar, de su bandera, y de sus signos.


Se caracterizan por sus grandes y numerosas banderas, siempre colocadas en un lugar muy visible, con el fin de apelar a tu monstruo irracional. 


También son unos pesados. Muy plastas. Recuerdo al director de un colegio mayor de Barcelona , que es es que el tío era gilipollas, que nos hacía catalanizar las letras de las canciones de tuna para epatar al Horinapla Pujol cuando íbamos a cantarle..."¡¡¡ mosite donam un clavell, donam un clavell de la teva boqueeee!!!"


En los lugares sanos sucede justo lo contrario: ¿conoces la bandera de tu barrio o tu pueblo? ¿Has visto que la gente la coloque en sus balcones? ¿Has visto a alguien llorar por la bandera de las Naciones Unidas? 


Los lugares sanos no necesitan presumir, no necesitan prevalecer, no necesitan uniformar: son lugares que no necesitan bandera.






martes, 26 de julio de 2022

LAS LÁGRIMAS DEL CABALLO.

Para  muchos educar es embridar el caballo blanco de la niñez . 


Todos los  caballos desde  que nacen , y de un modo instintivo, intentan desembarazarse de lo que les pongan encima. 


Algunas personas les sucede  lo mismo. Para muchos profesores, y padres, educar es domesticar.


Del  mismo modo que los caballos se doman para las carreras,  o como tiro del arado en tareas agrícolas,  en el transporte de personas o cargas, hay quien educa para adiestrar en la existencia: el negoci , o la carrera de  la  vida que, para muchos, se parece a la de caballos.


¡Cuántos conozco que han sido domados por papá para que sigan con él en el negocio!


Los dos  procesos se  parecen : se inicia enlazando un potrillo no domado, al que se lo sujeta a un poste de madera clavado en el suelo , se le cubren sus ojos con una prenda. Después se le suele colocar también riendas, brida (con bocado o freno en su boca), estribos y montura. 


En el siguiente paso, el domador monta al animal (portando botas provistas de espuelas) y sus acompañantes al mismo tiempo le quitan al animal la prenda que ocultaba a sus ojos y lo liberan. 


El domador al unísono comienza a azotar con su rebenque las ancas del equino, el cual responde con fuertes sacudidas, corcoveos, saltos, y patas, pero a los 10 o 20 segundos el cansancio lo vence y comienza a dejar de saltar, para pasar seguidamente a obedecer —al comienzo de mala gana— las órdenes de quien lo monta. 


El resto ya  lo intuís...


El éxito en la vida es un caballo blanco cuyo designio nadie puede adivinar. 


Cada un@  somos ese corcel  sin montura ni bocado que , después de recorrer  el parvulario, la escuela, el colegio...después de  ponerte  las riendas, embridarte, colocarte el bocado y el freno , y taparte  los ojos, has dado todas las coces  que has podido, has brincado y, al final, vas al paso que la vida  te ha marcado.


Probablemente  estés donde han querido que estés  , trabajas más o menos donde diseñaron tu futuro y, ¡ no te asustes!, te has casado con la yegua  de la misma hípica.


Los que saben de caballos de carreras dicen que lloran  en la meta. No se sabe si por el esfuerzo de haber ganado, o  por el de la derrota. 


A ti y  a  mi también nos puede suceder: llorar porque sólo eres  un caballo de carreras  que mientras galopas enloquecido   y sientes  los latigazos y las  espuelas del  jockey  atizando sin piedad  tus ancas , recuerdas que naciste Purasangre , libre, con las crines como única brida. 


Y esas lágrimas  las buscas detrás del espejo de la memoria en aquella casa donde naciste, en esas calles de tu niñez ,  en ese parque donde ibas   con tus padres y hermanos a alquilar bicicletas , antes de ir al colegio, antes de que te embridaran con un Dios  que ni era Dios ni era nada, antes de  sentir las puntas estrelladas de los miedos en tu carne, antes del sexo, cuando eras buen@  y  guap@ .


¡Ojalá un día tires al jinete de mierda al suelo, saltes la valla del hipódromo, y galopes hacia el sol como  Bucéfalo!: nunca será  demasiado tarde.






lunes, 25 de julio de 2022

LA RUTA DE LAS ÁGUILAS.

Las águilas viven 70 años, pero a los 40 años tienen que tomar una difícil decisión, sus uñas se vuelven tan largas y flexibles que no puede sujetar a las presas de las cuales se alimenta. El pico, alargado y puntiagudo, se curva demasiado apuntando contra el pecho y ya no le sirve. Sus alas están envejecidas y pesadas en función del gran tamaño de sus plumas, y para entonces, volar se le hace muy difícil.


Tienen dos alternativas: abandonarse y morir, o enfrentarse a un doloroso proceso de renovación, que consiste en volar a un nido en las montañas cerca de una pared, ya que está seguro. El águila comienza a golpear con su pico en la pared con mucha fuerza hasta conseguir arrancárselo. Después esperará el crecimiento de un nuevo pico, con el que se desprenderá una a una sus viejas uñas. Cuando las nuevas garras comienzan a nacer, comenzará a desgarrarse sus desgastadas plumas.


Y después de todos esos largos y dolorosos cinco meses de heridas, cicatrizaciones y crecimiento, logra realizar su famoso vuelo de renovación, renacimiento y festejo para vivir otros treinta años más...


Me envió esta consideración un buen amigo. 


En nuestra vida para continuar un vuelo de victoria muchas veces tenemos que resguardarnos por algún tiempo y comenzar un proceso de renovación.


Debemos desprendernos de costumbres, tradiciones y recuerdos cuyo peso nos impiden avanzar. Solamente libres del pasado podremos aprovechar el resultado valioso que una renovación siempre nos trae.


Renovarse por dentro implica poner orden en el mundo mental, desechando los recuerdos de acontecimientos frustrantes o dolorosos para quedarnos solo con la experiencia de lo que aprendimos.


Para poner en orden, para renovarnos y alzar vuelo, hay que conocernos, saber quienes somos, quién queremos ser   y a donde queremos llegar.


No hay necesidad de adaptarse al problema; existe la posibilidad de librarse de él. Pero el camino es un poco difícil, el camino es un desafío. Es una elección tuya.


Sigamos la ruta de las águilas. Siempre hacia arriba, siempre hacia delante....




domingo, 24 de julio de 2022

MIRADAS UNQUIETANTES.

Nacemos sinceros de  cuna. Prueba de ello es que para  aparentar lo que no somos  los humanos  vamos a escuelas de arte dramático. Hay que ensayar para impostar afectos y formas de ser que no tenemos.  


No son pocos  los que asisten a cursos para aprender cosas como "ganar amigos e  influir  sobre las personas". Muchos másters tratan, de una u otra forma, de esos temas.


Una de las personas más inquietantes que he tratado   se matriculó en uno de esos cursos. Lo que  le hacía aterrador era la forma de mirar  que consiguió  adiestrar. Intimidaba. 


No es  fácil sostener la mirada en otra  persona durante  más de  cinco segundos. Este lo conseguía. Y, además, sin parpadear. Al  principio  no sabes  qué tiene un hombre así. Sientes un algo perturbador, amenazante, pero no sabes qué es. Gracias a la mirada somos capaces de observar las características de las demás personas y de transmitir sentimientos. Es como un canal no verbal para comunicar intenciones.


Pero cuando ese canal es tan insistentemente fijo...tienes  la impresión de hablar con un robot. 


Todos los excesos son  malos. Yo  creo que  hay  que aprender a medir el tiempo del contacto visual con las demás personas. Te  puedes pasar o quedar corto. Si te pasas, intimidas. Si te quedas corto, das la impresión de falso, tímido, o raro.


A mi esta  persona  llegó a  darme  miedo. Me lo imaginaba  acostado en la cama con los ojos abiertos, vidriosos, mirando fijamente al techo.


Leo que se  realizó un experimento con 498 participantes de 56 nacionalidades diferentes. En el grupo había 224 hombres y 274 mujeres de edades comprendidas entre los 11 y los 79 años.


Los participantes se tenían que sentar en frente a una persona, con la cabeza apoyada para evitar los movimientos y rodeados de una cortina opaca para que no hubiera distracciones.


También  reprodujeron vídeos de ocho actores distintos.Durante cada clip de vídeo, el actor miraba a los ojos del participante una cantidad de tiempo variable, entre 100 y 10.300 milisegundos. 


Tras ver cada uno de los vídeos, los voluntarios debían expresar, pulsando una tecla, si el actor le había mirado durante demasiado tiempo o muy poco en relación en relación con lo cómodo que se sentía.


Se concluyó  que el espacio de tiempo en el que podemos mirar a otra persona a los ojos sin que se sienta incómoda, amenazada o excluida está entre los 2,6 y los 4 segundos y el tiempo perfecto sería durante 3,3 segundos.


Este del que hablo sobrepasaba  los cinco  segundos.


¡Buf!

Cuánto tiempo puedes mirar a alguien a los ojos sin que le resulte incómodo


sábado, 23 de julio de 2022

ESE DÍA ESTAREMOS TODOS.

Hubo  un tiempo en que convivíamos en las cuevas. En aquellos  años  todo era de  todos. Salías a dar un paseo  y  te cruzabas con primates de inmensas encías  blancas y miradas humanoides, que  reían enloquecidos a nuestro paso.   Monos diminutos saltaban de árbol en árbol haciendo cabriolas ayudados del rabo.


Entonces  no existía  el imperativo  categórico , ése  que rige  el comportamiento humano en todas sus manifestaciones. Vivíamos  en  el sopor , en la  somnolencia solar. La  nuca  del hombre  estaba  sin herrar

Los  bosques ,   de  sombras  espesas  y oscuras, eran    de  uso  común, lo mismo  que  los  plátanos, y las  fresas. Los pantanos   se vestían de nieblas densas en inmensos  lagos  donde croaban  ranas del tamaño de conejos, y chapoteaban serpientes  gigantescas, patos que  parecían caballos alados

El hombre no tenía más que alargar el brazo y de pronto su mano  se llenaba con el volumen de una manzana.

Y  un día  cualquiera, sin saber  cómo, espichaba , palmaba , la  cascaba  ,  pero entonces fallecer  se realizaba como si tal cosa  y nadie pedía explicaciones.

El ocio y la muerte eran hechos puros, naturales, sin preguntas.

Hoy  la   humanidad   está  perpleja , están surgiendo nuevas profesiones.  Las  próximas generaciones  verán  avances  que  hoy  ni soñamos. Es  una revolución genética, robótica , e informática , de dimensiones colosales.   

El otro  día  un colegui me  llevó  en  un coche   en automático. Las nuevas máquinas  ya salen de fábrica con el sentimiento incorporado y  van a suplantar el trabajo del hombre.

Dentro de poco la existencia del mono superior con  cara  de  gilipollas, que  mata  por  las banderas, y  hace  cosas  muy  raras, estará dividida en tres partes, 

En  nada ,  un grupo de  currantes  ingenieros utilizará los primeros 25 años de su vida preparándose para estar a la altura de los robots. Más  tarde  pasará un par de décadas manipulándolos , y a los 45 años cederá los mandos a la siguiente generación informática, 

Mientras, el resto de los mortales, desde el subsidio del paro, que la bondad universal transformará en ocio, contemplará este relevo con un Jack's Daniels  en la mano, o con cualquier  otro  bebedizo. 

La gran conquista llegará cuando a las máquinas alguien  consiga  programarlas con  el sentido del deber , y se deje sólo para los hombres la evidencia de que morir rodeado de una pereza absoluta no tiene ninguna importancia.

Ese día  estaremos  perdidos.

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viernes, 22 de julio de 2022

BARRIO CHINO.

En mi primera adolescencia, cuando despertaba  a la pubertad aún llegué a conocer las “casas de mala vida”.


Lo de “mala vida” era un eufemismo . Eran casas de putas.


El proceso de seducción se hacía en los bares o en la calle .


En las antiguas “casas de lenocinio” existían figuras bien curiosas. Una de ellas era la “madame”. La otra el “palanganero”.


La “madame” era una prostituta retirada que había hecho su agosto y cumplía un papel multifuncional, en parte protectora, en parte corruptora y en parte explotadora.


Algo parecido a lo que en política vendría a ser la Montero. 


El “palanganero” procuraba servicios de higiene personal, para los que iba provisto de una palangana y de una toalla. Habitualmente era un perdedor que malvivía de las propinas del cliente.


El oficio ha desaparecido, aunque  hoy ver a Pablo Iglesias negociando con Sánchez recuerda el extinguido oficio.


La política tiene sus propios palanganeros. La diferencia respecto a sus predecesores es que no son   marginales,  sino que ocupan el puesto en plenitud de funciones, orgullosos de su servilismo. 


Richard Brooks dirigió un interesante western titulado “Los profesionales”. Hacia el final de la película se entabla un afilado diálogo entre uno de ellos (Lee Marvin) y el potentado que les ha encargado una sucia operación fallida. En él el potentado recrimina al profesional su actuación con estas palabras: “Es usted un bastardo”. 


A lo que el primero contesta: “Sí señor. Pero en mi caso es un accidente de nacimiento. Usted se ha hecho a sí mismo”.



jueves, 21 de julio de 2022

ENTRE MANDOS.

Mi hermano cuenta su mili por fines de semana arrestado. En aquellos años se emitía un programa musical los sábados y me decía “me quedan 30 “Tocatas”.


Todos los arrestos estaban más que motivados. Mi hermano tenía un desboque parecido al del caballo blanco, ése que se le acabó la fuerza de la mano izquierda. Se disparaba a galopar el tío a la que te despistabas.

El primer arresto fue por ponerle gañotas al general en una revista. Pasó el estrellado frente a él, y al tío no se le ocurre otra cosa que levantar varias veces las cejas, guiñar los ojos compulsivamente, y sacar la lengua.

El purazo fue de campeonato. Diez “Tocatas”.

Pero la antológica fue la del coche del capitán.

Por entonces tenía mucha mili hecha y era Cabo. Un Cabo en el ejercito no es nada. Quiero decir que no pertenece a la oficialidad. Es de la clase de tropa. Unos pringados. Eres Cabo por el tiempo que llevas allá, no hay mérito, ni curso de capacitación.

Una mañana el Capitán llegó con su flamante coche nuevo- un Austin- y le ordena a mi hermano, “Bembribe – no sé por qué a mucha gente le cuesta pronunciar bien nuestro apellido- láveme el coche”.

- ¡Sí, señor, sí! - respondió Chema acompañado del saludo militar y golpeando los talones.

Lavolo, limpiolo por dentro, sacolo brillo...y no se le ocurre otra cosa que montarse en el coche y darse una vuelta por las calles de alrededor del Cuartel del Bruc...Corte Inglés, Diagonal...

Al regresar, en la plaza de armas, ve al Capitán con cara de “Born to kill”. La típica cara de hijo de la puta que se les pone a los capitanes cuando les desaparece el coche y no sabe donde está.

- ¡¡¡PERO USTED QUÉ COJONES HA HECHO, BEMBRIBE!!!...¡¡¡DÓNDE HA IDO CON MI COCHE, BEMBRIBE!!!

Sale del coche, saluda militarmente, taconazo...

- Es que para que se secara mejor pensé que si daba una vuelta , con el contacto con el aire lo haría más rápido.

- ¿QUE CON EL CON...?...¡¡¡USTED SE CREE QUE SOY GILIPOLLAS, BEMBRIBE!!!

- No, mi Capitán.

- ¡¡¡ME TIENE USTED HASTA LOS COJONES, BEMBRIBE!!!, ¡¡¡SE VA A QUEDAR AQUÍ ARRESTADO HASTA EL FINAL DEL SERVICIO MILITAR!!!

Y Chema, para terminar de rematar la faena, viendo que los soldados estaban presenciando la bronca, agarra al Capitán del brazo y le medio susurra...

- Modérese, mi Capitán, si la tropa ve que entre mandos nos puteamos, qué pensarán...

No volvió a pisar Barcelona hasta que terminó el servicio...pero esa es otra historia, la del final de su mili.


miércoles, 20 de julio de 2022

¡HE CAMBIADO TANTO!

La historia fue absurda. Pero fue así. 


Había tenido un accidente en Sant Sadurní de Noia. Dos vueltas de campana. Siniestro total. Desde una cafetería del pueblo llamé a una casa de convivencia cercana para avisar del fatal asunto. Me dirigía allí.  La camarera del bar, que era su propietaria, me miraba , curiosa y picarona, mientras escuchaba  mi rocambolesca historia. Al colgar, me sirvió una cerveza. 


- Toma, después de lo que te ha sucedido lo necesitarás. Te invito. 


La verdad es que mientras hablaba por teléfono  me había fijado en ella. Mucho. Y resultó que a este argonauta se le planteó alterar todos los viajes pendientes durante  las semanas siguientes, incluso meses, y recalarme allí, a ver qué pasa.


Mientras esperaba a que vinieran a recogerme seguimos charlando de todo y de nada. Le conté mi vida. Ella la suya. Me acarició el brazo. Se me pusieron algunos pelos de punta. Me refiero a los brazos. 


Entró uno a buscarme. 


Al día siguiente inventé una charla en Barcelona y paré en el bar. Y ya nada fue igual.


Ayer , muchos años después, y muchas historias, y algunos viajes, me escribió a mi Facebook. "¿ Qué tal te va la vida?. ¿ Sigues bebiendo Jacks Daniels con manguera?...¿eres feliz? , ¿te van bien las cosas?


No supe qué contarle. ¡ Habían pasado tantas cosas!, ¡ he cambiado tanto!...




martes, 19 de julio de 2022

MÁS PROFUNDA, MÁS LEJANA, MÁS RÁPIDA.

  Cuando era pequeño jugaba, jugaba mucho, y reía sin parar. Y de adolescente mi sueño era hacer realidad lo que imaginaba. Quería ser todos los papeles protagonistas  de todas la películas que veía.


Me daba igual vaquero que indio, villano o héroe, santo o pecador. ¡ Lo importante era representar muchos!: imitaba sus andares, sus miradas, sus gestos. 

Dios me miraba.

Desde su trono - butaca Dios nos mira a todos representando todos esos  papeles , máscaras, que hemos ido representando.

Quizás allí está el quid de nuestra vida desgraciada: no sabemos vernos a nosotros mismos como un espectador de nuestra propia película. Entonces, te reirás de tus cosas, incluso de las más ridículas, o las más ofensivas y graves. 

Porque es allí, entre tus risas, vestido de vaquero, o tus lágrimas, disfrazado de soldado romano, cuando te entenderás mejor, y te disculparás, y te perdonarás. Y dirás "¡joder, qué desastre de tío!".

Pero viéndote así, desde tu propia butaca, la alegría , la compasión, incluso el amor por ti, la dicha te llenará  los ojos , como cuando tu madre te pillaba haciendo idioteces  a  solas en tu habitación y te decía "¿pero tú estás tonto, o qué?", y le lucían las pupilas alegres.

Sí, amig@, baja del escenario, y mira  la 
película de  tu película desde la butaca, al lado del otro Espectador. La alegría está en ti mucho más profunda de lo que piensas, y va mucho más rápida, y mucho más lejana.

domingo, 17 de julio de 2022

PETER SEEWALD: BENEDICTO XVI. UNA BIOGRAFÍA.

He leído ‘Benedicto XVI. Una vida’, de Peter Seewald.


El libro es largo, muy bien construido y documentado. Se aprende. 


El libro está dividido en seis grandes capítulos — «El niño y el adolescente», «El alumno modélico», «El Concilio», «El Maestro», «Roma», «Sumo Pontífice» — , y tiene un «Epílogo» y una parte final titulada «Últimas preguntas a Benedicto XVI».


Ha sido un descubrimiento la importancia que tuvo su hermana Maria que, dice Seewald, representaba «para Joseph la perpetua exhortación de proteger la fe de la gente sencilla frente a la fría religión de los catedráticos». Ha sido un hallazgo descubrir que la fe está en la gente humilde.


Como es lógico, el libro también trata de las relaciones entre Ratzinger y sus colegas teólogos, tanto con aquellos que admiraba como De Lubac, como con los que siguieron su estela y con los que acabaron siendo sus rivales, Hans Küng en especial.


Seewald se extiende al poner de manifiesto la ignorancia y malevolencia enormes de muchos periodistas de medios que conoce muy bien: esto parece necesario, para poner de manifiesto en qué clase de mundo vivimos, pero también cabría pensar que así se da demasiada importancia a quienes no la tienen. Al mismo tiempo, señala cómo muchos volvieron al catolicismo gracias a él y cómo, al dejar el pontificado, la Iglesia Católica había reemplazado por primera vez a la comunidad evangélica como la más numerosa en Alemania.


Al hilo de los sucesos van señalándose defectos y limitaciones: también este ha sido un punto de particular interés para mí. Se subraya que le faltó perspicacia cuando a veces se alineó con personas que no tenían su rectitud y no perseguían, como él, un enfoque teológico distinto, sino que pretendían un cambio de sistema: «yo mismo me sorprendo de mi ingenuidad», decía él mismo en relación a su trato de años con Hans Kung.


El autor habla también de que su biografiado tenía su talón de Aquiles en su talante tan educado y respetuoso: esto le hacía difícil aclarar del todo la relación con personas de las que mejor habría sido librarse, algo que también afectó, en ocasiones, a la elección de sus colaboradores o al mantenerlos en sus puestos a pesar de todo. 


99 todas maneras, el libro deja claro que esto tiene que ver con una actitud de fondo que mantuvo toda su vida: «Respeto la providencia y no me interesa saber de qué herramientas se sirve», dijo en una ocasión; y, en una carta de 1997, lo formuló así: «No me dedico a planificar (en realidad nunca lo he hecho), sino que me dejo simplemente llevar por la divina providencia. Y, en realidad, no me ha ido mal así, aunque todo haya salido de forma muy distinta de como yo me lo imaginaba».


Afirma el autor que «Joseph Ratinger es una de esas personas que dicen lo que piensan y hacen lo que dicen», y subraya que «no es un político. Para él no existe la próxima elección, sino solo el juicio final», por lo que, para entenderlo, no sirven los esquemas simples izquierda-derecha, progresista-conservador. A la hora de hablar de los escándalos mediáticos en los que se vio envuelto, queda claro que no pocos estuvieron inflados y que, sin duda, hubo negligencias e incompetencia de algunas oficinas vaticanas. Pero al final acaba viéndose bien que, ocurra lo que ocurra, siempre que sea posible servirse de los prejuicios negativos para atacar al papa, se hará: hay quienes no intentan buscar y mostrar la verdad sino que su objetivo es oscurecer y, a ser posible, sepultar sus mensajes y acciones importantes.


Benedicto XVI aparece como un personaje que se acaba imponiendo por su bondad, su sencillez, su capacidad de alegrarse por las cosas más mínimas, su disposición para escuchar, su talante siempre calmado y la valentía serena con la que siempre supo afrontar los problemas. Intelectualmente son asombrosas la solidez y coherencia de su pensamiento, su enorme categoría intelectual y su don, trabajado durante años, para exponer las cosas con extraordinaria claridad y siempre lejos de cualquier radicalismo. 


El autor habla de que estaba «más interesado en los contenidos que en los eslóganes y sus efectos», que sus discursos estaban «escritos más para la sala de conciertos que para la plaza pública», y no duda en calificarle como «uno de los pensadores más destacados de nuestra época».


Por último, vale la pena terminar con un párrafo del discurso previo que tuvo que dirigir al cónclave que le elegiría como Papa, aquel en el que habló de que «se va construyendo una dictadura del relativismo», y donde dijo: «Todos los hombres quieren dejar una huella que permanezca», pero lo que permanece no es ni el dinero, ni los edificios, ni los libros, pues todo desaparece, y, al fin, «lo único que permanece eternamente es el alma humana, el hombre creado por Dios para la eternidad. Por tanto, el fruto que permanece es todo lo que hemos sembrado en las almas humanas: el amor, el conocimiento, el gesto capaz de tocar el corazón; la palabra que abre el alma a la alegría del Señor».




sábado, 16 de julio de 2022

DEJAD PASO AL MAÑANA.

Ayer vi en Filmin " Dejad paso al mañana". Una película deliciosa, una miniatura, de Leo Mc Carey.


" Y por si yo no te vuelvo a ver por un tiempo, quiero decirte que estos 50 años contigo han sido maravillosos, todos y cada uno de ellos".


'Dejad paso al mañana' es una de las películas muy arriesgada, o así me lo parece. Es uno de los finales más duros y emotivos que uno ha visto. Es el final más verdadero y sincero, a la par que cruel, que he visto. John Ford la tenía como una de sus películas favoritas, y Orson Welles sentenció que aquel que no llorara con esta película es que no era humano.

'Dejad paso al mañana' —qué título tan significativo y genial— no deja títere con cabeza. Habla sobre la vida, el amor duradero, la comprensión, la estupidez, la envidia, la humanidad, los celos, la ignorancia, la sabiduría, la osadía de la juventud, pero sobre todo, habla sobre la vejez como preámbulo a la muerte, tan segura de sí misma que nos da toda una vida de ventaja, el umbral que todos sin excepción cruzaremos, el paso que indica que todo se ha acabado. 


Sólo por cómo se haya vivido, seremos capaces de enfrentarnos a ello con mayor o menor dignidad, pero lo haremos tal y como venimos al mundo: solos; con los recuerdos de una vida digna, o con el peso de una vida desperdiciada. 


McCarey no emite juicios morales de ningún tipo al respecto, filma ese impresionante final con extrema sequedad y dureza. Como todas las despedidas en el andén de una estación de tren, los amantes de toda una vida se despiden con la única posesión de haberse amado tanto tiempo y tan intensamente. No se cargan las tintas, no hay mal rollo barato ni manipulación, sentimos la verdad en nuestras caras como un puñetazo, y lloramos mientras el tren, hacia la derecha, pasa hasta el último de sus vagones, y la protagonista, hacia la izquierda, sale del plano, para dejar el vacío, la nada más absoluta. La muerte.


Antes de ese inolvidable broche final, que te deja  completamente hundido, 'Dejad paso al mañana' —desarrolla la historia de una pareja anciana que es desahuciada y se ven obligados a separarse— supone todo un homenaje a los padres, y denuncia sin ningún tipo de rubor la crueldad de los hijos que no quieren hacerse cargo de sus progenitores, ya ancianos, por considerarlos una carga. Y ante todo trata con muchísimo respeto el sentimiento amoroso entre dos personas, tratándolo con intimidad, con secretismo, como si los testigos de los hechos narrados no fuésemos merecedores de entender o presenciar el porqué ese amor ha durado tanto tiempo. 


A mi me han impresionado tres escenas:


El amor es un secreto. 


La partida de brigde en la que Lucy Cooper recibe la llamada telefónica de su esposo Barkley Al igual que todos los allí presentes, oímos únicamente las frases que recita Bondi, de las cuales deducimos lo que su marido le dice, al que no escuchamos en toda la escena. Momentos antes, los integrantes de la partida se mostraban sutilmente molestos por las interrupciones de la anciana mujer que simplemente busca compañía. Las reacciones ante la misma son mostradas por McCarey en un portentoso montaje con tan sólo cuatro planos en los que los personajes se quedan hondamente impresionados por lo que escuchan. Algunos de los rostros simplemente se paralizan, otros sucumben a las sombras, y un silencio sepulcral inunda la estancia, mientras la anciana mujer se despide de su marido.


La tienda.


En un posterior momento, Barkley está en la tienda de su amigo Max , al que le pide gentilmente que le lea una carta que su esposa le ha enviado. Max, acepta de buen grado, y durante las primeras líneas de la misiva comparte con nosotros el contenido de la misma; hasta que de repente se queda callado. Las últimas palabras de la carta son demasiado íntimas, demasiado bellas, y Max no quiere seguir leyendo, ya que considera que es cosa de Barkley y su mujer, de nadie más. Cuando éste abandona su tienda, Max llama a su mujer sólo para verla, para recordar a quien tiene a su lado, queriéndole. Segunda vez que el espectador es privado de una información que en realidad no necesita. Allí me rompí.


El hotel.


En la larga y divertida secuencia del hotel en que la pareja pasó su luna de miel, y al que regresan en su última noche juntos, Lucy se inclinará para darle un beso a su esposo. McCarey toma la acertadísima decisión de colocar la cámara a la espalda de los personajes. Cuando Lucy está a punto de dar el beso, sucede algo increíble e inesperado: la actriz mira a la cámara —en realidad al espectador—, y se retira tímida de su acción, que no comete. Es éste un instante de completa complicidad con el espectador, que deja bien claras las intenciones del film a la hora de representar el amor. Un sentimiento profundo e inexplicable que pertenece por derecho propio única y exclusivamente a los amantes.


Tras todo eso, y mucho más —en menos de hora y media, la película narra muchísimas cosas—, 'Dejad paso al mañana' culmina con el ya mencionado final. 


Esta película rezuma vida por los cuatro costados, atreviéndose a mostrar lo que nos espera a todos, a través de una historia dura y cruel como al fin y al cabo es nuestra existencia.




viernes, 15 de julio de 2022

VELAS: AÚN TE ESTOY QUERIENDO

La mitología cuenta que Eros apagó la llama de Psique con sus dedos y al abandonar a ésta en su cueva la condujo a la locura. La falta de visión. Caer en la desgracia es vivir en un mundo sin la luz de la llama.


Los creyentes , sobre todo la gente sencilla, lo saben, y por eso llenan sus templos de velas. 


Fátima, el Pilar, Lourdes, están repletas de velas encendidas. Y aquí, en la parroquia de san Fiz  hay también un lugar para dejar encendidas unas velas. 


Esa llama que derrite la vela formando lagrimones de cera es la imagen de nuestra  vida. 


El fuego es dolor, pero también luz, calor. 


Hay algo de desesperada petición en esa luz que parpadea en la oscuridad de la pequeña iglesia. La vela herida por el latigazo del viento, aguarda ya. Y en su ansiedad esa madre , ese amigo, ese anónimo que la ha dejó encendida , deja en su llama un beso, un abrazo , o una eternidad juntos..


La vida es un  breve encuentro  , a veces triste , a veces alegre, siempre  luminoso, como esas velas, como un fragmento de Salinas


["No quiero que te vayas

dolor, última forma

de amar. Me estoy sintiendo

vivir cuando me dueles

no en ti, ni aquí, más lejos:

en la tierra, en el año

de donde vienes tú,

en el amor con ella

y todo lo que fue.

En esa realidad

hundida que se niega

a sí misma y se empeña

en que nunca ha existido,

que sólo fue un pretexto

mío para vivir.

Si tú no me quedaras,

dolor, irrefutable,

yo me lo creería;

pero me quedas tú.

Tu verdad me asegura

que nada fue mentira.

Y mientras yo te sienta,

tú me serás, dolor,

la prueba de otra vida

en que no me dolías.

La gran prueba, a lo lejos,

de que existió, que existe,

de que me quiso, sí,

de que aún la estoy queriendo."




jueves, 14 de julio de 2022

CUANDO HAY LO QUE HAY, HAY LO QUE HAY.

Yo siempre pienso que todo lo que me pasa es culpa mía. Se aprende a base tortazos. Y eso es muy positivo, porque si tú piensas que todo lo que te pasa es culpa tuya, tú puedes tomar cartas en el asunto. 


Si piensas que es culpa de las circunstancias, no puedes hacer nada. 


Hace unos años me presenté a un concurso que se organizaba en un karaoke muy principal de la ciudad. Mi vanidad era planetaria. Había cantado a Papas, cardenales, prelados, políticos, presidentes , directores de televisión, actrices y, en fin, no me consideraba un puto crack. Bueno, entre yo, Julio Iglesias, Roberto Carlos, Raphael … Pero yo era un ocho mil. Y no pasé de semifinales. ¿Cuál fue mi primera reacción? Dejar de ir al karaoke. “Se van a fastidiar”. Yo ahí, solo por la calle: “Ya verás. Uno menos lo van a notar seguro”.


Han pasado doce años y allí sigue el karaoke sin mi.


¿Por qué? Porque yo, en el fondo, me flagelada diciendo: “Estos tíos no me han entendido, yo soy buenísimo. ¿Cómo es que no me han cogido?  No puede ser, es una injusticia”. 


Hoy pienso: “¿Y si a lo mejor soy una mierda de cantante, y los buenos éramos el grupo?? ¿Y si la culpa es mía? ¿Y si a lo mejor me tengo que poner las pilas?”. Cuando tú tienes esa actitud y piensas que todo lo que te pasa es culpa tuya, es cuando realmente empiezas a tomar cartas en el asunto. 


Creo que esa es la actitud que hay que tener, básicament.


Dicho de otra manera, cuando hay lo que hay, hay lo que hay. Os imagino leyendo esto y pensando  “¿Y para eso he llegado hasta aquí?”. Lo que quiero decir es que, efectivamente, tú no puedes cambiar los hechos, solamente puedes cambiar la manera de interpretar esos hechos. Por ejemplo, me han diagnosticado fibrosis pulmonar. Y uno se dice : “¿Puedo cambiar esto?”. Pues no, es lo que hay. Hay lo que hay y hay lo que hay. Y punto.  Ahora hay qye eserar un  TAC y unos análisis . Y esperar. Entonces, en vez de obsesionarme y pensar en el futuro o en el pasado: “¿Qué hubiera pasado si…?”, llorar por la leche derramada,  pues simplemente me dedico a disfrutar de lo que hay. Y punto. Y creo que eso es una actitud muy importante. 


Me gusta contar la historia de un señor que está rezando en el Muro de las Lamentaciones, un judío. Llega una periodista y le dice: “¿Qué hace usted aquí, buen hombre?”. “Yo rezo por la paz en el mundo, que los políticos dejen de engañarnos”. “¿Cuánto tiempo lleva usted así?”. Dice: “30 años”. “¿Todos los días?”. “Todos los días”. “Y después de 30 años, ¿usted cómo se siente?”. “Como el que le está hablando a una pared”. 


De verdad, intentar cambiar los hechos es como intentar hablarle a una pared. 




miércoles, 13 de julio de 2022

LO QUE ESTÁ PASANDO.

Esta es la familia de mi madre.  Gente muy humilde que debieron ponerse a trabajar desde bien pequeños para salir adelante . Mi madre a los catorce años trabajaba en una pastelería.  Después fue a Madrid de chica de compañía de los hijos de la duquesa de Villahermosa.


Después se casó con  mi padre. Ya escribí esa historia.


El crecimiento de un país  es un proceso gradual... no te das cuenta hasta que pasa el tiempo. Ocurre poco a poco a lo largo de muchos años. Lo vas notando con pequeñas cosas hasta que un día te levantas y te das cuenta que ayer eras pobre y hoy eres clase media. 


Nuestros abuelos, y padres trabajando y ahorrando todos los días, construyeron el capital para que sus hijos y nietos vivieran mejor. Damos por sentado el progreso y eso es peligroso.


También el  empobrecimiento de un país es un proceso gradual... no te das cuenta hasta que ya es tarde. Ocurre poco a poco a lo largo de muchos años. Lo vas notando con pequeñas cosas hasta que un día te levantas y te das cuenta que ayer eras clase media y hoy eres pobre.


Estamos en eso.



martes, 12 de julio de 2022

EL LEÓN ENJAULADO

De los días en Tamahu, y del trato con los indígenas, se adquiere una forma de ver la vida por ósmosis: una cierta fatalidad ante las cosas. La vida es así, no hay que darle más vueltas, todo sucede cuando tiene que suceder , independientemente de nuestros deseos. Y   consecuencia de esa manera de vivir, muchas veces "contemplativa", como de la mano de ella, nace el asombro. 


Asombrarse es propio de niños. Y esa niñez  se recupera si te abandonas a la meditación. Es frecuente que te sorprendas en medio del silencio por un hallazgo insospechado que te asalta en un paseo meditando. A veces ese asombro llena de alegría , sobre todo cuando descubres facetas del pasado que hoy no reconoces en ti. 

Recuerdo una frase : "un león enjaulado no es un león". Y descubrir que uno  ha sido esa fiera enjaulada durante muchos años. En una  jaula muy grande, y con los barrotes muy gruesos. 

Meditar no es soñar. Nadie vive más en la realidad de la vida que la persona que medita. Cuesta mucho entender esto, pues la lucha contra la  fantasía tiene que ser sin cuartel. Yo soy  persona que está bien en todos los sitios, excepto donde tiene que estar. La imaginación es una mentirosa que esclaviza , y de qué manera.

La realidad es más hermosa que la mejor de las fantasías,  lo mismo que tu mujer es mejor compañera que  cualquier otra que puedas soñar, que lo que escribo ahora es mejor texto que la entrada que pensé. Sólo libera la realidad. Será torpe, lenta, cortita de luces, estrecha, pobre, pero es:  se huele, se palpa, se ve. 

Los sueños se escapan, decepcionan, son  intangibles.



lunes, 11 de julio de 2022

MUDANZA

A veces uno se hunde. No es gran cosa.


Creo que estoy  hipotecando la vida de los que me rodean , y siento que la enfermedad avanza de un modo devastador, que se acercan los días de una dependencia que será pesada y difícil.

Me he dicho que estoy aquí como quiera que estoy, con todo el amor, y todo el respeto. Que serán  la comadrona de mi alma, que me asistirán   a nacer  a una nueva vida,  libre de ese cuerpo, radiante, feliz.

La ventaja de esta enfermedad es que tiene una etapas que hay que recorrer, donde hay tiempo para muchas cosas. Vas haciendo las maletas poco a poco, preparando la mudanza, desprendiéndote de tantas cosas que miras, las lloras, las hueles, las recuerdas...y las tiras, porque no te van a servir de nada.