domingo, 31 de enero de 2021

INSONDABLE.

La crueldad humana es un misterio cuando Jesús vino a la Tierra  debió quedarse perplejo   con ese instinto  que sólo tenemos  nosotros.


Él  predicando el perdón,  poner  la otra mejilla, el amor a las flores , " que ni Salomón con toda su magnificencia se viste como una de ellas",   ejemplificando con parábolas el amor...  y desde que  nace hasta que muere  no encuentra más que horror, miseria, crueldad . Varias veces quieren quitárselo de en medio  de una manera despiadada.

No lo consiguió. Dejó la semilla  del perdón...pero aquí seguimos,  exterminándonos.

Está aun por encontrarse en qué punto del corazón reside ese impulso que obliga a las personas a aniquilarse , a  que desaparezcan de  esta tierra sólo porque  son de tal o de cual  raza, religión, o nacionalidad: una extraña reputación que sólo compartimos con las ratas. 

El placer sanguinario por la tortura, la atracción sádica  de la muerte, el culto religioso de matar seres de la misma especie ...todo esto sólo se da en los humanos. Es marca de la casa. 

Las ratas también se comen  entre ellas- de pequeño tuve unos hamsters y el comprobar  que la madre se había comido a sus crías hizo que dejara la afición. Pero las ratas son ratas. No escriben tratados, ni elevan estatuas en honor de sus aniquiladoras.

Será  que estamos hechos así. que es algo natural. Al parecer la humanidad tiene el cerebro a medio cocer todavía y se extermina mutuamente en masa por etnias y creencias,  por el oscuro deseo de ser reconocidas como distintas. Cada día es más difícil saber quiénes son realmente los nuestros. 

Los hinchas deportivos se  tiznan con sus colores para distinguirse en  el  fregado de la contienda, hay uniformidades  en polos, pañuelos,insignias,  para  reconocerse  y saber de  qué lado estás. Necesitamos saber quién es de los nuestros para no partirle la cara antes de tiempo.

La crueldad humana es un misterio que no concede ninguna salida honorable. La crueldad humana es insondable. Somos  peores  que ratas.



sábado, 30 de enero de 2021

EL ODIADOR QUE ECHO DE MENOS.

Durante años , y casi a diario, he tenido un odiador comentando en el blog.

Le iba la marcha al tío, y se quedaba bien a gusto. Había de todo, desde temas personales, especialmente obsesivo con asuntos de madres con las que había tenido líos. Lo de " madres" lo subrayaba mucho. También con Manuela. Y después una ristra de insultos que, la verdad, a uno le venían muy bien leer.

Que a uno le insulten, acierte o no en el insulto,  es sanador. 

Leí que a   Pericles le gustaban mucho Esquilo, Sófocles y Eurípides, porque él tampoco entendía los chistes. Y eso es lo que le pasaba a este hombre. tenía un sentido trágico de la vida, y una falta de sentido del humor, que es falta de luces, abisal. 

También, lo sé, es una persona herida por mi cuando le di clase. No siempre acerté en el trato con los chavales ( lo cierto es que, ¡ ay!, con demasiada gente ) . Le pedí perdón. El rencor pudo más.

Pero a lo que iba, que me voy de vareta, que es muy bueno que  a uno le llamen gilipollas, cabrón, adúltero, mentiroso, falso, perro...lo escribo de verdad...¿hace cuánto que no te insultan? ( no vale tus hijos adolescentes). Pues, amiga lectora, amigo lector, sal a la calle y pide a gritos que te pongan verde. 

Y el caso es que el tío desde hace dos meses ya no escribe comentarios. Y le echo a faltar, como el cazador del chiste y el oso. No recuerdo exactamente por qué dejó de escribirme. Probablemente fue una de esas cosas que pasan. Y eso duele. Después de tantos años.

Álvaro, o Matamoros, quien quiera que seas, por favor, regresa al Barullo. A veces , en tus comentarios,  mostrabas un breve destello de inteligencia y, aunque luego todo volvía a la normalidad...¡ joder!, ¡ yo lo agradecía!

No voy en coña. Te echo de menos. Porque el roce hace el cariño.







viernes, 29 de enero de 2021

LA CLARIDAD ETERNA.

Quizás, al menos para mi, la frase que explica el Corazón de Cristo sea la que pronunció en el Calvario. 


La verdad es que la situación era  de aúpa.. 


- Padre, perdónales porque no saben lo que hacen.


Sí, la verdad es que no tenemos ni puta idea de lo que hacemos. Ni siquiera cuando queremos hacer el mal, o cuando nos hacemos daño. 


Muchas vueltas le he dado a esa frase, a ese Corazón.  


Nunca  llegaremos   a hacernos tanto daño como quisiéramos. Esta zona profunda, esta materia tierna e infantil que forma el tejido más secreto de nuestro ser, esta infancia sepultada en nosotros, más allá del tiempo, ninguno de nuestros pecados puede destruirla por completo mientras exista un último fulgor de vida. 


Este santuario inmaculado es la imagen de Dios en nosotros. Uno intuye  que es indestructible; es la piedra sagrada que ninguna desgracia, ningún cataclismo, ningún pecado puede arrancar por completo. Ya te puedes poner como te pongas. 


Este niño que sueña dentro de nosotros es el que la gracia trata continuamente de despertar al gran día de la claridad eterna.


Eso es, probablemente, lo que Jesús vio desde la cruz.




jueves, 28 de enero de 2021

NI SE HAN IDO, NI ESPERO QUE SE VAYAN.

Dejé de hacer canciones durante años porque me sentía lejos de todo y de todos. Me había quedado solo y nada tenía sentido. 


Pero no puede ser que deje de cantar porque me duela mucho el  corazón .

Leí que Tiger Woods dejó de jugar a golf cuando le comenzó a doler la espalda de una manera brutal.

Poco después, regresó a jugar para sorpresa de todos.

Le preguntaron si habían desaparecido los dolores.

- Ni se han ido , ni espero que se vayan.

Pues eso. Y así hay que vivir, 



miércoles, 27 de enero de 2021

DIOS.

 De Dios, qué escribiré.


Que no creo en los dioses de gente que sigue vestida con el traje de la primera comunión, de esos que han crecido pero, ¡ ay!, el traje de su fe les queda pequeño, estrecho, y les saltan las junturas.


Esos que tienen una sobreabundancia de cosas mecánicas, medio supersticiosas, y repletas de infantilismo e inmadurez. Y  , lo digo ya, no saben en lo que creen cuando hablan de Dios. Porque la Fe, así con mayúsculas, comienza cuando no hay nada. No hay angelitos de la guarda, no hay curas ejemplares, ni santos, ni modelos a seguir , ni agarraderos de ningún tipo. 


Me sacan de quicio  esos que argumentan que la gran prueba de lo sobrenatural de la iglesia es, precisamente, haber sobrevivido a tantos `pecados, tanta miseria, a tantos abusos, tanta corrupción. Tanto Papa hijo de puta. Y no. Es al revés: que una institución perdure a base de traiciones a su ideario, halagos a los poderosos, bendiciones a ejércitos,  o estar siempre con la banca , o invirtiendo en paraísos fiscales , no tiene nada de prodigioso. 


¿ Dios?. Sí. El que no se ve ni nadie ha visto. El que no se puede demostrar.


El Cordial. El que no te puedes creer porque es increíble. El que no hace favores. El que no da indulgencias si besas cruces de palo. El que te dicen " el Cuerpo de Cristo", y es un trozo de pan. Y dices, amén. 


Dios. Del que no tenemos ni puta idea.  



martes, 26 de enero de 2021

CINCO MINUTOS.

 A uno le  enseñaron de bien pequeño que había que tener cuidado con lo que se piensa porque acabas consiguiendo aquello que piensas, Si es bueno, bueno es, pero si es malo...allá tú.


Para el código penal no es así: el pensamiento no delinque, pero no hay asesinato, violación, robo,o adulterio , que no venga precedido de un mal pensamiento.

Muchos de nuestros errores, fallos, pecados, o faltas, nacen de las prisas. No quedó tiempo para pensar y darle una vuelta a esa idea que parecía un juego, pero era algo peor que un juego.

Seguramente, muchos de nuestros políticos cogidos en falta, ahora echan de menos esos cinco minutos de pensar un poco qué estaba sucediendo, qué consecuencias traería tener la mano tonta.

Cinco minutos antes de meter mano a una señora que no es la tuya, cinco minutos antes de no tocar lo que no es tuyo, cinco minutos antes de presumir que conoces al Rey, cinco minutos antes de dejarte engatusar por la vanidad    idiota...

Todo, al final, fue cuestión de las prisas, de no tener cinco minutos para pensar un poco en tu dignidad, y la de los tuyos.



lunes, 25 de enero de 2021

TREINTA Y SEIS JUSTOS.

Me preguntan en la Cruz Roja, donde coy de voluntario los lunes,  si  he tenido hijos. Contesté que no.  Y añadí: "siempre me ha dado mucho  miedo llevar un recién nacido en brazos".


De adulto  sí que  llevé  chavales  como san Cristóbal, el gigante que ayudaba a los caminantes a cruzar el río. Eso no me daba miedo, ni el río, ni los chavales.


Hay una  leyenda judía   que  afirma que en cada época en la tierra aparecen 36 justos. Nadie les conoce, ya que se confunden con la gente normal  y corriente. Llevan a cabo su misión en silencio. Su vocación es   sostener el mundo con la fuerza de su misericordia  y su  compasión.  La leyenda  sigue diciendo que, cuando finalmente mueren, esos justos están tan helados, por haber hecho suya la aflicción de los hombres, que Dios tiene que cobijarlos en sus manos y tenerles allí por espacio de mil años, al objeto de infundirles un poco de calor.

¡ Ojo!: una de las enseñanzas de esta historia  es que ninguna  de esta buena gente  discreta que sostienen el mundo sabe que lo es. No tienen  ni puta idea de su condición heroica.

Son  los hechos anónimos de  personas anónimas : el  chófer de autobús que  te perdona unos céntimos de euro , el tutor que atiende en la preceptoría  de  igual manera a la madre pija y a la madre curranta. El farmaceútico que  te da información de los genéricos,   aquel  que justifica  un mal que le han hecho, el poeta que cuenta con cuidado las sílabas de sus versos, la  de catering que te pone más de lo que debe porque conoce tu situación.... 




Esas acciones son las que sostienen el mundo. Para ellos el bien es algo tan sencillo como mecer una cuna para que un niño se duerma.

domingo, 24 de enero de 2021

ARMADURAS.

 El Caballero de la armadura oxidada es una fábula que habla del proceso de cambio de un tipo que no sabe expresar sus sentimientos. Un caballero egoísta que se va encerrando poco a poco dentro de su armadura , hasta que esta deja de brillar y se oxida.


Hasta tal punto que cuando se da cuenta no puede quitársela.

Podría citar , sin pensarlo mucho, a unos cuantos caballeros de la armadura oxidada que conocí en estos años. Y algunos con sus Cristóbal, el hijo del Caballero, de cabellos dorados, que ya no se acordaba del rostro de su padre sin su armadura. 

Doy  gracias a gente  que  me ayudó a desprenderme del rígido caparazón de antiguas ideas y actitudes cristalizadas, de vanidades y tonterías, de mentiras disfrazadas, de prejuicios y “yo sé lo que te pasa” , y me pusieron en disposición de emprender una tarea que, con su ayuda, me liberó de miedos, de “qué dirán”, de profecías de rejalgares, de máscaras, de ser elegido para un Cuerpo de Operaciones Especiales , de ansiedades, o de eso-que-tú-quieres-no-se-puede- hacer... dudas y desaprobaciones interiores y exteriores.

Y aquí estamos a la vuelta de los años. Desprendiéndonos de  armaduras que nos quedan, casi desnudos, subiendo nuestra monte poco a poco. 

¿Cómo se hace?, no tengo ni idea. Esto se anda día a día.



sábado, 23 de enero de 2021

LA MEMORIA DE LAS CORTEZAS.

 El  origen del libro, radica en la corteza de los árboles, donde los antiguos griegos y romanos escribieron los primeros pensamientos y las primeras palabras de amor.Eso fue antes de que se escribiera  sobre papiros.


Regresando  de Monte Perdido atraviesas un bosque de hayas  donde encuentras    árboles grabados con corazones traspasados  por una flecha y las  iniciales, o  los nombres   , inscritos en la corteza a punta de navaja.

Particularmente hermosos los tallados sobre la corteza plateada de los abedules.

Uno también ha  grabado su nombre y el de alguna  mujer en algunos árboles de su vida. Ninguno llegó a  cuajar. Sin embargo,  un experto en botánica dentro de miles  de  años  podría descubrir  el tiempo exacto que ha transcurrido desde  aquel día  que  , loco y enfebrecido  de amor,  cincelé  aquel corazón.

Quizás, dentro de dos mil años, un poeta se encuentre con esa inscripción y le inspire una novela de amor que le haga eterno e inmortal para la literatura. Y seamos protagonistas de una historia
que esta vez sí  fue.

Una  vez  leí " si amas  a una  mujer  y  la pierdes, conviértela en literatura".

No cuajaron esos amores, pero allí están, en la corteza de un abedul. El tronco al crecer ha ensanchado y corroído los trazos, pero allí permanecerán por los siglos de los siglos. Muy cerca de ese árbol en Ordesa corre el río Arazas alegre, fresco, cantarín, con aguas  recién desheladas  en los glaciares de las Tres Sorores, cuyo fluir  , como la vida, se ha llevado al  mar la memoria de ese amor.

Pero allí están nuestros nombres.

A veces perder es ganar y no encontrar lo que se busca es encontrarse.



viernes, 22 de enero de 2021

SENTIR LO QUE SEA.

 Escribió Virginia Wolf que “a la gente le gusta sentir sea lo que sea”. Y es cierto. Da mucho miedo pensar que no sienten nada por ti. Que no sientes nada por nadie.


Ese “sentir lo que sea” lo expresa muy bien sor Mariana Alcaforado, la monja que se enamoró viendo al conde de Saint Leger desfilar a caballo; escritas tras el regreso a Francia del conde, la monja narra en ellas su pasión. La escribió en cinco misivas que son consideradas una obra maestra de la literatura universal...

“Ámame siempre, y haz padecer más a tu pobre Mariana”.

El conde era  un  msinvergüenza  que  , años  más tarde, publicó esas cartas  por darse pisto.

Son amores que duran cociéndose a fuego lento en un infierno emocional atormentado y doloroso. Muchas veces enfermizas como una adicción.

¿Pero no es peor el síndrome de abstinencia?

Otra historia de estos años...

“Quiero ser tu puta”, le dijo entre lágrimas al saber que él se marchaba lejos.

Un año después ella le escribió...

“Tuve que ir al psiquiatra. No conseguía olvidarte. Le dije que sabía que no me querías, que sólo venías para echar un polvo y marcharte. Le dije que te daba vergüenza que te vieran conmigo. Le dije que tu condición de hombre de fe te atormentaba en lo que juzgabas como “caídas”. Te despreciabas y te sentías sucio...el psiquiatra me preguntó “si es así, ¿por qué no dejas de pensar en él?”

“Es que le amo...pero verdad que usted me ayudará a desenamorarme?”

jueves, 21 de enero de 2021

¿ CUÁNTO DURARÁ UN NIÑO?

Una leyenda habla de los otros hijos de Eva.


Eva estaba en el paraíso con sus hijos y Dios los quiso conocer. Pero ella no se los enseñó todos, sino que eligió los más guapos, limpios y educados, para no tener que avergonzarse de los demás, que escondió en el bosque.

Cuando lo hubo hecho, comprendió que, para que Dios no descubriera su engaño, los hijos que había sustraído a su mirada tendrían que permanecer ocultos para siempre.

Y fue de esa estirpe de donde surgieron hadas, elfos, duendes y las otras criaturas ocultas del bosque.

El mundo de los cuentos habla de todas esas criaturas. Habla de los niños que mató Herodes, de los niños perdidos de Peter Pan, de los hijos que Eva apartó de la mirada de Dios.

En ellos está todo aquello a lo que debemos renunciar al crecer, ese mundo de azoteas y ventanas iluminadas que solo vive en el interior de los sueños.

Pero esos niños siempre se las arreglan para regresar.

Regresan cuando leemos un libro o escuchamos una canción. Regresan cuando amamos a alguien, cuando jugamos con nuestros hijos, cuando buscamos la compañía de los animales. Regresan en nuestros sueños. Representan todo lo que vive más allá de las fronteras de nuestra razón, todo eso que somos y que no cabe en lo real.

En los discapacitados también regresan, y en los downs, en toda esa gente que abandonamos , también en aquellos que no han podido nacer por la mentalidad genocida de los "guapos, limpios, educados".

Cuando rezas también regresan.

Jugar es mirar por los ojos de esos niños perdidos, reunirse en secreto con ellos, hacer lo que nos piden.

“Cuánto durará un niño”, se pregunta Julio Cortázar. Y enseguida responde: “Un niño durará todo lo que duren sus juegos”.



miércoles, 20 de enero de 2021

A MARTILLAZOS.

Dios es un herrero que a martillazos templa  el alma de  los  buenos en el fuego de las aflicciones.


Te preguntarás si creo eso. Pues sí.  Estoy convencido que lo más importante de la vida es el morir, que no es su final. Lo importante de la muerte no es saber admitir que moriremos sino más bien cómo lo haremos cuando no tenemos ganas de morirnos.


Se me han muerto ya unos cuantos. Todos demostraron que a veces no basta la fuerza de  los años bien puestos para vencer al enloquecimiento de las células. A veces la muerte cae como la tierra sobre la tumba. Otras veces la muerte juega al escondite. Asoma como un dolor lejano, se agita entre las vísceras , desaparece dos días y regresa al tercero. 


A la muerte le gusta coquetear con la ciencia médica. Enseña su zarpa en los análisis y luego se permite dar esperanzas que sirven para llamar al público. La muerte es una actriz descarnada que no actúa en solitario. Porque lo único que pretende la muerte es que la temamos. Por ello elige a los más fuertes, los más prometedores, los más queridos de nosotros y se los lleva lentamente para que la maldigamos...¡hija de puta!


Hablo mucho con mis muertos.  En iglesias, capillas, en el coche, andando,  donde conviven mis miedos y sospechas con las palabras sencillamente humanas, en el silencio . Mis amigos. 


Sé que la muerte de alguien de nuestra edad es como el hueco que deja la bomba a muy pocos pasos. Con lo que quedaba por vivir y por contar, por reír y por llorar con esa persona  y ahora solo nos brotan esas lágrimas agrias mezcladas con el estupor. 


Ni siquiera las palabras  sacerdotales pueden prometer gran cosa. Lo de la otra vida para muchos  aparece como un sucedáneo o como un premio de consolación para rebaños conformados. 


Yo no. He conocido  persones que crean cielo por donde pasan. E cielo estaba en la sonrisa, en la fuerza, en el afecto de esas personas que acariciaba el mundo y sus gentes con los ojos.


Pues bien, como dijo alguien, llegó la muerte y se llevó esos ojos cuando todavía nos habían de iluminar muchos caminos. Ante esas muertes precoces no hay consuelo divino que valga. 


La vida realmente es una lotería. Y a veces parece que Dios no es más que un binguero despistado. ¿Cuánto hay que rezar para que se despierte?  “


He visto poner al rojo vivo  a personas  a las que quise mucho sin piedad alguna.  He visto esas  almas hacerse amor.

A  mi , y  mira que lo pedí,  ni un martillazo.

A veces, me siento tan frío e insensible como el agua que hace sufrir al acero cuando está al rojo vivo.

Dios mío, no desistas  hasta que yo consiga tomar la forma que Tú esperas de mí. Inténtalo de la manera que te parezca mejor, por el tiempo que quieras. Ponme al rojo vivo  para hacer de mi amor, Amor.



martes, 19 de enero de 2021

Y DE AQUEL BUEN VINO SALIÓ UN MAL VINAGRE.

Hay gente voluntarista y gente ilusionada. Los primeros  dependen de su voluntad. La voluntad se fija unos objetivos, se impone un esfuerzo y renuncia a muchas cosas por conseguirlo. Su lema es “el que algo quiere, algo le cuesta”.


Son personas que quieren unas cosas o quieren otras, pero si les preguntásemos si las desean, no sabrían contestar. Como mucho dirían, “ es lo que se espera que haga”, “es lo que tengo que hacer porque así me lo pide la empresa”, “¿qué importa si lo deseo?: es mi obligación”.


Son gente  empeñadas en  afanes que nos les ilusionan, que una vez logrados les dejan vacías.


Otros vivimos más de  ilusiones y deseos. Se puede desear todo: lo imposible, lo que llegará, lo que amamos, lo que no queremos, lo  loco y lo cuerdo. Lo abarca todo, incluso la irresponsabilidad, o la inmadurez, que viene a ser lo mismo. Pero es la fuente de toda vitalidad,  el principio que nos mueve a todo. La vida de cualquier persona comienza por el deseo.


Ayer me decían que parece hay poca cordura en mis decisiones.


Ninguna de mis decisiones fueron tomadas por la cordura. Si uno es siempre prudente, ¿puede seguir siendo un ser humano?.


Al deseo algunos le unimos la ilusión, que es como un deseo con argumento. A mi me chifla escribir porque me ilusiona, y me ilusiona porque es un sueño acariciado largamente. La voluntad pinta muy poco en este blog: no me cuesta nada. Lo mismo que otras cosas de la vida.


En realidad, el deseo es algo que nos sucede a todos, y la ilusión es un deseo proyectado, personal y biográfico. Un paso más y nos acercamos a la vocación personal, para lo que de verdad estamos hechos. Lo que hace que no pueda hacer otra cosa, excepto éso que quiero hacer.


No puedo no hacerlo: eso es vocación. 


Es importante vivir ilusionado, aunque no son pocos los que pasado el tiempo , y tras alguna experiencia fallida, se desilusionan, quizás para siempre...y, entonces, ¡ay!, de aquel buen vino sale un mal vinagre.



lunes, 18 de enero de 2021

PORQUE SOY COMO SOY : CARTA ABIERTA A ALESSA, SERUNIÓN, PENWIN.

Vamos a escribirlo muy claro, para que se entienda. Y ahora que estoy jubilado. Soy un vago de tomo y lomo. Mis padres lo vieron de bien niño y por más que intentaron reconducir esa vagancia no consiguieron nada.


Nada.


Todo en mi vida han sido golpes de suerte. todo ha venido durante estos sesenta y tres años rodando. ¿ Cómo explicar que nunca - bueno, casi nunca , poquísimas veces tristemente inolvidables- he aceptado trabajar?   He practicado el difícil arte del escaqueo de una manera instintiva y decidida.


¿He trabajado?, sí. ¿ He currado?, no. La diferencia no está en cobrar o en no cobrar por lo que se hace. En mi caso toda actividad que he hecho uno la haría también sin remuneración. ¡ He disfrutado tanto! Mi problema siempre ha sido cómo ganarme la vida. Así que tuve la suerte de lograr que me pagasen por hacer aquello que haría encantado también si no me pagaran.


Así durante decenas de años me dediqué a la Enseñanza, así, con mayúsculas. Y allí hice lo que mejor sé hacer: el idiota. Cantar, contar chistes, escribir historias, hacer reír, y todo lo que tenga que ver con pasarlo bien, y hacer que se pase bien...¡¡¡ y, encima, me pagaban!!!.


Después dejé la Enseñanza y me dediqué a cultivar los contactos que en ella cultivé. Me busqué la vida como comercial.  Es decir , darle al pico. A uno sólo se le han dado bien tres recursos, placenteros pero inciertos: hablar , cantar, escribir.


Lo sorprendente es que he vivido de ellos. Y de la cara. Tuve un jefe que me dijo " tienes la cara dura de un zapato". No lo discutí. ¿ Para qué, si es verdad?


Me sorprendí mucho, muchísimo, cuando en todas las empresas que anduve - ! en todas!-. y de sectores como Catering, o Redes , o Implementos de Maquinaria  ( ¡ qué vergüenza!: no tengo ni pajolera idea ni de cocina, ni de wifi, ni de retroexcavadoras o barredoras ) ponían a mi disposición coche, Solred para peajes y gasolina, teléfono...y un fijo bien majo aparte. 

No me guardes rencor, ¡oh lector, lectora, que me lees. Me las he arreglado bastante bien sin trabajar, o casi. Y no pretendas imitarme si no estás seguro de tus fuerzas, tu suerte, o tu cara.

Cuando era chaval tenía un amigo que cuando veía una persona hecha un desastre, o como muy averiada, o medio lela, me daba un golpe con el codo , la señalaba , y decía:


- ¿ Ves ese?...está así de trabajar mucho.


A mi eso siempre me impresionó.


Y he conocido trabajadores así: empresarios que matarían a su madre por un euro, que no duermen, que trempan leyendo una cuenta de resultados, o gente que tenían el anagrama de Pirelli en la polla, de tantas horas dedicadas a la rueda o, en fin, muchas  vidas echadas a perder por el maldito parné.


Hoy estoy felizmente jubilado. Y hago lo que siempre he hecho. 


Y tú, empresario de Alessa, o de Serunión, o de Penwin, que quizás me leas, seas Lluis, Josep María, O Aksel, o Toni, u Oriol, gracias por toda la pasta que me pagasteis y que me permitió llegar a a la otra orilla.


Podéis seguir aspirando a construir vuestra mierda de sistema económico , que me parece tan pretencioso como el sapo empeñado en hincharse e hincharse hasta alcanzar el tamaño de un buey.


Reventaréis. 





domingo, 17 de enero de 2021

CARA NORTE.

Recuerdo  el primer retiro  espiritual que hice en la Quinta Julieta, una casa  de ejercicios  que tenían los jesuitas en Zaragoza.

Lo impartió el padre Martínez Bres,un sacerdote de la orden de san Ignacio experto en torear en esas  plazas.

No se  me  olvida  la minuciosa descripción de  la  que sería mi propia  muerte ,  los estertores de la agonía, la putrefacción del cuerpo que sería pasto de los gusanos, y el merecido castigo del fuego eterno que habían dejado el terror consolidado para siempre en la  nuca de mi alma.

Y  como "cada espina de la corona que  clavaron a Jesús la  habías empujado tú con tus pecados".  

Crecí  atormentado , volcando mi  rebeldía contra ese  miedo. Porque yo  no quería  ser así.

Hay que imaginarme con el rostro plagado de acné arrodillado en las decenas de confesionarios de la ciudad de Zaragoza , confesando  mis pecados con un sacerdote de voz atiplada ,  mientras vertía en la oscuridad mis  malos pensamientos y las   faltas  de la carne, mal nombradas y susurradas. Cada vez que me atascaba, frenado por la  vergüenza , el padre me daba un bofetadilla cariñosa  y me  animaba a seguir , como quien espolea a un potro que rehúsa saltar el obstáculo. 

Salía muy contento de allí, pero sabía que, una vez perdonado, volvería a caer y después sería roído de nuevo por el remordimiento. 

Era  como la  pelota que lanzas desde la altura y al sentir el suelo , rebota, y vuelve  a subir , rechazando el barro. Pero, ¡ay!, subes a menos altura, y vuelves  a caer, hasta que chocas de nuevo con  la realidad del suelo, y vuelta a  ascender...

Y así siempre. Ése fue el légamo cenagoso del que  después  he intentado huir  toda  mi vida.

Venía de unos  padres profundamente católicos, con una fe también atormentada. En la  quesera de mi   subconsciente  la yogurtera  era ácima y  amarga.

Después conocí otra fe, otro Dios, otra forma de amar. Pero, bueno, allí sigue agazapado todo el aluvión de limo podrido que en mi alma   se había posado en el colegio de El Salvador, en casa  de  mis padres , en los clubs  juveniles , y que  se desborda desde aquel lejano confesionario de la adolescencia a las páginas  de  "El Barullo",  que no es sino el cuaderno de bitácora de un pobre  hombre , navegante en el  asfalto, que encuentra Ítaca dentro del vertedero de mí mismo. 

Te diré un secreto . Tu vida es una  montaña que debes ascender poco  a  poco, pero  por  la cara norte. Es  muy posible que personas que te han  querido, y que tú has querido , se hayan despeñado al conocerte en esa  ascensión.

No  te  preocupes. Los ocho miles  nunca han sido fáciles de  ascender, ni  para ti, ni  para nadie.




sábado, 16 de enero de 2021

EL FRÍO DE LA INFANCIA

El frío y el cierzo de  mi infancia se ha convertido en una categoría   en mi alma 


Lo recuerdo en las tardes moradas de diciembre , cuando cubierto con un pasamontañas  te encogías sobre tí mismo al dar la vuelta a la  esquina que cruzaba la Gran Vía con el Paseo Sagasta              y exclamabas  "¡coño  que viento!"...de allí que al rincóncico se le llamase  "Esquina del coño"

El cierzo que venía del Moncayo , viento del norte silbando en los canalones del patio, mientras leía tebeos, o soñaba mis cosas  al volver de la escuela con el pelo revuelto y desaliñado.

Aquella ventolera persistente, agresiva, salvaje y arrebolada  de la infancia la llevo asociada a las faldas  de algunas mujeres , y a las chicas del sagrado Corazón recogidas sobre  sus brazos cruzados y el pelo alborotado .

A  veces nevaba en Zaragoza, y  la noche suspendía todos los sonidos , los apelmazaba. Los perros no ladraban, no se oía ninguna voz en la calle y el roce de la vía  del tranvía  parecía llegar atravesando un silencio blando. La pureza de aquella nieve tardaba mucho tiempo en ser vulnerada hasta el punto que la conservo  dentro  intacta todavía. 

Con los mocos de estalactita transparente en el belfo sobre aquella luz   gris  acerada   íbamos al colegio , con guantes de lana , calcetines de media caña, que se te comían los zapatos  , pantalones cortos , y el pasamontañas también de lana. . 

El deshielo de marzo, al final de un frío extenso , es un espectáculo muy puro cuando se produce en el corazón de  los Monegros , esas escarchas que lloran el rocío al amanecer,  o se desliza desde aquellos plataneros de la niñez que sólo pertenecen a nuestra memoria. 

¡Joder, cómo  me  duele esa  infancia  que  no consigo  atrapar , como este viento del que  escribo y recuerdo!

Hoy la gente va al trabajo con sus miedos a cuestas y las ruedas de los coches aplastan la primera luz de la nieve que sólo pertenece a los niños. Los niños ya no la pisan virgen, blanca y pura como una miniatura japonesa, que son los que mejor la han pintado. A ellos les  queda el  barro.

A simple vista se trata de la vida, pero esa sucia y oscura amalgama negruzca que se forma en la ciudad al día siguiente de la nevada es la metáfora de en qué nos hemos convertido: mientras aquí abajo la  sociedad se ha convertido en un barrizal de  negro pez  de intereses  espúreos, de corrupción , de egoísmo ,  la nieve que cayó estos días pasados ha ido a refugiarse de nuevo en el corazón del bosque, y se espolvorea en las  orillas  de los sembrados.

No sé donde anda el alma de ese niño que fui, hoy me encuentro zarandeado por la vulgaridad, incluso  la mía; la violencia de los fanáticos y la agresividad de ciertos personas  que no citaré me  hacen sentir miserable.

Pero en este momento el sol de febrero  en algún lugar muy preservado está transformando la nieve en un  martillito de luz   que se desprende desde las ramas de un  humilde pino hasta el humus fermentado. 

Durante la caída atraviesa nuestra memoria y te roza ese pelo revuelto de tu niñez. 

Vuelve  a  ella, nada está perdido. Viendo la vida como ese hielito final del vaso que de pronto hace un ruido

viernes, 15 de enero de 2021

CRISTALES ROTOS

Toda nuestra vida está hecha de fracasos, y esos fracasos son cristales rotos por los que entra el aire.


Fracasé cuando repetí curso. También el día que me expulsaron de jesuitas. Y ese año que me retrasaron ir a Barcelona. O la temporada que escapé hacia ninguna parte, errático y en el desvarío , a Madrid,  Málaga, Granada.


Me fui a pique en Bauprés.  También en Lleida. Y Tarragona. No conseguí mantener el barco a flote en Valladolid. 


Y me fui con lo puesto. Mil euros después de una vida de mentiras.  Otra vez hundido.


Y se murió un amor, se me deshizo entre los dedos. Y me fui a Guatemala. Tampoco salió bien.


Me engañan en Serunión. Otro fracaso. Y vuelta a empezar.


Barcelona. Y otra estafa. Me tangan con el cálculo de una jubilación. ¿ De verdad se equivocaron? La sensación, otra vez, de que alguien se ríe de ti. Estoy en la calle. Oriol, un amigo que pensé era fiel, me engaña. Una mano delante y otra detrás. Solo y en tierra de nadie.


Tal vez estamos hechos de hacernos daño unos a otros. 


Se acumulan los fracasos.


Esos fracasos son cristales rotos por los que entra el aire. ¿ Qué aire?: el de la gracia. Si no se hubiesen roto no estaría dando gracias.


Hoy sé que todos esos tropiezos, esas caídas, esos engaños, las mentiras, los fracasos, son parte de un plan que se nos escapa a todos. A ellos y a mi. 


Y el amor que, no sabes cómo, ahí está, con nombres y apellidos. Y te dice " no pasa nada. Vamos".


jueves, 14 de enero de 2021

VOLAR LEJOS. EL MUÑECO DE TRAPO.

"El cielo a medio hacer" es un a antología de poemas de Tomás Transtromer, premio nobel de poesía. En ese libro, al final , añade un texto autobiográfico con escenas de infancia y juventud titulado " Visión de la memoria".


Me gustó muchísimo los momentos interiores en que recoge la forma en que se enfrentó y lidió con los abusos de un chico mayor durante los años de la escuela primaria.


"Cuando se acercaba, yo fingía que mi Yo había volado lejos y que lo único que había quedado era un cadáver, un trapo que él podía manosear como quisiera. Entonces se cansó.


Me pregunto qué ha significado para mi existencia el método de transformarse en un trapo sin vida. El arte de ser atropellado, conservando el amor propio. ¿No lo habré utilizado en exceso? A veces funciona, a veces no». 


Me acordé de la pobre mujer violada por Neruda. 


Una estatua. Un trapo que se puede manosear. Un alguien inerme que " volaba muy lejos".


En Guatemala tuve una experiencia que me recordó estas otras.


Una tarde vino una indita a mi casa con una guitarra. Quería que le enseñara a tocar unas canciones para la misa. Era una religiosa joven. Pertenecía a una congregación religiosa fundada por una estadounidense. Su carisma era la ayuda a las parroquias misioneras, y estaba formada por monjas indígenas. Eran personas muy sencillas y entregadas al servicio en las aldeas , vestidas con hábitos estampado.


Creo que era una novicia.


Vivía solo. Y, aunque imaginé que la hermanita no tendría permiso para estar a solas con un hombre, la dejé pasar. Comenzamos la clase y poco después se puso a llover a cántaros. Como llueve allí. Aclaro que a uno las tormentas torrenciales le ponen. Me activan sexualmente. En un momento determinado nos miramos.


En fin, supe que podía pasar cualquier cosa. 


En otras circunstancias, en otros años, estoy seguro que hubiésemos salido cenizas de esa habitación. Y también que esa mujer estaba dispuesta a todo por salir de esa cárcel en la que se encontraba, y que yo conocía bien. 


Incluso a hacer la estatua. Incluso a volar muy lejos de allí a cambio de que fuese en mis alas.


No fue de Dios. Y pienso que no hubo, al menos por mi parte, virtud. No se trató de eso. Fue que esa lección ya la había aprendido. Por entonces ya conocía, ¡ ay!, el amargo dulzor de ciertas caídas.


Le acompañé a la puerta y nos despedimos. 


No volvió a por más clases.


Después, cuando regresé a España, me escribió pidiendo dinero a para atender a su familia, y así lo hice durante un tiempo.


























miércoles, 13 de enero de 2021

UNA VIOLACIÓN. NERUDA.

Pablo Neruda cuenta  un episodio asqueroso en sus memorias.  El de la violación que cometió sobre una mujer tamil en su época de cónsul en Colombo. Lo cuenta en sus memorias Confieso que he vivido, que no se publicaron hasta 1974, cuando el poeta chileno ya había muerto.


El poeta cuenta el episodio arrepentido, pero está por ver si lo hubiera contado de vivir en 2020, en pleno auge del feminismo. El texto está situado en el capítulo 4º de sus memorias, el titulado La soledad luminosa, en el subcapítulo titulado Singapur. 


La  verdad es que es una violación a la que se añade racismo y clasismo (él era un cónsul blanco, ella una paria tamil). Dice así:


Mi solitario y aislado bungalow estaba lejos de toda urbanización. Cuando yo lo alquilé traté de saber en dónde se hallaba el excusado que no se veía por ninguna parte. En efecto, quedaba muy lejos de la ducha; hacia el fondo de la casa.


Lo examiné con curiosidad. Era una caja de madera con un agujero al centro, muy similar al artefacto que conocí en mi infancia campesina, en mi país. Pero los nuestros se situaban sobre un pozo profundo o sobre una corriente de agua. Aquí el depósito era un simple cubo de metal bajo el agujero redondo.


El cubo amanecía limpio cada día sin que yo me diera cuenta de cómo desaparecía su contenido. Una mañana me había levantado más temprano que de costumbre. Me quedé asombrado mirando lo que pasaba.


Entró por el fondo de la casa, como una estatua oscura que caminara, la mujer más bella que había visto hasta entonces en Ceilán, de la raza tamil, de la casta de los parias. Iba vestida con un sari rojo y dorado, de la tela más burda. En los pies descalzos llevaba pesadas ajorcas. A cada lado de la nariz le brillaban dos puntitos rojos. Serían vidrios ordinarios, pero en ella parecían rubíes.


Se dirigió con paso solemne hacia el retrete, sin mirarme siquiera, sin darse por aludida de mi existencia, y desapareció con el sórdido receptáculo sobre la cabeza, alejándose con su paso de diosa


Era tan bella que a pesar de su humilde oficio me dejó preocupado. Como si se tratara de un animal huraño, llegado de la jungla, pertenecía a otra existencia, a un mundo separado. La llamé sin resultado. Después alguna vez le dejé en su camino algún regalo, seda o fruta. Ella pasaba sin oír ni mirar. Aquel trayecto miserable había sido convertido por su oscura belleza en la obligatoria ceremonia de una reina indiferente.


Una mañana, decidido a todo, la tomé fuertemente de la muñeca y la miré cara a cara. No había idioma alguno en que pudiera hablarle. Se dejó conducir por mí sin una sonrisa y pronto estuvo desnuda sobre mi cama. Su delgadísima cintura, sus plenas caderas, las desbordantes copas de sus senos, la hacían igual a las milenarias esculturas del sur de la India. El encuentro fue el de un hombre con una estatua. Permaneció todo el tiempo con sus ojos abiertos, impasible. Hacía bien en despreciarme. No se repitió la experiencia".


PABLO NERUDA, Confieso que he vivido, Pehuén Editores, Santiago, 2005, págs. 136 y 137.


Esta entrada pide otra mañana.  Hiela la sangre la historia, y no soy quien para decir nada al respecto. Yo no. También he estado en esa frontera, y sé lo fácil que es traspasar umbrales de vergüenza.


Sé lo que es abrazar una estatua..


Mañana.






lunes, 11 de enero de 2021

QUE HAN DEJADO DE BRILLAR.

He tenido que llegar hasta aquí para entender y  aprender a amar el silencio.

Conmueve a veces más que la música. ¡ Dice tantas cosas el silencio !

Antes de dormirme, mientras la oscuridad me envuelve, en la parte derecha de mi almohada , en la ecrucijada donde se cruzan memoria y niñez,  recuerdo nombres que el tiempo quería hacerme olvidar.

Por la noche, en el jardín  de casa Sueiro, en los troncos de los árboles, puedo oír el rumor del regato de la savia fluyendo, y el respirar de los pájaros dormidos   y el  corazón de las  mariposas descansando

Y al caer el día, si afino mucho el oído, del cementerio de la iglesia de san Fiz en Estacas ,
oír de lo hondo de sus  tumbas el crujir de sus ataúdes

En la hora del silencio sé que en ese día del mundo algo hermoso se apagó para siempre .

Y antes de dormirme rezo y pido a Dios por esas viejas estrellas fatigadas, anónimas, desconocidas , que han dejado de brillar. 



sábado, 9 de enero de 2021

Y LES PIDO NO OLVIDARLA.

Cuando seas muy mayor llegará un día en que dejarás de cumplir años. Te dará igual tener 70 que 80. A esa edad solo cumplirás estados de ánimo: te encontrarás bien o mal.


Estar bien o sentirte mal será la única preocupación. Los análisis y radiografías tendrán mucha más importancia que la experiencia que lleves en la mochila. 


La vejez es, sin duda, una tragedia irreversible, pero si quieres puedes convertirla en una obra de arte. Esa fue la lección de mi padre.


Con la enfermedad sucede lo mismo.  He visto hacer de la enfermedad una obra de arte de saber vivir. 


Si lo más dulce se guarda para el final, también puede suceder lo mismo en el postre de la vida. El deterioro físico siempre se produce por partes, cada órgano por separado, nunca acontece un fracaso conjunto y total, salvo que decidas acabar por ti mismo o te  des un morrazo muy principal. 


Hay dos formas de envejecer: de dentro afuera y de fuera adentro. Esta última modalidad es la más evidente: la carne flácida, la linfa acuosa en la mirada, el color ceniciento de la piel, las articulaciones anquilosadas. O aparece el bulto sospechoso que germina por aquí o por allá, la sombra en el pulmón, el veredicto infame del TAC. 


Eso muy grave, pero  es menos patético que envejecer lentamente de dentro afuera. Si llega un momento en que todo te da igual, que tragas con ruedas de molino con tal de que no te molesten, que crees que tu protesta o coraje no servirá de nada, serás viejo por dentro aunque tengas 30 años. 


El alzhéimer no consiste en perder la memoria, sino en no recordar que la has perdido. Olvidar los sueños que en un momento de la vida te hicieron fuerte.


Esa fue la lección que me dieron estos dos que hoy miro en la fotografía que tengo en el despacho. Mi padre y Manuela. 


Y les pido  no olvidarla.