Tengo pendiente una entrada sobre algo que, la verdad, no entiendo. Mis creencias no nacen del derecho canónico, ni de órdenes religiosas, ni de asociaciones espirituales, ni de la curia, ni de obispos.
Además, estoy convencido de que este papa, y esta iglesia , es un algo que se me escapa. Veo demasiadas ganas de poner palos en las ruedas . Hay que conocer muy bien a los jesuitas, y yo los he conocido muy bien, para intuir que tienen muchas cuentas pendientes con alguna institución , y van a lo que van.
De mi diré que estudié con ellos, me expulsaron en sexto de bachiller, un primo de mi padre era provincial en Navarra, el padre Recondo. Y un hermano de mi abuelo, el padre Mendive, fue un teólogo muy afamado en la Curia General, donde vivió y era un tipo muy principal.
En fin, para estos tíos, sin ellos los laicos somos ovejitas descarriadas. Jamás un jesuita sabrá, ni siquiera se acercará a intuir, qué es un laico.
Y de allí viene el rebote de las prelaturas personales.
El papa quiere que la opus sea una cosa clerical. En fin, allá él.
Yo estoy convencido, y así me lo explicó Pedro Lombardía, que algo sabía de eso, que tiene que haber muchas prelaturas personales. Vivimos en una iglesia que gobierna sus diócesis con obispos- algunos auténticos patanes, paletos, y unos pocos cerdos ( incluyo cardenales ¡ Ay, Tucho y sus besos!). Y ese gobierno se encauza a través de unas visitas ad límina, cortas, muy cortas. Una cada cinco años.
Que alguien me diga de qué se entera un papa de 85 años de lo que le cuente un obispo cada cinco años.
Y vemos como hoy este papa utiliza a determinadas minorías para destruir a una mayoría que está en sus cosas, que son las que importan.
No imagina esta papa, ni su curia de pelotas, mucho argentino, mucho jesuita alelao, cuántas familias viven en la normalidad católica . El papa habla para unos pringaos , confundiendo homosexuales, con trans, con LGTBI , los felicita , los aplaude y olvida a los millones de fieles casados regularmente entre sí, que crían a millones de menores o adultos , muchos que no tienen un trabajo estable, sustentan materialmente la vida de millones de personas con discapacidades graves, incluidos millones de ancianos no autosuficientes, gente que es su gente. Personas.
Y entre esos millones hay divorciados que quieren regularizar su posición dentro de la iglesia, y que les vendría muy bien una prelatura personal que los acogiera y los atendiera en sus especificidades. Lo mismo que todos los complejos procesos de emigración que están pidiendo a gritos una atención y una dedicación , no territorial. Pienso en africanos en España, en el mundo, que no se integran en iglesias locales paletas ( lo de Cataluña con los latinos es de traca) , musulmanes, chinos, del Este.
Pienso en conversos del anglicanismo, luteranos, o evangelistas, musulmanes, que los hay, y que andan perdidos entre tanto gay y tanta señora con calabacín.
La familia queer está bien para las portadas de Vanity Fair, pero no trata sobre adolescentes con problemas o ancianos con Alzheimer. Además que uno se huele que esta gente se lleva bastante mal con los niños.
No sé si este papa conoce que en la vida real su gente vive un problema de imposición ideológica que no corresponde en ningún caso a la realidad. Y él participa de esta mentira. Demasiada agenda 2030.
La iglesia, es una opinión, debería transformarse de arriba abajo. Cambiar estructuras muy antiguas y viejunas . Bajar a las trincheras y luchar en el barro.
Hace unos años se descubrió una nueva especie de ave palmípeda, el pato patagónico, que se describía por sus andares: una pisada, una cagada; otra pisada, otra cagada. La descripción se ajusta singularmenge a la ejecutoria de este papa que, encima, es argentino .
Pero, bueno, esto lo arregla el Camposanto. Amén.
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Una última maldad: he visto en las noticias de A3 un reportaje de la Federación de Fútbol y el asunto Rubiales, y no he podido dejar de recordar a un Vaticano lleno de cardenales viejos, de obispos y peña en el poder que cambian de opinión de la noche a la mañana dependiendo el viento que sopla. El Rubiales de ayer hoy es un apestado.
¡Todo es dinero y poder!
Unos en federaciones deportivas, otros en diócesis, aquellos en partidos políticos, y estos en bancos...¡son vidas porcinas!
Y ahora os espero como un cortador al toro en medio de la plaza del Barullo.