miércoles, 28 de febrero de 2018

RELACIONES SAPRÓFITAS

Hay relaciones que son saprofitas (RAE: «Se dice de las plantas y los microorganismos que se alimentan de materias orgánicas en descomposición»).

Televisiones que se alimentan de espectadores con una conciencia porcina, y que les ofrecen paladas de mierda.

Partidos políticos que almacenan entre sus militantes carroña para poder sobrevivir.

Grupos religiosos con abundancia de tibios y gente rara, en estado de descomposición, vagos, inermes, alelados, que están porque no sobrevivirían al aire libre ni un segundo. Les explotaría la cabeza. Pero hacen número, y ocupan lugar.

Tertulianos loros, pesebristas adoctrinados por una ideología a la que sirven, memoria de argumentarios del poder, catequistas devotos que repiten sectarios las respuestas dictadas por ideólogos anónimos.

Empresas familiares , nido de enchufes de casta, de apellidos que se parecen mucho, de niños pijos a sueldo de papá, de cautividades afectivas históricas sin ningún sentido. Rémoras adheridas a la boca del tiburón papá.

Y  gente  que educa apelando  a  lo  peor de nuestra naturaleza: la vanidad,  el  miedo, la  pena, el  victivismo...



martes, 27 de febrero de 2018

LA RISA Y EL AMOR: EL BUEN HUMOR.

La risa y el amor están en todas partes . Las catedrales,construidas en épocas  que amaban a Dios , están llenos de  grotescos  blasfemos. 

La madre se ríe  continuamente  del niño, el amante  no para de  reír con su amada , la mujer del marido, la  amiga de la amiga.

El buen  humor es  la única manera   de  vivir  esta vida.No  hay  otra  forma. Puedes   caer  muy  bajo, hundirte  en  la  miseria, ver  que  el horizonte se  cierra....pero si no  pierdes  el  buen  humor, saldrás   adelante.  

lunes, 26 de febrero de 2018

NECESIDADES TERRIBLEMENTE ANÓNIMAS.

He comprendido una amarga verdad: que  nuestras relaciones con la  gente  que  nos rodea  no comportan casi nada personal.

La mayoría de las veces cuando alguien nos ama lo que busca en nosotros es la satisfacción de su propia necesidad de cariño o de expansión. Y cuando alguien nos  detesta, lo que odia en nosotros es su propia irritación, su amargura interior que nuestra presencia reaviva.

Nada personal.

Cualquier otro en nuestro lugar y en las mismas condiciones sería objeto de idéntica simpatía o rechazo. Es tontería pensar que se nos ama o se nos  detesta por nosotros mismos, atribuyendo  a una elección personal sentimientos de benevolencia o de antipatía que proceden de causas esencialmente anónimas. 

Una mujer se fija en ti , y presumes orgulloso de ser "el elegido de su corazón". Pero no es cierto, no es a ti a quien ama. Todo es puro azar. Y cuando te deje puede que te sientas deliberadamente traicionado; pero no es a ti a quien rechaza entonces, sino a la ceniza inútil de su desamor.

Desengáñate, nuestras acciones parecen proceder de una elección libre, pero la mayoría de las veces provienen de necesidades terriblemente anónimas.

Las tuyas y las mías también. 



domingo, 25 de febrero de 2018

¿POR QUÉ?

¿Por qué dices  que  te gusta  el ballet , si te duermes?

¿Por qué te vistes esos  pantalones , si te sientan como un tiro?

¿Por qué   presumes que llevas   tus hijos  a  tal colegio si sabes  que es caro de cojones, lo pagan  tus  suegros,  y no soportas  el  nivel  que tiene?

¿Por qué   sigues  leyendo  ese libro que te aburre,  aguantas  las  tres horas de esa película que no soportas,  o  visitas la  permanente  del  Guhemheim y dices  que  qué maravilla. O sea, ¡qué  maravilla!

¿Por qué te tragas toda la basura que te dan por la tele, si sabes que le sienta mal a tu sensibilidad y a tu inteligencia?

¿Por qué  no mandas  de  una  vez  tu  marido  a  la  mierda? . ¿Por qué  no dejas de una vez a esa  novia  posesiva e  histérica? 

 ¿Por qué no te atreves a ser tú?

¿Por qué  vas a Misa  si   no crees en Dios?

¿Por  qué crees  en un  Dios tan  poco  misericordioso  que  parece  un guardia civil  friéndote  a  multas?

¿Por  qué  vas  encapuchado y descalzo  en la procesión  del santo Sepulcro  y después  vas de  putas? 

¿Qué cojones te importa que los demás piensen que no tienes gusto, que no entiendes, si tú entiendes lo que entiendes y te gusta lo que te gusta?

¿Por qué vas donde te llevan en lugar de ir donde tú quieres ir?

¿Por  qué  te importa  tanto el qué dirán?





sábado, 24 de febrero de 2018

EL SABOR DE LA MAGDALENA

Vivimos  de la simiente que otros sembraron en nosotros. "Salió el sembrador a  sembrar..." , y no siempre el sembrador  fue buena  persona, ni la simiente  era de calidad. Se habla de la tierra donde cae...¿y si el agricultor es un jornalero a sueldo   que le importa  todo  nada?

Antes de que alcanzarás el uso de razón ya te sembraron   todas las  creencias  fundamentales de las que  no  podrás  desprenderte  en tu vida.

Tu madre te dio de  mamar y  , simultáneamente , te cantaba al  oído  canciones  de  cuna que hablaban de ángeles, de que si no te duermes  vendrá el coco, de dulces sueños.Esa voz, y  esas caricias , y esas creencias, que son  muchas, las recibiste  en tu corazón de niño en una  lengua  que  permanecerá dentro  de ti  para  siempre.

Esa madre, y tu padre  dejarán una huella  indeleble en lo  más  profundo de ti .Para  bien, sí, pero,  ¡ ay !,  también  para  mal.

Es el  primer  ingrediente  de la  magdalena de Proust.

Los cuatro angelitos que guardan tu cama no podrán hacer nada  para tapar  los gritos de tu padre  que. además del demonio que temías cuando cerraban la luz del pasillo, otro satanás habitaba en tu casa. Todo eso quedó acortezado en tu  subconsciente.

O  mamá,  chantajeándote  con sus  caricias o  su histeria.

Después alguien te pregunta a quien quieres más , a mamá o a papá, y  tú  no  sabías  que  contestar. La magdalena de Proust  tomaba sabor y consistencia.

Y llegaron las lecciones del catecismo,el miedo al infierno, el rezar mientras te masturbabas para que Dios se apiadase de ti y no te murieras en el acto ( en los dos sentidos de la palabra "acto"). Te enamoras y te ves sucio en tus miradas, y tienes vergüenza. No consigues dominar tus pensamientos.

Rezas, sabes atarte los zapatos, eres de un equipo de fútbol, coleccionas posavasos de puticlús  con un amigote malo, vas un club  juvenil para desembarazarte de tus padres, llevas una doble vida que   no  consigues  embridar, te escapas al Plata a ver tetas, rezas a  la Virgen con angustia, las primeras lágrimas delante de tu madre  que  te ha   cazado regresando a casa a las cuatro de la mañana con 15 años...

Lloras  porque estás enamorado. La  primera curda de muchas. Un cura te mete mano en un cine. Los castigos del colegio  los sábados de cuatro a  seis. 

Sales al  mundo. Barcelona, Lérida, Tarragona, Valladolid, todo atormentado, vives en el desvarío...te enamoras como un   perro, vuelves  a  empezar...se va la persona  que más quieres,otra vez solo. Guatemala. Te engañan. Regresas... 

La  magdalena ya  está bizcochada, envuelta  y  formateada .

Un día, cualquier día, tratarás de  desmontar todas  las piezas  que  constituyen tu alma ,y   probarás la magdalena y, de repente, ¡pamba!:  te  será muy difícil separar  la razón de la creencia, la educación de raíles que llevas en la memoria, de tu libertad  , la voz de tu madre  cantándote una nana, de la bronca de tu padre  porque  eras  un vago.

A tus padres, y a  toda esa  gente que  te  ha  educado en tu vida,  le  importa  nada lo que  ese niño que  fuiste haga  después  a lo  largo  de su vida. Porque  están convencidos de  que una tarde  de   tristeza, de melancolía , emergerá todo eso   dentro  de una magdalena...y  al final saben  que, aunque medio muerto,volverá el hijo pródigo  a  casa.

Pero,¡ojo!: en esa casa a  la  que regresas  no siempre está tu padre Dios. A  veces el sabor  de  la magdalena puede  confundirte.
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viernes, 23 de febrero de 2018

DESAFIANDO AL DESTINO

Para dar gracias a Dios por haber llegado de  verdad este mediado  de febrero con alas de nata  en  los  almendros     me he tomado una sopa de ajo . Mientras  llueve sorbo  el caldo  y siento el sabor del pan y las almendras. 

Mientras escribo  esta  entrada huele a asfalto  mojado . Hay que desafiar al destino con un instante de felicidad.

Con esta  lírica  uno se enfrenta a   la tragedia diaria . A   aceptar  a la  pesada  caradura  que  veré  llegar  tarde, otra  vez, como  si no  pasara nada,  porque  tiene  sus  privilegios. 

Hay una melancolía de la luz de gris   acerada d en  este invierno  sobre la Collserola .

Sentado a la mesa, reflejado  mi rostro en el fondo del plato , rezo   a modo de bendición  este pensamiento de Séneca: "el que no desea nada lo posee todo". 

Y dicho esto bajo la cuchara hacia la verdad de la existencia sin pronunciar una palabra.  No quiero  nada.



jueves, 22 de febrero de 2018

AQUELLO QUE NOS DEJÓ DESLUMBRADOS DE POR VIDA.

No hay mayor placer en la vida  que poder decir:"Ha sido  fantástico  estar allí”

"Estar allí" encontrarte abrazado a Juan Pablo II  en un balcón del Cortile de san Damaso.  "Estar  allí"  es ascender a la Faja de las Flores y asomarte al vacío. "Estar  allí"  es  entrar en una  cafetería   y  rozarte  con una mirada que te cambiará la vida  para siempre."Estar allí" es  cualquiera  de  las  increíbles experiencias  que has  tenido en la vida , tan personales , incomunicables  y únicas como tú  mismo.

La segunda mayor alegría es poder decir: “tendrías que haber estado allí”. Presumir sobre aquellas  historias, encuentros,  conciertos , que han sido fundamentales en tu vida , y aquellos momentos reveladores   de  los que   fuiste  testigo , que al menos lograron cortocircuitar  tus  creencias , y que   desde  aquel  instante  no volviste  a  ser exactamente el  mismo.

Y desear  compartirlo.

miércoles, 21 de febrero de 2018

OTRA MANERA DE VER LA VIDA ( Y FIN).

Tuve la experiencia de vivir por encima del tiempo y el espacio...

Una fue en las excursiones a la montaña. En especial las largas, duras, peligrosas. En la cima sentías que el tiempo se había parado. La adrelanina daba un punto al riesgo en ese estado, el paisaje, el olor de tu sudor, el aroma de un cigarro,  todo era de una belleza cautivadora. No pensabas en nada. Eras sólo contemplación. No hacía frío, ni calor, no sentías problemas que te pudiesen esperar a la vuelta.

Era frecuente estar allí, sentado en la cima, con otros dos o tres, en silencio. Nadie hablaba. Cada uno estaba en su mundo. Habíamos cruzado esa puerta que hablábamos ayer, sin darnos cuenta, y disfrutábamos , saboreábamos esas horas, que parecían segundos, de una intensidad maravillosa.

El que lo probó lo sabe.

Otra experiencia la tuve cuando estuve abrazado a Juan Pablo II, solos los dos, unos minutos. Lo conté en otro lugar. Todo se apagó a mi alrededor. No oía a  ninguno de los miles que allá abajo cantaban una canción, no sentía ni frío ni calor, acariciaba las manos de ese hombre, suaves, blancas, y me refugié en su pecho, emocionado, y rompí a llorar. Sentí su abrazo, escuché su voz, profunda, grave, “eres muy bueno, eres muy bueno”...y  el tiempo y el espacio se paró. Nada me preocupaba. Podía pasarme cualquier cosa que me sentía muy lejos de las cosas del mundo.

Entonces no caí en la cuenta, pero había vuelto a traspasar la puerta y entrado en el otro lado. ¡Hoy lo sé!.

Otra fue el estado de enamoramiento con Manuela. Ya lo conté en otros lugares. Fueron meses, más de un año, de una felicidad absoluta. Nada importaba. Vivimos en un mundo absolutamente maravilloso. Y todo nos salía bien. No había cálculo, pasado, futuro. No echamos todo a la espalda. Todo era amor, folía. Nos sobraban energías. Nuestros horarios eran imposibles, pero no acusábamos cansancio, hastío, la necesidad de un poco de respiro.

El sexo , el de verdad, el enamorado.¡Otra puerta!

Hubo alguna experiencia más, pero ahora te toca a ti. Puedes mandarme a freír espárragos y pensar que estoy loco. Por supuesto que puedes.

Pero te aconsejo que  te des una vuelta a ti mismo, por tus adentros, e investigues un poco. A ver si resulta que  sí, que sabes  de qué hablo y, entonces, te pones a buscar donde está esa puerta, y como se cruza.

Si quieres, aquí estamos en esa búsqueda. 






martes, 20 de febrero de 2018

OTRA MANERA DE VER LA VIDA (I)

Hace unos años alguien me hizo ver que se podía vivir por encima del tiempo y el espacio. Vivir el puro presente. Y esa es la manera que los grandes del mundo nos habían querido enseñar. Todos nuestros problemas nacen de no salir del tiempo y del espacio: nos preocupamos mucho por las cosas: tengo que comer, estoy cansado, me duele aquí, hay que pagar la hipoteca. Siempre incómodos, inquietos. No salimos de esa espiral.

Me citó a Facundo Cabral, que devoré sus monólogos, a Jesús, la vida de Francisco de Asís, la doctora Elisabeth Kübler-Ross, el psiquiatra Victor Frankl, los místicos sufistas...el tema me pareció interesantísimo, pero a mi esas espeleologías me resultaban extrañas, imposibles. 

Mi forma de ser anda lejos de la contemplación: vivo del pasado, exprimo el presente, imagino el futuro y, lo que es peor, ando muchas horas al día en Babia. Vivo poco aquí abajo. Fantaseo a todas horas.

Aquel hombre me dijo “sin embargo, seguro que has tenido alguna experiencia de ese estar fuera del tiempo y del espacio. Si lo piensas, la conoces”.

Y es cierto que las he tenido. Yo creo que todos las hemos tenido, quizás de un modo que nos pasó desapercibido, pero allí están.

Recuerdo las mías, y te sugiero que , de la mano de las mías, encuentres las tuyas, porque de ese chispazo el motor puede ponerse en marcha y buscar ese viaje a otra parte más serena, más espiritual, más tuya. 

Ya te advierto una cosa: cuesta, y cuesta mucho. Hay que volver a empezar muchas veces, poner el motor a punto, hacer unas cuantas revisiones, corregir el rumbo.

Pero vale la pena. Es un viaje hacia la libertad interior.

También te digo que aquí no hay planes de vida, ni normas, ni costumbres, ni confidencias espirituales impuestas. No tiene nada que ver con eso.

Cuando Jesús dice “ esforzaos por pasar por la puerta angosta” no se refiere a la puerta final que lleva a la vida eterna. La frase responde a la pregunta “¿son muchos los que se salvan?. Y Jesús contesta en presente. Se refiere al día de hoy: a los dos nos puede llevar a la vida que merece vivirse aquí abajo. Si te esfuerzas por encontrar esa puerta tu vida será otra.

Vives en el follón del sidral de tu pasado, tu presente, tu futuro, lo que te han dicho que está bien, que está mal, que si patatín que si patatán....

Llevo tiempo con este tema como meta en mi vida personal. Si entiendes lo que vas a leer estas  entradas, te animo a que no te canses. Pasaremos esa puerta una y otra vez durante un tiempo en los dos sentidos pero, no te preocupes, al final sabrás traspasarla y echar el cerrojo.Y, cuando quieras, la abrirás para solucionar algo del otro lado.

Yo estoy en eso. 



lunes, 19 de febrero de 2018

CADA DÍA TIENE SU AFÁN.

Hace unos meses me grabé para escuchar en el coche el texto de Mateo 6,25- 34.

Lo hice porque intuí que eran algo más que palabras hermosas, y que escondían una clave que se me escapaba. No son dichas para consolar a viejas, o a incautos que piensan en la recompensa del más allá.

Están dichas para vivirlas hoy. Sucede que te rompen los esquemas:¿cómo se puede vivir sin pensar en el trabajo, en pagar la hipoteca, o los colegios?.

Y, sin embargo, lo que dice es que se puede. Lo que predica, ¡y de qué modo!, es que se puede vivir en otras coordenadas que las de tiempo y espacio.

Cuando lo has escuchado unas diez mil veces empiezas a entender el sentido de esas frases, que son música, una especie de letanía que recuerda un fatalismo feliz que huele a sabiduría de siglos, y a gente que está por otras cosas. Os recomiendo de corazón, porque os quiero bien, que leáis este texto a diario, y a solas, y poco a poco, os empapará de esa manera de ver la vida que está enraizada en las profundidades de nuestra alma. Seas creyente o no.

Al final todo se reduce a no esperar nada en concreto. Espera con humildad y sencillez sin límite que algo llegará. Y lo que llegue , será bueno .

Todos somos algo. A veces somos muy poco, un breve trozo del paisaje de algunas personas. Pero si sabes ser ese paisaje con dignidad y vocación, es algo más noble que andar preocupado por “discurrir” preocupaciones absurdas. Esos “¿qué vestiré?”, ¿qué comeré”?, ¿ qué haré si...?...¿y si mañana?...

Cada día tiene su afán. Allí está el secreto, en el “cada día”, el “hoy”.

¿Tienes planes para hoy?


Te  voy a  contar  los míos. Son cosas muy importantes, amig@s. Muchos planes. Me voy a   pasear por  la  parte  del  mundo en la  que ando con los  vivos  y  llamaré a María José,  le  diré  que la  quiero, y  mientras  tanto, esperaré  a que Manuela  vuelva  a  buscarme  desde  donde  esté.





domingo, 18 de febrero de 2018

DETRÁS DE UNO

Ya conté las excursiones que hacía con mi padre de chaval. En mi adolescencia, después de mil travesuras que no vienen a cuento, le aconsejó un psiquiatra que me agotara, ¡y cómo se tomó el consejo!: me llevó con él a cazar hasta supliendo el perro que tenía.

Carlos , mi  padre,me obligó a ir a la montaña con él durante años. Yo era un chaval. Los madrugones eran legañosos, fríos y oscuros, antes del amanecer. Con 16 años subí, por obligación, bastantes de los 3.000 del pirineo aragonés. Llegué a detestar a mi padre, sin embargo, el tiempo hizo que hoy lo   sienta   muy cerca.

Lo que trato de explicarte es que de subir montañas “detrás de alguien” sé mucho.

Hoy sé que lo más importante al subir una montaña es que, aunque sufres- ¡esos desánimos agotadores pensando que ese último repecho es el final, que pronto aparecerá una fuentecilla de un glaciar descongelado que te humedezca la lengua cuarteada...- lo que hay que hacer es subir. Pim pam, pim pam. Asumir la ruta que te ha tocado si quieres llegar a esa cima, aunque la senda que tomaste no era la del mapa, y estabas perdido...

¡Cuántas veces mi padre paraba en seco mirando a izquierda y derecha, y yo pensaba “¡pero si no sabes dónde estás, coño!”. Pero siempre llegábamos a la cima.

Lo bueno, amor, se da al final de la ascensión, cuando tu padre  te decía “¡mira qué maravilla!” Y abría una lata de sardinas, sacaba una tajada de jamón y un poco de pan, mojaba con vino esa rebanada, y te la ofrecía feliz mientras contemplábamos un océano de nubes a nuestros pies, o unos verdes lejanos de valles maravillosos...¡o esos azules fantásticos de cielos serenos!

Y aprendí, por culpa de ese cabrón que quiero tanto, que nunca conseguirás dejar la llanura si piensas demasiado en la recompensa que te aguarda en las cumbres.

Hoy  a  algunos  lectores, quizás  les madrugó una enfermedad y tienen que comenzar a subir...y  acompañar  al enfermo   , como entonces mi padre, un  paso detrás.


sábado, 17 de febrero de 2018

PASEANDO POR BARCELONA.

Barcelona  es  una de las  ciudades  más bonitas para andar  y  perderse. Pero es necesaria una cierta discreción y pudor para abstenerse de decirlo. Toda España está repleta de  pueblos que cacarean su belleza a  los  cuatro vientos. Pero éste, ¡ay, Barcelona!...

Uno aprovecha, con cierta  frecuencia,a darse  una  vueltecita  por  esa  Barcelona, que es un destino  maravilloso   para  recorrer.

Decía san Bernardo que había que  rezar  como  “miel en la boca, cántico en el oído, júbilo en el corazón”.  Así son mis  paseos  por esta ciudad donde hay  plazas,  calles, jardines,  rincones, donde todo se subraya  con el silencio. El silencio que es tiempo de ensoñación, de la espera de lo inesperado,  tiempo de atender las otras voces del mundo: las voces de la   historia de  sus  calles, de los aventureros, de los locos, las voces de los héroes , de  los   pobres, los  emigrantes, y de los perseguidos.



El silencio es el espacio de la reflexión, pero también del pudor. Por eso todos los que guardan algo valioso hablan en susurros. Los enamorados  también.
La ciudad, también la  naturaleza,  susurra su verdad, para el que sabe  escucharla.



viernes, 16 de febrero de 2018

EL POTRO (OCOMO DEJARSE LAS PELOTAS EN EL INTENTO)

A veces  pienso que somos los  libros  que leímos. 

Después de leer tantos  libros de aventuras y de hazañas bélicas durante la niñez uno piensa ser protagonista de aquellos relatos. Lo  mismo sucede  con el cine. Lo he sido todo: indio, vaquero, misionero, pirata , gangster, chulo...

Pero llega un día en que la incertidumbre  te pone frente a un desafío real y en lugar de portarte como el héroe que se supone que eres , te conviertes en un cobarde gallina, capitán de las sardinas.

Cuando   pillaron al actor Hugh Grant con un zorrón en Hollywood  se me cayó el alma a a  los pies. Lo mismo me sucedió cuando supe que Cary Grant gustaba de llevar ropa interior de mujer,o que Erol Flyn era un pederasta  .

Actores de Hollywood que en la pantalla salvaron la vida de miles de personas , en la vida real han sido lo  pior de lo pior.

La vida  no es cine, ni literatura. La mayoría a la hora de la verdad  somos unos  pringaos. 

Descubrirse valiente o cobarde, leal o traidor suele ser una sorpresa que uno se lleva con los años. 

En el colegio  teníamos clase de gimnasia . Mientras unos niños corrían hacia el potro sin pensar en las consecuencias de su salto, otros gustaban de hacer ejercicios  de gimnasia obedeciendo los pitidos de un pobre hombre que había hecho  la guerra e  impartía Formación del Espíritu Nacional.

El potro y esos  ejercicios de gimnasia son dos formas de estar en el mundo que no cambian con la edad. 

La carrera hacia  el plinton   en ocasiones terminaba con un choque fatal  de  tus  testículos sobre la punta de madera del toro . Pero allí estabas. Correr hacia el potro  es un ejercicio que le mantiene a uno siempre joven, porque permite equivocarse y meter la pata, ser libre y dejarte  las pelotas.

En cambio es muy  triste  ver a antiguos colegas tripones y  torpes , hechos una ruina, lanares y   bovinos, jadeando al ritmo del  silbato  de  los fanáticos  del mundo: del dinero, de la política, de la religión.
Resultat d'imatges de EL SALTO DEL POTRO


jueves, 15 de febrero de 2018

LOS NOSOTROS

Me gustan las  pelis de ciencia ficción en las que hay una invasión alienígena sigilosa.

Poco a poco y de forma callada, todos los miembros de la sociedad van siendo sustituidos sin que nadie se dé cuenta,

Un día,  un  paranoico descubre el pastel  y  muere incomprendido . No le queda otra que huir perseguido por “el pueblo”, un pueblo feliz y que sonríe idiotizado ,  con  cara  de  gilipollas,  pero que te quiere linchar porque no acepta que nadie ponga en entredicho su sistema de vida colectivo. Son los habitantes de hogares  luminosos y alegres.

O  cualquiera  de  esos  nacionalismos  de  uno  y  otro  sentido  que  pueblan  la Tierra. 

Es mejor una película de ciencia ficción que cualquier ensayo. 

Allí están  las pelis de la invasión sigilosa:  El pueblo de los malditos, Vinieron del espacio , Gremlins, Los Chicos del Maiz, y muchas de  esas  de jovencitos salidos que transcurren en campus universitarios, y que caen como moscas.

La trama es "estás siendo invadido y no te enteras". El resultado es la sensación de impotencia del espectador y la paranoia de los protagonistas más audaces. “Cualquiera puede ser tu enemigo”. Eso da  mucho cague.

 Al final un lugar que aparenta ser feliz, pero en el que la vida ha quedado reducida al "nosotros" .

¡Qué  miedo da ese "nosotros"!

Body Snatcher 1978

miércoles, 14 de febrero de 2018

NIÑOS CON MIEDO.

Me  han  dado una noticia que me ha dejado fuera de combate. Un buen amigo  se ha quitado de en medio. No lo estaba pasando bien. Parece que estaba en un callejón sin salida, y decidió , llevado de una angustia atroz, irse de este mundo.

No lo juzgo. Son situaciones durísimas.

A toro pasado todos sabríamos qué hacer antes de dar un paso así. Pero en su estado, probablemente enfermizo, nada resulta fácil.

Mucha gente no se observa habitualmente. Nos miramos más como actores que como espectadores que viven en sus carnes esos momentos. Deberíamos ,en lugar de centrarnos en lo que estamos sintiendo, encaminar nuestros esfuerzos a describir cómo están actuando los demás, qué indicadores nos ofrecen, cómo se muestran, cómo parecen reaccionar, cómo esperan que reaccionemos nosotros… Sin duda, este cambio de «papel» nos ayudará enormemente en la respuesta adecuada a la situación.

Nunca nada está perdido.

Este amigo estaba muy solo, y sintió que le caía la mundial encima en forma de deshaucios, de embargos, de deudas sin pagar, de líos que le dejaban en muy mal lugar. Estaba en la ruina, él, que lo había tenido todo.

En su ceguera depresiva no supo salir del guión de su propia película y mirarse desde fuera.

Es verdad que su vida se encontraba en un cruce de caminos en muchísimos aspectos, también en el familiar. A nada que en ese estado hiciese un poco de examen su situación era un desastre. Hasta los amigos de siempre le habían abandonado.

Sin embargo, sí había salida. ¿Humillante?, sí. ¿ dura?, también. ¿vergonzante?, sin duda...¿y?...la vida desde cero , a pesar de todos nuestros errores, equivocaciones y mentiras, puede ser la mejor oportunidad.

Lo explicaba mucho mejor un amigo..Al final todos somos niños con miedo. Nuestro amigo también.

Cuando los niños pasan pavores nocturnos...hay una buena terapia (que me perdonen los especialistas). Ya de día, pasado de sobra el susto que tanto les paralizó, se les convoca y, poniendo una cara mucho, muchísimo, más seria que la que ellos traigan, se les pide que expliquen lo que vivieron o sintieron. Y se le atiende sin prisas. Incluso se les repregunta para que vuelvan sobre sus pasos. Y se les vuelve a atender...

Llegado ese punto se comienza a bromear, pero con disimulo y tacto. Se les dice, por ejemplo: «¿Era el monstruo (o lo que fuera) así?». Y uno pone la cara más ridícula que pueda, pero muy serio siempre. ¿Ah, no? ¿No era así? ¿Cómo era entonces; podrías intentarlo tú?... Y el niño en primera instancia se concentra para intentarlo pero antes de lanzarse, piensa lo que piensa, y empieza a verse desde fuera. Empieza a ver lo ridículo del asunto… Al final se acaba entre risas”.

Rezo por él. No merecía ese final. Nadie lo merece.


martes, 13 de febrero de 2018

LAS PREGUNTAS DE SIEMPRE

Ayer  estuve   con Joaquín.

Hay cosas que sólo ven los ojos que han llorado mucho.

“Con tres heridas viene: la de la vida, la del amor y la de la muerte”, escribió Miguel Hernández. La vida, el amor, la muerte... van dejando heridas. Pero, hay  enfermo, parece como si las tres heridas se hubiesen dado cita a la misma hora y en el mismo lugar.

Las preguntas se acumulan en la mente de quien padece sin que haya respuesta : ¿por qué la enfermedad? ¿Cuál es su origen? ¿Sobrevivirá? ¿Qué será de los míos? ¿Por qué ha de padecerla él  ? ¿Por qué Dios paga así? ¿Por qué no atiende las peticiones  de  su  gente?

¿Por qué guarda silencio ante el sufrimiento de los hombres? ¿No será tanto dolor humano desatendido una prueba palmaria de que Dios no se ocupa de nosotros, y que no nos ama y está desinteresado de nuestra suerte? Y, si Dios no nos ama, ¿existirá?

En las horas de soledad o en las noches de insomnio zumban y ronronean como un molesto moscardón por la cabeza las preguntas de siempre : ¿Existe el cuidado amoroso de Dios si estamos condenados a amasar el pan de la vida con la sal de nuestro sufrimiento y las lágrimas de nuestros ojos?

Imagino antes de dormir que toco la orla imaginada de un Nazareno al que sólo veo los pies, y susurro, “¡cúralo!”.