Ayer tuve una agradable charleta en el blog con un vallisoletano, a cuenta de la entrada ""UN PASEO".
Al hombre no le gustaron nada mis impresiones vallisoletanas, y me hizo considerar " En el poblachón feudal que dibujas, no tendría cabida los Cines
Casablanca,(reducto del cine de sala pequeña, sin palomitas y cuklto por
el cine independiente y la versión original) el número de librerías que
existe, el interés real por el vino alrededor del cual hay también
mucho fantasma y mucho envidioso que al no saber apreciarlo, se empeña
en que los que sí saben son todos unos cretinos engolados. En tu
poblachón feudal no cabría la proliferación y tradición polideportiva,
ni sus museos, ni cienmil cosas que al parecer no has tenido tú, -que te
pasas la vida observando y juzgando-,la habilidad de disfrutar.
En
tus juicios hay una parte de verdad, pero te has perdido la parte mejor
de mi ciudad. Y el fallo es tuyo, amigo.Te deseo que en tu próximo
destino estés más atinado.
Sólo le faltó escribir ( música de violín, por favor) "la belleza de sus mujeres, la calidad de sus tapas y, aunque con fama de fríos y secos, en realidad somos austeros y recios, de fuerte carácter . Por otro lado, tenemos el mejor acento de España. Y no olvides ese fondo noble y hospitalario que en las señaladas fiestas de la Semana Santa atrae a tantos turistas a visitar nuestros pasos, santo y seña de nuestra identidad como ciudad".
El hombre se cabrea conmigo, se encasqueta el sombrero local, se pone el traje de pucelano autóctono, y me mete una mano de topicazos que me dejá pallá.
"Pues sí que me he perdido yo cosas de Valladolid y sus gentes y gentas.", pensé.
Si quieres saber dónde está el lector de escasas luces , es muy fácil: el gremial que se siente aludido en el todo por la parte. Aunque me da que este lector no es tonto, sino que practica el "Darpolculing" , modalidad deportiva muy de la zona.
Cuentas,verbigracia, que el camarero de un bar era un guarro, y veinte camareros te escriben porque llamaste guarro a un honrado colectivo de tropecientos mil trabajadores.
Por no hablar de las oenegés. O los pescadores. O el funcionariado de Correos (no me refiero a nada sexual con "Correos" , conste) , y te la lía parda.
Y es que eso es muy nuestro: que un fulano te dé palmaditas en la espalda y diga te sigo mucho, eres genial, hasta que a él también le tocas los cojones. Entonces dice qué desilusión, y que ya no va a leer una entrada tuya en su vida. Cosa que, por cierto, este también me hace considerar,:
"Por qué no tienes gente que disiente de tus opiniones en el Barullo ?, ¿por qué se han ido del Barullo lectores que valían la pena sus aportaciones?".
Pues, no sé, chico...¿mi mal carácter baturro, propio de los de mi tierra zaragozana, gente de carácter franco, sincero, campechano y tozudo?.
Y uno concluye: pues bueno. Mala suerte. Si de ese tipo de cosas depende que éste me lea o no, por mí puede leer el blog de Almudi,o el de mi puta madre, que muestra el camino y no se mete con nadie.
Pero a lo que iba.
Otro asunto es el de los nacionalismos de distinto signo que habitan este país llamado España, a veces. Y qué curioso. Si digo que España es una tierra de caínitas y una puñetera mierda, todos calladicos. Pero basta tocar, aunque sea de refilón, algún aspecto del otro patrioterismo, el nacionalista- ya sea regional o local- , y la tenemos montada.
Y si toco el nacionalismo pucelano, que lo hay, provinciano y egoísta, ese que aquí ha contaminado tradiciones, historias y culturas muy respetables, te saltan airados cantamañanas acusándote de que si tal y que si cual.
Habla el colega de mi Valladolid "feudal". ¡Hombre!, feudal, no, pero caciquil sí.
Que se lo pregunten a los miles de alquilados en manos de unos pocos rentistas de toda la vida de Vallata, que este año que ya llega les liberalizan los alquileres de locales.
Vais a ver cómo las gastan esas "señoras y señores " del Valladolid más negro y reaccionario que
medra a base de manipular a los lameculos y a los paletos de su pueblo.
En el 2015 os va a costar mucho buscar restaurantes de toda la vida, tiendas de siempre y, sí, también librerías y museos que son parte de vuestro paisajes.
Y comprobarás que esas cacatúas que juegan a las cartas en el Mozart - algunas , respetables madres y abuelitas de lectores del Barullo- les importáis una mierda. Porque ellas son las rentistas.
Aunque, bueno, dónde voy yo los caciques son muy peores y más peligrosos.
¡Hala! , allí os quedáis. No se me olvida la primera vez que llegué a esta ciudad y , no uno, varios, nacidos aquí me dijeron "esta ciudad no te va a gustar".
La jaula está bien, pero los pájaros, los autóctonos...¡por favor!
Yo me enamoré de una zamorana, ¡dónde se va a comparar!