Ateos recalcitrantes dicen que Bach es la prueba de su existencia.
Yo lo descubrí hace muy poco, en Tamahu, de la mano de Xabier. Los atardeceres en la terraza, con vistas al valle, escuchábamos en silencio esa música que nace inspirada del corazón del Espíritu.
¿Cómo describir esa belleza , ya sea de una melodía , una catedral, una escultura, un poema , una `pintura, o una coreografía?
No tiene ningún sentido explicarse nada. Lo mejor es escuchar, observar, leer poniendo el dedo sobre el verso.

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