Ser diferente muchas veces va de la mano de la infelicidad. Que nadie se enfade, pero a algun@ los que nos une en esta página es, precisamente, eso. Somos personas con aventuras interiores un tanto particulares, bastante parecidas. Uno intuye que nos une el pegamento de muchos "volveres a empezar". ¿Se dice así?
Conocí un alumno - fue en Valladolid- que se sentía diferente a los demás de su clase, un curso bastante peculiar y con mucho abusón que, para no ser marginado , decidió sacar malas notas y andar un paso detrás de los chulos de su clase. El cambio fue, para él y sus padres, muy doloroso. Y en mujeres he conocido casos muy acusados de no querer ser como se es porque el espejo social le reflejaba lejana, extraña, rara.
Toda esa gente acaba - si lo busca, o si tiene la suerte de cruzarse en su vida con un "amor a la vuelta de la esquina"- por aceptarse y encontrarse. Pero después de mucho dolor, mucho desierto, muchos laberintos.
Hay un común denominador en muchas almas dolientes. Dicen que el rostro es el espejo del alma, yo creo que sí, pero también intuyo que en algunas personas el alma es espejo del cuerpo. Parece que alma y rostro son dos caras de la misma moneda. Hay personas que llevan marcado en el rostro la expresión biográfica de su biología, de su interior, de lo que somos.
Todos tenemos un marco genético invariable, pero también hay un entorno que nos influye - y los logros de nuestra voluntad - y todo eso se refleja en el rostro.
Una vez, en una consulta de voluntario en la Cruz Roja , tuve una entrevista con un hombre mayor. Había tenido una vida muy dura trabajando en Suiza con su mujer. Había tenido dos hijas. Le estaban robando y abusando de su ignorancia. No sabía escribir. No se me olvida la mirada de aquella persona. La vida durísima de aquella alma había dejado en su mirada, en sus gestos, en sus andares , unas facciones humilladas, serviles, que comunicaban a su expresión una aflicción muy profunda. Mucho dolor.
Al salir de ese encuentro pensaba en qué parte de mi rostro quedarían esculpidos mis fracasos, mis dolores, mis vanidades, mis miedos, mi dudas, mis pecados, mis amores, mis intentos de ser buena gente.
¡Felicidades a todos los “hispanos" (hispanos) y sobretodo a los mañ os Suso y Modestino (los auténticos Blues Brothers)
ResponderEliminar...a tí también Pilarín.
Sobre todo quedarán en tus canciones.
ResponderEliminarFeliz día de la Virgen del Pilar!
Esto de intentar adaptarse a los demás lleva a que no seamos nosotros quienes elijamos, sino que sean los demás quienes eligen nuestra forma de ser.
ResponderEliminarLo veo como un obstáculo a la libertad personal.
Si no existieran el dolor, el sufrimiento moral, la angustia… la felicidad personal no sería una conquista; no llegaríamos a ser expertos en el arte de la alegría; nos vendría dada, como a una flor se le da el color, o a una especie el sabor.
ResponderEliminarSi nunca viéramos peligrar nuestra existencia, la existencia de quienes amamos, nuestro futuro… sería mucho más difícil permanecer al lado y ayudar a todos aquellos que ven peligrar su existencia, la existencia de quienes aman, y su futuro.
La oscuridad me impulsa a situarme del lado de la luz; el odio que me arranca pedazos de carne me ayuda, más que ninguna otra cosa, a situarme del lado del amor incondicional, como signo identitario de mi existencia, como hoja de ruta, como fuente de felicidad.
Si el viento no me empuja y no intenta hacerme caer, no sabré caminar con vendavales.
Si el corazón no se me rompe de dolor, no aprenderé a caminar ni a hacer felices a los que me rodean con el corazón roto de dolor.
Si todo fuera fácil, si no tuviera que romperme los cuernos para allanar el camino que conduce hacia un futuro luminoso, ese futuro luminoso sería menos mío, y yo sería menos yo, y todo sería peor.
Si no hubiera fracasado nunca, no habría aprendido a volver a empezar tantas veces.
Y ciertamente, el rostro, muchas veces, se modifica con los estados de la mente. Recuerdo como cambió el rostro de Rodrigo Rato en los días en los que el vendaval de la justicia amenazaba su libertad, su fama, su vida… Los rasgos de sus facciones se volvieron más afilados. Lo mismo le pasó a Urdangarín. Determinados tipos de sufrimiento nos cambian el aspecto. Ha habido personas expertas en adivinar procesos vitales intensos simplemente observando los cambios en el rostro de las personas que los sufren.
Aborrezco que la gente lo pase mal, aunque sean culpables; me consuela pensar que detrás de ese sufrimiento, existe la posibilidad de una mejora vital auténtica. Deseo para todas las personas, una mejora vital real.
PRISCILIANO
Aquí en el poblado de Astérix y Obélix, en el aragón profundo y olvidado, hemos tenido ofrenda de flores. No muchas, las suficientes para recordar a los del exilio. Ya sale el sol, algo nos llevamos. Abrazo, peña. Sin reblar.
ResponderEliminarEstuve esta mañana. Lloré como un niño. Estaba sentado muy cerca de donde se hacía la ofrenda. Escuchar las jotas y todas esas canciones me conmovió. Es impresionante lo que sucede aklí
EliminarNudo en la garganta, siempre.
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