PERDIENDO EL NORTE

martes, 14 de octubre de 2025

Hace  unos días  me escribió  por watsap un antiguo alumno. Me enviaba una foto Lo reconocí . Él a mi no.


Aún  le  quedaban brillos de luz  en la mirada. Era un chaval alegre, desenfadado, de  una chispa maravillosa. Es algo a  lo  que  uno  no termina de acostumbrarse  . La infancia, la adolescencia, y la primera  juventud iluminan  el alma  de muchos chicos que  han vivido  unos años felices. A bastantes ese brillo  , a  veces fuego, fiebre de vida, se  les  mantiene con los años, o quedan aún en rescoldos  en la  mirada.


Otros, aquellos  que han sufrido  infancias desgraciadas, desestructuradas, complejas , difíciles, humillantes, también se  percibe  en sus miradas tristes, apagadas, heridas , doloridas, desconfiadas.


Nos  reconocimos con una alegría desbordante


- Me he   acordado  tanto de ti!-  me escribía.


"Hubo varios momentos  en mi biografía  que  la vida  me  zarandeó, me llevó  de  aquí  para allá como un tronco arrastrado  por  la corriente. Todos mis valores  se  pusieron patas arriba. No creía en nada. La  brújula interior  se  volvió loca. Había perdido el norte.. Y  entonces aparecíais varias personas  de un modo imprevisto. Tú eras  una de ellas. Venías por el recuerdo de una  de  tus canciones, o de aquellas excursiones  que hacíamos,  o   de alguna  tutoría  que  recuerdo muy bien, o de  lo  divertida  que era  la  vida aquellos años con vosotros...no sé. Pusiste en nuestros corazones  una manera de ver  la vida que  después me  ha servido para no venirme  abajo".   

Me emocioné. ¡Si él supiera!!

"Yo  también he  perdido  el norte  -  le contesté-   y también la  brújula  se  me  ha vuelto  como una puta cabra. No señalaba el Norte  porque aparecían imanes que contrariaban  todas mis  creencias. No sé cuales fueron tus imanes, pero los  míos tuvieron que ver con la carne, el afán de aventura, la imaginación desvariada, la vanidad. Y  me  perdí muchas  veces. No soy el que crees  que soy.

Pero  también en  mi vida  aparecieron otros Susos, como en la  tuya. Y  aquí estamos, todos juntos, echándonos  una mano  para  no perder el  norte, de  una manera  que  no terminamos  de comprender  del todo.


9 comentarios

  1. Este antiguo alumno jugó unos años en el Gimnástica Torrelavega, no?

    ResponderEliminar
  2. Cómo es posible que Viaró te contratase como profesor? Tú de profesor no tenías nada. Eras un fraude y un abusón repugnante. Nada más.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso que dices es más viejo que tu abuela Dolores,, que en el culo tiene flores. Lo he escrito en bastantes entradas. Ni yo lo entiendo. Pero así es la vida.
      Los momentos que acaban definiendo nuestra vida raramente se ajustan a nuestros planes

      Eliminar

      Eliminar
    2. A mi también me contrataron como profesora (becaria primero y titular más tarde) sin serlo y sin saber lo que hacía. Solo por estar federada en el fútbol. Y de esos/as hay un montón. Fraude? A otro perro con ese hueso

      Eliminar
    3. Eso era habitual para los/las que tenian ficha del primer equipo. Entraban como profes en oc’s y fomento sin ningun filtro previo, fueran buenos/as o malos/as.

      Por no mencionar a los que “cambiaban” de ciudad. Esos entraban en los colegios sin ningun tipo de rubor, lo cual de cara al resto e incluso a los padres ajenos al futbol profesional era un muy mal ejemplo.

      Sevillista

      Eliminar
  3. Suso, Depeibols y algunos más eran una bocanada de aire fresco en el colegio. En Viaró faltaban mas Susos y menos Doumans y Sebastianes.

    D. Alcalde Barnils

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Se ve que el Douman dejó una huella imborrable por donde pasó...

      Eliminar
  4. Un día volveré (título de una novela de Juan Marsé).
    Y será gracias a todos los que se acuerdan de mí con cariño.

    ResponderEliminar