Hay momentos que veo las sobras de mi vida en bolsas de mis desperdicios.
¡Extraña sensación esa de ver restos de cosas tuyas envueltas y anudadas de cualquier manera!
Tras el cristal, la noche. Bufa el viento.
Qué tristeza: un pordiosero hurga revolviendo esa porquería donde hay retazos de ilusiones, fotos recortadas de buenas personas, de momentos maravillosos y efímeros y de historias que fueron mías.
En esa bolsa está la parte que te tocaba a ti de aquel nosotros. Y ese viejo remena toda esa mierda como quien espera encontrar un tesoro...
¡ Si él supiera!: allí faltas tú, mi media vida.
Yo lo noto: estoy confuso, en el desvarío, deshilachado y roto por las hechuras.
¿ De verdad se puede hallar un tesoro en esa inmundicia de uno?
Parece que El sí.
Tu, tu, tu y mas tu . Ya susin
ResponderEliminarY Él.
EliminarTú lee y calla, gilipollas
No te leo. Solo los comentarios payaso
ResponderEliminarYa. Pues eres más gilipollas de lo que pensaba
EliminarSuso te llegó el recibo?
ResponderEliminarSi gracias
EliminarLeyendo Dilexi te. Oiremos hablar de ella, a golpe de titular, a quienes pasen por ella de puntillas, pero a ver. Leyendo. Calladica.
ResponderEliminarTe enfrentas a un texto poético o en prosa. Lo primero son las expectativas, la intensidad en la lectura.
ResponderEliminar"La calle era de casas bajas", su primera significación es ciertamente de pobreza; la segunda es de felicidad.
Yo tengo un Euro y un número infinito de euros: todos los números reales que van de cero a uno.
Soy rico.
Non in tempore, sed cum tempore incepit creatio.
La luz pierde calor, el universo se hace poco a poco invisible.
A veces dentro de lo que cada uno de nosotros llamaria porqueria otros encuentran una luz, algo útil o simplemente buenos recuerdos pasados.
ResponderEliminarTodo depende de quien lo busca y que busca.
Pero casi nunca nada cae en saco roto.
Llevo un día de mierda en el trabajo y leyendo la entrada de hoy acabo de echar el freno, parar en el arcén, bajar la ventanilla y encender un Ducados.
Y todo se ve de otra manera.
Sevillista
Sí, siempre se puede ver todo de otra manera
EliminarUn abrazo
El dejarse ver, dejarse mirar por El es tan necesario… descubres que en verdad no eres tan asqueroso como creías, que debajo de la ponzoña hay un pequeño inocente irreconocible y amado por que si. A mi me encanta dejarme ver por Dios. Me ayuda también a aceptar la bondad de otros que se que no merezco. A ellos les hace bien.
ResponderEliminarGracias por esta entrada. No eres tan malo como te crees.
Me gusta como eres, porque puedo hacerte. Está todo tan embrollado; todo quema tanto o está tan frío, todo es tan amargo o excitante, tan insoportable o apasionante, que no tengo más remedio que hacerte.
ResponderEliminarY lo ves todo tan claro en ti, que poco habrá que decirte. Ves claro que no ves nada; tengo espacio para hacerte. Nunca me sentí tan artista como al amasar tu barro.
Ves que llega la noche, y la esperas con un Pernod y un acorde de guitarra, mientras me empleo en hacerte; bajo las estrellas sin espectadores.
Y hallo la sustancia tan vivida, tan saboreada, tan dolida también, que me enamoro otra vez.
PRISCILIANO