viernes, 11 de mayo de 2018

DESALIENTO

Hay un doble engaño en la presunción y en el desaliento.

Es tontería pensar  que nuestros esfuerzos y nuestras virtudes pueden por sí mismas acercarnos a Dios:la distancia entre Dios y nosotros es infinita.

Y también es erróneo pensar que nuestros pecados y debilidades son capaces de alejarnos de Él. Es imposible aumentar una distancia infinita.

Todo es obra de la gracia, no de nuestra voluntad.

Para acercar una  distancia infinita , como para alejarla  se necesita un poder y un amor que no tenemos.

Déjalo: en Dios nos movemos, existimos, y somos. Ya se encarga Él.

2 comentarios:

  1. ¿Es cierto que la distancia entre Dios y nosotros es infinita?
    A mí más bien me encanta pensar como san Agustín:
    “… tú estabas dentro de mí y yo afuera,
    y así por de fuera te buscaba;
    y me lanzaba sobre estas cosas que tú creaste.
    Tú estabas conmigo, mas yo no estaba contigo”.

    Infinita, es la intimidad que tenemos con Él, y la distancia que nos separa es la que tenemos que recorrer para encontrarlo dentro de nosotros…

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  2. Siempre se olvida que "Él nos amó primero".
    Como la psiquiatría es la ciencia del alma (del alma del psiquiatra) la manera de entender la religión es un reflejo del alma de cada uno. Y ahora somos todos positivistas y encima citamos aquello de "muéstrame tu fe y yo te mostraré mis obras".
    Como especialista en 'dobles vidas' (tengo un doctorado) esto podría ser verdad pero está claro que la verdadera vida de cada uno está oculta a los ojos de los demás.

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