Sentí el deseo sincero de volver a ver a una amiga. Quedamos en la plaza donde la dije que la amaba.
Viajé durante horas , aparqué, y la vi sentada en la terraza donde habíamos quedado. Sentí una pena muy grande, y me preguntaba qué sentido tenía mi cita. Entonces fui yo el que no se gustó. Y sentí una pena muy grande por mi.
Haz caso a Sabina: al lugar donde has sido feliz / no debieras tratar de volver.
ResponderEliminar¡Touché!
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