Una lección que no aprenderé:
Las relaciones entre amigos , o amantes, son muchas veces comerciales.
Se intercambian placeres, servicios, incluso cosas como la inteligencia, o la astucia, sin son vividas como algo que se "tiene". Lo mismo que se intercambian mercancías.
Allí nada es verdad, es la ley de la oferta y la demanda: el más rico se engríe, el más pobre se humilla y se prodiga, y cuando el intercambio deja de ser provechoso para una de las partes siempre se puede romper relaciones y que te den...
No la aprenderé porque tiendo a fiarme de las personas.
Dice Emilio Duró que hay gente que tiene la cara que se merece. Yo creo que no, eso es una gansada. Podría nombrar ahora unas cuantas personas con cara de buenas personas que son unos perfectos miserables, con las venas heladas, sin ninguna compasión por nadie.
Por ejemplo, ese que me dijo: "fíate de mi palabra, Suso: vale más que mi firma .Como comprenderás, lo que te digo no lo puedo poner por escrito...".
Tenía cara de buena persona, y le creí. Pero me dio gato por liebre , conociendo mi ingenuidad, y firmé mi baja voluntaria.
Olvida ya a ese cabronazo, no merece tu recuerdo.
ResponderEliminarComo esos "santos-varones-opusinos", que se creen cristianos de élite y predican (que no practican) mucha misericordia y caridad, pero luego son robots sin corazón, que no tienen escrúpulos ni conciencia para hacer daño a la buena gente de verdad; eso sí, con su sonrisa y cara de buenos y ellos tan felices, como marqueses, que es lo único que les importa, en sus mundosdeopus.
ResponderEliminarCierto es, pero en ocasiones el pez chico es un canchimalo
ResponderEliminarEl canchimalo es un adorable pececito que cuando el pez grande se Le come le raja por dentro con su puya y sale nadando entre la sangre de grande.
No hay enemigo pequeño que diría mi Güelo..