domingo, 27 de enero de 2019

AHORA

Hay gente que viviría en el paraíso y no  dejaría pasar mucho tiempo en que dijera “sí, pero…”. Siempre están buscando problemas que resolver.Y la verdad es que muchas veces , sencillamente, no hay poblemas  que  resolver.

Hay situaciones que manejar, o dejar como están, y aceptar que   son parte  de  la condición del momento presente,  hasta que cambien o  se puedan gestionar.

¿Por qué convertir cualquier cosa en un problema?, ¿por qué  proyectar el futuro con   situaciones que no sabemos si sucederán?, ¿para qué necesitamos más problemas añadidos , cargando la cabeza de  pesos absurdos  de  mil cosas que pueden suceder , en lugar de   enfocar la atención en lo único que interesa?.

Si creas un problema, creas más dolor.

Eso quiero: voy  a vivir no sólo al día, sino al instante. Todo lo demás no me interesa para nada.


1 comentario:

  1. La Gran Bola que avanza a 100.000 km/h, te marca el ritmo natural.
    La muy cachonda gira sobre su eje una vez al día, y ese movimiento conforma la vida que estás viviendo.
    En el ecuador los rayos del sol caen perpendicularmente y calientan el aire. Este sube a 6.000 m. y gira hacia la derecha en el hemisferio norte por el efecto Colioris, pierde humedad, desciende y crea los desiertos situados a 30 grados latitud norte. La atmósfera, una finísima capa de oxígeno nos separa del negro vacío y allí debido a la rotación se crean tanto los vientos que determinan el clima, como las corrientes marinas que determinan el movimiento de las mayores masas de calor.
    Amaneceres, ocasos, mareas, huracanes, lluvias, sequedades y orografía están conformados por el buque insignia que gira y gira, que se traslada pelín escorado a estribor y que es tu casa de toda la vida.
    Pero también te mece en cualquiera de tus circunstancias.
    Sólo tienes que poner las manos sobre un trozo de Tierra y sentirla.
    Es tu mejor herencia.
    Aprende a escucharla .
    No tiene dos días iguales.

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