martes, 8 de enero de 2019

DESALIENTO

Hay un doble engaño en la presunción y en el desaliento.

Es tontería pensar  que nuestros esfuerzos y nuestras virtudes pueden por sí mismas acercarnos a Dios:la distancia entre Dios y nosotros es infinita.

Y también es erróneo pensar que nuestros pecados y debilidades son capaces de alejarnos de Él. Es imposible aumentar una distancia infinita.

Todo es obra de la gracia, no de nuestra voluntad.

Para acercar una  distancia infinita , como para alejarla  se necesita un poder y un amor que no tenemos.

Déjalo: en Dios nos movemos, existimos, y somos. Ya se encarga Él.



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