jueves, 15 de marzo de 2018

EL PERRO DE PAULOV

Después de tanto darle vueltas, al final resulta que nada importa nada. Desengáñate, este es tu lenitivo para los malos momentos: nada importa nada. Otros lo dijeron de otra forma, “nada te turbe, nada te espante”, por ejemplo.

Eso que tanto te aflige, te agobia , te preocupa, no es nada. Deja pasar un poco de tiempo y verás como se desactiva lo que parecía un problemón.

Muchos de nuestros cosquilleos en la conciencia son el peaje o la multa que pagas a una mala formación recibida. Eres el perro de Pavlov.

Pero sabes bien que no eres un animal domesticado, o lo deberías saber.

Pon toda esa porquería de comida que has comprado, o te han vendido, en la nevera de tu inteligencia, deja que pase el tiempo hasta que caduque, abre el frigorífico, y la tiras a la basura.



3 comentarios:

  1. Mucha razón. La semana pasada juraría que te ví en el área de servicio 103 de la A-2. Estuve tentado de saludarte pero mi timidez me lo impidió. Te leo. Me viene bien y me ayudó en un momento de mi vida en que, como dices tu, me ví en las piedras. Abrazo

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias: si era CEPSA si seria yo.

    La próxima saluda, hombre!,

    ResponderEliminar
  3. Hay motivos y razones Cuando nos comportamos como personas priman las razones EL perro es un animal

    ResponderEliminar