miércoles, 21 de febrero de 2018

OTRA MANERA DE VER LA VIDA ( Y FIN).

Tuve la experiencia de vivir por encima del tiempo y el espacio...

Una fue en las excursiones a la montaña. En especial las largas, duras, peligrosas. En la cima sentías que el tiempo se había parado. La adrelanina daba un punto al riesgo en ese estado, el paisaje, el olor de tu sudor, el aroma de un cigarro,  todo era de una belleza cautivadora. No pensabas en nada. Eras sólo contemplación. No hacía frío, ni calor, no sentías problemas que te pudiesen esperar a la vuelta.

Era frecuente estar allí, sentado en la cima, con otros dos o tres, en silencio. Nadie hablaba. Cada uno estaba en su mundo. Habíamos cruzado esa puerta que hablábamos ayer, sin darnos cuenta, y disfrutábamos , saboreábamos esas horas, que parecían segundos, de una intensidad maravillosa.

El que lo probó lo sabe.

Otra experiencia la tuve cuando estuve abrazado a Juan Pablo II, solos los dos, unos minutos. Lo conté en otro lugar. Todo se apagó a mi alrededor. No oía a  ninguno de los miles que allá abajo cantaban una canción, no sentía ni frío ni calor, acariciaba las manos de ese hombre, suaves, blancas, y me refugié en su pecho, emocionado, y rompí a llorar. Sentí su abrazo, escuché su voz, profunda, grave, “eres muy bueno, eres muy bueno”...y  el tiempo y el espacio se paró. Nada me preocupaba. Podía pasarme cualquier cosa que me sentía muy lejos de las cosas del mundo.

Entonces no caí en la cuenta, pero había vuelto a traspasar la puerta y entrado en el otro lado. ¡Hoy lo sé!.

Otra fue el estado de enamoramiento con Manuela. Ya lo conté en otros lugares. Fueron meses, más de un año, de una felicidad absoluta. Nada importaba. Vivimos en un mundo absolutamente maravilloso. Y todo nos salía bien. No había cálculo, pasado, futuro. No echamos todo a la espalda. Todo era amor, folía. Nos sobraban energías. Nuestros horarios eran imposibles, pero no acusábamos cansancio, hastío, la necesidad de un poco de respiro.

El sexo , el de verdad, el enamorado.¡Otra puerta!

Hubo alguna experiencia más, pero ahora te toca a ti. Puedes mandarme a freír espárragos y pensar que estoy loco. Por supuesto que puedes.

Pero te aconsejo que  te des una vuelta a ti mismo, por tus adentros, e investigues un poco. A ver si resulta que  sí, que sabes  de qué hablo y, entonces, te pones a buscar donde está esa puerta, y como se cruza.

Si quieres, aquí estamos en esa búsqueda. 






3 comentarios:

  1. Fue en la Cola del Caballo, una formación rocosa superficial en un pueblo de Alicante.
    La pandilla hacía un recorrido circular sin fin.
    Primero avanzabas caminando sobre las rocas y entre las olas. Parecías Jesucristo caminando sobre el mar, pero sin barba.
    Luego llegabas a un corte pétreo donde te esperaba un vacío lleno de agua. Saltabas y cambiabas de estado. Ahora eras líquido. Azul, verde, blanco y sal.
    Perdías el sentido del oído debajo de las olas, mientras que la luz cadenciosa se dispersaba en continuas reflexiones y refracciones cadenciosas.
    Luego había que nadar hasta la orilla, y cambiabas de nuevo al estado gaseoso.
    Oxígeno, nitrógeno y argón, sin forma definida. Ni color.
    ...
    Salías a la orilla de la playa, y allí te convertías en cenista y olor a pino. Eras de nuevo arcilla. Como Adán y Eva.
    ...
    Y así una y otra vez, volvíamos a empezar el recorrido.
    No hablábamos.
    No pensábamos.
    Sólo sentíamos.
    ...
    Alguna vez vuelvo a ver a los chicos y chicas que componíamos aquella procesión circular.
    Todos sin excepción lo recordamos con un profundo respeto.
    Fue un maravilloso regalo del Creador, quien quiso darnos un mensaje sin palabras.
    Una caricia eterna.

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  2. Curiosamente en todas estas grandes experiencias, no hay pensamientos. La mente calla. Esto es lo que parecían buscar tantos sabios, místicos, etc. "Cuando la charlatana (la mente) calla, empieza la magia." Ese misterioso espacio que se abre entre pensamiento y pensamiento...

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  3. Lo recuerdo tan bien ... y así es: ahora la mente/conciencia/ego/superego lo fiscaliza todo y no hay manera :-(

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