sábado, 17 de febrero de 2018

PASEANDO POR BARCELONA.

Barcelona  es  una de las  ciudades  más bonitas para andar  y  perderse. Pero es necesaria una cierta discreción y pudor para abstenerse de decirlo. Toda España está repleta de  pueblos que cacarean su belleza a  los  cuatro vientos. Pero éste, ¡ay, Barcelona!...

Uno aprovecha, con cierta  frecuencia,a darse  una  vueltecita  por  esa  Barcelona, que es un destino  maravilloso   para  recorrer.

Decía san Bernardo que había que  rezar  como  “miel en la boca, cántico en el oído, júbilo en el corazón”.  Así son mis  paseos  por esta ciudad donde hay  plazas,  calles, jardines,  rincones, donde todo se subraya  con el silencio. El silencio que es tiempo de ensoñación, de la espera de lo inesperado,  tiempo de atender las otras voces del mundo: las voces de la   historia de  sus  calles, de los aventureros, de los locos, las voces de los héroes , de  los   pobres, los  emigrantes, y de los perseguidos.



El silencio es el espacio de la reflexión, pero también del pudor. Por eso todos los que guardan algo valioso hablan en susurros. Los enamorados  también.
La ciudad, también la  naturaleza,  susurra su verdad, para el que sabe  escucharla.



1 comentario:

  1. En el Poble Nou hay una iglesia donde fui a por la partida de bautismo de mi padre.
    El hombre nació en 1.928.
    Tras una visita al altar me metí en la sacristía y parlamenté con un joven sacerdote. Le expuse mi petición y el muchacho me acompañó hasta el archivo, donde comprobamos que sólo habían partidas de bautismo a partir de 1.940.
    Y las anteriores ?
    Nada de nada, monada.
    ...
    El suelo de la iglesia estaba embaldosado con piedra muy negra, que para nada resultaba familiar.
    Pizarra ? No, era muy lisa.
    Calcita ? Tampoco.
    Carbón. Aquello parecía carbón.
    ...
    Y entonces surgió la verdad.
    Un viejo Sacristán nos explicó al sacerdote y a mí que la iglesia había sido incendiada durante la Guerra Civil, que la cubierta de madera había ardido, y tras caer sobre el pavimento permaneció una semana consumiéndose y que el archivo se fue a hacer gárgaras.
    ...
    El joven sacerdote y yo nos miramos intensamente y sé que pensamos lo mismo.
    Cojones con la Historia !!

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