viernes, 23 de febrero de 2018

DESAFIANDO AL DESTINO

Para dar gracias a Dios por haber llegado de  verdad este mediado  de febrero con alas de nata  en  los  almendros     me he tomado una sopa de ajo . Mientras  llueve sorbo  el caldo  y siento el sabor del pan y las almendras. 

Mientras escribo  esta  entrada huele a asfalto  mojado . Hay que desafiar al destino con un instante de felicidad.

Con esta  lírica  uno se enfrenta a   la tragedia diaria . A   aceptar  a la  pesada  caradura  que  veré  llegar  tarde, otra  vez, como  si no  pasara nada,  porque  tiene  sus  privilegios. 

Hay una melancolía de la luz de gris   acerada d en  este invierno  sobre la Collserola .

Sentado a la mesa, reflejado  mi rostro en el fondo del plato , rezo   a modo de bendición  este pensamiento de Séneca: "el que no desea nada lo posee todo". 

Y dicho esto bajo la cuchara hacia la verdad de la existencia sin pronunciar una palabra.  No quiero  nada.



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