Paso cerca de una terraza cuando España está perdiendo contra Portugal
Ven el partido en una televisión gigante. Muchos y muchas van uniformados de la Roja. Rezan con las manos juntas pidiendo a Dios que gane España. Conmueve la devoción de esta gente .
No sé donde leí que se mide la audiencia de los partidos según el nivel de los depósitos de agua de las grandes ciudades en los descansos. La gente se va a cambiar el agua de las olivas y tiran todos a la vez de la cadena ,y entonces se sabe de verdad donde alcanza nuestro patriotismo.
De todas formas, hay aficionados que no se pierden ni los anuncios , y la vejiga de los hinchas españoles se convierte en un recipiente de uralita.
El fútbol es una pasión muy estúpida.
Veo al seleccionador declarando al final del partido. En realidad, estoy seguro, todo es puro azar: heredó unos jugadores en racha de un entrenador en racha , Lopetegui, y poco más tuvo que hacer.
- Hagan ustedes lo que saben hacer, y nada más. Yo me encargo de que se llevan bien- esa es, parece, la consigna.
Por fuera Hierro parece un español que lo mismo te lo encuentras de portero de una casa, de tendero de en una pescatería de Mercadona, o profe de Primaria en el CEIP Rigoberta Menchú, o esperando a los hijos en la parada del bus.
Escucho los comentarios de Camacho. Un tipo bruto, español hasta el rabo de la boina, de los de mis cojones, arriba arriba, venga a por ellos, la furia...
Nada en este deporte me llama la atención. Sigo mi camino , mientras oigo un aullido ...parece que hemos empatado.
El fútbol se ha convertido en un deporte corrupto. Como el chiste del esférico, nunca mejor aplicado: se mire por donde se mire está corrupto.
ResponderEliminarBien para llevar a los niños de vez en cuando, como a la cabalgata de los Reyes Magos, para que se queden boquiabertos.
Qué lástima acabar así.
Er jungol e asín.
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