sábado, 2 de junio de 2018

UN RAMO DE MARGARITAS

Estaba en el  balcón de  casa  en Valladolid. Me  gustaba asomarme  desde el ático al Paseo Zorrilla y ver  desde  las alturas el guirigai  de la gente  paseando. 

En frente  está la plaza de toros . Desde  la terraza de casa se veía  casi tres cuartos de plaza , y era habitual que  se invitaran taurinos a sentarse  con nosotros y  comentar  las  corridas.

Aquella  tarde  , en la cola  de entrada  a la  plaza  , se formó un tumulto de gente, gritos pidiendo auxilio , y un bulle  bulle de  ansiedad.  Un hombre  que  estaba sentado  en la terraza  de un bar  al  lado de la fila que esperaba a entrar en la plaza  había caído  fulminado  por un  infarto. La parva  le  visitó  leyendo   el periódico a primera hora de la tarde. Era  primavera. De pronto le sobrevino la muerte,En medio de la  vida  y  de las  noticias de siempre.

Aquel  hombre tendría sus planes. Tal vez  estaba esperando  a su mujer que salía del Corte Inglés, o a su  amante , aprovechando que su  mujer pasaba la tarde en el Corte Inglés. 

Poco después  llegó una ambulancia. Llegó,intentaron  reanimarle, le cubrieron con una sábana  y  se  volvieron.

 La  vida  siguió . El camarero continuó su trabajo. La  gente entró en  la plaza . Nosotros  vimos  morir seis toros . 

Al día siguiente, en la silla que  ocupaba aquel hombre  vi un ramo de margaritas.

Siempre  hay  alguien te recuerda.   


1 comentario:

  1. Somos parte de la humanidad. Me gusta le expresión 'el río de la vida'.
    Nos portaríamos mejor si fuesemos conscientes de cómo terminaremos!!! Non habemus hic manentem civitatem.
    Me pasó lo mismo en el gimnasio, pero no hubo ramo de flores al día siguiente. Un día la hoja caída seré yo. A veces me imagino la fecha: 15 / 20 /2023 (la acabo de escribir a boleo). Guárdate la entrada y si eso me entronizas como profeta y visionario.

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