En una taberna de San Cugat juegan al mus. Se grita de una manera exagerada.
Dos andan a la greña en la calle por una jugada.
Dos andan a la greña en la calle por una jugada.
- Mira, idiota, en todas las timbas de juego siempre hay un gilipollas que pierde; si a la media hora de partida no has descubierto quién es, eso significa que el gilipollas eres tú.
Eso es psicología, y lo demás son tonterías.
Eso es psicología, y lo demás son tonterías.
Al Capone afirmaba : en cualquier negocio lo más importante es no ser el muerto.
No ser el gilipollas , no ser el muerto No es fácil : basta ver el telediario para comprobar la de gilipollas y muertos que hay. El nuevo ministro de Cultura parece ser uno de ellos.
En esta media tarde de junio bajo el olor de la tierra húmeda que ha traído la lluvia , mientras paseo por un Sancu gris , pienso qué podría hacer uno para sobrevivir sin pasar por gilipollas. Pero creo que ya es tarde. En esta caminada por la calle Rusiñol , y desemboco en la plaza del Monasterio.
A veces pienso que vivo rodeado de gente que sobreviven en un mundo que tiene unas reglas que son desconocidas para mi. Tipos tan astutos que apenas te ven ya te han contado los pelos dentro de la nariz. Ven el aire .
El tendero embucador, el político truhán , el banquero pícaro, gente pegada a a la tierra por el ombligo.
En este paseo me asomo a lo alto y desde allí veo Coserola , la otra parte el horizonte de la vega cuya línea discurre de forma muy pura, sólo quebrada por la caligrafía del vuelo de alguna ave , y por la difusa color de un lánguido atardecer.
De este lado de mi se halla lo menos contaminado de uno y también todos los lugares que uno nunca podrá alcanzar pero que ya los poseo con solo desearlos.
Soy el gilipollas, y seré el muerto: esa es mi sabiduría. Si no has llegado a entender eso, no te preocupe: antes de que finalicen tus días esa será la lección que deberás aprender.
Si no es así, probablemente, en tu último estertor sentencies : soy gilipollas, me muero.
No ser el gilipollas , no ser el muerto No es fácil : basta ver el telediario para comprobar la de gilipollas y muertos que hay. El nuevo ministro de Cultura parece ser uno de ellos.
En esta media tarde de junio bajo el olor de la tierra húmeda que ha traído la lluvia , mientras paseo por un Sancu gris , pienso qué podría hacer uno para sobrevivir sin pasar por gilipollas. Pero creo que ya es tarde. En esta caminada por la calle Rusiñol , y desemboco en la plaza del Monasterio.
A veces pienso que vivo rodeado de gente que sobreviven en un mundo que tiene unas reglas que son desconocidas para mi. Tipos tan astutos que apenas te ven ya te han contado los pelos dentro de la nariz. Ven el aire .
El tendero embucador, el político truhán , el banquero pícaro, gente pegada a a la tierra por el ombligo.
En este paseo me asomo a lo alto y desde allí veo Coserola , la otra parte el horizonte de la vega cuya línea discurre de forma muy pura, sólo quebrada por la caligrafía del vuelo de alguna ave , y por la difusa color de un lánguido atardecer.
De este lado de mi se halla lo menos contaminado de uno y también todos los lugares que uno nunca podrá alcanzar pero que ya los poseo con solo desearlos.
Soy el gilipollas, y seré el muerto: esa es mi sabiduría. Si no has llegado a entender eso, no te preocupe: antes de que finalicen tus días esa será la lección que deberás aprender.
Si no es así, probablemente, en tu último estertor sentencies : soy gilipollas, me muero.
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