domingo, 19 de agosto de 2018

REGRESO A SAN CUGAT Y VOLVER A EMPEZAR

Hay en el interior    de las personas  otras luces además de las que sentimos o vemos. . ¿ A qué me refiero ? No lo sé explicar  muy bien. Es más una intuición . Esas luces guardan silencio la mayor parte del tiempo. De repente aparecen en la pupila enamorada, o en la chispa divertida del iris. Parece como que el ángel de esa persona se asomara vernos.

Ríe una niña entrando en el aeropuerto. Con esa misma alegría , tan contagiosa, penetra la luz de la mañana , merodea por la estación  de un modo alado  , busca, descubre el amor escondido  de una anciana que dormita bajo un silencio acogedor. Esa luz que ha entrado con la sonrisa de la niña  atrae hacia ella a la  señora  y juega con ella   sin que se percate.

A eso me refiero.

Esa luz nueva  la acogo. No le digo nada a nadie porque pensarían que estoy muy mal. Tal vez lo estoy. ¿Qué importa?. Acoger es un deseo de enamorado. Dejar hacer. Quiéreme como si no hubiese mañana.

¡Luz!.: me la bebo a chorros.

¡ Qué ganas tengo de volver a empezar!


1 comentario:

  1. Los ángeles miran a través de nuestros ojos y entonan cánticos de gloria merced a nuestras sonrisas.
    Algunos ángeles, los que tienen mucho morro, se expresan a través de nuestras caricias; algunos se pasan cuatro pueblos y transforman la vida de la población a través del arte del baile.
    ...
    Vas a un pueblo en verano.
    Son las fiestas patronales.
    Una orquestita ameniza un atardecer dorado a través del milagro de la música.
    Un adolescente saca a bailar a la abuela Marista, y ella con la dignidad que aporta el haber cumplido viento noventa años, se deja llevar.
    La hermana pequeña del adolescente se ríe de forma rotunda al verlos danzar.
    Y una chica observa el gesto del adolescente deseando que aquel chico sea algún día el padre de sus hijos.
    Mirando desde una terraza devun bareto en un pueblo en fiestas, puedes descubrir que los ángeles existen y bajan de vez en cuando a la plaza para expresarse sin prejuicio alguno.
    Donde tú esperas un milagro.
    Que aguarda radiante sobre tus zapatillas de baile.

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