miércoles, 19 de diciembre de 2018

EL DESEO DE LUZ

El deseo de luz produce luz. 

Hay verdadero deseo cuando hay esfuerzo de atención.
Es realmente la luz lo que se desea cuando cualquier otro móvil está ausente.

Aunque los esfuerzos de atención fuesen durante años
aparentemente estériles, un día, una luz exactamente proporcional a esos esfuerzos inundará el alma. Cada esfuerzo añade un poco más de oro a un tesoro que nada en el mundo puede sustraer".

Simone Weil

Muchas veces, ante situaciones donde el barco de mi vida se iba a las piedras , he repetido como un  mantra una serie de frases que hoy sé que actuaban de un modo medicinal.

Es verdad eso de que "el deseo de luz produce luz".

Yo deseaba no ser  de la forma de esa manera que me llevaba a callejones sin salida. Muchas veces era algo enfermizo.

Eran frases cortas que decía en voz alta, y que aún digo, cuando estoy desorientado, confuso, en el desvarío. Siempre eran de un tono positivo, esperanzado, sabiendo que , de una manera que desconocía, llegaría la luz.

"¡Dios qué lío me he metido!" era una de ellas. 

"¡Pero qué mal, qué mal!".

Todas iban en este sentido.

Después, pasa el tiempo, echas la vista atrás, y "aunque los esfuerzos de atención fuesen durante años aparentemente estériles,un día, una luz exactamente proporcional a esos esfuerzos inundará el alma".

1 comentario:

  1. Las palabras fueron diseñadas para curar el alma de los hombres.
    Eso lo sabía muy bien el Señor, así que mando a estas tierras a su Hijo Jesucristo a lanzarnos su Verbo, que es el conjunto de palabras que indican básicamente acción y movimiento.
    Analicemos la situación con frialdad.
    Los romanos eran la primera potencia mundial. A base de legiones, calzadas, trigo, vino y aceite conquistaron el Mundo conocido.
    Quienes se movían de la foto eran pasados a cuchillo, y luego se tomaban una cerveza tan panchos, antes de adorar a sus dioses de piedra.
    O estaba con ellos o contra ellos. Margen de maniobra cero patatero.
    Entonces vino el Mesías con su Palabra y se transformó en Verbo.
    Y claro, se formó tal pifostio que la civilizacion entera se dio la vuelta.
    ...
    Tras dos mil años la cuestión sigue más o menos parecida.
    Los romanos siguen conquistando el mundo, esta vez gracias a la tecnoligía aeronáutica que vigila nuestros pescuezos.
    Y el hombre, que sigue siendo un pescador que sobrevive en unas oficinas de la IBM, está bien jodido y perdidito.
    Son los mismos personajes en diferentes circunstancias.
    Pero hay un denominador común.
    El Verbo, la Palabra y las bases de una Revolución íntima y personal, siguen sosteniendo la opción de la esperanza y la redención.
    El oficinista de la IBM se levanta una mañana y decide mandar al carajo toda una vida de mentiras.
    Se va a la costa y se embarca en un pesquero para currar.
    Enmedio del Mar de Albirán, con la bodega llena de atunes, se cruzan con una patera de desgraciados.
    El capitán que es autónomo y ji debe nada a nadie, le pega un golpe al timón y va hacia la pobre patera.
    Nuestro oficinista deja las redes y ayuda a una señora del Atlas a subir al pesquero.
    Y entra la luz en la cabecita de nuestro hombre de la informática, sintiendo por primera vez en su vida que...
    El Verbo se hizo carne y habitò entre nosotros.

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