jueves, 20 de diciembre de 2018

ESPEJOS

En el cuento no se habla de un rey  que  se mira en el espejo  y le pregunta  quién es el  más  hermoso.

Quizás por  esa razón  no contesta, y los hombres nos vemos  borroso, como difuso.Tampoco  somos reyes.



De joven   yo era un vanidoso de  tomo  y  lomo, y de viejo. Me miraba mucho en los  espejos, y me encantaba reflejarme en  los escaparates y atusarme el flequillo . «Así  no  vas  a  ninguna  parte », me dijo un día el espejo.

«A ver si  corriges tanta estupidez». Pasó el tiempo, años, y me vi   menos vanidoso.

Hoy  ya no soy  vanidoso. Soy un tipo que  no  se da un  pijo  de  importancia. Muy majo. Majísimo.

Incluso      mi gente dice que  soy  campechano .

La trampa estuvo en  no mirarme en los espejos y pensar que cortaba de raíz con esa vanidad. Pero no zanjé  esas  ganas de quedar bien con todo el mundo, de que  me importa  el  qué  dirán,  y eso se  vive  sin necesidad de mirarte  en ningún  espejo.

Nada ha cambiado  , continúo siendo  el   idiota  de siempre.

2 comentarios:

  1. Buenas,
    acabo de volver de vacaciones, y estoy poniéndome al día con tu blog.
    Me veo reflejado tantas veces en lo que escribes ... y de nuevo ahora.
    Por favor, si sabéis de la droga para evitar esa forma de narcisismo, de don perfecto ... y es que, encima, no logro entender que los demás sean "tan desperfectos", y los cabreo son ...
    Qué lástima, de verdad :(
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Pues no queda otra que aceptarte así, curar adicciones es muy caro!!!

    ResponderEliminar