miércoles, 20 de febrero de 2019

MANIPULACIÓN ( URELLES)

Hay  un tipo de abuso  muy difícil  de  detectar: el emocional. 

Sin embargo, mientras que la violencia física y  verbal es obvia, otros tipos de abuso son más sutiles y difíciles de identificar.

A menudo el abuso emocional es cometido por una persona cercana, a la que queremos y de la que no esperamos semejante comportamiento. Por eso, cuando nos damos cuenta es porque ya estamos enredados en la tela de araña que ha construido a nuestro alrededor.

Hace  un tiempo tuve una conversación con una persona, Urelles. 

 Conforme hablaba  me iba sintiendo  mal, incómodo. Sentía su mirada y sus palabra como una invasión tóxica. Me  sentía   manipulado.

Todo  comenzó con un comentario casual sobre un tema intrascendente, después, poco a  poco, llevó la  conversación a su terreno buscando  que yo viera  que lo estaba pasando  mal, que no le iban bien las cosas ...

Buscaba  darme pena, y que me quedase  quieto .

En realidad, el  objetivo en estas  personas  manipuladoras no es otro que  ese, que te calles. 

Marionetas en las manos de otros: Las técnicas de manipulación más dañinas

1. Gaslighting. Este término proviene de la obra de teatro “Gas Light”, en la cual el protagonista intentaba convencer a su mujer de que estaba loca, manipulando diferentes objetos de su entorno e insistiendo en que estaba equivocada cuando ella le hacía notar esas variaciones.

2. Silencio. El silencio también se puede utilizar como una táctica de abuso emocional. De hecho, la indiferencia asociada al silencio causa profundas heridas emocionales.

3. Proyección. Básicamente, se trata de un mecanismo de defensa a través del cual les atribuimos a otras personas deseos y sentimientos que son nuestros .

4. Intimidación encubierta. Es fácil percatarse porque su discurso está plagado de amenazas indirectas, que quedan implícitas en sus palabras. De esta forma, le deja claro a su víctima cuáles serían las consecuencias de sus acciones y, de paso, puntualiza que la responsabilidad es únicamente suya, se lava las manos. Por ejemplo, puede decir: “entiendo que no hagas nada, pero así terminarás con nuestra relación".

5. Victimismo. Cuando todas las tácticas anteriores fallan, el abusador suele recurrir al victimismo. Descarga su responsabilidad en el otro, haciéndose pasar por la víctima de la situación. De hecho, incluso es común que terminemos compadeciéndonos y sintiéndonos mal por nuestro comportamiento, cuando en realidad no hemos hecho nada malo.

De esta forma el abusador genera un sentimiento de culpa que mantiene a la víctima atrapada en su tela de araña. “Con todo lo que he hecho por ti y así es como me pagas” o “me he sacrificado por ti y no lo consideras”.

La manipulación emocional es un juego muy peligroso, donde siempre hay alguien que sale dañado. Por eso, apenas notes alguna de estas tácticas, ponles freno.

No  la toleres  si  percibes  que es  usada  para  educar  a  tus hijos.


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