Por muy egoísta que sea y por bien programada que se tenga la vida , nadie puede escapar del sufrimiento.
De una u otra forma, todos acabamos siendo hombres dolientes.
Y ese dolor, si sabemos leer en él, nos redime, nos hace bien, nos hace buenos.

Hay personas que saben que en este mundo solamente hay una desgracia mayor que desear algo con toda el alma y no tenerlo: desear algo con toda el alma y tenerlo. Y hay personas que no lo saben.
La vida - ése barullo en la herida - es así....El barullo de cada día.
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