jueves, 31 de octubre de 2019

AQUÍ ES FRECUENTE.

Aquí es muy frecuente que  el viento comience a girar y trae ese olor de tormenta y, al poco rato, un relámpago rasga el cielo plomizo.

Aquí es muy frecuente que escuche a altas horas de la madrugada la respiración acompasada ,y no pueda apartar la vista de María José durmiendo en su cama… cuando acaricio su cara y noto que respira tranquila, me acerco a ella y me abrazo a sus sueños.

Aquí es frecuente estar por la tarde leyendo y encontrar por sorpresa una fotografía casi olvidada que me transporta años atrás y casi puedo tocar, oler y vivir a las personas que aparecen en ella.

Aquí es frecuente mirarnos a los ojos y no hay más. No hay principios ni finales, antes ni después…solamente aquí…solamente ahora.

Aquí es frecuente que nos besemos, y el amor que sentimos , suave, esponjado, inmenso, impagable, único, me hace ser invencible para ella, ese que me hace ser un buen hombre.

Aquí es frecuente ese momento en el que atardece, el sol enorme parece caer a plomo y el cielo muestra toda su gama de colores, hasta hacerse casi irreal, hasta parecer un sueño.

Aquí es frecuente que contemples una obra de arte en forma de paisajes, que  suscita emociones. Que hace que pueda permanecer delante de ella sin moverme durante minutos mientras siento cómo me conmueve.

Aquí es frecuente que subamos a monte Xiabre y sentir el último rayo de sol que me da color al rostro y hace sonreír porque significa que mañana será otro día.

Aquí es frecuente que nos echemos sobre una losa de piedra a mirar ese cielo oscuro, cuajado de estrellas. Ese que parece que pone el universo a nuestro alcance simplemente alargando el brazo.

Aquí es frecuente escuchar una canción capaz de emocionarte, de cortarte la respiración o hacerte recordar, de repente, años de tu vida. La magia de la música.


Aquí es frecuente ver llover desde la ventana, descalzos, con los calcetines de lana y en pijama,  disfrutar ese silencio único en el que no se escuchan ni los pájaros….solo las gotas que caen despacio, sin ruido, sin prisa.

El mar…sus cambios de color, de estado, su inmensidad, el reflejo del sol en sus aguas, el misterio de lo que guarda en sus profundidades, lo pequeña que me hace sentir.

Aquí es frecuente ver esas cosas todos los días, solamente hace falta mirar…o crearlo. Es lo belleza. Lo que te rodea, lo que te sorprende, lo que descubres de repente aunque lo veas a diario. Lo bello y nuestra capacidad para crearlo o para ignorarlo. Esa capacidad que tenemos tan olvidada y que se encuentra en ti, si quieres, en las ganas, en no conformarnos, en buscar lo que otros no ven y disfrutarlo. En vivirlo, descubrir y disfrutar lo bello que cada uno tenemos por dentro y por fuera.

Lo bello está en todas partes…al fin y al cabo, es la vida.



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