Seguirás siendo joven a cualquier edad mientras contemples la vida con los ojos vírgenes , como si lo que sucede fuese un milagro, que lo es.
Deschamps descubrió un día que cualquier objeto puede convertirse en una obra de arte con sólo cambiarlo de lugar y contemplarlo en otro contexto, sin los prejuicios que son las anteojeras que nos han puesto los bienpensantes.
Exhibió un urinario en un museo en medio de otras esculturas.
Los espectadores admiraron la belleza de sus formas sin relacionarlas con su propia vejiga.
En ese momento quedó instituido un principio revolucionario: no es el artista el que crea el arte, el verdadero creador está en quien lo contempla.
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