EN BUSCA DEL UNICORNIO.

lunes, 6 de octubre de 2025

Estoy convencido, más que convencido, que yo soy TDAH.  Sucede que en mis años infantiles eso no existía. 


Después el tema se puso de moda. ¡ Todo el mundo estaba diagnosticado de TDHA! Y a mi me pilló fuera de órbita. Yo era de los que aquello se  medicaba a "usties".  En mi años en la Enseñanza - en todas mis etapas profesionales -  aquello se puso de moda y millones de niños quedaron atrapados en terapias de " pobrecito, es que tiene  "hiperactividad cruzada y lateral del cónquevo de la refractaria". Y los padres , normal, asustados.  


Como setas surgieron una generación de Gabinetes psicológicos, Despachos, Consultas -  curiosamente dirigidos por los mismos profesores que diagnosticaban a sus alumnos- y que chuparon pasta gansa de sus inocentes y cándidos  padres. Fue el signo de los tiempos.


La cosa fue a más. Daba igual que fuera un niño de tres años o un adolescente que se hacía coletas en los testículos. Un profesional con bata blanca y bolígrafo de muchos colores observaba ese torbellino humano y sentenciaba : "Claramente, déficit de atención. Y con hiperactividad. Todo en uno. Y, además, en su versión " Txupamelagorri", la vasca. La peor".  Como un Big Mac de McDonald’s pero con trastornos de la personalidad. 


Aquello fue un cachondeo. 


Pero la idea se agotó. Y de allí se pasó a otro vivero. El nuevo oráculo psicológico no estaba en la falta, sino en el exceso: las famosas "altas capacidades".


Me crucé con ellas en mis últimos años de Viaró y,  ya de boca, en Lérida, Tarragona, y Valladolid. 


"Mi hijo es tan inteligente que se aburre en clase. Va sobrado". ¿No prestas atención en el aula? Altas capacidades. ¿Te amuermas con la gente? Altas capacidades. ¿Lees cuando tienes cinco años y te deprimes? Altas capacidades. ¿Te parece que cavar no puedes y mendigar te da vergüenza? Altas capacidades. La mayoría de los padres de estos niños "Altocapacitados" acostumbraban a ser del género " raritos".  Muy complicados. Difíciles. 


No seré yo quien niegue que existan seres humanos niños así, pero no tantos. Rara vez estas “altas capacidades” coincidían con las que exige la secta que los definía, donde hay que tener el CI de Einstein. Y así te dejan sentarte a  jugar al ajedrez con con otros pringados como él. Pruebas tipo: dibuja una flor dolicocéfala , resuelve una secuencia de números con el culo en pompa y de espaldas.  Diagnóstico: genio.


Después he conocido genios de esos , bastantes. ¡ y qué manera de polculizar al personal!


Porque nada engancha más que te digan que eres especial. No especial de los que tienen que ir a clase de apoyo, sino especial de los que tienen que ir a clase avanzada mientras el resto chupa la punta  del bolígrafo. 


No diré nombres, pero tengo para mi que el diagnóstico de altas capacidades funciona como una declaración de amor de tu  tutor: "Te entiendo, eres único, estás rodeado de mediocres. Y yo lo veo, porque yo sí soy sensible a tu sinergia de genialidad". ¿Quién no firmaría un compromiso con alguien así?


Y el  psicólogo  escucha que el mundo te frustra porque tú ya estabas en otro nivel desde pequeño.  Que los compañeros eran demasiado básicos. Que tu jefe te infravalora porque no percibe tu fulgor interior. Y el psicólogo asiente como el gato de la suerte chino. Cada asentimiento es un euro.


Y no digo que sea un timo, que no. Lo que trato de decir es que este rollo es como la homeopatía de la salud mental: placebo puro. El paciente habla, se siente mejor, se le pone nombre a su sufrimiento existencial y se va a casa convencido de que su vacío existencial es una consecuencia de ser una mente privilegiada. Y eso calma. 


Pero lo que calma es que alguien te escuche. El problema es el peaje: comerte el discurso de la alta capacidad como si fuera una epifanía. Cuando , en realidad , lo que eres es un "especialito" de toda la vida.


Se llegan nuevos diagnósticos. Toca darle bola a la "salud mental". 


Ahora ser diagnosticado se ha convertido en la versión de decirle a alguien que es un unicornio. Eso sirve, funciona, y alivia. Pero que, como con los unicornios, lo complicado viene después: que te crees el cuerno.


-----------------------


9 comentarios

  1. Pues oiga, no me parece muy edificante que los profesores de la mañana se montaran gabinetes psicopedagógicos de tarde con los que tratar a sus propios alumnos.

    "Si me traen a sus hijos les garantizo una mejora de resultados y cualificaciones". Y clairo que lo conseguían: ellos mismos eran quienes les ponían las notas finales.

    Nos quejamos mucho de lo mal que está la política, del escándalo de las puertas giratorias... pero luego hacemos lo mismo: las incompatibilidades y las causas de abstención nos las pasamos por el forro.

    Seguro que también habría algún profesor de bien, que no se prestaría a estos tejemanejes y que le herviría la sangre al ver el chanchullo que otros se montaban.

    ResponderEliminar
  2. Ahora lo que se lleva es lo del “no binario”. Su hijo es especial porque es nobinario. Hay que pintarle las uñas y vestirlo de princesa. Para pagar con tarjeta tiene que ir al mostrador de la recepción.

    ResponderEliminar
  3. Yo soy superdotado. Repetí curso y en varias ocasiones suspendí 6 o 7 asignaturas. Me aburría mucho en clase. No supieron enseñarme ni aprovechar mis cualidades. Cuando mis amigos empezaban la universidad yo ya me ganaba una buena pasta.

    Paradojas de la vida, entonces era yo el que los invitaba cuando nos corríamos una juerga. Ahora, mientras ellos las pasan canutas para financiarse la vivienda (o directamente se la financiacia papá y/o el suegro) yo disfruto de una independencia financiera absoluta. No quiero ir de sobrado pero puedo decir que he ganado mucha plata y, hoy en día, raro es el mes que no me entran 15.000 dólares netos, limpios de polvo y paja. Tengo mi ático en el Upper Diagonal pagado, un buen carro, soy socio del Polo, etc...

    Lo que quiero decir es que vale más la emprendeduría, las habilidades sociales, el talento... que cierta titulitis. Al menos esa ha sido mi experiencia.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Cuánta gilipollez!

      Los aplausos propios son cosas de tontos.¿ Usted superdotado? Muchas carencias en demasiados gestos de vanidad -¡Mecachis! ¡Qué buenos somos!- que no resuelven nada. Infantilismo y un pringao.

      Eliminar
  4. La psicología ha sustituido a la religión y está creando narcisistas: si lo haces bien es gracias a ti, si lo haces mal no es culpa tuya.
    Para muchos cristianos es una tragedia mayor perder la autoestima que el alma.

    ResponderEliminar
  5. Recuerdo estar en 7º de EGB, en un cuartucho al lado del alumno de guardia en Pinos, corrigiendo tests para determinar el CI. Pasando a las plantillas los datos vi que dos de mi clase tenían idéntico resultado: 86. Uno era de notable-sobresaliente y el otro navegaba en los sufis. Ambos con las mismas "capacidades" teóricas, pero con resultados diametralmente opuestos. Se lo comenté al profe encargado, dP, y su respuesta fue: ¿Y cómo podemos hacer para que mejore el de los suficientes? Piensa en algo y nos ponemos. Gracias a mil factores, pero seguro que el gran dP puso un granito importante, el que renqueaba pasó a BUP sin problemas (estaba en entredicho) y ahora es un buen abogado. El otro se sacó también una carrera de las "difíciles" y ahí anda triunfando, según Linkedin.

    ResponderEliminar
  6. El tal Mediterraneo parece mas bien un pantano de los que estan medio vacíos todo el año. Sugiero no hacerle ni caso.

    Y feliz lunes al resto de barullan@s.

    Sevillista

    ResponderEliminar
  7. Buenos días, Suso.
    Pones en palabras lo que todos sabemos.
    A mí me saltaron de 3°de EGB a 5° porque 4° no me hacía falta y hubiera sido una pérdida de tiempo. Pero nadie me llamó unicornio, ni bonita de cara. ¡ A trabajar!
    En cambio ahora tenemos que dirigirnos a los niños como si fueran estrellas de la Vía Láctea viviendo entre nosotros. ¡cuánta tontería supina! Apoyada por pseudoprofesionales de la educación.
    Que tengan suerte los chavales, porque si no...
    Pétalos de rosa

    ResponderEliminar
  8. Montgomery, muy agradecido por tu comentario. Me alegra leer algo así del gran Peibols. Merecidísimo homenaje. Honor y gloria para un auténtico corazón con patas.

    ResponderEliminar

Anterior