EL URÓLOGO DESCONCERTANTE.

martes, 7 de octubre de 2025

En Tarragona conocí un urólogo desconcertante. Desconcertante porque era persona pausada, de modales exquisitos, muy educado, piadoso y serio. Pero, simultáneamente , contaba unas cosas, y de un modo tan preciso y atento, que eran auténticas barbaridades dichas sin ningún tipo de broma.


Una de las frases que más me impresionaron, parecía una sentencia, fue “¡si supieras la de cosas que se mete la gente por el ano!”. Le pregunté por algún ejemplo, y me contó de un hombre que entró en Urgencias con una gabardina y al desprenderse de ella le muestra al enfermero el teléfono de la ducha metido en el culo. Desenroscado del cable, claro.


De este médico  conté una guardia donde ingresa un hombre con un pinzamiento testicular severo. Eso, chic@s, duele, y puede ser mortal: un testículo se descuelga, se trastabilla sobre el otro testículo, y hace horquilla. Mucho fuerte dolor. Los que han padecido la experiencia dicen que ves cosas muy raras.


Nuestro médico estaba en una cena y es llamado de urgencia y se desplaza rápido a la sala de espera donde está en una silla de ruedas el paciente y pregunta en recepción quién es. Le dicen que el de la silla de ruedas. Cuando llega al pasillo hay dos en silla de ruedas. Uno de sus ocupantes está inconsciente, y piensa que es él. Y comienza darle un masaje en los testículos , en los doings , en  los  pebrots, pues el proceso tiene que hacerse manual , pues se trata de colocar el testículo rebelde en su sitio, descabalgarlo.


El paciente despierta, no dice nada, sólo calla y observa como un tío le masajea los bajos.


- Oiga- le dice nuestro urólogo muy serio- usted no tiene nada.


- Nada de qué- responde.


- Que no tiene torsión testicular.


En éstas están, y asoma la cabeza el de recepción y dice...”doctor, ése no es , es el de allí”.


Lo bueno es que, además, es que el médico venía vestido de calle, sin la bata. Lo que le desconcertó más  a la   primera  víctima.


Que te venga un tío de la calle a Urgencias, te masajee los dallós, y no digas nada...no sé, no sé.


Había que escucharle una anécdota de una operación de corporoplastia, que es cuando el pene está torcido para alguno de los lados, o hacia arriba o hacia abajo. Hay hombres que en reposo la tienen normal pero empalmada se les tuerce y les causa un problema a la hora de la penetración, porque o haces el pino puente o ya me dirás tú. 


Estos pacientes tienen que traer unas fotos del pene torcido a fin de que el cirujano, antes de intervenir, las observe detenidamente para ver hacia dónde se le tuerce y poder enderezar aquello. En quirófano luego provocan una erección inyectando una sustancia, para cerciorarse.


Contaba que ver las fotos era un momentazo, porque tienen que estar tomadas desde arriba, desde los laterales, de frente... Por  supuesto, no se  puede ver  la cara del señor, en plan posturita posando chulo, sino tan   sólo la zona en cuestión erecta. Sólo el pene. Y, como podéis imaginar, son fotos caseras, a nadie se le ocurre ir a un estudio para eso ( “me fotografíe el  ciruelo, por favor...) así que es  habitual  ver de fondo la encimera de la cocina, o el mantel de ganchillo regalo de la suegra, fotos de las comuniones de los niños, o el espejo del mueble


Pero un día observó perplejo en la fotografía una foto al fondo de san Josemaría, esa que sale con su hermano Santiago y un sombrero de Harold Lloyd  . El pene en primer plano, torcido y eso, y difuso, pero identificable, el retrato del santo..."yo- añadió- al hombre  le conocía, así que le pregunté"...”pero tú, dónde  te has hecho esta foto? “.


Nunca lo averiguó. Ese secreto se lo llevará a la tumba...


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24 comentarios

  1. El que se hizo la foto con una fotografía al fondo en la que se veía un sombrero de Harold Lloyd era un s. del Betis, con domicilio en Constantí.

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  2. Esa foto solo estaba en los ctr de n (supongamos que la foto se tomó en uno de la sm y no de la sf...), y además acostumbraba a estar en un lugar de paso... el misterio es gordo gordo

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  3. El misterio se complica porque además la foto se la tuvo que hacer la parienta en plena acción. Tú ya me entiendes.

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    1. Relee la entrada. Lo que me dijo el urólogo fue que se hizo un selfie en la minga.

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  4. En este país seguimos con graves problemas de comprensión lectora

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  5. Estas entradas solo pueden escribirse aquí, en el barullo.
    Dejo una ronda de cafes pagada para los que vengan a desayunar mas tarde y buen martes a tod@s.

    Sevillista

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  6. ...venga va, desengrasando: me acordaba del hospital aquel que consiguió evitar que los hombres se cayeran de la cama al darse la vuelta...

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  7. A ver, el anónimo de las 11:07 que pretende desengrasar. Puede explicar más y mejor lo del hospital y los hombres que se caían de la cama? La historia promete...

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  8. Voy. Les daban una pastilla de Viagra antes de dormir

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  9. Ahora, lo del secreto profesional, a tomar viento!

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  10. ¿ A qué secreto profesional s refiere usted? Haga el favor de explicarse.

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  11. Recuerdo que en los 80s, en el colegio de fermento nos hacían un reconocimiento médico y una tarde hacíamos cola para que un médico, entre otras cosas, nos palpase delicadamente los huevos. Aquello estaba abierto a muchas interpretaciones. Ni que decir tiene que a mi esto me tocaba los cojones.

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  12. Lalo, y eso para qué se hacía? Me refiero a la cata de huevos. No lo entiendo, de verdad.

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    1. Pues son esas dudas que pasados los años uno mantiene sin que por ahora se aclaren. Dicho esto el médico era un tipo honorable y nada sospechoso, cosa que no podría decir de cierto profesor de lengua tocón de mas.

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  13. Pues siendo residente disciplinado de Monterols -era en los 80’s- nos mandaban al policlínico de la Av. Tibidabo en la que, entre otras pruebas, también nos los tocaban. El primer año tuvo un pase, pero el segundo ¡ni en broma!.

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    1. En mi caso los únicos que me tocaron los cojones fueron dos pobres hombres a los que les encargaron convencerme de que debía ir al policlínico.
      Uno el primer año y otro el segundo.
      No lo consiguieron.

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  14. Anónimo de las 20:11, eso que explica con qué finalidad se hacía? Cuál era la razón? Se lo pregunto porque me explota la cabeza.

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    1. Muy sensible le noto.

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    2. Pues se lo tendrá que preguntar a la “madre guapa”. A veces me lo preguntava yo mismo y llegué a pensar que andavan buscando el “tercer huevo”. No sé, pero confesaré que en una teórica revisión médica con 9 años de edad en colegio de Maristas (no diré la ciudad) nos hacían toser subidos en un taburete y bajados los pantalones, palpando lo que no sonaba. Y menos a esa edad. Aclaro que era un sanitario el que revisaba, no un hermano.

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  15. Ahora será muy fácil porque todos tenemos un móvil con cámara y tal… pero hasta hace bien poco había que ir a revelar esas fotos…
    Por cierto la foto de Harold Lloyd es en el Espolón de Logroño.

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