Hay un tipo de persona con la que me he cruzado en la vida y que no entendí. Esos que consiguen olvidar. Han podido exorcizar sus demonios particulares, y ellos sabrán a qué precio. Lo hacen de un modo decisivo.
Han conseguido borrar de su memoria todo el mal que han hecho. Un autoengaño que, la verdad, no me creo, porque todo eso- estoy convencido- permanece en un rincón oscuro. Ha conseguido parar esa parte de su biografía, lo mismo que cuando padeces un cáncer y te estabilizan en un estado de remisión.
El gran problema en esta vida es estar en conflicto con uno mismo. Estamos rodeados de personas así.
Hace años coincidí con uno que durante décadas años había dirigido personas y grupos. Cuando hablé con él sobre recuerdos de aquellos días me dijo - la verdad parecía sincero- que no recordaba nada. Nada.
Me pareció que se había hecho su particular lobotomía. La idea de terminar con historias del pasado anclados con fuerza en el modo de ser con y olvidar, y quedar "tranquilas", y poner punto y final a conflictos y problemas personales.
Después lo he visto en más gente. Olvidar. Y hacerlo de un modo intenso, a veces desesperado. Muchos acuden a psicólogos, psiquiatras. Y el resultado , en ocasiones, es asombroso.
Yo no podría vivir sin memoria. Soy memoria. La memoria del corazón purifica el alma y la esponja elimina los malos recuerdos, y agranda los buenos, y nos ayuda a querernos, y a comprendernos.
---------------------------------
CLICK AQUÍ PARA ESCUCHAR " SILENCIOS QUE TE AMAN"
Lo que cuentas es tal cual. Todos hemos conocido algún bético que ha desarrollado al respecto una técnica mental proverbial. Tábula rasa. Ningún recuerdo incómodo. Resiliencia creo que lo llaman.
ResponderEliminarExiste el olvido literal, que dispone el sistema cerebral para proteger la supervivencia del individuo y permitirle rehacer su vida; en estos casos, la persona olvida sin darese cuenta de que ha olvidado, es un proceso ajeno a la conciencia y a la voluntad. Puede ocurrir en escenarios de violencia extrema o abusos si han sucedido en una etapa muy infantil. Aunque esos recuerdos olvidados pueden aparecer en cualquier momento.
ResponderEliminarLuego existe el olvido voluntario; se olvida porque se razona que es lo mejor para poder sobrevivir; este olvido no todo el mundo es capaz de ejercerlo, pero en muchos casos es conveniente; por ejemplo para eliminar el rencor, o la culpa ya superada, y poder hacer algo positivo con tu vida; en estos casos es bueno plantearse una ayuda psicológica. Este tipo de olvido no es literal; uno puede volver a sus recuerdos, pero una vez superado el trauma, ya sin ansiedad; para continuar vivendo el resto de sus días sin volver compulsivamente al recuerdo.
Existe también otro tipo de persona o de situación vital, la de la sobrevaloración del mal que uno ha producido; el sistema de alerta del cerebro se dispara y mirando al pasado sólo vemos lo malo que hicimos, y lo solemos ver peor de como fue; uno puede considerar-se condenado o perdido para siempre, o percibir su vida como algo que jamás será igual. Es una falsa percepción porque se suele olvidar todo lo bueno que también se hizo, o se suele minimizar lo bueno. Ayuda a este error el juicio nada objetivo ni constructivo de las redes socialens o de la masa (en lenguaje medieval). Ocurre en personas que tienen una gran deseo de ser buenas, de redimirse, de mejorar el mundo, de mejorar su vida... y este mismo deseo de bondad, que ya es bondad, es el que desarrolla un juicio, un ataque y una condena desproporcionada de uno mismo contra uno mismo, que tiene que corregirse, porque sinó no se podrá hacer el bien en todo el tiempo de vida que queda. Estos son los casos en los que Jesús más disfrutaba perdonando, y sobretodo convenciendo a los pecadores de que Dios perdonaba realmente sus pecados.
Luego están los que tiene la percepción enferma en el sentido opuesto. Sólo ven lo bueno que han hecho, y lo magnifican; ignoran, minimizan, prescinden o olvidan (hasta cierto punto) el mal que han hecho; se ven mucho mejores de como son. Es otra estrategia de la mente para sobrevivir, pero es venenosa, porque no ver tus oscuridades en su justa magnitud te arrastra una y otra vez hacia ellas. Hace falta un acontecimiento potente, quizá sobrenatural, o un periodo de aislamiento en solitario, para encontrarse con la realidad de uno mismo y mirarla sin miedo; hace falta un proceso doloroso, o estar a las puertas de la muerte, o con un pie en el otro lado, para ver lo miserable que uno es, sentirse muy, muy mal, y a partir de aquí empezar a construirse de nuevo; mejor en esta vida que en la otra.
PRISCILIANO
Muy sembrado hoy el comentario. Gracias
EliminarInteresante entrada. En mi opinión, lo que pasa es que olvidar es solo olvidar. Uno puede olvidar su pasado como quien olvida que tiene una cicatriz profunda. Por más que olvide, ahí sigue estando el pasado como ahí sigue estando la cicatriz.
ResponderEliminarRecordar bien ese pasado tal cual fue, aunque pueda ser doloroso, perdonar sinceramente y perdonarse, y aceptarse con todos sus defectos, creo que esa es la clave.
Muy pero que muy peligroso el especimen del que hablas. Maestros del olvido interesado. Pueden generar destrozos muy bestias a su alrededor... tú ya me entiendes.
ResponderEliminarMenudos ladrillos suelta el prisciliano. No paso de la tercera línea. Pesao!
ResponderEliminarPues a mí me gusta.
EliminarAnónimo 18:38, no son ladrillos, son comentarios. Inculto.
EliminarA mí me pasó en septiembre, que un "amigo" me empezó a hablar de nuestra "relación".
ResponderEliminarSorprendente, pues nada tenía que ver con la realidad. Básicamente le tenía que pedir perdón por mi vida y por lo malo que fui con él.
Mientras me lo contaba yo rezaba a Jesusito que no fuese nunca como él. Este señor se creía todo lo que decía, alucinante.
Al final le dije: pues si tú piensas de esa manera, yo no estoy de acuerdo pero en fin; no nos vamos a pelear.
Pienso que está mal de la chaveta.
Que pescote. Respeto tu actitud, pero pensaba que te tomabas más en serio nuestra relación. Vaya, vaya.
EliminarAl hilo del comentario de Sanyi de ayer, una vez fuera del Betis después de 10 años y pico de entrega también intenté que me emitieran un certificado/diploma por el bienio de filosofía pero fui en tan buen plan que me dieron con la puerta en las narices, con una gran sonrisa y encogimiento de hombros, eso sí.
ResponderEliminarY en otro orden de cosas, he estado escuchando el CD de Suso en Spotify mientras iba en coche y ayer a mediodía me sorprendí a mi mismo cantando a pleno pulmon "Tus ojos de color amarronao" y riéndome yo solo en el coche.
Porque buenos momentos, también los hubo.
Sevillista
Pues te agradezco el detalle. Eso de cantar juntos es algo maravilloso
EliminarY volví a escuchar después de tiempo "Dame una vida". Y volví a emocionarme.
EliminarPero mi favorita es "Todo terminó":
3, el balon se me resbala
2 ya no hay tiempo y temgo que lanzar
1 y fallo, pegó en el aro... todo terminó...
Sevillista
Los comentarios de Prisciliano son fundamentales.
ResponderEliminarSanyi, el "amigo" que te calentó la cabeza sobre vuestra relación era del Betis, no?
ResponderEliminarSí, es del Betis. No "era", "es".
EliminarNo es mala persona, pero se hizo un lío bastante principal.
Evidentemente.
ResponderEliminar