De esta temporada de Quimio & Inmunoterapia estoy aprendiendo mucho. Te sumerges en otro mundo. En una sala de máquinas sofares compartes butaca durante tres horas y media con personas que padecen lo mismo que tú. Cada uno es hijo de su padre y de su madre, del rural o urbanitas, cultos o poco cultivados- de algun@s se intuye una soledad que bracea. Y allí nos chutamos en vena cosas que días después debes orinar sí, o sí.
Nos atienden unas enfermeras bien majas. Acostumbradas a ese paisaje es una maravilla verlas divertidas, siempre de buen humor, con pillería a la hora de driblar y catar al enfermo. Mucha psicología allí.
Uno de los pacientes es fumador. Le pregunto cómo sigue fumando con un cáncer de pulmón.
- Bueno- me contesta socarrón- el médico me ha dicho que lo de fumar es lo de menos.
- Inquietante respuesta.
- Sí, eso pienso yo.
Aquí vives otro mundo. Maravilloso. Y doy gracias a Dios de compartir esta experiencia con ellos. Y con Maríajo.
Sí. Maríajo. Cuando me diagnosticaron que esto iba de lo que iba, que no había cura para la fibrosis pulmonar, que no operarían el tumor- porque lo impide la fibrosis- y que esto sólo admitía un mantenimiento- le dije:
- Ahora sí que tenemos que querernos mucho más. Lo siento.
Y ella " no pasa nada . No hay nada que sentir. En la salud y en la enfermedad".
Aquí ves entereza, dignidad, serenidad, buen humor. Cada gesto, cada mirada adquiere un valor brutal. Se juegan a fondo las cartas que la vida nos ha repartido.
Aquí nos une el dolor. No importa si eres judío, palestino, gay, musulmán, gallego o catalán, ni lo mucho que hayas sufrido: sentirte víctima no te da derecho a hacer daño a otros, esa cadena de dolor hay que romperla. Y es que en estas paredes lo que no existe es el victimismo.
Cuando sales a la calle ves que el río de la vida sigue fluyendo, la gente en sus labores y en sus cosas, y tú en un arcén. Paras a tomar un respiro porque subir una pequeña cuesta te fatiga, pero te reincorporas a ese fluir y gozas. ¡ La vida es maravillosa, es un regalo corto y precioso !
Todo esto que me está sucediendo no es más que una oportunidad para ser el mejor Suso que pueda ser, que ese fue siempre mi ideal.
Esto ya está entre el vademecum y el requiescat in pace
ResponderEliminarEste comentario también es muy gracioso .
EliminarPoco duermes
Buenos días, un abrazo, sin reblar, ya veo. Este año no iré a la ofrenda de flores, no toca. Pero da igual, echaremos cuatro voces por los amigos.
ResponderEliminar¡Muy bien!
EliminarNuestro corazón va con ella,
"ni lo mucho que hayas sufrido: sentirte víctima no te da derecho a hacer daño a otros"
ResponderEliminarY en general, el hecho de sufrir no otorga derechos, y el haber sufrido tampoco.
Te sorprenderías la cantidad de gente que no entiende esto.
Que tengas buen post-quimio.
Cuídate.
McC
Gracias. Estoy ya recuperando puestos en esta etapa de mí particular tour. Hasta la próxima etapa.
EliminarSuso, un abrazo desde Barcelona!
ResponderEliminarOtro desde el tren a Zaragoza
EliminarAmigos y amigas recordad algo: en VT nunca daban yogur de cenar. Por qué?
ResponderEliminarEs laxante y como los retretes eran comunes se formaba un trajín de personas yendo y viniendo por la noche, cadenas de váter que despertaban a todos y pitillos compartidos en los lavabos.
EliminarSe redactó la pertinente nota y se actuó en consecuencia.
Con nota y todo. Me. Lo. Fli. Po.
EliminarSoy McC, que se me pasó firmar.
EliminarExtraño el Miraflores cachondo de finales de los 70 cuando había tanta Jai en los sótanos
ResponderEliminarRecuerdo a Horrendo cuando le diagnosticaron caseum en la garganta. Estába fatal porque le olía el aliento a infiernos podridos. Le acompañe al médico que estaba en Claudio Coello 27. Al salir me dijo: te prohibo digas lo que le sacaron de la garganta. Una bola blanca que hubiese matado del olor a todos los enemigos del Betis. Es historia.,
ResponderEliminarEl mejor Suso siempre ha estado aquí. Y el mejor Anónimo y el mejor todos.
ResponderEliminarCada uno tenemos nuestro momento para florecer, o ningún momento para florecer en público y sí en secreto.
Depende de la tierra y de muchas circunstancias.
También depende de si te pisan. Imagínate a un gazatí que quiere ser el mejor Mohamed.
El sufrimiento es una patria nueva de la que todos somos o seremos súbditos. Está llena de rincones luminosos, claroscuros difíciles de comprender si no eres de allí. Los pequeños consuelos se perciben inmensos; las preguntas esenciales se convierten en sus propias respuestas. El extranjero, en esta patria, está ciego; porque, para percibir los matices, una luz excesiva es inadecuada; elimina los colores y los detalles de las formas.
ResponderEliminarEl extranjero, a esta patria, no la comprende, y se aterra ante la posibilidad de habitarla algún día.
El día que la habite, la amará como todos.
En la patria del sufrimiento, somos capaces de saborear y descubrir todas las bellezas y pequeños grandes placeres, que son invisibles a los ojos de los extranjeros.
PRISCILIANO
Bien Prisci hoy.
EliminarAsí puede ser que alguien se anime a comenzar a leer lo que escribe.
Me da que lees a Prisci con pasión
EliminarBastante más pasión e inte sidad que la que le pongo a Usted, profe.
EliminarHabía una cierta discusión interna en el Betis de los 60 y 70 para ver quién de los hijos de aquel se parecía más a su padre espiritual y más también de carácter, de físico, es decir, era más su hijo. Casciaro siempre creyó que era el: sus ataque de cólera, de señoritismo sin serlo, aires de grandeza, arrebatos coléricos tenían respaldo moral porque, el decía, se parecían a los del fundador. Sánchez bella también creía que era el que más se parecía y por eso no podía convivir mucho con casciaro en Roma. Ese infantilismo lo cultivaba el entrenador. Por supuesto, Javi no soportaba que no fuese el.
ResponderEliminarVaya pandilla de enajenados, ¿no? ¿No les medicaban?
EliminarSe sabe algo de Guiri? Me sabe mal que ya no intervenga. Era el mejor comentarista, con diferencia, del bar Ullo. Además aún le quedaban asuntos de enjundia por narrar.
ResponderEliminarGracias por el recuerdo, de verdad.
EliminarMe ha hecho ilusión, que uno ya pensaba que, si no escribía un rato más, me iban a borrar del censo del Barullo.
Sigo leyéndolo cada día: me río, aprendo, me emociono y, a veces, hasta se me escapa una lágrima. Pero últimamente no comento.
No es pereza ni modestia mal entendida. Lo que pasa es que —aunque suene un poco chungo decirlo, te lo digo in camera caritatis— no escribir ahora es mi examen particular.
Guiri no ha colgado las botas: solo las tiene a la puerta, secándose del último charco.
Ya volveré… y con ganas.
No hemos entendido nada, pero estamos contigo Guiri, sea lo que sea
Eliminartienes lo que te mereces, cabronazo
ResponderEliminarEs muy duro leer esto, pequeño Netayahu. Suso, gracias por todo.
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