Nadie le ha visto llorar ni una sola vez en su vida de adulto.
Le recuerdo en la muerte de su madre con una amplísima sonrisa , como diciendo " aquí no ha pasado nada. La voluntad de Dios se cumple siempre.". Se olvidó de que Jesús lloraba ante el dolor ajeno. Tenía el bocado de su sensibilidad muy tascado . Es cierto que toda espontaneidad es fabricada pero, así me lo pareció, hay grados y grados de represión.
Este hombre tenía muchas de sus espontaneidades reprimidas.
La solidaridad de este hombre también era afectada. Exquisitamente centrado en sí mismo, su caridad pasaba por un previo montaje intelectual. Podría estar uno desangrándose en la cuneta que sólo vendría a echar una mano si con ello reforzara su artificio teórico.
Desde luego, si juega el Real Madrid, olvídate de esperar nada de este buen samaritano.
Nada especial. Es muy propio de la condición humana eso de filtrar aquello que nos conviene.Aunque en su caso resulta desconcertante en alguien que predica el evangelio.
Este hombre fue Príncipe en el colegio de los jesuitas donde estudió. Eso le ha condicionado, ¡y de qué manera!, manteniendo una permanente tensión egótica. ¡Dios, qué ego!. Le llega la barbilla porcima de la frente, que diría aquel. Ojos alerta, boca estrecha, sin labios, con un rictus permanente de cinismo en la mirada.
De repente, descubres en él un vahído de tristeza, un alma cansada, un cierto estado de desamparo, una inmensa sed de comunicarse y ser querido. Pero no sabe cómo ni con quién.
Una vez me comentó que él era cristiano porque había tenido una experiencia de Jesucristo. La idea la había tomado de un texto de de Juan Pablo II: "un cristiano es alguien que ha tenido una experiencia de Jesucristo". No sé exactamente a qué se refiere con eso. Quien más quien menos en su educación cristiana ha podido sentir esa experiencia...¿pero realmente es de Jesucristo?.
No sé. Seguían intactas sus reservas de ingenuidad mágica. Uno tenía la impresión que ese hombre todavía llevaba puesto el traje de la primera Comunión, como que le estallaban las hechuras y le iba pequeño. ¿A qué le llamaría él " experiencia de Cristo"?.
Porque yo también he sentido esas experiencias pero, ¿es de Cristo?. He hecho la experiencia de Cristo, y la del Jack's Daniels con hielo, la de bañarme desnudo en una cascada en el valle de Barrosa, y la experiencia del sexo sin amor, y la del sexo enamorado...o la experiencia de la nada. Y la de la muerte. La de asomarme a un precipicio y cerrar los ojos. Y la experiencia de tocarse, olerse, besarse, pederse, escapar, llorar por no sabes qué, o llorar porque ti...
¿Pero en cuál de ellas estaba Cristo?.
Ese hombre se ha fosilizado. O esa es la impresión que he tenido. No se ha movido ni un ápice de donde le dejé. Una pena. Al final uno entiende que lo que de verdad importa en las personas es el modo en que concilia los antagónicos que llevamos dentro. Sólo un hombre sabio es capaz de cometer necedades. Todo ser humano es un proceso oscilatorio. Más aún, uno ha aprendido - desde luego de mi sin ninguna duda- que habida cuanta de la santidad y sabiduría que se predica de alguien , se puede predecir la cantidad de desatinos, insensateces , y tonterías, que habrá cometido en su vida.
Sólo el César nombra cónsul a su caballo.
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ESPACIO RADICAL: PARECER RICO, PARECER POBRE.
Cada uno hace lo que puede, Suso... y este señor seguramente también. No seas tan duro con los demás, tío...
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