Algunos bastantes tienen un perro en su interior . Conozco gente que para ellos la gloria consiste en amaestrar al can , vestirlo con un gorrito , unos pantalones bombachos , enseñarle a dar saltitos , y que vaya ladrando delante de ti para abrirte paso.
Alguien te cogió de las dos patitas de alante y te enseñó a andar . Los ladridos del perrito anuncian tu llegada a donde quiera que vayas. Si crees ser alguien importante , el chucho añade más adornos a tu vistoso uniforme: condecoraciones , fajines, campanillas y sombreros de muchos colores y modelos. Si además tu gloria es la leche, ese sabueso se convierte al final en tu corteza exterior de la que no puedes prescindir.
Dormís juntos . Ambos os reconocéis abrazados entre las sábanas, babeando , jadeando, moviendo la cola. Antes de acostarse el perrito que llevas en tu interior da una vuelta sobre sí mismo, y se enrosca a tu lado . A las ocho de la mañana él te despierta con unos "¡guau, guau!".
Cuando la gloria se inicia, tu canelo se encarga de franquear las puertas haciendo sonar los ladridos , pero con el tiempo el personaje que le sigue, o sea tú, acaba imitando cada uno de sus gestos: por eso en ocasiones te ríes como un perro mostrando todos los molares y caninos , o te rascas con una gracia especial, o lees un discurso de entrada en aquella Academia oliendo la bragueta del Presidente.
También el perrito aprende muy pronto a reproducir con maestría los actos que realizas: se ducha, hace unas gárgaras, lee la prensa, juega a pádel , copula los sábados, acepta condecoraciones, contesta las cartas.
La gloria te une de tal forma que os hace intercambiables: tienes la cara de mandar en tu lugar al propio chucho al despacho . Como otros como tú que son profesores envían el suyo a la cátedra, el director comercial a la empresa. el cardenal a la catedral, el militar a la guerra, el juez al tribunal.
Todo el mundo tiene un perro a su medida agazapado en el interior esperando la gloria. Cuando oigas dentro de ti unos aullidos , acojónate.
La hora de tu consagración ha llegado.
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