jueves, 18 de abril de 2019

¡QUE VIENEN LOS CHINOS!

Te lo creas o no la vida  no ha cambiado nada.

Para construir   las pirámides fue suficiente un coco de arquitecto e infinitos latigazos  sobre las espaldas  de  miles de esclavos

La  acrópolis de Atenas está  hecha de  prisioneros.

Toda la filosofía que se elaboró en Grecia no habría sido posible sin esclavos que  hicieran la vida fácil a Platón  y la peña  que andaba paseando  con sus rollos.

Los romanos vivían de sus cautivos.

Nunca ha habido imperios sin siervos. 

Todas las grandes  obras que  admiramos en todos los imperios  de cualquier cultura   se edificaron gracias  a nervios humanos cachas que obedecían al flagelo de un ideal. 

Debajo de una gran gesta siempre hay montañas de miseria y humillación. 

Europa está  edificada sobre minas de carbón en el siglo XIX  donde familias enteras  trabajaban , con sus niños,  16 horas diarias.Mientras,  la aristocracia británica tomaba  el té alzando  el meñique y pasándolo guapamente.

Hoy sigue igual el sistema.

Si la esclavitud, bajo diversas formas, ha hecho la historia, aplícate el cuento colegui.

¡Vienen los chinos! 

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