A veces me encuentro con obras que me alcanzan muy dentro, y que me sobrecogen.
Vi este detalle de este capitel románico de la catedral de Autun que representa "Los reyes magos despertados por el ángel". y pensé que así desearía morir: que un ángel me acariciara con su dedo y despertara a la otra vida. ¡ Sería maravilloso!
Este cuadro de Piombo. Trata del perdón: Adán y Eva se arrodillan para recibir el perdón por su pecado. Me enternece ese Cristo, esa disposición suya, como el que se abaja, se inclina amoroso , ¡ y esa mano!: la reconozco de mis confesiones.
El arte tiene dos caminos. En uno de ellos el artista plasma su intuición emocionada en su obra. En el otro, es la obra la que va directa al corazón del espectador. Los dos caminos se emparejan en el cuadro. Puede ser una poesía, una película , una escultura o una canción. Y allí no hay mentira, ni artificio, ni propaganda.
He conocido personas sin imaginación, practicas, que no sienten ni padecen, incapaces de apreciar nada que las pueda emocionar, y que confunden precio y valor. Me parece una carencia mortal , sobre todo si sólo vives una vez.
Si una obra despierta una emoción en ti, ya valió valió la pena. Te ha despertado a la belleza. O al desconcierto. También al horror, a lo hortera, O al miedo. O incluso el asco.
Ahora, mientras escribo la entrada, estoy escuchando "Help Me Make It Through the Night" , en la versión de Gladys Knight & the Pips. ¡Joder, qué tema!
Porque nos dice lo que no se ha dicho. Mira donde nadie antes había mirado. Y lo hace de muchas maneras.
No me contengo. Da igual, tampoco podría.
Hace unos días fui a andar. Pasé por un monasterio . Se llama de Toxosoutos. Estaba cerrado, pero tenía en la puerta un ventanuco desde el que se podía ver su interior. La foto la hice allí. Si os fijáis , en el fondo palpita una velita . Desde allí se bombeaba con toda la fuerza de un Amor que es muy difícil de explicar- es un misterio- toda la sangre al mundo entero , hasta el último rincón, y bendice sus problemas. Asomé la cara y di las gracias.
Ese Misterio también es arte. Se ven mejor las cosas cuando miramos con profundidad, con perplejidad y sin recelos.