Tengo
un exjefe que cree que la fidelidad consiste en estar de acuerdo
con todo lo que él haga, diga, o deje de decir, porque con
frecuencia sus decisiones las toma él , son patente suya... excepto
si salen mal, que son de los demás.
Por
tercero interpuesto me ha hecho llegar que soy un traidor. ¡Qué
pena!. El muy cobarde gallina , capitán de las sardinas, usa uno de
esos viejos trucos del antiguo régimen: el de enviarte un recadito
por uno de sus palafraneros , en plan “te llamo como compañero,
pero si se entera que lo hago, me mata... oye, es que le he oído a
fulano decir que le has fallado, que eres un traidor...está muy
dolido, dice, después de todo lo que ha hecho por ti”.
En
realidad el Fulano estaba a su lado, escuchando el manos libres del
monchito.
Llega
tarde, y me importa nada que me llame traidor. No entiendo esas
fidelidades de cacique.
Éste
señor feudal quiere pleitesía y que de vez en cuando te acerques
y cantes : “Muchas gracias, Jardinero, por el gusto que has
tenido; tantas niñas en el corro y a mí sola me has cogido !.
Le
preguntaron una vez a no sé quién- se cuenta de muchos- “¿qué
era el tiempo?”.
El
tipo miró por la ventana y contestó...
- El
tiempo es lo que sucede ahí fuera mientras nosotros nos preguntamos
aquí dentro “qué es el tiempo”.
El
día que dejé a ese pobre hombre , escapé por la ventana.
Este exjefe de qué ramo y/o sector era? Jugaba al fúrgol?
ResponderEliminarNo...ramo hostelería/cocinero venido a más, con la cacerola preparada para arrear un guantazo si venían malas.
ResponderEliminarIgual es el misterioso Tono...
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