Si
supierais qué diferente está esta noche.
Son
las tres de la madrugada, tengo uno de mis insomnios. De repente,
abro los ojos e intento aguardar , fetal, a ver si una mano amorosa
me cierra los párpados. Nada.
Bebí
una taza de café, ya que en realidad no iba a dormir. Oigo el ruido
del viento silbando por las rendijas. Esta noche está diferente
porque, mientras duermes, estoy conversando contigo. Repaso la lista
de gente que he conocido y me han dejado huella. Enciendo un
cigarrillo.
Comienzo
por Torrero, el barrio donde nací , don Clemente, La Valen, mi padre
en camiseta interior haciendo flexiones conmigo en su espalda, un
capuchino con barbas, el padre Benito, que me confesó por primara
vez...y sigo trepando por los recuerdos, hasta que hay un momento
que hay demasiadas mujeres que recordar.
Interrumpo.
Levanto la persiana y abro la ventana. Entra un biruji arremolinado y
gélido. miro la calle y la franja de cielo que se ve a la derecha.
Está oscuro. Tan oscuro.
Pienso
en personas que dejaron huella: todas están durmiendo. Y pienso
cuando me escapaba de alguna de las casas que viví, a altas horas, y
me perdía andando como un gato hurgando papeleras. ¡Loa años de
Lérida y Tarragona!
Y
la oscuridad se vuelve mayor. Estoy cayendo en una tristeza sin
dolor. No es malo. Forma parte de mi sistema , lo hago a propósito.
Mañana probablemente tendré alguna alegría, también sin grandes
éxtasis, sólo alegría, y eso tampoco es malo. Sí, pero no me está
gustando mucho este pacto con la mediocridad de vivir.
Sólo
quiero ser así. Ya estoy harto.
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¡¡¡AQUÍ ESTÁ LA NAVIDAD!!!
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¡¡¡AQUÍ ESTÁ LA NAVIDAD!!!
Mauricio, te voy a dar la alegría de hoy: pásate al cigarrillo electrónico!!!
ResponderEliminar¡Es una pasada! Yo no fumo desde hace dos semanas, ya. ¡Estoy feliz!
Lo más duro de los momentos así es la sensación de soledad o de sentirse raro. Forma parte de la vida, e incluso, los místicos dicen que son las etapas que más nos fortalecen.
ResponderEliminarAún así, es duro de cojones. Ánimo Mauricio, no te sientas raro, sino fuerte.
Afortunado tú: mis insomnios se pueblan de las demasiadas mujeres que no he conocido.
ResponderEliminar"Comienzo por Torrero, el barrio donde nací , don Clemente, La Valen, mi padre en camiseta interior haciendo flexiones conmigo en su espalda, un capuchino con barbas, el padre Benito, que me confesó por primara vez..."
ResponderEliminarHablas de varias personas que han sido (son) relevantes en tu vida, pero no citas a nadie del Betis balompié. ¿Es un olvido o es totalmente intencionado?
Tampoco cito a tu puta madre, y la recuerdo bien, con cariño y eso..
EliminarYo estuve mucho tiempo en el Betis: no hay tanta gente que deje huella; el numerario medio no se aclara, intenta llevar una doble vida..
EliminarLo del cigarrillo electrónico no sé, no sé. Yo me pase al condón electrónico y por poco chamusco mi pene, como el de un negrito.
A mi sí que hay gente de la obra que me ha dejado buena huella. Y no poca.
EliminarPues mira, Suso, en mi caso no es así, te lo digo de verdad. Desconozco el motivo, quizá porque haya vivido muchos años en el extranjero. Luego volví a España y ahora no quedan ni a comer conmigo, gente con las que he vivido más de diez años (qué disgusto).
EliminarEn la diáspora es diferente. Como la guarnición romana de Asterix, que están todos sin afeitar con las lanzas rotas aguardando el relevo.
En un país donde viví -que llevo en el corazón- no me quieren ver ni en pintura (son ocho o nueve numerarios, ninguno local porque no "pita" ni su padre). Son celos, porque tenía un trabajo bueno, coche de empresa, hablaba el idioma (tengo facilidad), tenía amigos... y eso les daba rabia, llamemos las cosas por su nombre.
En el otro país sí me quieren. Cuando vuelvo allí me reciben con los brazos abiertos: son todo corazón. Si no me hubieran trasladado de allí seguiría siendo numerario.
Pero en Barcelona, donde vivo, ni agua.
Vengo aquí por recomendación de una amiga.¡Estoy enganchada y me leí todas las entradas!
ResponderEliminarAquí estoy.
No hagas del Barullo un dios porque llegará el día que no me perdones no serlo. Te podría citar antiguos comentaristas como tú que desaparecido muy enfadados conmigo. Alguno insultando.
ResponderEliminarAgradezco tu sinceridad...yo, en el sentido que tú dices, tampoco tengo a nadie, ni me interesa.
ResponderEliminarMis recuerdos son afectivos del pasado, por eso escribo que me han dejado huella.
Vive tu vida y guarda lo que merece la pena.
Como el párroco de Pamplona: si no te quieren,¡que les den pol culo!
Pero la vida sigue y no espero nada del pasado, porque no pueden, ni yo.
Pues mira. Hoy es la última noche del año que es mía; me siento como una beibi de extrarradio. En mi caso todo se reduce a ir al bar de la esquina, con mis amigos. Celebramos porque mañana estaremos con la familia, algo más obligado.
EliminarMis recuerdos son también afectivos. Sabe muy mal que no te dejen entrar en la casa donde viviste tantos años. La casa que compraste, coño, y una parte pagaste (toda imposible, pero la negocié bien; cojones).